<p>Detrás de un portón negro en el barrio de Palermo, como cualquier otro, sin cartel alguno que sirva de anuncio, se esconde un unicornio musical. Nada al pasar por delante hace prever que allí habite un animal mitológico, no hay nada extraordinario que lo advierta. Apenas hay algo diferente a las propiedades aledañas, más allá de que la pintura está menos descascarillada que la de las entradas adyacentes. Esa propiedad podría habitarla un vecino cualquiera de Palermo, uno de los barrios más culturalmente pujantes de la capital argentina. Y, sin embargo, bajo un halo de misterio premeditado, allí está sucediendo algo extraordinario.</p>
La discográfica y promotora, fundada en 2018 por Federico Lauría, se ha convertido en un referente de la música latina envuelta en un secretismo absoluto
<p>Detrás de un portón negro en el barrio de Palermo, como cualquier otro, sin cartel alguno que sirva de anuncio, se esconde un unicornio musical. Nada al pasar por delante hace prever que allí habite un animal mitológico, no hay nada extraordinario que lo advierta. Apenas hay algo diferente a las propiedades aledañas, más allá de que la pintura está menos descascarillada que la de las entradas adyacentes. Esa propiedad podría habitarla un vecino cualquiera de Palermo, uno de los barrios más culturalmente pujantes de la capital argentina. Y, sin embargo, bajo un halo de misterio premeditado, allí está sucediendo algo extraordinario.</p>
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