A las 23 horas y 56 minutos del 23 de agosto de 1955 nació, en su casa de Barcelona, a cero grados entre los signos de Leo y Virgo, una posición astral a la que llaman ‘La Esfinge’. En poco más de un mes, Jaume Plensa cumplirá 70 años . Cuando ABC Cultural le propuso visitar su estudio coincidiendo con su cumpleaños, su primera respuesta fue una negativa. Pero tardó menos de cinco minutos en cambiar de opinión. Fijamos la cita para el 7 de julio. Ponemos rumbo a Sant Feliu de Llobregat , a unos 12 kilómetros de Barcelona, donde desde 1992 tiene su estudio uno de los artistas vivos españoles más internacionales, si no el que más. Si en la consulta de un médico o de un abogado suele haber una placa a la entrada, en el estudio de un escultor, cómo no, hay una piedra enorme. Nos recibe Laura, su compañera de vida . Plensa habla con dos de sus ayudantes: Paco y Jaime. Hay piezas embaladas, listas para enviar a París. «Envejecer es muy bonito», dijo en cierta ocasión. ¿Se retracta? «Envejecer es muy interesante, si la salud está de tu parte. Ahora puedo hacer cosas que no podía hacer de más joven, pero también no puedo hacer cosas que hacía entonces. Creo que el balance es positivo . Me gusta mucho esta sobreposición de capas que te va dando la vida». ¿Se vuelve uno más sabio con la edad? ¿O es una forma de consolarse? «Es una aceptación de que envejeces. No creo que te vuelvas más sabio , el crecimiento es concéntrico. Cada edad te da cosas distintas. Es divertido ver que ahora me piden retrospectivas. Cuando miro mi obra anterior –nunca lo había hecho–, digo: «Ah, pues no estaba tan mal». Te das cuenta de que siempre estás hablando de lo mismo, pero desde puntos de vista distintos». Noticias relacionadas reportaje Si Cindy Sherman, la mujer de las mil caras Natividad Pulido reportaje Si Veronés seduce en el Prado Natividad PulidoEn las crisis de los 50, los 60, los 70… a unos les da por comprarse un coche de un color llamativo, a otros por cambiarse el peinado y hasta de pareja… ¿A usted por qué le ha dado? « He tenido una crisis permanente, pero la más fuerte fue a los 28 años . Me fui a vivir a Berlín. Fue un momento muy importante en mi vida, hubo una fractura con muchas cosas, pero creo que fue muy necesario. Después de Berlín , viví en Bruselas , en París … hasta volver no a Barcelona, sino al estudio. El estudio se convirtió en un lugar sin lugar . Tengo que aceptar que muchas veces me he convertido en un extranjero. Por decisión propia, casi. Un poquito como Albert Camus. Un amigo me decía: «Jaume, es muy importante siempre ser extranjero donde estés ». Ser un extranjero en tu territorio. Cuesta, porque no acabas de formar parte de nada pensando que eres parte de todo. Es una contradicción, pero lo he vivido con intensidad, estoy satisfecho». Esculturas en acero cortén y cajas de embalaje, en el estudio del escultor en Sant Feliu de Llobregat Inés BaucellsRecuerda que nos conocimos hace mucho tiempo, cuando ninguno de los dos peinábamos canas. Hemos hablado largo y tendido en muchos lugares, en España y en el extranjero, cara a cara y por teléfono, pero aún no habíamos visitado su estudio, no habíamos entrado en su cabeza. Plensa suele decir que su estudio es su cabeza . Más que un lugar físico, es mental. Ahí nace todo. ¿Es su mejor autorretrato ? «La idea de autorretrato la he trabajado muchas veces a través de los poetas. Pero sí, tal vez el estudio es un autorretrato». «He aprendido a trabajar solo en medio de otros, siempre rodeado de los mejores»El estudio de Francis Bacon era un Diógenes creativo; el de Lucian Freud mantiene aún las paredes repletas de pintura y de escritos, parecen grafitis. Plensa suele ir al suyo cada mañana a eso de las ocho u ocho y media. A veces, también los fines de semana, cuando no hay nadie más. Le gusta ese silencio especial que te invita a otras cosas. «He aprendido a trabajar solo en medio de otros. La escultura necesita un apoyo técnico enorme, gente con una sabiduría extraordinaria, artesanal, que te ayuda mucho a pasar las ideas a conceptos más físicos, a elementos tocables, acariciables. Lo he aprendido con los años. Yo era muy solitario. Lo mejor es estar siempre rodeado de los mejores . En el día a día escogemos a nuestros profesores. La vida es una universidad, y está llena de profesores extraordinarios, pero está en tus manos escogerlos, valorarlos, escucharlos». «Las musas , cantaba Serrat , hoy han ‘pasao’ de mí». ¿También de usted? «Creo que las musas no pasan de ti, simplemente ni se dan cuenta de que existes». Jaume Plensa, durante la entrevista con ABC Cultural Inés BaucellsEn su discurso de ingreso en la Academia de Bellas Artes , el pasado 11 de mayo, confesaba: «Cada mañana, cuando abro la puerta del estudio, un terremoto sacude mi corazón». La intensidad en la escala de Richter, dependiendo del día. ¿A los (casi) 70 mantiene las mismas ganas, la misma energía, la misma ilusión? «Cuando abres la puerta del estudio pasa algo mágico . Es verdad que he defendido muchas veces que mi estudio es mi cabeza . Quiere decir que donde yo esté, aquello es el estudio. No necesariamente es un lugar físico. Pero esta idea de lugar también nos acompaña siempre. Este estudio se ha convertido en un punto de referencia también personal. He pasado muchísimos años intentando entender cómo irme y llevo muchos años intentando entender cómo volver . Es un momento muy interesante de la vida: intentar cerrar círculos, cerrar puertas que has ido abriendo y que te han ido dando respuestas. En el estudio cada día hay una duda brutal ». «Cuando estoy en relación con mi obra hay mucha tensión. No se por qué»Medio en serio, medio en broma, dice que sus ayudantes (unos diez), «cuando son más felices y trabajan mejor es cuando yo no estoy, porque no tienen esa presión. Me preguntan: «¿Cuándo te irás de viaje?» Doy una imagen de alguien muy calmado, muy paciente, pero cuando estoy en relación con mi obra hay mucha tensión. No sé por qué. Estás siempre en tensión , no hay manera de que te relajes». Cualquiera lo diría. Aparenta siempre estar zen, como recién salido de una clase de yoga. El escultor, rodeado de cabezas en su estudio Inés Baucells¿Cuánto de placer y cuánto de sufrimiento , de frustración hay en el proceso creativo? «Creo que sufrimiento o dolor son palabras muy fuertes para un artista, porque hay gente que de verdad sufre mucho en el mundo y más en estos momentos que vivimos tan polarizados, con guerras tan cercanas que me destrozan el corazón. Pero sí, el arte tiene un punto de frustración, porque nunca te parece que la obra que has hecho es exactamente lo que buscabas y crees que en la próxima resolverás los problemas. Hay una búsqueda de perfección que tal vez no te corresponde como ser humano. Mi querido Elias Canetti decía que la perfección no deja entrar a nadie. Una carrera debe estar llena de fracasos . Hay errores en las decisiones, en las tomas de posición… El error no es un problema estético, es un problema de actitud en la vida. Y hemos de asumirlo. Una de las cosas bonitas de envejecer es que te aceptas tal como eres, cada vez más, te tomas menos en serio . He asumido todo lo que he hecho. En mi vida hay zonas de las que no sé si estoy muy orgulloso, pero ya están hechas y has de seguir hacia adelante. Toda mi obra es necesaria . Me puedo haber equivocado, seguro. Pero también era necesario».«Sería mi mejor coleccionista. Me encanta mi obra. Y me duele a veces que se vaya»Mientras recorremos el estudio, acaricia con mimo sus esculturas . Para él, son una mezcla de poesía e industria: «Imagínese qué carga tan explosiva». Y confiesa: « Sería mi mejor coleccionista. Me encanta mi obra. Y me duele a veces que se vaya. Pienso: «qué fortuna ser artista en un momento tan polarizado como éste». El arte nos ayuda un poquito a respirar y a buscar belleza donde a veces parece que no existe». En alguna ocasión ha dicho Plensa que es una suerte ser artista porque así no necesita a un psiquiatra. Una forma de ahorrarse la terapia, ¿no? «El artista utiliza sus fantasmas como material de trabajo . No sé si es una terapia, porque sigues necesitando al psiquiatra . Una obra es como un espejo, enseña cómo eres por dentro. Hago mis retratos con los ojos cerrados para intentar hacer ver al espectador la cantidad de información y belleza que llevamos en nuestro interior sin comunicar a los demás. Cada persona tiene una belleza única».Plensa abraza una pieza cuya piel está construida con letras de alfabetos Inés BaucellsCaótico, intuitivo, contradictorio… ¿Sería un diagnóstico acertado? «Creo que lo ha dicho todo. No se ha dejado nada». Toda su vida buscando su propio mar, y resulta que no flota. «No es verdad, floté en el Mar Muerto perfectamente. Mi madre nunca me había llevado tal vez al mar adecuado . Allí de verdad fui feliz». Ningún otro secreto confesable, advierte. «La gente cuida mucho su cuerpo y muy poco su mente. Les aconsejaría ir a un gimnasio cerebral»Descartados, pues, la natación y el waterpolo, ¿practica algún deporte? ¿Va al gimnasio? ¿Cuida la alimentación? «Hace muchos años, un amigo me dijo: «Jaume, te iría muy bien un masaje» . Me recomendó a una señora extraordinaria que tenía todas unas teorías sobre el masaje. Fui, me tendí en un tatami. Recuerdo que me tocó y me dijo: «Chico, pero qué desastre. Solo has desarrollado tu cabeza. El resto del cuerpo no se ha desarrollado» . Me quedé preocupadísimo. No he hecho nada para resolverlo. Pero tengo una fascinación por el cuerpo. En algún momento en mi juventud pensé en ser médico . Tengo un respeto por el cuerpo, porque es lo que protege el alma, lo que lo guarda, lo que lo cuida. Sin cuerpo no hay nada. Empecé forjando hierro. Me desarrolló mucho este brazo, estaba muy musculado, pero el cuerpo no tenía ningún valor para mí. Lo tenía la cabeza, este espacio salvaje. No hago ningún deporte. Creo que la gente cuida mucho su cuerpo y muy poco su mente. Les aconsejaría ir a un gimnasio cerebral ». Los asistentes de Plensa están en plena faena con una escultura monumental de cinco metros para un espacio público en Bangalore a finales de año. «Me hace mucha ilusión. Es mi primera obra en La India, un país que adoro. Es una especie de cúpula con la forma de un cuerpo hecho de letras y símbolos matemáticos . Es como una madre que te arropa, una especie de protección del mundo exterior». Más que un estudio parece una imprenta : apiladas en cajas, letras de alfabetos de distintos tamaños que van uniendo sus ayudantes, siguiendo las pautas del escultor, formando una singular y bellísima piel. ‘A lo largo del día’, compuesta por 24 gongs suspendidos, en Bodegas CVNE de La Rioja Jaume Plensa/Bodegas CVNELe llueven encargos de todos los rincones del planeta. En mayo exhibió ‘A lo largo del día’, compuesta por 24 gongs suspendidos, en las Bodegas CVNE de La Rioja . Vino y escultura, un maridaje excelente. «Esa instalación es muy bella. Vino a la inauguración la familia Chillida, estaban emocionados». En junio instaló ‘Silent Hortense’ en la Piazza Municipio de Nápoles . «Estará todo el verano delante del puerto». Y el 27 de julio, coincidiendo con el Festival de Ópera de Salzburgo , se colocarán cinco piezas monumentales en la Residenzplatz, el corazón barroco de la ciudad. El 12 de septiembre se inaugurará una exposición en las dos sedes de la galería Lelong de París . «Son unas piezas fantásticas completamente nuevas». Ha realizado una obra para un nuevo museo en Kazajistán , el Museo Almaty , que abrirá sus puertas también en septiembre. Y en octubre habrá una gran exposición en Grand Rapids, Michigan , que revisará muchos años de su trabajo. Un no parar. «El mundo iría mucho mejor si la feminidad triunfara más a menudo, sobre todo en la política»No hay material que se le resista. Por los distintos espacios del estudio hay cabezas en mármol (de Vietnam y de Macael, Almería), granito de La India, acero cortén, bronce, madera, acero inoxidable, pórfido de Irán… Una cabeza está hecha en basalto . Un material suave al tacto (nos invita a tocarla, a acariciarla), pero que sorprendentemente puede ser explosivo. Nos cuenta que desde que una de ellas explotó , sus esculturas en basalto se las queda para él. Plensa, el coleccionista de cabezas . No es que sea un asesino en serie, como el protagonista de ‘Seven’, que regaló la de Gwyneth Paltrow en una caja a Brad Pitt. Pero su estudio está repleto de ellas. Todas (bueno, casi) de niñas, adolescentes, a partir de 10 o 12 años. Lamine es una excepción. «Decidí hacer el retrato de Lamine, un amigo africano que vive en Gerona. Nos conocimos trabajando en la misma fundición de bronce. Me pareció extraordinario, porque es un hombre de una belleza inusual. Tenía un interior muy femenino. Porque yo no defiendo a la mujer, defiendo lo femenino . Hay hombres que tienen esta carga femenina también. El mundo iría mucho mejor si esta feminidad triunfara más a menudo, sobre todo en la política. Hace años hice a otro niño, porque me hacía falta una pareja. Era el hijo de uno de mis ayudantes, que tenía un aura peculiar. Son los dos únicos chicos que he hecho en mi vida. No sé si haré más».’Julia’, de Jaume Plensa, en la Plaza de Colón de Madrid ABCDecidimos ponerlo a prueba. ¿Reconocería a las jóvenes de estas cabezas que nos rodean en el estudio? «Sé perfectamente quiénes son. Yolandita , una niña de la República Dominicana, que ha venido a España, como tantos otros, a buscar una vida mejor. Esa es Agatha , hija de un antiguo fundidor, extraordinario. Ahí está Hortensia , una niña de Valencia maravillosa. E Irmaleni , con trenzas, que es otra niña dominicana, con una fuerza interior extraordinaria. Se da la vuelta y reconoce a Flora , a María , a Minna , una niña del norte de Suecia; a Rui Rui , que es de Shanghái…» Prueba superada. Lleva hechas unas sesenta cabezas a lo largo de su carrera. ¿Algunos padres de las niñas han quedado insatisfechos por el resultado? «Sí, un par de veces. Y es divertido porque yo no toco nada. Es solo el escáner de su cabeza. Hay 145 cámaras a su alrededor ». Todos firman un papel cediéndole a Plensa los derechos de imagen . «Con las mil caras de la ‘Crown Fountain’ de Chicago estuvimos a punto de no inaugurarla porque los abogados dijeron que las personas que aparecen en la fuente podrían cambiar de opinión y que era muy arriesgado».«Muchos países que habían logrado unas democracias bastante respetables y de pronto ‘bum’, vuelven al punto cero»Hace unos días, ‘Julia’ era testigo en la Plaza de Colón de Madrid de la manifestación del Orgullo LGTBIQ+ . «Dicen que la historia es pendular y creo que tienen razón. Habíamos logrado tantas cosas que de pronto se vuelve como al punto cero. Lo hemos visto recientemente en muchos países que habían logrado unas democracias bastante respetables y de pronto ‘bum’, vuelven al punto cero». ‘Julia’, que ya es más madrileña que el oso y el madroño –el día que Fernando Masaveu quiera recuperarla tendrá que mandar a los GEO–, no es de una ideología o de otra . No es de una tendencia, ni está apoyando una causa. Está apoyando al ser humano en todas sus contradicciones y esencias».«Sr. Foster, ¿cuánto pesa su edificio?», le preguntaron un día al célebre arquitecto británico. No supo la respuesta. Aquella pregunta dio título a un documental. Sr. Plensa, ¿cuánto pesan sus esculturas? «No lo sé, pero tampoco me interesa. Hace muchos años me hicieron esta pregunta con la ‘Crown Fountain’ de Chicago. Dije que eso no es lo importante, sino a la cantidad de gente que puede abrazar en este espacio. Es un lugar de encuentro. Una escultura es de alguna forma la botella y el mensaje . Hemos de hacer botellas lo más perfectas posibles para proteger el mensaje, para que llegue lo más lejos posible. Pero no me preocupa cuánto pesan mis obras. Eso le preocupa al transportista». El artista, junto a algunas de sus obras Inés BaucellsEn un altillo del estudio, Jaume se refugia para hacer dibujos . Sobre una pared, dos de gran formato con mucho relieve. Ha usado cola para ‘rigidizar’ el papel, en otros ha empleado polvo plateado… En el suelo, papeles en blanco para que se sequen. «Los dibujos más antiguos, de los 80, estaban llenos de pisadas». Parece que alguno nuevo también. En un descuido, estampo el 41 de mi zapato en uno de ellos. «¡Perdón!». «La conservaré», dice sonriendo. En la cúpula de Barceló en la sede de la ONU en Ginebra hay pegado a una ‘estalactita’ parte de mi cuero cabelludo. Freud diría que esta insistencia es un deseo irrefrenable de pasar a la posteridad. Quizá sea así. «El dibujo –explica Plensa– es un laboratorio extraordinario. Es tan inmediato… Mi colección privada es de dibujo, me encanta . Pero se nota que soy escultor, ¿no?». ¿Y eso es bueno o es malo? «No sé, es inevitable. Te gustaría ser muchos, pero no, eres uno». Plensa dice que nunca ha sido competitivo: « ¿Cómo vas a competir con otro artista? ¿En qué? Cada uno es distinto. El mundo de la cultura, del arte, te pone mucho en competición: el bueno, el malo, el regular… Nunca he tenido ese sentimiento, ni cuando era muy joven. Siempre he hecho un camino bastante individual en ese sentido. Nunca he imaginado ser esto o lo otro, ni ocupar un lugar u otro». «Hay gente que cree que solo hago cabezas. Pero tengo una gran variedad de obras y todas son Plensas»Su obra es muy reconocible por el público: «¡Eso es un Plensa!, advierten sin dudar». ¿Le molesta que se hable de la ‘marca Plensa’? «Es inevitable, es lo que es». En un periódico leí en una noticia algo sobre comprar un Plensa. ¿Qué es un Plensa exactamente?» Se ha metido en camisa de once varas. Le devuelvo la pregunta: ¿Qué es un Plensa, Sr. Plensa? «Pues no lo sé, qué difícil. Aquí estamos delante de unos dibujos, pero mucha gente diría que no es exactamente el Plensa que busca. Creen que solo hago cabezas. Pero tengo una gran variedad de obras y todas son Plensas. Creo que hay una coherencia en todo mi trabajo». Nómada, viajero infatigable , ¿suele visitar sus obras en sus viajes? ¿Hay algo de vanidad o solo lo hace por ver cómo andan? «La relación con mis obras es muy extraña. Tengo envidia de ellas , porque están en lugares maravillosos. Muchas veces me han invitado a hacer proyectos en lugares complicados, que necesitan belleza. Y eso me excita mucho más, me crea un desafío». Tres cabezas realizadas en distintos materiales, en su estudio Inés BaucellsEn 2018 instaló ‘Detrás de los muros’ en el Rockefeller Center de Nueva York . Hoy, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump , sigue empeñado en levantar muros. «No es solamente en Estados Unidos donde hay ruido. Hay ruido en todo el mundo. No hablo de ellos, hablo de todos nosotros. Cuando hice esa instalación en la Quinta Avenida, ya estaban construyendo muros entre México y Estados Unidos». Su arte, dice, «es muy político. Lo que pasa es que a veces a la gente le cuesta leerlo así. Intenta transformar al ser humano en su esencia más profunda. En ARCO instalé una obra que hablaba de esa idea de que los emigrantes no son desconocidos. Los emigrantes no son peligrosos . Son gente como nosotros pero que ha quedado colocada en una esquina equivocada del mundo y está buscando una esquina más valorable. El presidente de Estados Unidos, su familia…, todos son emigrantes. Ir contra los emigrantes es una de las contradicciones del ser humano. Este no ha dado muchas muestras de inteligencia, igual la inteligencia artificial nos ayuda a mejorar un poquito». La ‘Crown Fountain’, de Plensa, en Chicago, una de sus obras más célebres ABCClaro que en España no nos aburrimos: apagones, caos en las estaciones de tren y en los aeropuertos … ¿Qué hacemos? «No lo sé, yo seguiré haciendo esculturas, aunque sea con una vela». ¿Cómo ve todo lo que está pasando en el PSOE con Ábalos, Koldo, Santos Cerdán ? En el Congreso de los Diputados habría que sustituir los leones por dos de las cabezas de Plensa pidiendo silencio. «Cuando era muy jovencito, disfrutaba mucho viendo las conversaciones en el Congreso entre políticos. Era gente brillante, había conversaciones extraordinarias, de cualquier ideología. Ya no son conversaciones, es otra cosa. Ha derivado hacia un mundo muy salvaje . Esto no es lo que esperabas de la gente que te representa. Es una pena, porque para la gente joven sería muy educativo ver conversaciones entre distintas ideologías».«Están polarizadas las ideas en cultura, en estética, en belleza, en todo»Los museos también parecen campos de batalla , se han vuelto lugares hostiles : erre que erre con la descolonización, turistas rompiendo obras por hacerse un selfi, atentados ecologistas… Y usted, hombre, blanco, occidental, heterosexual , no parece muy bienvenido en ellos. «Los museos son parte del mundo, son reflejo de lo que ocurre en la sociedad. No creo que en una sociedad tan polarizada el museo sea neutral, también están polarizados. Están polarizadas las ideas en cultura, en estética, en belleza, en todo. A veces, el momento en que vives no es exactamente el momento en que viven las modas o las corrientes de opinión, pero has de mantenerte firme en tus opiniones. Esto lo he defendido muchas veces cuando he dado clases a los alumnos. Les digo: «Confiad en vosotros, no en lo exterior». El museo es una parte exterior, no es vinculante del artista. Éste ha de seguir su camino». Plensa, con la escenografía que creó para ‘Macbeth’ en el Liceo Inés BaucellsMelómano, amante de la ópera, Jaume Plensa ha creado el ‘Cielo’ del Teatro Real y las puertas del Liceo . En 2023 tuvo lugar su última incursión en la ópera con ‘Macbeth ‘. «Era uno de mis sueños. Pero lo abandoné para centrarme más en mi trabajo de escultor». ¿Cómo recuerda sus colaboraciones con La Fura dels Baus ? «Fue un equipo fantástico. Nos lo pasamos muy bien. Colaboré con ellos durante once años. Hicimos proyectos maravillosos en Salzburgo, Roma, Nápoles, París, Madrid… Pero mi aportación caducó de alguna forma. Yo no tenía ningún interés en seguir siendo escenógrafo ». Jaume Plensa, durante la lectura de su discurso de ingreso en la Academia de Bellas Artes Isabel PermuyAcadémico de Bellas Artes, Medalla de Oro al Mérito Cultural de Barcelona, premio XL Semanal de creación…, por citar solo los últimos reconocimientos. ¿Le halagan los premios? ¿Son un chute de ego, de vanidad? «A mi edad, es simpático. Me costó mucho tiempo aceptar entrar en la Academia , porque siempre pensé que iba contra la Academia. Y la verdad no vamos contra nada. Cuando vi su museo, dije: «Qué tontería no querer entrar». Es una maravilla. Y saber que uno de los primeros académicos fue Goya pone el listón muy alto. Ha sido de verdad un placer y un honor. ¿Escuchó mi discurso de ingreso?» «Sí, muy hermoso». «De verdad que era un discurso hecho de corazón . La academia necesita que entre savia nueva , pero sobre todo que entre una actitud nueva . Tiene todos los condimentos para ser un lugar de encuentro con los artistas y de intercambio de ideas. En cuanto a la Medalla de Oro al Mérito Cultural de Barcelona , bueno, pues me ha hecho ilusión. Pero me hubiera hecho más ilusión hacer una escultura para la ciudad ». ¿Y qué se lo impide? «No lo sé, no lo sé». Pensábamos que ahora mantenía un idilio con Barcelona. «No lo sé, no lo sé». No parece cómodo hablando de ello. A la izquierda, una de las esculturas de Plensa lista para su traslado Inés BaucellsTampoco de temas personales. Tiene tres hijos y dos nietos . «No sé si he ejercido como padre y como abuelo. Soy un poco desastre . Uno de los momentos más interesantes de mi vida fue cuando los niños se fueron de casa y redescubrí a Laura, que es el origen de todo . Volvimos a ser la pareja inicial después de un lapsus de bastantes años. Soy muy feliz ahora con Laura. Muchas veces me han preguntado en qué ciudad querría vivir. Y digo: donde viva Laura. La ciudad donde vive Laura, esa es mi ciudad. Porque también es un concepto. A veces se ha malinterpretado el amor como una relación física. Creo que el amor es un lugar donde creces. Y Laura ha sabido construirlo». Le suena el móvil. En la pantalla, el nombre de Laura Medina, que está a su lado. Ha marcado sin darse cuenta. «Si esto no es amor…» , dice Plensa. La pequeña Ona, de seis años, hija de nuestra compañera Inés , se acerca con su padre al final de la visita. El Plensa más tierno se fotografía con ella ante una obra. Le mira la cabeza y le dice que vuelva en cuatro años. Puede que algún día veamos la cabeza de la preciosa Ona en algún lugar del mundo.’El alma del agua’, escultura de Jaume Plensa de más de 20 metros, en Nueva Jersey, a orillas del Hudson ABC¿Dónde irá de vacaciones ? «Incluso como palabra me molesta. Tengo un trabajo que es un privilegio. No creo que necesite descansar». En la playa, desde luego, que nadie lo busque. El 23 de agosto celebrará los 70 con su familia. ¿Apagará las velas de la tarta? Tampoco hay que tentar a la suerte.Si no fuera artista, sería… «Uf… Cuando me preguntan cuándo decidí ser artista, digo: ‘Nunca, ha sido inevitable’ . Tú no decides, no te das cuenta… y eres un artista. He intentado muchas cosas y, sin darme cuenta, en Berlín decidí que era lo que menos mal me salía. No tengo otra capacidad» . A las 23 horas y 56 minutos del 23 de agosto de 1955 nació, en su casa de Barcelona, a cero grados entre los signos de Leo y Virgo, una posición astral a la que llaman ‘La Esfinge’. En poco más de un mes, Jaume Plensa cumplirá 70 años . Cuando ABC Cultural le propuso visitar su estudio coincidiendo con su cumpleaños, su primera respuesta fue una negativa. Pero tardó menos de cinco minutos en cambiar de opinión. Fijamos la cita para el 7 de julio. Ponemos rumbo a Sant Feliu de Llobregat , a unos 12 kilómetros de Barcelona, donde desde 1992 tiene su estudio uno de los artistas vivos españoles más internacionales, si no el que más. Si en la consulta de un médico o de un abogado suele haber una placa a la entrada, en el estudio de un escultor, cómo no, hay una piedra enorme. Nos recibe Laura, su compañera de vida . Plensa habla con dos de sus ayudantes: Paco y Jaime. Hay piezas embaladas, listas para enviar a París. «Envejecer es muy bonito», dijo en cierta ocasión. ¿Se retracta? «Envejecer es muy interesante, si la salud está de tu parte. Ahora puedo hacer cosas que no podía hacer de más joven, pero también no puedo hacer cosas que hacía entonces. Creo que el balance es positivo . Me gusta mucho esta sobreposición de capas que te va dando la vida». ¿Se vuelve uno más sabio con la edad? ¿O es una forma de consolarse? «Es una aceptación de que envejeces. No creo que te vuelvas más sabio , el crecimiento es concéntrico. Cada edad te da cosas distintas. Es divertido ver que ahora me piden retrospectivas. Cuando miro mi obra anterior –nunca lo había hecho–, digo: «Ah, pues no estaba tan mal». Te das cuenta de que siempre estás hablando de lo mismo, pero desde puntos de vista distintos». Noticias relacionadas reportaje Si Cindy Sherman, la mujer de las mil caras Natividad Pulido reportaje Si Veronés seduce en el Prado Natividad PulidoEn las crisis de los 50, los 60, los 70… a unos les da por comprarse un coche de un color llamativo, a otros por cambiarse el peinado y hasta de pareja… ¿A usted por qué le ha dado? « He tenido una crisis permanente, pero la más fuerte fue a los 28 años . Me fui a vivir a Berlín. Fue un momento muy importante en mi vida, hubo una fractura con muchas cosas, pero creo que fue muy necesario. Después de Berlín , viví en Bruselas , en París … hasta volver no a Barcelona, sino al estudio. El estudio se convirtió en un lugar sin lugar . Tengo que aceptar que muchas veces me he convertido en un extranjero. Por decisión propia, casi. Un poquito como Albert Camus. Un amigo me decía: «Jaume, es muy importante siempre ser extranjero donde estés ». Ser un extranjero en tu territorio. Cuesta, porque no acabas de formar parte de nada pensando que eres parte de todo. Es una contradicción, pero lo he vivido con intensidad, estoy satisfecho». Esculturas en acero cortén y cajas de embalaje, en el estudio del escultor en Sant Feliu de Llobregat Inés BaucellsRecuerda que nos conocimos hace mucho tiempo, cuando ninguno de los dos peinábamos canas. Hemos hablado largo y tendido en muchos lugares, en España y en el extranjero, cara a cara y por teléfono, pero aún no habíamos visitado su estudio, no habíamos entrado en su cabeza. Plensa suele decir que su estudio es su cabeza . Más que un lugar físico, es mental. Ahí nace todo. ¿Es su mejor autorretrato ? «La idea de autorretrato la he trabajado muchas veces a través de los poetas. Pero sí, tal vez el estudio es un autorretrato». «He aprendido a trabajar solo en medio de otros, siempre rodeado de los mejores»El estudio de Francis Bacon era un Diógenes creativo; el de Lucian Freud mantiene aún las paredes repletas de pintura y de escritos, parecen grafitis. Plensa suele ir al suyo cada mañana a eso de las ocho u ocho y media. A veces, también los fines de semana, cuando no hay nadie más. Le gusta ese silencio especial que te invita a otras cosas. «He aprendido a trabajar solo en medio de otros. La escultura necesita un apoyo técnico enorme, gente con una sabiduría extraordinaria, artesanal, que te ayuda mucho a pasar las ideas a conceptos más físicos, a elementos tocables, acariciables. Lo he aprendido con los años. Yo era muy solitario. Lo mejor es estar siempre rodeado de los mejores . En el día a día escogemos a nuestros profesores. La vida es una universidad, y está llena de profesores extraordinarios, pero está en tus manos escogerlos, valorarlos, escucharlos». «Las musas , cantaba Serrat , hoy han ‘pasao’ de mí». ¿También de usted? «Creo que las musas no pasan de ti, simplemente ni se dan cuenta de que existes». Jaume Plensa, durante la entrevista con ABC Cultural Inés BaucellsEn su discurso de ingreso en la Academia de Bellas Artes , el pasado 11 de mayo, confesaba: «Cada mañana, cuando abro la puerta del estudio, un terremoto sacude mi corazón». La intensidad en la escala de Richter, dependiendo del día. ¿A los (casi) 70 mantiene las mismas ganas, la misma energía, la misma ilusión? «Cuando abres la puerta del estudio pasa algo mágico . Es verdad que he defendido muchas veces que mi estudio es mi cabeza . Quiere decir que donde yo esté, aquello es el estudio. No necesariamente es un lugar físico. Pero esta idea de lugar también nos acompaña siempre. Este estudio se ha convertido en un punto de referencia también personal. He pasado muchísimos años intentando entender cómo irme y llevo muchos años intentando entender cómo volver . Es un momento muy interesante de la vida: intentar cerrar círculos, cerrar puertas que has ido abriendo y que te han ido dando respuestas. En el estudio cada día hay una duda brutal ». «Cuando estoy en relación con mi obra hay mucha tensión. No se por qué»Medio en serio, medio en broma, dice que sus ayudantes (unos diez), «cuando son más felices y trabajan mejor es cuando yo no estoy, porque no tienen esa presión. Me preguntan: «¿Cuándo te irás de viaje?» Doy una imagen de alguien muy calmado, muy paciente, pero cuando estoy en relación con mi obra hay mucha tensión. No sé por qué. Estás siempre en tensión , no hay manera de que te relajes». Cualquiera lo diría. Aparenta siempre estar zen, como recién salido de una clase de yoga. El escultor, rodeado de cabezas en su estudio Inés Baucells¿Cuánto de placer y cuánto de sufrimiento , de frustración hay en el proceso creativo? «Creo que sufrimiento o dolor son palabras muy fuertes para un artista, porque hay gente que de verdad sufre mucho en el mundo y más en estos momentos que vivimos tan polarizados, con guerras tan cercanas que me destrozan el corazón. Pero sí, el arte tiene un punto de frustración, porque nunca te parece que la obra que has hecho es exactamente lo que buscabas y crees que en la próxima resolverás los problemas. Hay una búsqueda de perfección que tal vez no te corresponde como ser humano. Mi querido Elias Canetti decía que la perfección no deja entrar a nadie. Una carrera debe estar llena de fracasos . Hay errores en las decisiones, en las tomas de posición… El error no es un problema estético, es un problema de actitud en la vida. Y hemos de asumirlo. Una de las cosas bonitas de envejecer es que te aceptas tal como eres, cada vez más, te tomas menos en serio . He asumido todo lo que he hecho. En mi vida hay zonas de las que no sé si estoy muy orgulloso, pero ya están hechas y has de seguir hacia adelante. Toda mi obra es necesaria . Me puedo haber equivocado, seguro. Pero también era necesario».«Sería mi mejor coleccionista. Me encanta mi obra. Y me duele a veces que se vaya»Mientras recorremos el estudio, acaricia con mimo sus esculturas . Para él, son una mezcla de poesía e industria: «Imagínese qué carga tan explosiva». Y confiesa: « Sería mi mejor coleccionista. Me encanta mi obra. Y me duele a veces que se vaya. Pienso: «qué fortuna ser artista en un momento tan polarizado como éste». El arte nos ayuda un poquito a respirar y a buscar belleza donde a veces parece que no existe». En alguna ocasión ha dicho Plensa que es una suerte ser artista porque así no necesita a un psiquiatra. Una forma de ahorrarse la terapia, ¿no? «El artista utiliza sus fantasmas como material de trabajo . No sé si es una terapia, porque sigues necesitando al psiquiatra . Una obra es como un espejo, enseña cómo eres por dentro. Hago mis retratos con los ojos cerrados para intentar hacer ver al espectador la cantidad de información y belleza que llevamos en nuestro interior sin comunicar a los demás. Cada persona tiene una belleza única».Plensa abraza una pieza cuya piel está construida con letras de alfabetos Inés BaucellsCaótico, intuitivo, contradictorio… ¿Sería un diagnóstico acertado? «Creo que lo ha dicho todo. No se ha dejado nada». Toda su vida buscando su propio mar, y resulta que no flota. «No es verdad, floté en el Mar Muerto perfectamente. Mi madre nunca me había llevado tal vez al mar adecuado . Allí de verdad fui feliz». Ningún otro secreto confesable, advierte. «La gente cuida mucho su cuerpo y muy poco su mente. Les aconsejaría ir a un gimnasio cerebral»Descartados, pues, la natación y el waterpolo, ¿practica algún deporte? ¿Va al gimnasio? ¿Cuida la alimentación? «Hace muchos años, un amigo me dijo: «Jaume, te iría muy bien un masaje» . Me recomendó a una señora extraordinaria que tenía todas unas teorías sobre el masaje. Fui, me tendí en un tatami. Recuerdo que me tocó y me dijo: «Chico, pero qué desastre. Solo has desarrollado tu cabeza. El resto del cuerpo no se ha desarrollado» . Me quedé preocupadísimo. No he hecho nada para resolverlo. Pero tengo una fascinación por el cuerpo. En algún momento en mi juventud pensé en ser médico . Tengo un respeto por el cuerpo, porque es lo que protege el alma, lo que lo guarda, lo que lo cuida. Sin cuerpo no hay nada. Empecé forjando hierro. Me desarrolló mucho este brazo, estaba muy musculado, pero el cuerpo no tenía ningún valor para mí. Lo tenía la cabeza, este espacio salvaje. No hago ningún deporte. Creo que la gente cuida mucho su cuerpo y muy poco su mente. Les aconsejaría ir a un gimnasio cerebral ». Los asistentes de Plensa están en plena faena con una escultura monumental de cinco metros para un espacio público en Bangalore a finales de año. «Me hace mucha ilusión. Es mi primera obra en La India, un país que adoro. Es una especie de cúpula con la forma de un cuerpo hecho de letras y símbolos matemáticos . Es como una madre que te arropa, una especie de protección del mundo exterior». Más que un estudio parece una imprenta : apiladas en cajas, letras de alfabetos de distintos tamaños que van uniendo sus ayudantes, siguiendo las pautas del escultor, formando una singular y bellísima piel. ‘A lo largo del día’, compuesta por 24 gongs suspendidos, en Bodegas CVNE de La Rioja Jaume Plensa/Bodegas CVNELe llueven encargos de todos los rincones del planeta. En mayo exhibió ‘A lo largo del día’, compuesta por 24 gongs suspendidos, en las Bodegas CVNE de La Rioja . Vino y escultura, un maridaje excelente. «Esa instalación es muy bella. Vino a la inauguración la familia Chillida, estaban emocionados». En junio instaló ‘Silent Hortense’ en la Piazza Municipio de Nápoles . «Estará todo el verano delante del puerto». Y el 27 de julio, coincidiendo con el Festival de Ópera de Salzburgo , se colocarán cinco piezas monumentales en la Residenzplatz, el corazón barroco de la ciudad. El 12 de septiembre se inaugurará una exposición en las dos sedes de la galería Lelong de París . «Son unas piezas fantásticas completamente nuevas». Ha realizado una obra para un nuevo museo en Kazajistán , el Museo Almaty , que abrirá sus puertas también en septiembre. Y en octubre habrá una gran exposición en Grand Rapids, Michigan , que revisará muchos años de su trabajo. Un no parar. «El mundo iría mucho mejor si la feminidad triunfara más a menudo, sobre todo en la política»No hay material que se le resista. Por los distintos espacios del estudio hay cabezas en mármol (de Vietnam y de Macael, Almería), granito de La India, acero cortén, bronce, madera, acero inoxidable, pórfido de Irán… Una cabeza está hecha en basalto . Un material suave al tacto (nos invita a tocarla, a acariciarla), pero que sorprendentemente puede ser explosivo. Nos cuenta que desde que una de ellas explotó , sus esculturas en basalto se las queda para él. Plensa, el coleccionista de cabezas . No es que sea un asesino en serie, como el protagonista de ‘Seven’, que regaló la de Gwyneth Paltrow en una caja a Brad Pitt. Pero su estudio está repleto de ellas. Todas (bueno, casi) de niñas, adolescentes, a partir de 10 o 12 años. Lamine es una excepción. «Decidí hacer el retrato de Lamine, un amigo africano que vive en Gerona. Nos conocimos trabajando en la misma fundición de bronce. Me pareció extraordinario, porque es un hombre de una belleza inusual. Tenía un interior muy femenino. Porque yo no defiendo a la mujer, defiendo lo femenino . Hay hombres que tienen esta carga femenina también. El mundo iría mucho mejor si esta feminidad triunfara más a menudo, sobre todo en la política. Hace años hice a otro niño, porque me hacía falta una pareja. Era el hijo de uno de mis ayudantes, que tenía un aura peculiar. Son los dos únicos chicos que he hecho en mi vida. No sé si haré más».’Julia’, de Jaume Plensa, en la Plaza de Colón de Madrid ABCDecidimos ponerlo a prueba. ¿Reconocería a las jóvenes de estas cabezas que nos rodean en el estudio? «Sé perfectamente quiénes son. Yolandita , una niña de la República Dominicana, que ha venido a España, como tantos otros, a buscar una vida mejor. Esa es Agatha , hija de un antiguo fundidor, extraordinario. Ahí está Hortensia , una niña de Valencia maravillosa. E Irmaleni , con trenzas, que es otra niña dominicana, con una fuerza interior extraordinaria. Se da la vuelta y reconoce a Flora , a María , a Minna , una niña del norte de Suecia; a Rui Rui , que es de Shanghái…» Prueba superada. Lleva hechas unas sesenta cabezas a lo largo de su carrera. ¿Algunos padres de las niñas han quedado insatisfechos por el resultado? «Sí, un par de veces. Y es divertido porque yo no toco nada. Es solo el escáner de su cabeza. Hay 145 cámaras a su alrededor ». Todos firman un papel cediéndole a Plensa los derechos de imagen . «Con las mil caras de la ‘Crown Fountain’ de Chicago estuvimos a punto de no inaugurarla porque los abogados dijeron que las personas que aparecen en la fuente podrían cambiar de opinión y que era muy arriesgado».«Muchos países que habían logrado unas democracias bastante respetables y de pronto ‘bum’, vuelven al punto cero»Hace unos días, ‘Julia’ era testigo en la Plaza de Colón de Madrid de la manifestación del Orgullo LGTBIQ+ . «Dicen que la historia es pendular y creo que tienen razón. Habíamos logrado tantas cosas que de pronto se vuelve como al punto cero. Lo hemos visto recientemente en muchos países que habían logrado unas democracias bastante respetables y de pronto ‘bum’, vuelven al punto cero». ‘Julia’, que ya es más madrileña que el oso y el madroño –el día que Fernando Masaveu quiera recuperarla tendrá que mandar a los GEO–, no es de una ideología o de otra . No es de una tendencia, ni está apoyando una causa. Está apoyando al ser humano en todas sus contradicciones y esencias».«Sr. Foster, ¿cuánto pesa su edificio?», le preguntaron un día al célebre arquitecto británico. No supo la respuesta. Aquella pregunta dio título a un documental. Sr. Plensa, ¿cuánto pesan sus esculturas? «No lo sé, pero tampoco me interesa. Hace muchos años me hicieron esta pregunta con la ‘Crown Fountain’ de Chicago. Dije que eso no es lo importante, sino a la cantidad de gente que puede abrazar en este espacio. Es un lugar de encuentro. Una escultura es de alguna forma la botella y el mensaje . Hemos de hacer botellas lo más perfectas posibles para proteger el mensaje, para que llegue lo más lejos posible. Pero no me preocupa cuánto pesan mis obras. Eso le preocupa al transportista». El artista, junto a algunas de sus obras Inés BaucellsEn un altillo del estudio, Jaume se refugia para hacer dibujos . Sobre una pared, dos de gran formato con mucho relieve. Ha usado cola para ‘rigidizar’ el papel, en otros ha empleado polvo plateado… En el suelo, papeles en blanco para que se sequen. «Los dibujos más antiguos, de los 80, estaban llenos de pisadas». Parece que alguno nuevo también. En un descuido, estampo el 41 de mi zapato en uno de ellos. «¡Perdón!». «La conservaré», dice sonriendo. En la cúpula de Barceló en la sede de la ONU en Ginebra hay pegado a una ‘estalactita’ parte de mi cuero cabelludo. Freud diría que esta insistencia es un deseo irrefrenable de pasar a la posteridad. Quizá sea así. «El dibujo –explica Plensa– es un laboratorio extraordinario. Es tan inmediato… Mi colección privada es de dibujo, me encanta . Pero se nota que soy escultor, ¿no?». ¿Y eso es bueno o es malo? «No sé, es inevitable. Te gustaría ser muchos, pero no, eres uno». Plensa dice que nunca ha sido competitivo: « ¿Cómo vas a competir con otro artista? ¿En qué? Cada uno es distinto. El mundo de la cultura, del arte, te pone mucho en competición: el bueno, el malo, el regular… Nunca he tenido ese sentimiento, ni cuando era muy joven. Siempre he hecho un camino bastante individual en ese sentido. Nunca he imaginado ser esto o lo otro, ni ocupar un lugar u otro». «Hay gente que cree que solo hago cabezas. Pero tengo una gran variedad de obras y todas son Plensas»Su obra es muy reconocible por el público: «¡Eso es un Plensa!, advierten sin dudar». ¿Le molesta que se hable de la ‘marca Plensa’? «Es inevitable, es lo que es». En un periódico leí en una noticia algo sobre comprar un Plensa. ¿Qué es un Plensa exactamente?» Se ha metido en camisa de once varas. Le devuelvo la pregunta: ¿Qué es un Plensa, Sr. Plensa? «Pues no lo sé, qué difícil. Aquí estamos delante de unos dibujos, pero mucha gente diría que no es exactamente el Plensa que busca. Creen que solo hago cabezas. Pero tengo una gran variedad de obras y todas son Plensas. Creo que hay una coherencia en todo mi trabajo». Nómada, viajero infatigable , ¿suele visitar sus obras en sus viajes? ¿Hay algo de vanidad o solo lo hace por ver cómo andan? «La relación con mis obras es muy extraña. Tengo envidia de ellas , porque están en lugares maravillosos. Muchas veces me han invitado a hacer proyectos en lugares complicados, que necesitan belleza. Y eso me excita mucho más, me crea un desafío». Tres cabezas realizadas en distintos materiales, en su estudio Inés BaucellsEn 2018 instaló ‘Detrás de los muros’ en el Rockefeller Center de Nueva York . Hoy, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump , sigue empeñado en levantar muros. «No es solamente en Estados Unidos donde hay ruido. Hay ruido en todo el mundo. No hablo de ellos, hablo de todos nosotros. Cuando hice esa instalación en la Quinta Avenida, ya estaban construyendo muros entre México y Estados Unidos». Su arte, dice, «es muy político. Lo que pasa es que a veces a la gente le cuesta leerlo así. Intenta transformar al ser humano en su esencia más profunda. En ARCO instalé una obra que hablaba de esa idea de que los emigrantes no son desconocidos. Los emigrantes no son peligrosos . Son gente como nosotros pero que ha quedado colocada en una esquina equivocada del mundo y está buscando una esquina más valorable. El presidente de Estados Unidos, su familia…, todos son emigrantes. Ir contra los emigrantes es una de las contradicciones del ser humano. Este no ha dado muchas muestras de inteligencia, igual la inteligencia artificial nos ayuda a mejorar un poquito». La ‘Crown Fountain’, de Plensa, en Chicago, una de sus obras más célebres ABCClaro que en España no nos aburrimos: apagones, caos en las estaciones de tren y en los aeropuertos … ¿Qué hacemos? «No lo sé, yo seguiré haciendo esculturas, aunque sea con una vela». ¿Cómo ve todo lo que está pasando en el PSOE con Ábalos, Koldo, Santos Cerdán ? En el Congreso de los Diputados habría que sustituir los leones por dos de las cabezas de Plensa pidiendo silencio. «Cuando era muy jovencito, disfrutaba mucho viendo las conversaciones en el Congreso entre políticos. Era gente brillante, había conversaciones extraordinarias, de cualquier ideología. Ya no son conversaciones, es otra cosa. Ha derivado hacia un mundo muy salvaje . Esto no es lo que esperabas de la gente que te representa. Es una pena, porque para la gente joven sería muy educativo ver conversaciones entre distintas ideologías».«Están polarizadas las ideas en cultura, en estética, en belleza, en todo»Los museos también parecen campos de batalla , se han vuelto lugares hostiles : erre que erre con la descolonización, turistas rompiendo obras por hacerse un selfi, atentados ecologistas… Y usted, hombre, blanco, occidental, heterosexual , no parece muy bienvenido en ellos. «Los museos son parte del mundo, son reflejo de lo que ocurre en la sociedad. No creo que en una sociedad tan polarizada el museo sea neutral, también están polarizados. Están polarizadas las ideas en cultura, en estética, en belleza, en todo. A veces, el momento en que vives no es exactamente el momento en que viven las modas o las corrientes de opinión, pero has de mantenerte firme en tus opiniones. Esto lo he defendido muchas veces cuando he dado clases a los alumnos. Les digo: «Confiad en vosotros, no en lo exterior». El museo es una parte exterior, no es vinculante del artista. Éste ha de seguir su camino». Plensa, con la escenografía que creó para ‘Macbeth’ en el Liceo Inés BaucellsMelómano, amante de la ópera, Jaume Plensa ha creado el ‘Cielo’ del Teatro Real y las puertas del Liceo . En 2023 tuvo lugar su última incursión en la ópera con ‘Macbeth ‘. «Era uno de mis sueños. Pero lo abandoné para centrarme más en mi trabajo de escultor». ¿Cómo recuerda sus colaboraciones con La Fura dels Baus ? «Fue un equipo fantástico. Nos lo pasamos muy bien. Colaboré con ellos durante once años. Hicimos proyectos maravillosos en Salzburgo, Roma, Nápoles, París, Madrid… Pero mi aportación caducó de alguna forma. Yo no tenía ningún interés en seguir siendo escenógrafo ». Jaume Plensa, durante la lectura de su discurso de ingreso en la Academia de Bellas Artes Isabel PermuyAcadémico de Bellas Artes, Medalla de Oro al Mérito Cultural de Barcelona, premio XL Semanal de creación…, por citar solo los últimos reconocimientos. ¿Le halagan los premios? ¿Son un chute de ego, de vanidad? «A mi edad, es simpático. Me costó mucho tiempo aceptar entrar en la Academia , porque siempre pensé que iba contra la Academia. Y la verdad no vamos contra nada. Cuando vi su museo, dije: «Qué tontería no querer entrar». Es una maravilla. Y saber que uno de los primeros académicos fue Goya pone el listón muy alto. Ha sido de verdad un placer y un honor. ¿Escuchó mi discurso de ingreso?» «Sí, muy hermoso». «De verdad que era un discurso hecho de corazón . La academia necesita que entre savia nueva , pero sobre todo que entre una actitud nueva . Tiene todos los condimentos para ser un lugar de encuentro con los artistas y de intercambio de ideas. En cuanto a la Medalla de Oro al Mérito Cultural de Barcelona , bueno, pues me ha hecho ilusión. Pero me hubiera hecho más ilusión hacer una escultura para la ciudad ». ¿Y qué se lo impide? «No lo sé, no lo sé». Pensábamos que ahora mantenía un idilio con Barcelona. «No lo sé, no lo sé». No parece cómodo hablando de ello. A la izquierda, una de las esculturas de Plensa lista para su traslado Inés BaucellsTampoco de temas personales. Tiene tres hijos y dos nietos . «No sé si he ejercido como padre y como abuelo. Soy un poco desastre . Uno de los momentos más interesantes de mi vida fue cuando los niños se fueron de casa y redescubrí a Laura, que es el origen de todo . Volvimos a ser la pareja inicial después de un lapsus de bastantes años. Soy muy feliz ahora con Laura. Muchas veces me han preguntado en qué ciudad querría vivir. Y digo: donde viva Laura. La ciudad donde vive Laura, esa es mi ciudad. Porque también es un concepto. A veces se ha malinterpretado el amor como una relación física. Creo que el amor es un lugar donde creces. Y Laura ha sabido construirlo». Le suena el móvil. En la pantalla, el nombre de Laura Medina, que está a su lado. Ha marcado sin darse cuenta. «Si esto no es amor…» , dice Plensa. La pequeña Ona, de seis años, hija de nuestra compañera Inés , se acerca con su padre al final de la visita. El Plensa más tierno se fotografía con ella ante una obra. Le mira la cabeza y le dice que vuelva en cuatro años. Puede que algún día veamos la cabeza de la preciosa Ona en algún lugar del mundo.’El alma del agua’, escultura de Jaume Plensa de más de 20 metros, en Nueva Jersey, a orillas del Hudson ABC¿Dónde irá de vacaciones ? «Incluso como palabra me molesta. Tengo un trabajo que es un privilegio. No creo que necesite descansar». En la playa, desde luego, que nadie lo busque. El 23 de agosto celebrará los 70 con su familia. ¿Apagará las velas de la tarta? Tampoco hay que tentar a la suerte.Si no fuera artista, sería… «Uf… Cuando me preguntan cuándo decidí ser artista, digo: ‘Nunca, ha sido inevitable’ . Tú no decides, no te das cuenta… y eres un artista. He intentado muchas cosas y, sin darme cuenta, en Berlín decidí que era lo que menos mal me salía. No tengo otra capacidad» . A las 23 horas y 56 minutos del 23 de agosto de 1955 nació, en su casa de Barcelona, a cero grados entre los signos de Leo y Virgo, una posición astral a la que llaman ‘La Esfinge’. En poco más de un mes, Jaume Plensa cumplirá 70 años . Cuando ABC Cultural le propuso visitar su estudio coincidiendo con su cumpleaños, su primera respuesta fue una negativa. Pero tardó menos de cinco minutos en cambiar de opinión. Fijamos la cita para el 7 de julio. Ponemos rumbo a Sant Feliu de Llobregat , a unos 12 kilómetros de Barcelona, donde desde 1992 tiene su estudio uno de los artistas vivos españoles más internacionales, si no el que más. Si en la consulta de un médico o de un abogado suele haber una placa a la entrada, en el estudio de un escultor, cómo no, hay una piedra enorme. Nos recibe Laura, su compañera de vida . Plensa habla con dos de sus ayudantes: Paco y Jaime. Hay piezas embaladas, listas para enviar a París. «Envejecer es muy bonito», dijo en cierta ocasión. ¿Se retracta? «Envejecer es muy interesante, si la salud está de tu parte. Ahora puedo hacer cosas que no podía hacer de más joven, pero también no puedo hacer cosas que hacía entonces. Creo que el balance es positivo . Me gusta mucho esta sobreposición de capas que te va dando la vida». ¿Se vuelve uno más sabio con la edad? ¿O es una forma de consolarse? «Es una aceptación de que envejeces. No creo que te vuelvas más sabio , el crecimiento es concéntrico. Cada edad te da cosas distintas. Es divertido ver que ahora me piden retrospectivas. Cuando miro mi obra anterior –nunca lo había hecho–, digo: «Ah, pues no estaba tan mal». Te das cuenta de que siempre estás hablando de lo mismo, pero desde puntos de vista distintos». Noticias relacionadas reportaje Si Cindy Sherman, la mujer de las mil caras Natividad Pulido reportaje Si Veronés seduce en el Prado Natividad PulidoEn las crisis de los 50, los 60, los 70… a unos les da por comprarse un coche de un color llamativo, a otros por cambiarse el peinado y hasta de pareja… ¿A usted por qué le ha dado? « He tenido una crisis permanente, pero la más fuerte fue a los 28 años . Me fui a vivir a Berlín. Fue un momento muy importante en mi vida, hubo una fractura con muchas cosas, pero creo que fue muy necesario. Después de Berlín , viví en Bruselas , en París … hasta volver no a Barcelona, sino al estudio. El estudio se convirtió en un lugar sin lugar . Tengo que aceptar que muchas veces me he convertido en un extranjero. Por decisión propia, casi. Un poquito como Albert Camus. Un amigo me decía: «Jaume, es muy importante siempre ser extranjero donde estés ». Ser un extranjero en tu territorio. Cuesta, porque no acabas de formar parte de nada pensando que eres parte de todo. Es una contradicción, pero lo he vivido con intensidad, estoy satisfecho». Esculturas en acero cortén y cajas de embalaje, en el estudio del escultor en Sant Feliu de Llobregat Inés BaucellsRecuerda que nos conocimos hace mucho tiempo, cuando ninguno de los dos peinábamos canas. Hemos hablado largo y tendido en muchos lugares, en España y en el extranjero, cara a cara y por teléfono, pero aún no habíamos visitado su estudio, no habíamos entrado en su cabeza. Plensa suele decir que su estudio es su cabeza . Más que un lugar físico, es mental. Ahí nace todo. ¿Es su mejor autorretrato ? «La idea de autorretrato la he trabajado muchas veces a través de los poetas. Pero sí, tal vez el estudio es un autorretrato». «He aprendido a trabajar solo en medio de otros, siempre rodeado de los mejores»El estudio de Francis Bacon era un Diógenes creativo; el de Lucian Freud mantiene aún las paredes repletas de pintura y de escritos, parecen grafitis. Plensa suele ir al suyo cada mañana a eso de las ocho u ocho y media. A veces, también los fines de semana, cuando no hay nadie más. Le gusta ese silencio especial que te invita a otras cosas. «He aprendido a trabajar solo en medio de otros. La escultura necesita un apoyo técnico enorme, gente con una sabiduría extraordinaria, artesanal, que te ayuda mucho a pasar las ideas a conceptos más físicos, a elementos tocables, acariciables. Lo he aprendido con los años. Yo era muy solitario. Lo mejor es estar siempre rodeado de los mejores . En el día a día escogemos a nuestros profesores. La vida es una universidad, y está llena de profesores extraordinarios, pero está en tus manos escogerlos, valorarlos, escucharlos». «Las musas , cantaba Serrat , hoy han ‘pasao’ de mí». ¿También de usted? «Creo que las musas no pasan de ti, simplemente ni se dan cuenta de que existes». Jaume Plensa, durante la entrevista con ABC Cultural Inés BaucellsEn su discurso de ingreso en la Academia de Bellas Artes , el pasado 11 de mayo, confesaba: «Cada mañana, cuando abro la puerta del estudio, un terremoto sacude mi corazón». La intensidad en la escala de Richter, dependiendo del día. ¿A los (casi) 70 mantiene las mismas ganas, la misma energía, la misma ilusión? «Cuando abres la puerta del estudio pasa algo mágico . Es verdad que he defendido muchas veces que mi estudio es mi cabeza . Quiere decir que donde yo esté, aquello es el estudio. No necesariamente es un lugar físico. Pero esta idea de lugar también nos acompaña siempre. Este estudio se ha convertido en un punto de referencia también personal. He pasado muchísimos años intentando entender cómo irme y llevo muchos años intentando entender cómo volver . Es un momento muy interesante de la vida: intentar cerrar círculos, cerrar puertas que has ido abriendo y que te han ido dando respuestas. En el estudio cada día hay una duda brutal ». «Cuando estoy en relación con mi obra hay mucha tensión. No se por qué»Medio en serio, medio en broma, dice que sus ayudantes (unos diez), «cuando son más felices y trabajan mejor es cuando yo no estoy, porque no tienen esa presión. Me preguntan: «¿Cuándo te irás de viaje?» Doy una imagen de alguien muy calmado, muy paciente, pero cuando estoy en relación con mi obra hay mucha tensión. No sé por qué. Estás siempre en tensión , no hay manera de que te relajes». Cualquiera lo diría. Aparenta siempre estar zen, como recién salido de una clase de yoga. El escultor, rodeado de cabezas en su estudio Inés Baucells¿Cuánto de placer y cuánto de sufrimiento , de frustración hay en el proceso creativo? «Creo que sufrimiento o dolor son palabras muy fuertes para un artista, porque hay gente que de verdad sufre mucho en el mundo y más en estos momentos que vivimos tan polarizados, con guerras tan cercanas que me destrozan el corazón. Pero sí, el arte tiene un punto de frustración, porque nunca te parece que la obra que has hecho es exactamente lo que buscabas y crees que en la próxima resolverás los problemas. Hay una búsqueda de perfección que tal vez no te corresponde como ser humano. Mi querido Elias Canetti decía que la perfección no deja entrar a nadie. Una carrera debe estar llena de fracasos . Hay errores en las decisiones, en las tomas de posición… El error no es un problema estético, es un problema de actitud en la vida. Y hemos de asumirlo. Una de las cosas bonitas de envejecer es que te aceptas tal como eres, cada vez más, te tomas menos en serio . He asumido todo lo que he hecho. En mi vida hay zonas de las que no sé si estoy muy orgulloso, pero ya están hechas y has de seguir hacia adelante. Toda mi obra es necesaria . Me puedo haber equivocado, seguro. Pero también era necesario».«Sería mi mejor coleccionista. Me encanta mi obra. Y me duele a veces que se vaya»Mientras recorremos el estudio, acaricia con mimo sus esculturas . Para él, son una mezcla de poesía e industria: «Imagínese qué carga tan explosiva». Y confiesa: « Sería mi mejor coleccionista. Me encanta mi obra. Y me duele a veces que se vaya. Pienso: «qué fortuna ser artista en un momento tan polarizado como éste». El arte nos ayuda un poquito a respirar y a buscar belleza donde a veces parece que no existe». En alguna ocasión ha dicho Plensa que es una suerte ser artista porque así no necesita a un psiquiatra. Una forma de ahorrarse la terapia, ¿no? «El artista utiliza sus fantasmas como material de trabajo . No sé si es una terapia, porque sigues necesitando al psiquiatra . Una obra es como un espejo, enseña cómo eres por dentro. Hago mis retratos con los ojos cerrados para intentar hacer ver al espectador la cantidad de información y belleza que llevamos en nuestro interior sin comunicar a los demás. Cada persona tiene una belleza única».Plensa abraza una pieza cuya piel está construida con letras de alfabetos Inés BaucellsCaótico, intuitivo, contradictorio… ¿Sería un diagnóstico acertado? «Creo que lo ha dicho todo. No se ha dejado nada». Toda su vida buscando su propio mar, y resulta que no flota. «No es verdad, floté en el Mar Muerto perfectamente. Mi madre nunca me había llevado tal vez al mar adecuado . Allí de verdad fui feliz». Ningún otro secreto confesable, advierte. «La gente cuida mucho su cuerpo y muy poco su mente. Les aconsejaría ir a un gimnasio cerebral»Descartados, pues, la natación y el waterpolo, ¿practica algún deporte? ¿Va al gimnasio? ¿Cuida la alimentación? «Hace muchos años, un amigo me dijo: «Jaume, te iría muy bien un masaje» . Me recomendó a una señora extraordinaria que tenía todas unas teorías sobre el masaje. Fui, me tendí en un tatami. Recuerdo que me tocó y me dijo: «Chico, pero qué desastre. Solo has desarrollado tu cabeza. El resto del cuerpo no se ha desarrollado» . Me quedé preocupadísimo. No he hecho nada para resolverlo. Pero tengo una fascinación por el cuerpo. En algún momento en mi juventud pensé en ser médico . Tengo un respeto por el cuerpo, porque es lo que protege el alma, lo que lo guarda, lo que lo cuida. Sin cuerpo no hay nada. Empecé forjando hierro. Me desarrolló mucho este brazo, estaba muy musculado, pero el cuerpo no tenía ningún valor para mí. Lo tenía la cabeza, este espacio salvaje. No hago ningún deporte. Creo que la gente cuida mucho su cuerpo y muy poco su mente. Les aconsejaría ir a un gimnasio cerebral ». Los asistentes de Plensa están en plena faena con una escultura monumental de cinco metros para un espacio público en Bangalore a finales de año. «Me hace mucha ilusión. Es mi primera obra en La India, un país que adoro. Es una especie de cúpula con la forma de un cuerpo hecho de letras y símbolos matemáticos . Es como una madre que te arropa, una especie de protección del mundo exterior». Más que un estudio parece una imprenta : apiladas en cajas, letras de alfabetos de distintos tamaños que van uniendo sus ayudantes, siguiendo las pautas del escultor, formando una singular y bellísima piel. ‘A lo largo del día’, compuesta por 24 gongs suspendidos, en Bodegas CVNE de La Rioja Jaume Plensa/Bodegas CVNELe llueven encargos de todos los rincones del planeta. En mayo exhibió ‘A lo largo del día’, compuesta por 24 gongs suspendidos, en las Bodegas CVNE de La Rioja . Vino y escultura, un maridaje excelente. «Esa instalación es muy bella. Vino a la inauguración la familia Chillida, estaban emocionados». En junio instaló ‘Silent Hortense’ en la Piazza Municipio de Nápoles . «Estará todo el verano delante del puerto». Y el 27 de julio, coincidiendo con el Festival de Ópera de Salzburgo , se colocarán cinco piezas monumentales en la Residenzplatz, el corazón barroco de la ciudad. El 12 de septiembre se inaugurará una exposición en las dos sedes de la galería Lelong de París . «Son unas piezas fantásticas completamente nuevas». Ha realizado una obra para un nuevo museo en Kazajistán , el Museo Almaty , que abrirá sus puertas también en septiembre. Y en octubre habrá una gran exposición en Grand Rapids, Michigan , que revisará muchos años de su trabajo. Un no parar. «El mundo iría mucho mejor si la feminidad triunfara más a menudo, sobre todo en la política»No hay material que se le resista. Por los distintos espacios del estudio hay cabezas en mármol (de Vietnam y de Macael, Almería), granito de La India, acero cortén, bronce, madera, acero inoxidable, pórfido de Irán… Una cabeza está hecha en basalto . Un material suave al tacto (nos invita a tocarla, a acariciarla), pero que sorprendentemente puede ser explosivo. Nos cuenta que desde que una de ellas explotó , sus esculturas en basalto se las queda para él. Plensa, el coleccionista de cabezas . No es que sea un asesino en serie, como el protagonista de ‘Seven’, que regaló la de Gwyneth Paltrow en una caja a Brad Pitt. Pero su estudio está repleto de ellas. Todas (bueno, casi) de niñas, adolescentes, a partir de 10 o 12 años. Lamine es una excepción. «Decidí hacer el retrato de Lamine, un amigo africano que vive en Gerona. Nos conocimos trabajando en la misma fundición de bronce. Me pareció extraordinario, porque es un hombre de una belleza inusual. Tenía un interior muy femenino. Porque yo no defiendo a la mujer, defiendo lo femenino . Hay hombres que tienen esta carga femenina también. El mundo iría mucho mejor si esta feminidad triunfara más a menudo, sobre todo en la política. Hace años hice a otro niño, porque me hacía falta una pareja. Era el hijo de uno de mis ayudantes, que tenía un aura peculiar. Son los dos únicos chicos que he hecho en mi vida. No sé si haré más».’Julia’, de Jaume Plensa, en la Plaza de Colón de Madrid ABCDecidimos ponerlo a prueba. ¿Reconocería a las jóvenes de estas cabezas que nos rodean en el estudio? «Sé perfectamente quiénes son. Yolandita , una niña de la República Dominicana, que ha venido a España, como tantos otros, a buscar una vida mejor. Esa es Agatha , hija de un antiguo fundidor, extraordinario. Ahí está Hortensia , una niña de Valencia maravillosa. E Irmaleni , con trenzas, que es otra niña dominicana, con una fuerza interior extraordinaria. Se da la vuelta y reconoce a Flora , a María , a Minna , una niña del norte de Suecia; a Rui Rui , que es de Shanghái…» Prueba superada. Lleva hechas unas sesenta cabezas a lo largo de su carrera. ¿Algunos padres de las niñas han quedado insatisfechos por el resultado? «Sí, un par de veces. Y es divertido porque yo no toco nada. Es solo el escáner de su cabeza. Hay 145 cámaras a su alrededor ». Todos firman un papel cediéndole a Plensa los derechos de imagen . «Con las mil caras de la ‘Crown Fountain’ de Chicago estuvimos a punto de no inaugurarla porque los abogados dijeron que las personas que aparecen en la fuente podrían cambiar de opinión y que era muy arriesgado».«Muchos países que habían logrado unas democracias bastante respetables y de pronto ‘bum’, vuelven al punto cero»Hace unos días, ‘Julia’ era testigo en la Plaza de Colón de Madrid de la manifestación del Orgullo LGTBIQ+ . «Dicen que la historia es pendular y creo que tienen razón. Habíamos logrado tantas cosas que de pronto se vuelve como al punto cero. Lo hemos visto recientemente en muchos países que habían logrado unas democracias bastante respetables y de pronto ‘bum’, vuelven al punto cero». ‘Julia’, que ya es más madrileña que el oso y el madroño –el día que Fernando Masaveu quiera recuperarla tendrá que mandar a los GEO–, no es de una ideología o de otra . No es de una tendencia, ni está apoyando una causa. Está apoyando al ser humano en todas sus contradicciones y esencias».«Sr. Foster, ¿cuánto pesa su edificio?», le preguntaron un día al célebre arquitecto británico. No supo la respuesta. Aquella pregunta dio título a un documental. Sr. Plensa, ¿cuánto pesan sus esculturas? «No lo sé, pero tampoco me interesa. Hace muchos años me hicieron esta pregunta con la ‘Crown Fountain’ de Chicago. Dije que eso no es lo importante, sino a la cantidad de gente que puede abrazar en este espacio. Es un lugar de encuentro. Una escultura es de alguna forma la botella y el mensaje . Hemos de hacer botellas lo más perfectas posibles para proteger el mensaje, para que llegue lo más lejos posible. Pero no me preocupa cuánto pesan mis obras. Eso le preocupa al transportista». El artista, junto a algunas de sus obras Inés BaucellsEn un altillo del estudio, Jaume se refugia para hacer dibujos . Sobre una pared, dos de gran formato con mucho relieve. Ha usado cola para ‘rigidizar’ el papel, en otros ha empleado polvo plateado… En el suelo, papeles en blanco para que se sequen. «Los dibujos más antiguos, de los 80, estaban llenos de pisadas». Parece que alguno nuevo también. En un descuido, estampo el 41 de mi zapato en uno de ellos. «¡Perdón!». «La conservaré», dice sonriendo. En la cúpula de Barceló en la sede de la ONU en Ginebra hay pegado a una ‘estalactita’ parte de mi cuero cabelludo. Freud diría que esta insistencia es un deseo irrefrenable de pasar a la posteridad. Quizá sea así. «El dibujo –explica Plensa– es un laboratorio extraordinario. Es tan inmediato… Mi colección privada es de dibujo, me encanta . Pero se nota que soy escultor, ¿no?». ¿Y eso es bueno o es malo? «No sé, es inevitable. Te gustaría ser muchos, pero no, eres uno». Plensa dice que nunca ha sido competitivo: « ¿Cómo vas a competir con otro artista? ¿En qué? Cada uno es distinto. El mundo de la cultura, del arte, te pone mucho en competición: el bueno, el malo, el regular… Nunca he tenido ese sentimiento, ni cuando era muy joven. Siempre he hecho un camino bastante individual en ese sentido. Nunca he imaginado ser esto o lo otro, ni ocupar un lugar u otro». «Hay gente que cree que solo hago cabezas. Pero tengo una gran variedad de obras y todas son Plensas»Su obra es muy reconocible por el público: «¡Eso es un Plensa!, advierten sin dudar». ¿Le molesta que se hable de la ‘marca Plensa’? «Es inevitable, es lo que es». En un periódico leí en una noticia algo sobre comprar un Plensa. ¿Qué es un Plensa exactamente?» Se ha metido en camisa de once varas. Le devuelvo la pregunta: ¿Qué es un Plensa, Sr. Plensa? «Pues no lo sé, qué difícil. Aquí estamos delante de unos dibujos, pero mucha gente diría que no es exactamente el Plensa que busca. Creen que solo hago cabezas. Pero tengo una gran variedad de obras y todas son Plensas. Creo que hay una coherencia en todo mi trabajo». Nómada, viajero infatigable , ¿suele visitar sus obras en sus viajes? ¿Hay algo de vanidad o solo lo hace por ver cómo andan? «La relación con mis obras es muy extraña. Tengo envidia de ellas , porque están en lugares maravillosos. Muchas veces me han invitado a hacer proyectos en lugares complicados, que necesitan belleza. Y eso me excita mucho más, me crea un desafío». Tres cabezas realizadas en distintos materiales, en su estudio Inés BaucellsEn 2018 instaló ‘Detrás de los muros’ en el Rockefeller Center de Nueva York . Hoy, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump , sigue empeñado en levantar muros. «No es solamente en Estados Unidos donde hay ruido. Hay ruido en todo el mundo. No hablo de ellos, hablo de todos nosotros. Cuando hice esa instalación en la Quinta Avenida, ya estaban construyendo muros entre México y Estados Unidos». Su arte, dice, «es muy político. Lo que pasa es que a veces a la gente le cuesta leerlo así. Intenta transformar al ser humano en su esencia más profunda. En ARCO instalé una obra que hablaba de esa idea de que los emigrantes no son desconocidos. Los emigrantes no son peligrosos . Son gente como nosotros pero que ha quedado colocada en una esquina equivocada del mundo y está buscando una esquina más valorable. El presidente de Estados Unidos, su familia…, todos son emigrantes. Ir contra los emigrantes es una de las contradicciones del ser humano. Este no ha dado muchas muestras de inteligencia, igual la inteligencia artificial nos ayuda a mejorar un poquito». La ‘Crown Fountain’, de Plensa, en Chicago, una de sus obras más célebres ABCClaro que en España no nos aburrimos: apagones, caos en las estaciones de tren y en los aeropuertos … ¿Qué hacemos? «No lo sé, yo seguiré haciendo esculturas, aunque sea con una vela». ¿Cómo ve todo lo que está pasando en el PSOE con Ábalos, Koldo, Santos Cerdán ? En el Congreso de los Diputados habría que sustituir los leones por dos de las cabezas de Plensa pidiendo silencio. «Cuando era muy jovencito, disfrutaba mucho viendo las conversaciones en el Congreso entre políticos. Era gente brillante, había conversaciones extraordinarias, de cualquier ideología. Ya no son conversaciones, es otra cosa. Ha derivado hacia un mundo muy salvaje . Esto no es lo que esperabas de la gente que te representa. Es una pena, porque para la gente joven sería muy educativo ver conversaciones entre distintas ideologías».«Están polarizadas las ideas en cultura, en estética, en belleza, en todo»Los museos también parecen campos de batalla , se han vuelto lugares hostiles : erre que erre con la descolonización, turistas rompiendo obras por hacerse un selfi, atentados ecologistas… Y usted, hombre, blanco, occidental, heterosexual , no parece muy bienvenido en ellos. «Los museos son parte del mundo, son reflejo de lo que ocurre en la sociedad. No creo que en una sociedad tan polarizada el museo sea neutral, también están polarizados. Están polarizadas las ideas en cultura, en estética, en belleza, en todo. A veces, el momento en que vives no es exactamente el momento en que viven las modas o las corrientes de opinión, pero has de mantenerte firme en tus opiniones. Esto lo he defendido muchas veces cuando he dado clases a los alumnos. Les digo: «Confiad en vosotros, no en lo exterior». El museo es una parte exterior, no es vinculante del artista. Éste ha de seguir su camino». Plensa, con la escenografía que creó para ‘Macbeth’ en el Liceo Inés BaucellsMelómano, amante de la ópera, Jaume Plensa ha creado el ‘Cielo’ del Teatro Real y las puertas del Liceo . En 2023 tuvo lugar su última incursión en la ópera con ‘Macbeth ‘. «Era uno de mis sueños. Pero lo abandoné para centrarme más en mi trabajo de escultor». ¿Cómo recuerda sus colaboraciones con La Fura dels Baus ? «Fue un equipo fantástico. Nos lo pasamos muy bien. Colaboré con ellos durante once años. Hicimos proyectos maravillosos en Salzburgo, Roma, Nápoles, París, Madrid… Pero mi aportación caducó de alguna forma. Yo no tenía ningún interés en seguir siendo escenógrafo ». Jaume Plensa, durante la lectura de su discurso de ingreso en la Academia de Bellas Artes Isabel PermuyAcadémico de Bellas Artes, Medalla de Oro al Mérito Cultural de Barcelona, premio XL Semanal de creación…, por citar solo los últimos reconocimientos. ¿Le halagan los premios? ¿Son un chute de ego, de vanidad? «A mi edad, es simpático. Me costó mucho tiempo aceptar entrar en la Academia , porque siempre pensé que iba contra la Academia. Y la verdad no vamos contra nada. Cuando vi su museo, dije: «Qué tontería no querer entrar». Es una maravilla. Y saber que uno de los primeros académicos fue Goya pone el listón muy alto. Ha sido de verdad un placer y un honor. ¿Escuchó mi discurso de ingreso?» «Sí, muy hermoso». «De verdad que era un discurso hecho de corazón . La academia necesita que entre savia nueva , pero sobre todo que entre una actitud nueva . Tiene todos los condimentos para ser un lugar de encuentro con los artistas y de intercambio de ideas. En cuanto a la Medalla de Oro al Mérito Cultural de Barcelona , bueno, pues me ha hecho ilusión. Pero me hubiera hecho más ilusión hacer una escultura para la ciudad ». ¿Y qué se lo impide? «No lo sé, no lo sé». Pensábamos que ahora mantenía un idilio con Barcelona. «No lo sé, no lo sé». No parece cómodo hablando de ello. A la izquierda, una de las esculturas de Plensa lista para su traslado Inés BaucellsTampoco de temas personales. Tiene tres hijos y dos nietos . «No sé si he ejercido como padre y como abuelo. Soy un poco desastre . Uno de los momentos más interesantes de mi vida fue cuando los niños se fueron de casa y redescubrí a Laura, que es el origen de todo . Volvimos a ser la pareja inicial después de un lapsus de bastantes años. Soy muy feliz ahora con Laura. Muchas veces me han preguntado en qué ciudad querría vivir. Y digo: donde viva Laura. La ciudad donde vive Laura, esa es mi ciudad. Porque también es un concepto. A veces se ha malinterpretado el amor como una relación física. Creo que el amor es un lugar donde creces. Y Laura ha sabido construirlo». Le suena el móvil. En la pantalla, el nombre de Laura Medina, que está a su lado. Ha marcado sin darse cuenta. «Si esto no es amor…» , dice Plensa. La pequeña Ona, de seis años, hija de nuestra compañera Inés , se acerca con su padre al final de la visita. El Plensa más tierno se fotografía con ella ante una obra. Le mira la cabeza y le dice que vuelva en cuatro años. Puede que algún día veamos la cabeza de la preciosa Ona en algún lugar del mundo.’El alma del agua’, escultura de Jaume Plensa de más de 20 metros, en Nueva Jersey, a orillas del Hudson ABC¿Dónde irá de vacaciones ? «Incluso como palabra me molesta. Tengo un trabajo que es un privilegio. No creo que necesite descansar». En la playa, desde luego, que nadie lo busque. El 23 de agosto celebrará los 70 con su familia. ¿Apagará las velas de la tarta? Tampoco hay que tentar a la suerte.Si no fuera artista, sería… «Uf… Cuando me preguntan cuándo decidí ser artista, digo: ‘Nunca, ha sido inevitable’ . Tú no decides, no te das cuenta… y eres un artista. He intentado muchas cosas y, sin darme cuenta, en Berlín decidí que era lo que menos mal me salía. No tengo otra capacidad» . RSS de noticias de cultura
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