<p>El último gran incendio de este verano se produjo este fin de semana en Valdecaballeros (Badajoz). El fuego calcinó 2.400 hectáreas y se llegó a extenderse sobre un perímetro de más de 13 kilómetros. 140 niños fueron desalojados de un camping donde se encontraban de campamento, al igual que 300 vecinos del poblado de Cíjara. Desde que comenzaron las llamas, la inmensa mayoría de la población de la comarca de la Siberia extremeña lo tenía claro: «Ha sido intencionado». La sospecha se basaba en la memoria reciente: 23 incendios consecutivos entre los del pasado verano y lo que llevamos de éste. Hasta se apuntaban nombres concretos de los posibles autores, fuera de micrófono. Son poblaciones pequeñas y «aquí todo el mundo se conoce», aunque otra cosa bien distinta es probarlo. Ése es el gran reto. El consejero de Presidencia de la Junta de Extremadura, Abel Bautista, ha pedido ayuda para localizar a los responsables. Con el fuego casi controlado en la tarde del domingo, en otra zona alejada a la que los bomberos intentaban aplacar las llamas de la cabecera para que no entraran en la Reserva de la Biosfera, aparecía otro nuevo brote de llamas: «Es imposible que se haya producido ese segundo foco si no es por la intención de un ser humano», clamó el responsable político.</p>
Las administraciones vuelven a poner en el punto de mira a la mano del hombre como posible máximo responsable de los últimos grandes incendios en España
<p>El último gran incendio de este verano se produjo este fin de semana en Valdecaballeros (Badajoz). El fuego calcinó 2.400 hectáreas y se llegó a extenderse sobre un perímetro de más de 13 kilómetros. 140 niños fueron desalojados de un camping donde se encontraban de campamento, al igual que 300 vecinos del poblado de Cíjara. Desde que comenzaron las llamas, la inmensa mayoría de la población de la comarca de la Siberia extremeña lo tenía claro: «Ha sido intencionado». La sospecha se basaba en la memoria reciente: 23 incendios consecutivos entre los del pasado verano y lo que llevamos de éste. Hasta se apuntaban nombres concretos de los posibles autores, fuera de micrófono. Son poblaciones pequeñas y «aquí todo el mundo se conoce», aunque otra cosa bien distinta es probarlo. Ése es el gran reto. El consejero de Presidencia de la Junta de Extremadura, Abel Bautista, ha pedido ayuda para localizar a los responsables. Con el fuego casi controlado en la tarde del domingo, en otra zona alejada a la que los bomberos intentaban aplacar las llamas de la cabecera para que no entraran en la Reserva de la Biosfera, aparecía otro nuevo brote de llamas: «Es imposible que se haya producido ese segundo foco si no es por la intención de un ser humano», clamó el responsable político.</p>
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