En 2024, los hogares y consumidores españoles han tirado a la basura más de 1.125 millones de kilos o litros de alimentos y bebidas. Aunque la cifra sigue siendo alarmante, el nuevo Informe del Desperdicio Alimentario en España revela una leve pero significativa mejora en la tendencia. Esto indica que a nivel nacional poco a poco corregimos el rumbo, aunque el desafío sigue siendo grande.En total, el desperdicio se situó en 1.125 millones de kilos o litros, lo que supone una reducción acumulada de casi un 20% desde 2020. El desperdicio per cápita se redujo a 24,38 kilos o litros por persona, «lo que consolida una tendencia a la baja sostenida en el tiempo», según el ministro de Agricultura, Luis Planas.Noticia Relacionada too good to go estandar No Nuevas generaciones contra el desperdicio alimentario NATURAL Next Gen propone cuadernos de descarga gratuita con actividades lúdicas para niños y niñas de entre 6 y 11 años sobre por qué reducir el desperdicio de comidaHay motivos para el optimismo: se han evitado 51,54 millones de kg/l respecto al año anterior, y la tasa global de desperdicio ha bajado al 3,7 % . Es decir, por cada 100 kg o litros de alimentos comprados, 3,7 terminan en la basura. En un contexto de inflación alimentaria y emergencia climática, estas cifras ya no pueden considerarse aceptables, pero sí muestran que las campañas, leyes y hábitos de consumo están empezando a surtir efecto. Se está produciendo un cambio de mentalidad motivado por factores como el aumento en la percepción del valor de los alimentos, que hace que los españoles, debido al aumento progresivo de los precios de los alimentos , los valoren más. También han ido ganando importancia nuevos modelos de trabajo como el híbrido, que mezcla el hogar y la oficina, facilitando el «momento taper» con alimentos preparados en casa para tomar fuera de esta.El gran foco sigue estando en el hogarPese a la mejora progresiva respecto a los años anteriores, los hogares españoles siguen siendo el principal foco de desperdicio: el 97,5% del desperdicio total tiene lugar dentro de casa , lo que equivale a 1.097 millones de kilos. Aún así, se desperdiciaron casi 50 millones menos que en el año 2023.Por tipología, el 77,6% del desperdicio doméstico corresponde a productos sin utilizar (851,5 millones de kilos o litros), y el 22,4% restante, a recetas ya elaboradas (245,7 millones). Alimentos tal cual se han comprado Fruta fresca (32,4%) Derivados lácteos (6,9%) Pan fresco (4,8)Platos cocinados Ensaladas y platos con verduras(16,6%) Platos con legumbres (16,5%) Platos de carne (13,1%) Sopas, cremas y purés (11,6%)Fuera del hogarEl desperdicio fuera de nuestras casas descendió de manera notable a lo largo del 2024, lográndose la cifra más baja desde que se tienen registros en 2016. En el último año se tiraron 28,03 millones de kilos, lo que supone un 8,8% menos respecto al 2023. El desperdicio per cápita fuera de casa fue de 0,79 kg/l, reduciéndose en casi 100 gramos. Aunque el 43,8 % de los españoles afirma haber desperdiciado alimentos fuera del hogar , más de la mitad no lo hizo. Mas de la mitad del desperdicio fuera del hogar se corresponde con alimentos(54,5%), seguidos por bebidas(43,4%) y los aperitivos.Nueva ley y tarea colectivaLa mejora en los datos no es casual: responde a una creciente conciencia social, mejores prácticas de planificación de compra, y una preocupación real por el impacto ambiental y económico del desperdicio.A esto se suma la entrada en vigor de la Ley 1/2025 de prevención de pérdidas y desperdicio alimentario , una normativa que establece obligaciones a lo largo de toda la cadena agroalimentaria y promueve una cultura de aprovechamiento integral. Se alinea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 12.3 de la ONU, que propone reducir a la mitad el desperdicio alimentario mundial per cápita antes de 2030.El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación Luis Planas sostiene sobre esta ley que es «una estrategia de país con la que ganamos todos; una norma que nos permite combatir el desperdicio, empoderar a consumidores y empresas y avanzar hacia un modelo de consumo más eficiente, responsable y sostenible».El informe concluye recordando que cada alimento salvado representa el esfuerzo conjunto de agricultores, ganaderos, transportistas, distribuidores, comercios, restauración y consumidores. Y aunque todavía se tiran miles de toneladas, España avanza hacia un modelo más consciente. En 2024, los hogares y consumidores españoles han tirado a la basura más de 1.125 millones de kilos o litros de alimentos y bebidas. Aunque la cifra sigue siendo alarmante, el nuevo Informe del Desperdicio Alimentario en España revela una leve pero significativa mejora en la tendencia. Esto indica que a nivel nacional poco a poco corregimos el rumbo, aunque el desafío sigue siendo grande.En total, el desperdicio se situó en 1.125 millones de kilos o litros, lo que supone una reducción acumulada de casi un 20% desde 2020. El desperdicio per cápita se redujo a 24,38 kilos o litros por persona, «lo que consolida una tendencia a la baja sostenida en el tiempo», según el ministro de Agricultura, Luis Planas.Noticia Relacionada too good to go estandar No Nuevas generaciones contra el desperdicio alimentario NATURAL Next Gen propone cuadernos de descarga gratuita con actividades lúdicas para niños y niñas de entre 6 y 11 años sobre por qué reducir el desperdicio de comidaHay motivos para el optimismo: se han evitado 51,54 millones de kg/l respecto al año anterior, y la tasa global de desperdicio ha bajado al 3,7 % . Es decir, por cada 100 kg o litros de alimentos comprados, 3,7 terminan en la basura. En un contexto de inflación alimentaria y emergencia climática, estas cifras ya no pueden considerarse aceptables, pero sí muestran que las campañas, leyes y hábitos de consumo están empezando a surtir efecto. Se está produciendo un cambio de mentalidad motivado por factores como el aumento en la percepción del valor de los alimentos, que hace que los españoles, debido al aumento progresivo de los precios de los alimentos , los valoren más. También han ido ganando importancia nuevos modelos de trabajo como el híbrido, que mezcla el hogar y la oficina, facilitando el «momento taper» con alimentos preparados en casa para tomar fuera de esta.El gran foco sigue estando en el hogarPese a la mejora progresiva respecto a los años anteriores, los hogares españoles siguen siendo el principal foco de desperdicio: el 97,5% del desperdicio total tiene lugar dentro de casa , lo que equivale a 1.097 millones de kilos. Aún así, se desperdiciaron casi 50 millones menos que en el año 2023.Por tipología, el 77,6% del desperdicio doméstico corresponde a productos sin utilizar (851,5 millones de kilos o litros), y el 22,4% restante, a recetas ya elaboradas (245,7 millones). Alimentos tal cual se han comprado Fruta fresca (32,4%) Derivados lácteos (6,9%) Pan fresco (4,8)Platos cocinados Ensaladas y platos con verduras(16,6%) Platos con legumbres (16,5%) Platos de carne (13,1%) Sopas, cremas y purés (11,6%)Fuera del hogarEl desperdicio fuera de nuestras casas descendió de manera notable a lo largo del 2024, lográndose la cifra más baja desde que se tienen registros en 2016. En el último año se tiraron 28,03 millones de kilos, lo que supone un 8,8% menos respecto al 2023. El desperdicio per cápita fuera de casa fue de 0,79 kg/l, reduciéndose en casi 100 gramos. Aunque el 43,8 % de los españoles afirma haber desperdiciado alimentos fuera del hogar , más de la mitad no lo hizo. Mas de la mitad del desperdicio fuera del hogar se corresponde con alimentos(54,5%), seguidos por bebidas(43,4%) y los aperitivos.Nueva ley y tarea colectivaLa mejora en los datos no es casual: responde a una creciente conciencia social, mejores prácticas de planificación de compra, y una preocupación real por el impacto ambiental y económico del desperdicio.A esto se suma la entrada en vigor de la Ley 1/2025 de prevención de pérdidas y desperdicio alimentario , una normativa que establece obligaciones a lo largo de toda la cadena agroalimentaria y promueve una cultura de aprovechamiento integral. Se alinea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 12.3 de la ONU, que propone reducir a la mitad el desperdicio alimentario mundial per cápita antes de 2030.El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación Luis Planas sostiene sobre esta ley que es «una estrategia de país con la que ganamos todos; una norma que nos permite combatir el desperdicio, empoderar a consumidores y empresas y avanzar hacia un modelo de consumo más eficiente, responsable y sostenible».El informe concluye recordando que cada alimento salvado representa el esfuerzo conjunto de agricultores, ganaderos, transportistas, distribuidores, comercios, restauración y consumidores. Y aunque todavía se tiran miles de toneladas, España avanza hacia un modelo más consciente. En 2024, los hogares y consumidores españoles han tirado a la basura más de 1.125 millones de kilos o litros de alimentos y bebidas. Aunque la cifra sigue siendo alarmante, el nuevo Informe del Desperdicio Alimentario en España revela una leve pero significativa mejora en la tendencia. Esto indica que a nivel nacional poco a poco corregimos el rumbo, aunque el desafío sigue siendo grande.En total, el desperdicio se situó en 1.125 millones de kilos o litros, lo que supone una reducción acumulada de casi un 20% desde 2020. El desperdicio per cápita se redujo a 24,38 kilos o litros por persona, «lo que consolida una tendencia a la baja sostenida en el tiempo», según el ministro de Agricultura, Luis Planas.Noticia Relacionada too good to go estandar No Nuevas generaciones contra el desperdicio alimentario NATURAL Next Gen propone cuadernos de descarga gratuita con actividades lúdicas para niños y niñas de entre 6 y 11 años sobre por qué reducir el desperdicio de comidaHay motivos para el optimismo: se han evitado 51,54 millones de kg/l respecto al año anterior, y la tasa global de desperdicio ha bajado al 3,7 % . Es decir, por cada 100 kg o litros de alimentos comprados, 3,7 terminan en la basura. En un contexto de inflación alimentaria y emergencia climática, estas cifras ya no pueden considerarse aceptables, pero sí muestran que las campañas, leyes y hábitos de consumo están empezando a surtir efecto. Se está produciendo un cambio de mentalidad motivado por factores como el aumento en la percepción del valor de los alimentos, que hace que los españoles, debido al aumento progresivo de los precios de los alimentos , los valoren más. También han ido ganando importancia nuevos modelos de trabajo como el híbrido, que mezcla el hogar y la oficina, facilitando el «momento taper» con alimentos preparados en casa para tomar fuera de esta.El gran foco sigue estando en el hogarPese a la mejora progresiva respecto a los años anteriores, los hogares españoles siguen siendo el principal foco de desperdicio: el 97,5% del desperdicio total tiene lugar dentro de casa , lo que equivale a 1.097 millones de kilos. Aún así, se desperdiciaron casi 50 millones menos que en el año 2023.Por tipología, el 77,6% del desperdicio doméstico corresponde a productos sin utilizar (851,5 millones de kilos o litros), y el 22,4% restante, a recetas ya elaboradas (245,7 millones). Alimentos tal cual se han comprado Fruta fresca (32,4%) Derivados lácteos (6,9%) Pan fresco (4,8)Platos cocinados Ensaladas y platos con verduras(16,6%) Platos con legumbres (16,5%) Platos de carne (13,1%) Sopas, cremas y purés (11,6%)Fuera del hogarEl desperdicio fuera de nuestras casas descendió de manera notable a lo largo del 2024, lográndose la cifra más baja desde que se tienen registros en 2016. En el último año se tiraron 28,03 millones de kilos, lo que supone un 8,8% menos respecto al 2023. El desperdicio per cápita fuera de casa fue de 0,79 kg/l, reduciéndose en casi 100 gramos. Aunque el 43,8 % de los españoles afirma haber desperdiciado alimentos fuera del hogar , más de la mitad no lo hizo. Mas de la mitad del desperdicio fuera del hogar se corresponde con alimentos(54,5%), seguidos por bebidas(43,4%) y los aperitivos.Nueva ley y tarea colectivaLa mejora en los datos no es casual: responde a una creciente conciencia social, mejores prácticas de planificación de compra, y una preocupación real por el impacto ambiental y económico del desperdicio.A esto se suma la entrada en vigor de la Ley 1/2025 de prevención de pérdidas y desperdicio alimentario , una normativa que establece obligaciones a lo largo de toda la cadena agroalimentaria y promueve una cultura de aprovechamiento integral. Se alinea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 12.3 de la ONU, que propone reducir a la mitad el desperdicio alimentario mundial per cápita antes de 2030.El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación Luis Planas sostiene sobre esta ley que es «una estrategia de país con la que ganamos todos; una norma que nos permite combatir el desperdicio, empoderar a consumidores y empresas y avanzar hacia un modelo de consumo más eficiente, responsable y sostenible».El informe concluye recordando que cada alimento salvado representa el esfuerzo conjunto de agricultores, ganaderos, transportistas, distribuidores, comercios, restauración y consumidores. Y aunque todavía se tiran miles de toneladas, España avanza hacia un modelo más consciente. RSS de noticias de sociedad
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