<p>En la primera jornada ganaron al <strong>Ulsan </strong>y en la segunda compitieron de tú a tú con el <strong>Dortmund </strong>(3-4), dos tardes que les han convertido en una de las revelaciones del <strong>Mundial</strong>. El <strong>Mamelodi Sundowns de Sudáfrica</strong> se juega hoy el pase a octavos contra el <strong>Fluminense</strong>, pero quizás eso sea lo de menos. Su historia, más allá de victorias y derrotas, merece la pena. Han recuperado las vuvuzelas del <strong>Mundial 2010</strong> y tienen un estilo que en su país denominan <i>shoeshine and piano</i>, una especie de <i>tiki-taka</i> sudafricano con el que han impresionado.</p>
El equipo sudafricano ganó al Ulsan y peleó contra el Dortmund con un estilo ofensivo que llaman ‘shoeshine and piano’, importado por un entrenador tras un viaje a Italia en los 80.
<p>En la primera jornada ganaron al <strong>Ulsan </strong>y en la segunda compitieron de tú a tú con el <strong>Dortmund </strong>(3-4), dos tardes que les han convertido en una de las revelaciones del <strong>Mundial</strong>. El <strong>Mamelodi Sundowns de Sudáfrica</strong> se juega hoy el pase a octavos contra el <strong>Fluminense</strong>, pero quizás eso sea lo de menos. Su historia, más allá de victorias y derrotas, merece la pena. Han recuperado las vuvuzelas del <strong>Mundial 2010</strong> y tienen un estilo que en su país denominan <i>shoeshine and piano</i>, una especie de <i>tiki-taka</i> sudafricano con el que han impresionado.</p>
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