A Cathy y Patrick les encanta contar cómo se conocieron: gracias a un mensaje dejado en una libreta roja, en una cumbre suiza . Harta de las aplicaciones de citas, la mujer echó mano del «Tinder de las montañas».«Era una bella forma de encontrarse», recuerda Cathy Rotzetter, de 58 años , en una reciente caminata en las alturas del cantón de Friburgo, en el oeste del país alpino.Cathy dio el paso el pasado octubre. Tras subir hasta la cumbre del Wandflue, a 2.133 metros , escribió sus datos de contacto en el cuaderno rojo que encontró allá arriba.Noticia Relacionada estandar No Eduardo Blasco, campeón del mundo en salvamento: «La huelga de socorristas es un riesgo que no podemos asumir» Macarena Hortal Vega Los ahogamientos y rescates alcanzan máximos históricos, mientras los profesionales denuncian precariedadNueve meses más tarde está sentada en el prado abrazada a Patrick, con la cima del Wandflue como telón de fondo. «En el cuaderno anoté que me gustaba caminar tranquila, pero que me gusta una copita después del esfuerzo», dijo riéndose, a la AFP.Patrick, que tiene la misma edad que Cathy y prefiere solo dar su nombre, subió a la montaña una semana más tarde . Y cuando estaba en la cumbre, quedó encantado con el mensaje de Cathy.La idea del «Tinder de las montañas» surgió de un momento de soledad en la cumbre del Dent de Broc , que desde una altura de 1.829 metros domina el pintoresco lago de Gruyère. Una apuesta entre amigos hizo el resto.La historia de ThibaudThibaud Monney es un montañista apasionado de 29 años y cuando contemplaba el magnífico paisaje desde lo alto del Dent de Broc se dio cuenta que le gustaría compartir sus sensaciones con alguien.Sin pensárselo dos veces, escribió lo que estaba pensando en un cuaderno con tapa de cuero de los que, por tradición, suele haber en las cumbres del cantón de Friburgo, para que los montañistas dejen ahí su rastro.«Subí para la puesta de sol y estaba solo, la próxima seremos dos», escribió el joven. «Puse mi número de teléfono y una persona me contactó» , cuenta.Las libretas del amorLos colegas de Thibaud Monney, maestro de ebanistería para discapacitados, le dijeron, bromeando, que podría dejar varias libretas en las cumbres de las montañas.«Y eso funcionó bien», comentó en una reciente caminata hacia la cumbre de La Vudalla (1.670 m), que ofrece una vista sublime de Gruyère, la región donde se hace el famoso queso.«Varias parejas se formaron gracias a esas libretas», apuntó mientras hojeaba una que colocó al lado del libro de visitantes, ambos protegidos de la intemperie en una taquilla de metal fijada a una gran cruz de madera.Thibaud Monney colocó libretas en las siete cumbres del cantón de Friburgo , pero la idea tuvo tanto éxito que los cuadernos de amor ya se encuentran en las montañas de toda Suiza y a veces mucho más lejos, hasta en Argentina .Thibaud Monney se siente orgulloso cuando oye hablar de parejas que se encontraron gracias a esta iniciativa. «Con frecuencia hay mensajes de agradecimiento por haber creado esto. Cuando alguien encuentra el amor o una amistad gracias a las libretas, está claro que he hecho feliz a alguien», dice.La liberta de la cima de La Vudalla confirma que su sistema está de moda y se llena con rapidez. «Apasionado de montañas, del esquí y la escalada», dice sobriamente uno de los mensajes, junto a otro de alguien que busca un alma gemela que «ame el deporte, el heavy metal y las mujeres tatuadas».Sin necesidad de filtros enrevesadosA diferencia de los algoritmos cada vez más complejos para los encuentros en línea, el filtro de la libreta roja «es muy simple». «Si usted contacta con alguien, esa persona también alcanzó una cumbre y ama profundamente la naturaleza y las montañas. Ya hay algo en común» , explica Thibaud Monney.Cathy Rotzetter está de acuerdo. «El amor compartido de la naturaleza es un buen filtro», señala. La elección de las cumbres es también un medio para hacer una primera selección en función de la edad y las capacidades físicas .Aunque La Vudalla es una de las más accesibles, solo los montañistas más aguerridos y de mejor estado físico podrán llegar hasta la libreta roja del Vanil de l’Ecri, a 2.376 metros .Thibaud Monney dejó de lado las plataformas de citas y, con el tiempo, también encontró una pareja . Pero sin ayuda de las libretas. «Ella me vio en televisión» hablar del «Tinder de las montañas» , me «contactó» y «ahora soy feliz». A Cathy y Patrick les encanta contar cómo se conocieron: gracias a un mensaje dejado en una libreta roja, en una cumbre suiza . Harta de las aplicaciones de citas, la mujer echó mano del «Tinder de las montañas».«Era una bella forma de encontrarse», recuerda Cathy Rotzetter, de 58 años , en una reciente caminata en las alturas del cantón de Friburgo, en el oeste del país alpino.Cathy dio el paso el pasado octubre. Tras subir hasta la cumbre del Wandflue, a 2.133 metros , escribió sus datos de contacto en el cuaderno rojo que encontró allá arriba.Noticia Relacionada estandar No Eduardo Blasco, campeón del mundo en salvamento: «La huelga de socorristas es un riesgo que no podemos asumir» Macarena Hortal Vega Los ahogamientos y rescates alcanzan máximos históricos, mientras los profesionales denuncian precariedadNueve meses más tarde está sentada en el prado abrazada a Patrick, con la cima del Wandflue como telón de fondo. «En el cuaderno anoté que me gustaba caminar tranquila, pero que me gusta una copita después del esfuerzo», dijo riéndose, a la AFP.Patrick, que tiene la misma edad que Cathy y prefiere solo dar su nombre, subió a la montaña una semana más tarde . Y cuando estaba en la cumbre, quedó encantado con el mensaje de Cathy.La idea del «Tinder de las montañas» surgió de un momento de soledad en la cumbre del Dent de Broc , que desde una altura de 1.829 metros domina el pintoresco lago de Gruyère. Una apuesta entre amigos hizo el resto.La historia de ThibaudThibaud Monney es un montañista apasionado de 29 años y cuando contemplaba el magnífico paisaje desde lo alto del Dent de Broc se dio cuenta que le gustaría compartir sus sensaciones con alguien.Sin pensárselo dos veces, escribió lo que estaba pensando en un cuaderno con tapa de cuero de los que, por tradición, suele haber en las cumbres del cantón de Friburgo, para que los montañistas dejen ahí su rastro.«Subí para la puesta de sol y estaba solo, la próxima seremos dos», escribió el joven. «Puse mi número de teléfono y una persona me contactó» , cuenta.Las libretas del amorLos colegas de Thibaud Monney, maestro de ebanistería para discapacitados, le dijeron, bromeando, que podría dejar varias libretas en las cumbres de las montañas.«Y eso funcionó bien», comentó en una reciente caminata hacia la cumbre de La Vudalla (1.670 m), que ofrece una vista sublime de Gruyère, la región donde se hace el famoso queso.«Varias parejas se formaron gracias a esas libretas», apuntó mientras hojeaba una que colocó al lado del libro de visitantes, ambos protegidos de la intemperie en una taquilla de metal fijada a una gran cruz de madera.Thibaud Monney colocó libretas en las siete cumbres del cantón de Friburgo , pero la idea tuvo tanto éxito que los cuadernos de amor ya se encuentran en las montañas de toda Suiza y a veces mucho más lejos, hasta en Argentina .Thibaud Monney se siente orgulloso cuando oye hablar de parejas que se encontraron gracias a esta iniciativa. «Con frecuencia hay mensajes de agradecimiento por haber creado esto. Cuando alguien encuentra el amor o una amistad gracias a las libretas, está claro que he hecho feliz a alguien», dice.La liberta de la cima de La Vudalla confirma que su sistema está de moda y se llena con rapidez. «Apasionado de montañas, del esquí y la escalada», dice sobriamente uno de los mensajes, junto a otro de alguien que busca un alma gemela que «ame el deporte, el heavy metal y las mujeres tatuadas».Sin necesidad de filtros enrevesadosA diferencia de los algoritmos cada vez más complejos para los encuentros en línea, el filtro de la libreta roja «es muy simple». «Si usted contacta con alguien, esa persona también alcanzó una cumbre y ama profundamente la naturaleza y las montañas. Ya hay algo en común» , explica Thibaud Monney.Cathy Rotzetter está de acuerdo. «El amor compartido de la naturaleza es un buen filtro», señala. La elección de las cumbres es también un medio para hacer una primera selección en función de la edad y las capacidades físicas .Aunque La Vudalla es una de las más accesibles, solo los montañistas más aguerridos y de mejor estado físico podrán llegar hasta la libreta roja del Vanil de l’Ecri, a 2.376 metros .Thibaud Monney dejó de lado las plataformas de citas y, con el tiempo, también encontró una pareja . Pero sin ayuda de las libretas. «Ella me vio en televisión» hablar del «Tinder de las montañas» , me «contactó» y «ahora soy feliz». A Cathy y Patrick les encanta contar cómo se conocieron: gracias a un mensaje dejado en una libreta roja, en una cumbre suiza . Harta de las aplicaciones de citas, la mujer echó mano del «Tinder de las montañas».«Era una bella forma de encontrarse», recuerda Cathy Rotzetter, de 58 años , en una reciente caminata en las alturas del cantón de Friburgo, en el oeste del país alpino.Cathy dio el paso el pasado octubre. Tras subir hasta la cumbre del Wandflue, a 2.133 metros , escribió sus datos de contacto en el cuaderno rojo que encontró allá arriba.Noticia Relacionada estandar No Eduardo Blasco, campeón del mundo en salvamento: «La huelga de socorristas es un riesgo que no podemos asumir» Macarena Hortal Vega Los ahogamientos y rescates alcanzan máximos históricos, mientras los profesionales denuncian precariedadNueve meses más tarde está sentada en el prado abrazada a Patrick, con la cima del Wandflue como telón de fondo. «En el cuaderno anoté que me gustaba caminar tranquila, pero que me gusta una copita después del esfuerzo», dijo riéndose, a la AFP.Patrick, que tiene la misma edad que Cathy y prefiere solo dar su nombre, subió a la montaña una semana más tarde . Y cuando estaba en la cumbre, quedó encantado con el mensaje de Cathy.La idea del «Tinder de las montañas» surgió de un momento de soledad en la cumbre del Dent de Broc , que desde una altura de 1.829 metros domina el pintoresco lago de Gruyère. Una apuesta entre amigos hizo el resto.La historia de ThibaudThibaud Monney es un montañista apasionado de 29 años y cuando contemplaba el magnífico paisaje desde lo alto del Dent de Broc se dio cuenta que le gustaría compartir sus sensaciones con alguien.Sin pensárselo dos veces, escribió lo que estaba pensando en un cuaderno con tapa de cuero de los que, por tradición, suele haber en las cumbres del cantón de Friburgo, para que los montañistas dejen ahí su rastro.«Subí para la puesta de sol y estaba solo, la próxima seremos dos», escribió el joven. «Puse mi número de teléfono y una persona me contactó» , cuenta.Las libretas del amorLos colegas de Thibaud Monney, maestro de ebanistería para discapacitados, le dijeron, bromeando, que podría dejar varias libretas en las cumbres de las montañas.«Y eso funcionó bien», comentó en una reciente caminata hacia la cumbre de La Vudalla (1.670 m), que ofrece una vista sublime de Gruyère, la región donde se hace el famoso queso.«Varias parejas se formaron gracias a esas libretas», apuntó mientras hojeaba una que colocó al lado del libro de visitantes, ambos protegidos de la intemperie en una taquilla de metal fijada a una gran cruz de madera.Thibaud Monney colocó libretas en las siete cumbres del cantón de Friburgo , pero la idea tuvo tanto éxito que los cuadernos de amor ya se encuentran en las montañas de toda Suiza y a veces mucho más lejos, hasta en Argentina .Thibaud Monney se siente orgulloso cuando oye hablar de parejas que se encontraron gracias a esta iniciativa. «Con frecuencia hay mensajes de agradecimiento por haber creado esto. Cuando alguien encuentra el amor o una amistad gracias a las libretas, está claro que he hecho feliz a alguien», dice.La liberta de la cima de La Vudalla confirma que su sistema está de moda y se llena con rapidez. «Apasionado de montañas, del esquí y la escalada», dice sobriamente uno de los mensajes, junto a otro de alguien que busca un alma gemela que «ame el deporte, el heavy metal y las mujeres tatuadas».Sin necesidad de filtros enrevesadosA diferencia de los algoritmos cada vez más complejos para los encuentros en línea, el filtro de la libreta roja «es muy simple». «Si usted contacta con alguien, esa persona también alcanzó una cumbre y ama profundamente la naturaleza y las montañas. Ya hay algo en común» , explica Thibaud Monney.Cathy Rotzetter está de acuerdo. «El amor compartido de la naturaleza es un buen filtro», señala. La elección de las cumbres es también un medio para hacer una primera selección en función de la edad y las capacidades físicas .Aunque La Vudalla es una de las más accesibles, solo los montañistas más aguerridos y de mejor estado físico podrán llegar hasta la libreta roja del Vanil de l’Ecri, a 2.376 metros .Thibaud Monney dejó de lado las plataformas de citas y, con el tiempo, también encontró una pareja . Pero sin ayuda de las libretas. «Ella me vio en televisión» hablar del «Tinder de las montañas» , me «contactó» y «ahora soy feliz». RSS de noticias de sociedad
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