Uno de los momentos centrales del viaje de Estado de los Reyes a Italia tuvo lugar este miércoles a mediodía, cuando Felipe VI se dirigió desde la tribuna del hemiciclo del Palacio Montecitorio a los miembros de la Cámara de Diputados y el Senado, reunidos en una sesión extraordinaria conjunta. «Este privilegio», como apuntó el Rey nada más comenzar su intervención, «se dispensa a muy pocos jefes de Estado extranjeros». «Si hoy se me honra con él es porque España no se tiene en Italia tan solo como país amigo , sino como país hermano, que es la misma consideración que Italia tiene en mi país», destacó Don Felipe, a lo que siguió un caluroso y emocionado aplauso por parte de los casi 500 diputados y senadores . Don Felipe reconoció estar «impresionado» por «la visión» desde la tribuna, sobre todo por lo que significaba «democráticamente y desde la responsabilidad pública o de Estado». Y es que la ceremonia tuvo un carácter excepcional, ya que Italia solo ha tenido esta deferencia en dos ocasiones: con Juan Carlos I (1998) y Juan Pablo II (2002). De ahí que Don Felipe fuera recibido con un largo aplauso. Se interpretaron después los himnos de Italia y España, que llevaron a las intervenciones de los presidentes de la Cámara de los Diputados y del Senado. Después llegó el turno de Felipe VI. Frente a él, en primera fila del hemiciclo, la Reina Letizia siguió su intervención, que duró 15 minutos .Noticia Relacionada estandar Si La ausencia en Notre Dame intensifica la ofensiva de Albares contra Zarzuela Angie Calero El ministro de Exteriores y el jefe de la Casa del Rey sellan la paz camino de Roma tras una jornada de tensiónEn el discurso más internacional de sus diez años de reinado, Felipe VI hizo un repaso al candente contexto geopolítico . Desde la guerra en Ucrania, pasando por la situación en Oriente Próximo o la importancia de la UE. El Rey también se centró en los retos y desafíos que España e Italia comparten, como la inmigración, el Mediterráneo o el Sahel. Puso énfasis en el más importante: aprender de los errores del pasado para que no vuelvan a ocurrir. En este sentido, Don Felipe destacó que España e Italia tienen «pasados que no deben repetirse ni en caricatura», en una clara alusión a las dictaduras que ambos países vivieron en el siglo XX . «Somos dos países con memoria, con una clara conciencia del pasado –en particular del que no puede ni debe repetirse, ni siquiera como caricatura– y vemos con lógica inquietud cómo muchos tratados, instituciones y foros multilaterales sufren una erosión acelerada, al tiempo que se cuestiona su eficacia –aceptemos que muy mejorable– o el sentido mismo de su existencia», afirmó el Rey. Advirtió también Don Felipe de «un peligroso deslizamiento hacia algo incierto… y nada luminoso» que podía llevar a las democracias a retroceder y volver a los totalitarismos en un contexto global «complejo y volátil», que incluye «conflictos abiertos y latentes, enormes desigualdades internas y entre países o regiones, y con una aceleración de los cambios tecnológicos y del deterioro del medio natural». Un escenario de ruptura de todo lo que, en definitiva, «sostiene la vida humana» .Muestra de ese retrocesoComo ejemplo de ese retroceso habló de Ucrania , «de la agresión no solo contra el pueblo ucraniano, sino contra el conjunto de la comunidad internacional, en violación flagrante de todo derecho» y afirmó que España «sigue apostando por una paz justa y duradera, que reafirme los principios que ordenan la coexistencia pacífica de los Estados». El Rey denunció además «la espiral de violencia» que ha resurgido en Oriente Próximo . Aunque, al contrario que España, Italia no ha reconocido a Palestina, declaró que «cuando llegue el anhelado silencio de las armas, España e Italia seguiremos compartiendo –por utópico que parezca– la visión de dos Estados, Israel y Palestina , conviviendo uno junto a otro en paz y en seguridad, como la única solución posible que sea durable y justa».Países hermanosEn unas palabras en las que nada más empezar tuvo un recuerdo para Juan Carlos I, quien nació en Roma, Felipe VI declaró que los retos que Europa tiene «ante sí son complejos e ingentes, en materia de seguridad, de crisis climáticas, transición energética, de gestión de migraciones»… Desafíos que España e Italia comparten y que seguirán enfrentando juntos, como países hermanos: gracias a unas sólidas relaciones bilaterales que se remontan 160 atrás y de las que el Rey ha podido constatar su «fortaleza y vitalidad» en este viaje de Estado junto al presidente de Italia, Sergio Mattarella , a quien Felipe VI considera «un gran amigo».Nada más terminar su intervención, todo el hemiciclo se puso en pie para aplaudir al Rey tras abanderar en su discurso reflexiones sobre la lucha por la dignidad humana, la libertad, la democracia, la justicia y el pluralismo. También sobre la importancia de combatir la discriminación y la igualdad entre hombres y mujeres y los derechos de las minorías. Uno de los momentos centrales del viaje de Estado de los Reyes a Italia tuvo lugar este miércoles a mediodía, cuando Felipe VI se dirigió desde la tribuna del hemiciclo del Palacio Montecitorio a los miembros de la Cámara de Diputados y el Senado, reunidos en una sesión extraordinaria conjunta. «Este privilegio», como apuntó el Rey nada más comenzar su intervención, «se dispensa a muy pocos jefes de Estado extranjeros». «Si hoy se me honra con él es porque España no se tiene en Italia tan solo como país amigo , sino como país hermano, que es la misma consideración que Italia tiene en mi país», destacó Don Felipe, a lo que siguió un caluroso y emocionado aplauso por parte de los casi 500 diputados y senadores . Don Felipe reconoció estar «impresionado» por «la visión» desde la tribuna, sobre todo por lo que significaba «democráticamente y desde la responsabilidad pública o de Estado». Y es que la ceremonia tuvo un carácter excepcional, ya que Italia solo ha tenido esta deferencia en dos ocasiones: con Juan Carlos I (1998) y Juan Pablo II (2002). De ahí que Don Felipe fuera recibido con un largo aplauso. Se interpretaron después los himnos de Italia y España, que llevaron a las intervenciones de los presidentes de la Cámara de los Diputados y del Senado. Después llegó el turno de Felipe VI. Frente a él, en primera fila del hemiciclo, la Reina Letizia siguió su intervención, que duró 15 minutos .Noticia Relacionada estandar Si La ausencia en Notre Dame intensifica la ofensiva de Albares contra Zarzuela Angie Calero El ministro de Exteriores y el jefe de la Casa del Rey sellan la paz camino de Roma tras una jornada de tensiónEn el discurso más internacional de sus diez años de reinado, Felipe VI hizo un repaso al candente contexto geopolítico . Desde la guerra en Ucrania, pasando por la situación en Oriente Próximo o la importancia de la UE. El Rey también se centró en los retos y desafíos que España e Italia comparten, como la inmigración, el Mediterráneo o el Sahel. Puso énfasis en el más importante: aprender de los errores del pasado para que no vuelvan a ocurrir. En este sentido, Don Felipe destacó que España e Italia tienen «pasados que no deben repetirse ni en caricatura», en una clara alusión a las dictaduras que ambos países vivieron en el siglo XX . «Somos dos países con memoria, con una clara conciencia del pasado –en particular del que no puede ni debe repetirse, ni siquiera como caricatura– y vemos con lógica inquietud cómo muchos tratados, instituciones y foros multilaterales sufren una erosión acelerada, al tiempo que se cuestiona su eficacia –aceptemos que muy mejorable– o el sentido mismo de su existencia», afirmó el Rey. Advirtió también Don Felipe de «un peligroso deslizamiento hacia algo incierto… y nada luminoso» que podía llevar a las democracias a retroceder y volver a los totalitarismos en un contexto global «complejo y volátil», que incluye «conflictos abiertos y latentes, enormes desigualdades internas y entre países o regiones, y con una aceleración de los cambios tecnológicos y del deterioro del medio natural». Un escenario de ruptura de todo lo que, en definitiva, «sostiene la vida humana» .Muestra de ese retrocesoComo ejemplo de ese retroceso habló de Ucrania , «de la agresión no solo contra el pueblo ucraniano, sino contra el conjunto de la comunidad internacional, en violación flagrante de todo derecho» y afirmó que España «sigue apostando por una paz justa y duradera, que reafirme los principios que ordenan la coexistencia pacífica de los Estados». El Rey denunció además «la espiral de violencia» que ha resurgido en Oriente Próximo . Aunque, al contrario que España, Italia no ha reconocido a Palestina, declaró que «cuando llegue el anhelado silencio de las armas, España e Italia seguiremos compartiendo –por utópico que parezca– la visión de dos Estados, Israel y Palestina , conviviendo uno junto a otro en paz y en seguridad, como la única solución posible que sea durable y justa».Países hermanosEn unas palabras en las que nada más empezar tuvo un recuerdo para Juan Carlos I, quien nació en Roma, Felipe VI declaró que los retos que Europa tiene «ante sí son complejos e ingentes, en materia de seguridad, de crisis climáticas, transición energética, de gestión de migraciones»… Desafíos que España e Italia comparten y que seguirán enfrentando juntos, como países hermanos: gracias a unas sólidas relaciones bilaterales que se remontan 160 atrás y de las que el Rey ha podido constatar su «fortaleza y vitalidad» en este viaje de Estado junto al presidente de Italia, Sergio Mattarella , a quien Felipe VI considera «un gran amigo».Nada más terminar su intervención, todo el hemiciclo se puso en pie para aplaudir al Rey tras abanderar en su discurso reflexiones sobre la lucha por la dignidad humana, la libertad, la democracia, la justicia y el pluralismo. También sobre la importancia de combatir la discriminación y la igualdad entre hombres y mujeres y los derechos de las minorías. Uno de los momentos centrales del viaje de Estado de los Reyes a Italia tuvo lugar este miércoles a mediodía, cuando Felipe VI se dirigió desde la tribuna del hemiciclo del Palacio Montecitorio a los miembros de la Cámara de Diputados y el Senado, reunidos en una sesión extraordinaria conjunta. «Este privilegio», como apuntó el Rey nada más comenzar su intervención, «se dispensa a muy pocos jefes de Estado extranjeros». «Si hoy se me honra con él es porque España no se tiene en Italia tan solo como país amigo , sino como país hermano, que es la misma consideración que Italia tiene en mi país», destacó Don Felipe, a lo que siguió un caluroso y emocionado aplauso por parte de los casi 500 diputados y senadores . Don Felipe reconoció estar «impresionado» por «la visión» desde la tribuna, sobre todo por lo que significaba «democráticamente y desde la responsabilidad pública o de Estado». Y es que la ceremonia tuvo un carácter excepcional, ya que Italia solo ha tenido esta deferencia en dos ocasiones: con Juan Carlos I (1998) y Juan Pablo II (2002). De ahí que Don Felipe fuera recibido con un largo aplauso. Se interpretaron después los himnos de Italia y España, que llevaron a las intervenciones de los presidentes de la Cámara de los Diputados y del Senado. Después llegó el turno de Felipe VI. Frente a él, en primera fila del hemiciclo, la Reina Letizia siguió su intervención, que duró 15 minutos .Noticia Relacionada estandar Si La ausencia en Notre Dame intensifica la ofensiva de Albares contra Zarzuela Angie Calero El ministro de Exteriores y el jefe de la Casa del Rey sellan la paz camino de Roma tras una jornada de tensiónEn el discurso más internacional de sus diez años de reinado, Felipe VI hizo un repaso al candente contexto geopolítico . Desde la guerra en Ucrania, pasando por la situación en Oriente Próximo o la importancia de la UE. El Rey también se centró en los retos y desafíos que España e Italia comparten, como la inmigración, el Mediterráneo o el Sahel. Puso énfasis en el más importante: aprender de los errores del pasado para que no vuelvan a ocurrir. En este sentido, Don Felipe destacó que España e Italia tienen «pasados que no deben repetirse ni en caricatura», en una clara alusión a las dictaduras que ambos países vivieron en el siglo XX . «Somos dos países con memoria, con una clara conciencia del pasado –en particular del que no puede ni debe repetirse, ni siquiera como caricatura– y vemos con lógica inquietud cómo muchos tratados, instituciones y foros multilaterales sufren una erosión acelerada, al tiempo que se cuestiona su eficacia –aceptemos que muy mejorable– o el sentido mismo de su existencia», afirmó el Rey. Advirtió también Don Felipe de «un peligroso deslizamiento hacia algo incierto… y nada luminoso» que podía llevar a las democracias a retroceder y volver a los totalitarismos en un contexto global «complejo y volátil», que incluye «conflictos abiertos y latentes, enormes desigualdades internas y entre países o regiones, y con una aceleración de los cambios tecnológicos y del deterioro del medio natural». Un escenario de ruptura de todo lo que, en definitiva, «sostiene la vida humana» .Muestra de ese retrocesoComo ejemplo de ese retroceso habló de Ucrania , «de la agresión no solo contra el pueblo ucraniano, sino contra el conjunto de la comunidad internacional, en violación flagrante de todo derecho» y afirmó que España «sigue apostando por una paz justa y duradera, que reafirme los principios que ordenan la coexistencia pacífica de los Estados». El Rey denunció además «la espiral de violencia» que ha resurgido en Oriente Próximo . Aunque, al contrario que España, Italia no ha reconocido a Palestina, declaró que «cuando llegue el anhelado silencio de las armas, España e Italia seguiremos compartiendo –por utópico que parezca– la visión de dos Estados, Israel y Palestina , conviviendo uno junto a otro en paz y en seguridad, como la única solución posible que sea durable y justa».Países hermanosEn unas palabras en las que nada más empezar tuvo un recuerdo para Juan Carlos I, quien nació en Roma, Felipe VI declaró que los retos que Europa tiene «ante sí son complejos e ingentes, en materia de seguridad, de crisis climáticas, transición energética, de gestión de migraciones»… Desafíos que España e Italia comparten y que seguirán enfrentando juntos, como países hermanos: gracias a unas sólidas relaciones bilaterales que se remontan 160 atrás y de las que el Rey ha podido constatar su «fortaleza y vitalidad» en este viaje de Estado junto al presidente de Italia, Sergio Mattarella , a quien Felipe VI considera «un gran amigo».Nada más terminar su intervención, todo el hemiciclo se puso en pie para aplaudir al Rey tras abanderar en su discurso reflexiones sobre la lucha por la dignidad humana, la libertad, la democracia, la justicia y el pluralismo. También sobre la importancia de combatir la discriminación y la igualdad entre hombres y mujeres y los derechos de las minorías. RSS de noticias de espana
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