Fue un último cuarto demoledor. Un 23-10 que rompió la igualdad imperante y que decantó el primer partido de la final a favor del Real Madrid. El equipo blanco impuso su defensa y su jerarquía de campeón ante un Valencia Basket atenazado, lejos del buen nivel ofensivo que ha demostrado toda la temporada. A los de Pedro Martínez les fallaron muchas cosas, pero en especial una. Jean Montero fue una sombra de lo que acostumbra. El base se quedó en solo 3 puntos, con 1 de 9 en los lanzamientos. Frenarlo fue uno de los grandes aciertos del Madrid. No apareció Montero, pero sí otro dominicano. Andrés Feliz se destapó como el mejor de su equipo, con 18 puntos y triples decisivos en algunos de los momentos clave.Le toca a Pedro Martínez pensar en cómo escapar de ese muro impuesto por el Madrid no solo en el último cuarto, sino en el global del partido. Las primeras ventajas del duelo fueron naranjas, pero el Madrid pronto sacó a relucir esa versión que en tantas ocasiones lo ha levantado de la lona esta temporada. Sin opciones claras de tiro para nadie, lo hizo dominando en la pintura, con Tavares rascando punto tras punto y Ndiaye y Fernando gobernando el rebote.El partido fue trabado y de tanteo bajo hasta el descanso, en el que ese rigor táctico dio paso a un tramo más suelto, con ritmo y acierto desde fuera. Ahí se destapó Badio, con 15 puntos en un tercer cuarto primoroso que permitieron al Valencia contrarrestar el buen nivel de Feliz, impecable no solo a la hora de anotar, sino también convertido en el más listo de la clase para capturar cualquier balón suelto.A los diez minutos finales se llegó con un inquietante 64-60. El Valencia echaba de menos a Montero y el Madrid a Hezonja. Fue ahí cuando Llull sacó a relucir el manual de las finales, Fernando castigó por dentro y Campazzo clavó el triple que rompió el partido a falta de dos minutos. En ese tramo también apareció Musa, con acciones de talento puro, mientras el ataque del Valencia se disolvía entre tiros punteados y decisiones forzadas.El 1-0 coloca al Real Madrid en ventaja antes del segundo asalto, este domingo en el mismo escenario. El equipo de Chus Mateo dejó claro que su experiencia sigue marcando diferencias cuando más cuenta. Fue un último cuarto demoledor. Un 23-10 que rompió la igualdad imperante y que decantó el primer partido de la final a favor del Real Madrid. El equipo blanco impuso su defensa y su jerarquía de campeón ante un Valencia Basket atenazado, lejos del buen nivel ofensivo que ha demostrado toda la temporada. A los de Pedro Martínez les fallaron muchas cosas, pero en especial una. Jean Montero fue una sombra de lo que acostumbra. El base se quedó en solo 3 puntos, con 1 de 9 en los lanzamientos. Frenarlo fue uno de los grandes aciertos del Madrid. No apareció Montero, pero sí otro dominicano. Andrés Feliz se destapó como el mejor de su equipo, con 18 puntos y triples decisivos en algunos de los momentos clave.Le toca a Pedro Martínez pensar en cómo escapar de ese muro impuesto por el Madrid no solo en el último cuarto, sino en el global del partido. Las primeras ventajas del duelo fueron naranjas, pero el Madrid pronto sacó a relucir esa versión que en tantas ocasiones lo ha levantado de la lona esta temporada. Sin opciones claras de tiro para nadie, lo hizo dominando en la pintura, con Tavares rascando punto tras punto y Ndiaye y Fernando gobernando el rebote.El partido fue trabado y de tanteo bajo hasta el descanso, en el que ese rigor táctico dio paso a un tramo más suelto, con ritmo y acierto desde fuera. Ahí se destapó Badio, con 15 puntos en un tercer cuarto primoroso que permitieron al Valencia contrarrestar el buen nivel de Feliz, impecable no solo a la hora de anotar, sino también convertido en el más listo de la clase para capturar cualquier balón suelto.A los diez minutos finales se llegó con un inquietante 64-60. El Valencia echaba de menos a Montero y el Madrid a Hezonja. Fue ahí cuando Llull sacó a relucir el manual de las finales, Fernando castigó por dentro y Campazzo clavó el triple que rompió el partido a falta de dos minutos. En ese tramo también apareció Musa, con acciones de talento puro, mientras el ataque del Valencia se disolvía entre tiros punteados y decisiones forzadas.El 1-0 coloca al Real Madrid en ventaja antes del segundo asalto, este domingo en el mismo escenario. El equipo de Chus Mateo dejó claro que su experiencia sigue marcando diferencias cuando más cuenta. Fue un último cuarto demoledor. Un 23-10 que rompió la igualdad imperante y que decantó el primer partido de la final a favor del Real Madrid. El equipo blanco impuso su defensa y su jerarquía de campeón ante un Valencia Basket atenazado, lejos del buen nivel ofensivo que ha demostrado toda la temporada. A los de Pedro Martínez les fallaron muchas cosas, pero en especial una. Jean Montero fue una sombra de lo que acostumbra. El base se quedó en solo 3 puntos, con 1 de 9 en los lanzamientos. Frenarlo fue uno de los grandes aciertos del Madrid. No apareció Montero, pero sí otro dominicano. Andrés Feliz se destapó como el mejor de su equipo, con 18 puntos y triples decisivos en algunos de los momentos clave.Le toca a Pedro Martínez pensar en cómo escapar de ese muro impuesto por el Madrid no solo en el último cuarto, sino en el global del partido. Las primeras ventajas del duelo fueron naranjas, pero el Madrid pronto sacó a relucir esa versión que en tantas ocasiones lo ha levantado de la lona esta temporada. Sin opciones claras de tiro para nadie, lo hizo dominando en la pintura, con Tavares rascando punto tras punto y Ndiaye y Fernando gobernando el rebote.El partido fue trabado y de tanteo bajo hasta el descanso, en el que ese rigor táctico dio paso a un tramo más suelto, con ritmo y acierto desde fuera. Ahí se destapó Badio, con 15 puntos en un tercer cuarto primoroso que permitieron al Valencia contrarrestar el buen nivel de Feliz, impecable no solo a la hora de anotar, sino también convertido en el más listo de la clase para capturar cualquier balón suelto.A los diez minutos finales se llegó con un inquietante 64-60. El Valencia echaba de menos a Montero y el Madrid a Hezonja. Fue ahí cuando Llull sacó a relucir el manual de las finales, Fernando castigó por dentro y Campazzo clavó el triple que rompió el partido a falta de dos minutos. En ese tramo también apareció Musa, con acciones de talento puro, mientras el ataque del Valencia se disolvía entre tiros punteados y decisiones forzadas.El 1-0 coloca al Real Madrid en ventaja antes del segundo asalto, este domingo en el mismo escenario. El equipo de Chus Mateo dejó claro que su experiencia sigue marcando diferencias cuando más cuenta. RSS de noticias de deportes
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