La historia puede arrancar alguna sonrisa perpleja, si no fuera porque cientos de católicos italianos se la han tomado bastante en serio y peregrinan hacia el monte donde desde 2010 Michelino Marcovecchio ha tenido apariciones de la Virgen , de su suegra y de un adolescente fallecido en un accidente de tráfico . Esta semana el Vaticano ha elegantemente elogiado algunos «elementos positivos del presunto fenómeno sobrenatural» pero ha invitado a la cautela y no ha dado su autorización al culto público por la «posible confusión» que provoca sobre la relación con los difuntos.El supuesto vidente es una persona muy sencilla, de orígenes humildes, que aparenta más de los 60 años que tiene. Hizo sólo estudios primarios, trabajó mucho tiempo como campesino y es cocinero en Milán. Asegura que desde octubre de 2009 comenzó a escuchar la voz de su suegra Livia Casciano, fallecida tres meses antes, a los 87 años. Entonces le dijo que podía oír su voz a través de su ángel de la guarda y que ella estaba en el Cielo; también, que le recordaba la importancia de ir a misa, confesarse y rezar el rosario . Esa misma voz le sugirió que viajara a Medjugorje, donde esta historia dio un giro inesperado.Noticia Relacionada estandar No «Conseguí fotografiar a Juan Pablo II en su piscina porque me dijeron que era imposible» Javier Martínez-Brocal Un editor italiano compró la exclusiva para evitar mostrar al Papa en bañador, pero Wojtyla las autorizóA partir de entonces, Michelino asegura tener visiones del rostro de la Virgen María, que se le apareció por primera vez en una iglesia el 29 de marzo de 2010. En Medjugorje escuchó también su voz. Allí junto a la Virgen María se le habría aparecido también el alma de su suegra Livia. Ambas le propusieron que construyera un «Vía Crucis» en el Monte San Onofrio, en Agnone, ciudad en la zona del Alto Molise, donde vivió Livia. Las sucesivas apariciones tendrán lugar en ese monte y la última supuestamente fue en noviembre de 2024. Durante esos episodios, Michelino va en trance , se desmaya, y cuando se despierta redacta el supuesto mensaje que ha recibido. Aparte de la suegra, más adelante recibe mensajes de un joven italiano de 16 años fallecido en un accidente de tráfico en junio de 2010. Son mensajes espirituales, en los que el chico invitaría a vivir con coherencia la fe y a no ser agresivos . Hace meses, Camillo Cibotti, obispo de Isernia-Venafro y Trivento, solicitó ayuda al Vaticano para establecer cómo debe comportarse. Ya desde mayo de 2024, el Vaticano evita decir si unas apariciones son auténticas o no, y se ciñe a valorar el «fenómeno pastoral» que las rodea, para alertar de los elementos que puedan resultar tóxicos. En este caso, la Santa Sede ha optado por no aprobar el culto público ni las peregrinaciones o la divulgación de los mensajes, a causa de elementos problemáticos. En una nota del cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, con fecha del 25 de julio, explica que «si bien se reconocen importantes signos positivos, se advierten también algunos elementos de confusión o posibles riesgos que requieren un cuidadoso discernimiento y diálogo con los destinatarios por parte del obispo diocesano». Aclara que «dado que no se han detectado hechos graves que requieran medidas adicionales, se permite el culto privado , como la visita personal , en pareja o en grupos muy reducidos al lugar de la cruz erigida sobre el Monte San Onofrio o a lo largo del recorrido del Via Crucis».En su escrito, Fernández elogia al vidente, pues «es una persona honesta, profundamente creyente, sincera, y al mismo tiempo muy sencilla, sin las características de alguien que, por formación o naturaleza, puede articular fácilmente un discurso complejo, o construir con su ingenio una propuesta espiritual articulada». También aprecia la «imprevisibilidad de las apariciones», que «suceden de repente, sin una causa previa, una expectativa, una petición». Sin embargo, el purpurado alerta de la «posible confusión sobre la naturaleza de las relaciones entre las almas de los difuntos y la Iglesia que vive en la historia». «Es importante precisar que la oración por los difuntos es muy diferente de la ‘evocación’ de los muertos , práctica explícitamente condenada en la Biblia», recuerda el cardenal, en referencia también al espiritismo. Esto es distinto de «la oración ‘por’ los difuntos», añade.División en la diócesisEn el caso de estas apariciones, «el hecho de que algunas almas difuntas se manifiesten al presunto vidente a través de la acción del ángel de la guardia (…) excluye cualquier fenómeno «médium» o «contactista» (…) y muestra un rechazo explícito de cualquier técnica de evocación, así como de cualquier curiosidad indiscreta sobre el más allá». El cardenal Fernández argumenta que «teniendo en cuenta que es bastante sutil la frontera entre las prácticas lícitas y las riesgosas, se invita al obispo a confirmar que no haya dudas al respecto dentro del grupo que sigue y promueve la experiencia espiritual relacionada con estas supuestas apariciones».Otra cosa que preocupa a Roma es que un grupo de devotos de las apariciones desobedeciera al obispo, quien prohibió «cualquier manifestación pública o privada relativa a las supuestas apariciones». El Vaticano les acusa de «fomentar esta inobservancia sea cual sea el juicio de la Iglesia», aunque exculpa al vidente.Por eso, el cardenal Fernández asegura que si se «restablece la plena paz eclesial» en esa diócesis, se «aclaran las ambigüedades presentes en los mensajes» y el obispo lo considera oportuno, en el futuro podría autorizarse el «trabajo pastoral positivo» en torno al fenómeno. Desde que en mayo de 2024 se aprobó este modo de actuar del Vaticano, que evita pronunciarse sobre la «sobrenaturalidad» de presuntas apariciones, y se refiere más a si el mensaje y la devoción que suscita es saludable y coherente con el Evangelio , la Santa Sede se ha pronunciado sobre trece casos diferentes, entre ellos Medjugorje y las obras de la mística Maria Valtorta. La historia puede arrancar alguna sonrisa perpleja, si no fuera porque cientos de católicos italianos se la han tomado bastante en serio y peregrinan hacia el monte donde desde 2010 Michelino Marcovecchio ha tenido apariciones de la Virgen , de su suegra y de un adolescente fallecido en un accidente de tráfico . Esta semana el Vaticano ha elegantemente elogiado algunos «elementos positivos del presunto fenómeno sobrenatural» pero ha invitado a la cautela y no ha dado su autorización al culto público por la «posible confusión» que provoca sobre la relación con los difuntos.El supuesto vidente es una persona muy sencilla, de orígenes humildes, que aparenta más de los 60 años que tiene. Hizo sólo estudios primarios, trabajó mucho tiempo como campesino y es cocinero en Milán. Asegura que desde octubre de 2009 comenzó a escuchar la voz de su suegra Livia Casciano, fallecida tres meses antes, a los 87 años. Entonces le dijo que podía oír su voz a través de su ángel de la guarda y que ella estaba en el Cielo; también, que le recordaba la importancia de ir a misa, confesarse y rezar el rosario . Esa misma voz le sugirió que viajara a Medjugorje, donde esta historia dio un giro inesperado.Noticia Relacionada estandar No «Conseguí fotografiar a Juan Pablo II en su piscina porque me dijeron que era imposible» Javier Martínez-Brocal Un editor italiano compró la exclusiva para evitar mostrar al Papa en bañador, pero Wojtyla las autorizóA partir de entonces, Michelino asegura tener visiones del rostro de la Virgen María, que se le apareció por primera vez en una iglesia el 29 de marzo de 2010. En Medjugorje escuchó también su voz. Allí junto a la Virgen María se le habría aparecido también el alma de su suegra Livia. Ambas le propusieron que construyera un «Vía Crucis» en el Monte San Onofrio, en Agnone, ciudad en la zona del Alto Molise, donde vivió Livia. Las sucesivas apariciones tendrán lugar en ese monte y la última supuestamente fue en noviembre de 2024. Durante esos episodios, Michelino va en trance , se desmaya, y cuando se despierta redacta el supuesto mensaje que ha recibido. Aparte de la suegra, más adelante recibe mensajes de un joven italiano de 16 años fallecido en un accidente de tráfico en junio de 2010. Son mensajes espirituales, en los que el chico invitaría a vivir con coherencia la fe y a no ser agresivos . Hace meses, Camillo Cibotti, obispo de Isernia-Venafro y Trivento, solicitó ayuda al Vaticano para establecer cómo debe comportarse. Ya desde mayo de 2024, el Vaticano evita decir si unas apariciones son auténticas o no, y se ciñe a valorar el «fenómeno pastoral» que las rodea, para alertar de los elementos que puedan resultar tóxicos. En este caso, la Santa Sede ha optado por no aprobar el culto público ni las peregrinaciones o la divulgación de los mensajes, a causa de elementos problemáticos. En una nota del cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, con fecha del 25 de julio, explica que «si bien se reconocen importantes signos positivos, se advierten también algunos elementos de confusión o posibles riesgos que requieren un cuidadoso discernimiento y diálogo con los destinatarios por parte del obispo diocesano». Aclara que «dado que no se han detectado hechos graves que requieran medidas adicionales, se permite el culto privado , como la visita personal , en pareja o en grupos muy reducidos al lugar de la cruz erigida sobre el Monte San Onofrio o a lo largo del recorrido del Via Crucis».En su escrito, Fernández elogia al vidente, pues «es una persona honesta, profundamente creyente, sincera, y al mismo tiempo muy sencilla, sin las características de alguien que, por formación o naturaleza, puede articular fácilmente un discurso complejo, o construir con su ingenio una propuesta espiritual articulada». También aprecia la «imprevisibilidad de las apariciones», que «suceden de repente, sin una causa previa, una expectativa, una petición». Sin embargo, el purpurado alerta de la «posible confusión sobre la naturaleza de las relaciones entre las almas de los difuntos y la Iglesia que vive en la historia». «Es importante precisar que la oración por los difuntos es muy diferente de la ‘evocación’ de los muertos , práctica explícitamente condenada en la Biblia», recuerda el cardenal, en referencia también al espiritismo. Esto es distinto de «la oración ‘por’ los difuntos», añade.División en la diócesisEn el caso de estas apariciones, «el hecho de que algunas almas difuntas se manifiesten al presunto vidente a través de la acción del ángel de la guardia (…) excluye cualquier fenómeno «médium» o «contactista» (…) y muestra un rechazo explícito de cualquier técnica de evocación, así como de cualquier curiosidad indiscreta sobre el más allá». El cardenal Fernández argumenta que «teniendo en cuenta que es bastante sutil la frontera entre las prácticas lícitas y las riesgosas, se invita al obispo a confirmar que no haya dudas al respecto dentro del grupo que sigue y promueve la experiencia espiritual relacionada con estas supuestas apariciones».Otra cosa que preocupa a Roma es que un grupo de devotos de las apariciones desobedeciera al obispo, quien prohibió «cualquier manifestación pública o privada relativa a las supuestas apariciones». El Vaticano les acusa de «fomentar esta inobservancia sea cual sea el juicio de la Iglesia», aunque exculpa al vidente.Por eso, el cardenal Fernández asegura que si se «restablece la plena paz eclesial» en esa diócesis, se «aclaran las ambigüedades presentes en los mensajes» y el obispo lo considera oportuno, en el futuro podría autorizarse el «trabajo pastoral positivo» en torno al fenómeno. Desde que en mayo de 2024 se aprobó este modo de actuar del Vaticano, que evita pronunciarse sobre la «sobrenaturalidad» de presuntas apariciones, y se refiere más a si el mensaje y la devoción que suscita es saludable y coherente con el Evangelio , la Santa Sede se ha pronunciado sobre trece casos diferentes, entre ellos Medjugorje y las obras de la mística Maria Valtorta. La historia puede arrancar alguna sonrisa perpleja, si no fuera porque cientos de católicos italianos se la han tomado bastante en serio y peregrinan hacia el monte donde desde 2010 Michelino Marcovecchio ha tenido apariciones de la Virgen , de su suegra y de un adolescente fallecido en un accidente de tráfico . Esta semana el Vaticano ha elegantemente elogiado algunos «elementos positivos del presunto fenómeno sobrenatural» pero ha invitado a la cautela y no ha dado su autorización al culto público por la «posible confusión» que provoca sobre la relación con los difuntos.El supuesto vidente es una persona muy sencilla, de orígenes humildes, que aparenta más de los 60 años que tiene. Hizo sólo estudios primarios, trabajó mucho tiempo como campesino y es cocinero en Milán. Asegura que desde octubre de 2009 comenzó a escuchar la voz de su suegra Livia Casciano, fallecida tres meses antes, a los 87 años. Entonces le dijo que podía oír su voz a través de su ángel de la guarda y que ella estaba en el Cielo; también, que le recordaba la importancia de ir a misa, confesarse y rezar el rosario . Esa misma voz le sugirió que viajara a Medjugorje, donde esta historia dio un giro inesperado.Noticia Relacionada estandar No «Conseguí fotografiar a Juan Pablo II en su piscina porque me dijeron que era imposible» Javier Martínez-Brocal Un editor italiano compró la exclusiva para evitar mostrar al Papa en bañador, pero Wojtyla las autorizóA partir de entonces, Michelino asegura tener visiones del rostro de la Virgen María, que se le apareció por primera vez en una iglesia el 29 de marzo de 2010. En Medjugorje escuchó también su voz. Allí junto a la Virgen María se le habría aparecido también el alma de su suegra Livia. Ambas le propusieron que construyera un «Vía Crucis» en el Monte San Onofrio, en Agnone, ciudad en la zona del Alto Molise, donde vivió Livia. Las sucesivas apariciones tendrán lugar en ese monte y la última supuestamente fue en noviembre de 2024. Durante esos episodios, Michelino va en trance , se desmaya, y cuando se despierta redacta el supuesto mensaje que ha recibido. Aparte de la suegra, más adelante recibe mensajes de un joven italiano de 16 años fallecido en un accidente de tráfico en junio de 2010. Son mensajes espirituales, en los que el chico invitaría a vivir con coherencia la fe y a no ser agresivos . Hace meses, Camillo Cibotti, obispo de Isernia-Venafro y Trivento, solicitó ayuda al Vaticano para establecer cómo debe comportarse. Ya desde mayo de 2024, el Vaticano evita decir si unas apariciones son auténticas o no, y se ciñe a valorar el «fenómeno pastoral» que las rodea, para alertar de los elementos que puedan resultar tóxicos. En este caso, la Santa Sede ha optado por no aprobar el culto público ni las peregrinaciones o la divulgación de los mensajes, a causa de elementos problemáticos. En una nota del cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, con fecha del 25 de julio, explica que «si bien se reconocen importantes signos positivos, se advierten también algunos elementos de confusión o posibles riesgos que requieren un cuidadoso discernimiento y diálogo con los destinatarios por parte del obispo diocesano». Aclara que «dado que no se han detectado hechos graves que requieran medidas adicionales, se permite el culto privado , como la visita personal , en pareja o en grupos muy reducidos al lugar de la cruz erigida sobre el Monte San Onofrio o a lo largo del recorrido del Via Crucis».En su escrito, Fernández elogia al vidente, pues «es una persona honesta, profundamente creyente, sincera, y al mismo tiempo muy sencilla, sin las características de alguien que, por formación o naturaleza, puede articular fácilmente un discurso complejo, o construir con su ingenio una propuesta espiritual articulada». También aprecia la «imprevisibilidad de las apariciones», que «suceden de repente, sin una causa previa, una expectativa, una petición». Sin embargo, el purpurado alerta de la «posible confusión sobre la naturaleza de las relaciones entre las almas de los difuntos y la Iglesia que vive en la historia». «Es importante precisar que la oración por los difuntos es muy diferente de la ‘evocación’ de los muertos , práctica explícitamente condenada en la Biblia», recuerda el cardenal, en referencia también al espiritismo. Esto es distinto de «la oración ‘por’ los difuntos», añade.División en la diócesisEn el caso de estas apariciones, «el hecho de que algunas almas difuntas se manifiesten al presunto vidente a través de la acción del ángel de la guardia (…) excluye cualquier fenómeno «médium» o «contactista» (…) y muestra un rechazo explícito de cualquier técnica de evocación, así como de cualquier curiosidad indiscreta sobre el más allá». El cardenal Fernández argumenta que «teniendo en cuenta que es bastante sutil la frontera entre las prácticas lícitas y las riesgosas, se invita al obispo a confirmar que no haya dudas al respecto dentro del grupo que sigue y promueve la experiencia espiritual relacionada con estas supuestas apariciones».Otra cosa que preocupa a Roma es que un grupo de devotos de las apariciones desobedeciera al obispo, quien prohibió «cualquier manifestación pública o privada relativa a las supuestas apariciones». El Vaticano les acusa de «fomentar esta inobservancia sea cual sea el juicio de la Iglesia», aunque exculpa al vidente.Por eso, el cardenal Fernández asegura que si se «restablece la plena paz eclesial» en esa diócesis, se «aclaran las ambigüedades presentes en los mensajes» y el obispo lo considera oportuno, en el futuro podría autorizarse el «trabajo pastoral positivo» en torno al fenómeno. Desde que en mayo de 2024 se aprobó este modo de actuar del Vaticano, que evita pronunciarse sobre la «sobrenaturalidad» de presuntas apariciones, y se refiere más a si el mensaje y la devoción que suscita es saludable y coherente con el Evangelio , la Santa Sede se ha pronunciado sobre trece casos diferentes, entre ellos Medjugorje y las obras de la mística Maria Valtorta. RSS de noticias de sociedad
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