El Atlético de Madrid afronta la recta final de la preparación para estrenarse en el Mundial de Clubes ante todo un campeón de Europa como el PSG. Y lo hace después de haber vivido, y seguir haciéndolo, unos días de contacto con la realidad, en este caso con la indignación de la población de Los Ángeles contra la política migratoria de la Administración Trump.Apenas unos minutos desde que se abandona el aeropuerto angelino son suficientes para descubrir los primeros manifestantes con pancartas en contra del ICE (Servicio de Control de Inmigración y Aduanas), al que acusan directamente, igual que a Trump, de «fascismo».En medio de este clima de tensión se encuentra el Atlético, instalado precisamente en el centro de Los Ángeles, nada más y nada menos que el epicentro de los disturbios durante toda esta semana. Desde su llegada a tierras estadounidenses el pasado martes, la expedición rojiblanca ha convivido con un clima lejos del ideal para el descanso.Aunque su seguridad está fuera de toda duda y su foco se encuentra en el debut ante los parisinos, el ruido de los helicópteros, las protestas, algún que otro cristal roto, las detenciones, la Policía y el Ejército no hacen de la noche angelina un páramo de tranquilidad. Además del toque de queda que impide a los colchoneros abandonar su hotel de las 20 de la tarde hasta las 6 de la mañana.Con todo, los futbolistas del Atlético se muestran tranquilos y defienden que los disturbios de Los Ángeles no han modificado su preparación de cara al Mundial. «Claro que somos conscientes de los incidentes, en el hotel se ve. Pero nuestro plan no se ha visto alterado», sostuvo Azpilicueta, en la misma línea que Le Normand -«no nos ha afectado mucho»- y Barrios -«no hemos tenido ningún problema. Nosotros a lo nuestro»-. El Atlético de Madrid afronta la recta final de la preparación para estrenarse en el Mundial de Clubes ante todo un campeón de Europa como el PSG. Y lo hace después de haber vivido, y seguir haciéndolo, unos días de contacto con la realidad, en este caso con la indignación de la población de Los Ángeles contra la política migratoria de la Administración Trump.Apenas unos minutos desde que se abandona el aeropuerto angelino son suficientes para descubrir los primeros manifestantes con pancartas en contra del ICE (Servicio de Control de Inmigración y Aduanas), al que acusan directamente, igual que a Trump, de «fascismo».En medio de este clima de tensión se encuentra el Atlético, instalado precisamente en el centro de Los Ángeles, nada más y nada menos que el epicentro de los disturbios durante toda esta semana. Desde su llegada a tierras estadounidenses el pasado martes, la expedición rojiblanca ha convivido con un clima lejos del ideal para el descanso.Aunque su seguridad está fuera de toda duda y su foco se encuentra en el debut ante los parisinos, el ruido de los helicópteros, las protestas, algún que otro cristal roto, las detenciones, la Policía y el Ejército no hacen de la noche angelina un páramo de tranquilidad. Además del toque de queda que impide a los colchoneros abandonar su hotel de las 20 de la tarde hasta las 6 de la mañana.Con todo, los futbolistas del Atlético se muestran tranquilos y defienden que los disturbios de Los Ángeles no han modificado su preparación de cara al Mundial. «Claro que somos conscientes de los incidentes, en el hotel se ve. Pero nuestro plan no se ha visto alterado», sostuvo Azpilicueta, en la misma línea que Le Normand -«no nos ha afectado mucho»- y Barrios -«no hemos tenido ningún problema. Nosotros a lo nuestro»-. El Atlético de Madrid afronta la recta final de la preparación para estrenarse en el Mundial de Clubes ante todo un campeón de Europa como el PSG. Y lo hace después de haber vivido, y seguir haciéndolo, unos días de contacto con la realidad, en este caso con la indignación de la población de Los Ángeles contra la política migratoria de la Administración Trump.Apenas unos minutos desde que se abandona el aeropuerto angelino son suficientes para descubrir los primeros manifestantes con pancartas en contra del ICE (Servicio de Control de Inmigración y Aduanas), al que acusan directamente, igual que a Trump, de «fascismo».En medio de este clima de tensión se encuentra el Atlético, instalado precisamente en el centro de Los Ángeles, nada más y nada menos que el epicentro de los disturbios durante toda esta semana. Desde su llegada a tierras estadounidenses el pasado martes, la expedición rojiblanca ha convivido con un clima lejos del ideal para el descanso.Aunque su seguridad está fuera de toda duda y su foco se encuentra en el debut ante los parisinos, el ruido de los helicópteros, las protestas, algún que otro cristal roto, las detenciones, la Policía y el Ejército no hacen de la noche angelina un páramo de tranquilidad. Además del toque de queda que impide a los colchoneros abandonar su hotel de las 20 de la tarde hasta las 6 de la mañana.Con todo, los futbolistas del Atlético se muestran tranquilos y defienden que los disturbios de Los Ángeles no han modificado su preparación de cara al Mundial. «Claro que somos conscientes de los incidentes, en el hotel se ve. Pero nuestro plan no se ha visto alterado», sostuvo Azpilicueta, en la misma línea que Le Normand -«no nos ha afectado mucho»- y Barrios -«no hemos tenido ningún problema. Nosotros a lo nuestro»-. RSS de noticias de deportes
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