La pinada del Palacio de Marivent se llenó esta noche de viandas típicas mallorquinas y una agradable brisa procedente del mar para acoger la recepción que los Reyes realizan desde hace cuatro veranos en su residencia estival a la sociedad civil balear, que este año contó con una fotografía inédita: el debut de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía , que se sumaron a esta cita después de que las dos hermanas hayan alcanzado la mayoría de edad. Poco antes de las nueve de la noche, los más de 600 invitados cruzaron el enorme portón de madera de la residencia de la Familia Real en Mallorca. Formaron una larguísima cola que atravesaba los jardines de Marivent y terminaba arriba del todo, en la pinada, a escasos metros de la escalera de nueve peldaños de piedra por la que se accede al Palacio y que durante tantos años fue el escenario de históricos posados, ya fueran familiares, de encuentros de los Reyes con mandatarios extranjeros o despachos de verano con presidentes del Gobierno, como el de principios de la semana pasada de Felipe VI con Pedro Sánchez .La Princesa Leonor y la Infanta Sofía reaparecieron en esta recepción después de una semana de vacaciones oficiales en la que a la Heredera se la ha visto en dos ocasiones y a su hermana en una. A partir de ahora, se espera que acompañen a sus padres en este encuentro en el Palacio de Marivent, que persigue que la sociedad civil balear pueda conocerlas más de cerca. Las dos estuvieron muy pendientes de la Reina Sofía durante toda la velada.Viaje de Doña SofíaPor primera vez en 50 años, la madre del Rey no está pasando el verano en Mallorca. La pasada noche del domingo, Doña Sofía viajó expresamente la isla para asistir a este cóctel en Marivent y está previsto que regrese al Palacio de la Zarzuela en las próximas horas para seguir cuidando a su hermana Irene de Grecia , cuyo estado de salud ha empeorado en el último año. Noticias relacionadas estandar Si Juan Carlos I, cinco años de una salida voluntaria sin retorno Angie Calero estandar No Casa Real Con María Valverde y Gustavo Dudamel, la cita de la Reina con el cine en Palma Angie CaleroEl saludo a la Familia Real comenzó con la comitiva de autoridades políticas, encabezada por la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol . Tras ella, le siguió la presidenta del Gobierno balear, Marga Prohens (PP); el presidente del Parlamento balear, Gabriel Le Senne (Vox), y el alcalde de la ciudad de Palma, Jaime Martínez (PP), entre otros representantes institucionales. Como en ediciones anteriores, los líderes del partido nacionalista Més per Mallorca (Sumar) y la regidora de Podemos en las islas declinaron la invitación por sus ideales republicanos. Al evento asistió también el presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido , quien veranea en Mallorca desde hace años. Además de los galardonados con el premio Ramón Llull, los ciudadanos baleares estuvieron representados desde todos los sectores, procedentes de las cuatro islas. Había autoridades civiles y militares, representantes institucionales, consulares, económicos –del mundo de la empresa, del sector turístico, sindicatos y cámaras de comercio locales–, confesiones religiosas y ONG. Incluso del mundo del deporte. Rafa Nadal , el deportista mallorquín más internacional y a quien hace dos meses Felipe VI reconoció su trayectoria como tenista con marquesado Llevant de Mallorca, acudió por primera vez a este acto. También, el campeón del mundo de Baloncesto, Rudy Fernández.Guayaberas y camisa blancaEl código de vestimenta para esta velada cambió respecto a las ediciones anteriores. Después de darle muchas vueltas, el Rey decidió que en las invitaciones se especificase que los hombres podían vestir guayabera o camisa blanca con cuello, combinadas con pantalón oscuro. Para ellas, vestido corto. Aunque supuso cierto quebradero de cabeza –y algún patinazo estilístico– los asistentes lo agradecieron, sobre todo porque en las ediciones anteriores ni los enormes ventiladores instalados en Marivent habían conseguido sofocar los 30 grados que marcaba el termómetro a las nueve de la noche. Esta vez, cuando España se enfrenta a una semana en la que vuelve el calor, hubo una agradable temperatura de 26 grados que fue comentada por algunos de los veteranos a esta recepción, en los últimos años en Marivent y antes en el Palacio Real de la Almudaina, como el galerista Pep Pinya o los diseñadores de moda Pablo Erroz y Charo Ruiz , entre otros. El Rey cumplió con el protocolo de la invitación y lució pantalón oscuro con guayabera. «Justo el verano que menos calor hace» , comentó. La Reina llevó un vestido blanco de corte ibicenco; mientras que la Infanta Sofía optó por un vestido en tonos fucsias. La Princesa Leonor recurrió al armario de su madre y llevó un vestido de Desigual en blanco y azul que Doña Letizia llevó en esta misma recepción hace dos años, en 2023. La Reina Sofía sorprendió al llevar tacones, un pantalón turquesa y una camisa estampada a juego.El catering lo sirvió Andreu Genestra , cuyo restaurante en el mallorquín camí de Sa Torre cuenta con una estrella Michelín y dos soles Repsol. Los camareros desfilaron con bandejas repletas de sofisticadas versiones de platos típicos de la isla. Bajo los pinos centenarios que Alfonso XIII mandó traer desde el Palacio de la Magdalena de Santander para que fueran plantados en Marivent, la Casa del Rey colocó mesas altas con manteles que caían hasta el suelo y unas lamparitas con baterías de led , que complementaron la iluminación de unos enormes focos que salían de los cipreses que rodean la explanada del edificio principal del complejo. Para evitar aglomeraciones, había también dos mesas alargadas desde donde los camareros servían vinos mallorquines y bebidas de todo tipo. Los lavabos portátiles, distribuidos por varios puntos del jardín, facilitaron también que no hubiera esperas por parte de los asistentes, que fueron convocados en Marivent una hora y media antes al inicio del besamanos. Durante la espera, se les ofreció vasos de agua y limonada, además de unos pequeños cucuruchos con frutos secos.Aplausos de despedida Mientras algunos invitados sucumbían a los encantos gastronómicos de Andreu Genestra, otros buscaban a los Reyes, a Doña Sofía y, sobre todo a la Princesa y la Infanta, que fueron las grandes protagonistas de la noche. Todos allí perdieron la cuenta de la cantidad de fotografías que la Familia Real al completo se hizo, junta y por separado, con todo aquel que les pidió inmortalizar la velada. El acto llegó a su fin cuando los cinco consiguieron atravesar la pinada y llegar a la escalera de piedra de Marivent. Se produjo entonces un estallido de aplausos que terminó con el sentido agradecimiento de los Reyes y sus hijas y de Doña Sofía, quienes en diferentes momentos se llevaron las manos al corazón y se despidieron de todos ellos con un saludo de despedida que proyectó un «hasta el año que viene» . La pinada del Palacio de Marivent se llenó esta noche de viandas típicas mallorquinas y una agradable brisa procedente del mar para acoger la recepción que los Reyes realizan desde hace cuatro veranos en su residencia estival a la sociedad civil balear, que este año contó con una fotografía inédita: el debut de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía , que se sumaron a esta cita después de que las dos hermanas hayan alcanzado la mayoría de edad. Poco antes de las nueve de la noche, los más de 600 invitados cruzaron el enorme portón de madera de la residencia de la Familia Real en Mallorca. Formaron una larguísima cola que atravesaba los jardines de Marivent y terminaba arriba del todo, en la pinada, a escasos metros de la escalera de nueve peldaños de piedra por la que se accede al Palacio y que durante tantos años fue el escenario de históricos posados, ya fueran familiares, de encuentros de los Reyes con mandatarios extranjeros o despachos de verano con presidentes del Gobierno, como el de principios de la semana pasada de Felipe VI con Pedro Sánchez .La Princesa Leonor y la Infanta Sofía reaparecieron en esta recepción después de una semana de vacaciones oficiales en la que a la Heredera se la ha visto en dos ocasiones y a su hermana en una. A partir de ahora, se espera que acompañen a sus padres en este encuentro en el Palacio de Marivent, que persigue que la sociedad civil balear pueda conocerlas más de cerca. Las dos estuvieron muy pendientes de la Reina Sofía durante toda la velada.Viaje de Doña SofíaPor primera vez en 50 años, la madre del Rey no está pasando el verano en Mallorca. La pasada noche del domingo, Doña Sofía viajó expresamente la isla para asistir a este cóctel en Marivent y está previsto que regrese al Palacio de la Zarzuela en las próximas horas para seguir cuidando a su hermana Irene de Grecia , cuyo estado de salud ha empeorado en el último año. Noticias relacionadas estandar Si Juan Carlos I, cinco años de una salida voluntaria sin retorno Angie Calero estandar No Casa Real Con María Valverde y Gustavo Dudamel, la cita de la Reina con el cine en Palma Angie CaleroEl saludo a la Familia Real comenzó con la comitiva de autoridades políticas, encabezada por la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol . Tras ella, le siguió la presidenta del Gobierno balear, Marga Prohens (PP); el presidente del Parlamento balear, Gabriel Le Senne (Vox), y el alcalde de la ciudad de Palma, Jaime Martínez (PP), entre otros representantes institucionales. Como en ediciones anteriores, los líderes del partido nacionalista Més per Mallorca (Sumar) y la regidora de Podemos en las islas declinaron la invitación por sus ideales republicanos. Al evento asistió también el presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido , quien veranea en Mallorca desde hace años. Además de los galardonados con el premio Ramón Llull, los ciudadanos baleares estuvieron representados desde todos los sectores, procedentes de las cuatro islas. Había autoridades civiles y militares, representantes institucionales, consulares, económicos –del mundo de la empresa, del sector turístico, sindicatos y cámaras de comercio locales–, confesiones religiosas y ONG. Incluso del mundo del deporte. Rafa Nadal , el deportista mallorquín más internacional y a quien hace dos meses Felipe VI reconoció su trayectoria como tenista con marquesado Llevant de Mallorca, acudió por primera vez a este acto. También, el campeón del mundo de Baloncesto, Rudy Fernández.Guayaberas y camisa blancaEl código de vestimenta para esta velada cambió respecto a las ediciones anteriores. Después de darle muchas vueltas, el Rey decidió que en las invitaciones se especificase que los hombres podían vestir guayabera o camisa blanca con cuello, combinadas con pantalón oscuro. Para ellas, vestido corto. Aunque supuso cierto quebradero de cabeza –y algún patinazo estilístico– los asistentes lo agradecieron, sobre todo porque en las ediciones anteriores ni los enormes ventiladores instalados en Marivent habían conseguido sofocar los 30 grados que marcaba el termómetro a las nueve de la noche. Esta vez, cuando España se enfrenta a una semana en la que vuelve el calor, hubo una agradable temperatura de 26 grados que fue comentada por algunos de los veteranos a esta recepción, en los últimos años en Marivent y antes en el Palacio Real de la Almudaina, como el galerista Pep Pinya o los diseñadores de moda Pablo Erroz y Charo Ruiz , entre otros. El Rey cumplió con el protocolo de la invitación y lució pantalón oscuro con guayabera. «Justo el verano que menos calor hace» , comentó. La Reina llevó un vestido blanco de corte ibicenco; mientras que la Infanta Sofía optó por un vestido en tonos fucsias. La Princesa Leonor recurrió al armario de su madre y llevó un vestido de Desigual en blanco y azul que Doña Letizia llevó en esta misma recepción hace dos años, en 2023. La Reina Sofía sorprendió al llevar tacones, un pantalón turquesa y una camisa estampada a juego.El catering lo sirvió Andreu Genestra , cuyo restaurante en el mallorquín camí de Sa Torre cuenta con una estrella Michelín y dos soles Repsol. Los camareros desfilaron con bandejas repletas de sofisticadas versiones de platos típicos de la isla. Bajo los pinos centenarios que Alfonso XIII mandó traer desde el Palacio de la Magdalena de Santander para que fueran plantados en Marivent, la Casa del Rey colocó mesas altas con manteles que caían hasta el suelo y unas lamparitas con baterías de led , que complementaron la iluminación de unos enormes focos que salían de los cipreses que rodean la explanada del edificio principal del complejo. Para evitar aglomeraciones, había también dos mesas alargadas desde donde los camareros servían vinos mallorquines y bebidas de todo tipo. Los lavabos portátiles, distribuidos por varios puntos del jardín, facilitaron también que no hubiera esperas por parte de los asistentes, que fueron convocados en Marivent una hora y media antes al inicio del besamanos. Durante la espera, se les ofreció vasos de agua y limonada, además de unos pequeños cucuruchos con frutos secos.Aplausos de despedida Mientras algunos invitados sucumbían a los encantos gastronómicos de Andreu Genestra, otros buscaban a los Reyes, a Doña Sofía y, sobre todo a la Princesa y la Infanta, que fueron las grandes protagonistas de la noche. Todos allí perdieron la cuenta de la cantidad de fotografías que la Familia Real al completo se hizo, junta y por separado, con todo aquel que les pidió inmortalizar la velada. El acto llegó a su fin cuando los cinco consiguieron atravesar la pinada y llegar a la escalera de piedra de Marivent. Se produjo entonces un estallido de aplausos que terminó con el sentido agradecimiento de los Reyes y sus hijas y de Doña Sofía, quienes en diferentes momentos se llevaron las manos al corazón y se despidieron de todos ellos con un saludo de despedida que proyectó un «hasta el año que viene» . La pinada del Palacio de Marivent se llenó esta noche de viandas típicas mallorquinas y una agradable brisa procedente del mar para acoger la recepción que los Reyes realizan desde hace cuatro veranos en su residencia estival a la sociedad civil balear, que este año contó con una fotografía inédita: el debut de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía , que se sumaron a esta cita después de que las dos hermanas hayan alcanzado la mayoría de edad. Poco antes de las nueve de la noche, los más de 600 invitados cruzaron el enorme portón de madera de la residencia de la Familia Real en Mallorca. Formaron una larguísima cola que atravesaba los jardines de Marivent y terminaba arriba del todo, en la pinada, a escasos metros de la escalera de nueve peldaños de piedra por la que se accede al Palacio y que durante tantos años fue el escenario de históricos posados, ya fueran familiares, de encuentros de los Reyes con mandatarios extranjeros o despachos de verano con presidentes del Gobierno, como el de principios de la semana pasada de Felipe VI con Pedro Sánchez .La Princesa Leonor y la Infanta Sofía reaparecieron en esta recepción después de una semana de vacaciones oficiales en la que a la Heredera se la ha visto en dos ocasiones y a su hermana en una. A partir de ahora, se espera que acompañen a sus padres en este encuentro en el Palacio de Marivent, que persigue que la sociedad civil balear pueda conocerlas más de cerca. Las dos estuvieron muy pendientes de la Reina Sofía durante toda la velada.Viaje de Doña SofíaPor primera vez en 50 años, la madre del Rey no está pasando el verano en Mallorca. La pasada noche del domingo, Doña Sofía viajó expresamente la isla para asistir a este cóctel en Marivent y está previsto que regrese al Palacio de la Zarzuela en las próximas horas para seguir cuidando a su hermana Irene de Grecia , cuyo estado de salud ha empeorado en el último año. Noticias relacionadas estandar Si Juan Carlos I, cinco años de una salida voluntaria sin retorno Angie Calero estandar No Casa Real Con María Valverde y Gustavo Dudamel, la cita de la Reina con el cine en Palma Angie CaleroEl saludo a la Familia Real comenzó con la comitiva de autoridades políticas, encabezada por la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol . Tras ella, le siguió la presidenta del Gobierno balear, Marga Prohens (PP); el presidente del Parlamento balear, Gabriel Le Senne (Vox), y el alcalde de la ciudad de Palma, Jaime Martínez (PP), entre otros representantes institucionales. Como en ediciones anteriores, los líderes del partido nacionalista Més per Mallorca (Sumar) y la regidora de Podemos en las islas declinaron la invitación por sus ideales republicanos. Al evento asistió también el presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido , quien veranea en Mallorca desde hace años. Además de los galardonados con el premio Ramón Llull, los ciudadanos baleares estuvieron representados desde todos los sectores, procedentes de las cuatro islas. Había autoridades civiles y militares, representantes institucionales, consulares, económicos –del mundo de la empresa, del sector turístico, sindicatos y cámaras de comercio locales–, confesiones religiosas y ONG. Incluso del mundo del deporte. Rafa Nadal , el deportista mallorquín más internacional y a quien hace dos meses Felipe VI reconoció su trayectoria como tenista con marquesado Llevant de Mallorca, acudió por primera vez a este acto. También, el campeón del mundo de Baloncesto, Rudy Fernández.Guayaberas y camisa blancaEl código de vestimenta para esta velada cambió respecto a las ediciones anteriores. Después de darle muchas vueltas, el Rey decidió que en las invitaciones se especificase que los hombres podían vestir guayabera o camisa blanca con cuello, combinadas con pantalón oscuro. Para ellas, vestido corto. Aunque supuso cierto quebradero de cabeza –y algún patinazo estilístico– los asistentes lo agradecieron, sobre todo porque en las ediciones anteriores ni los enormes ventiladores instalados en Marivent habían conseguido sofocar los 30 grados que marcaba el termómetro a las nueve de la noche. Esta vez, cuando España se enfrenta a una semana en la que vuelve el calor, hubo una agradable temperatura de 26 grados que fue comentada por algunos de los veteranos a esta recepción, en los últimos años en Marivent y antes en el Palacio Real de la Almudaina, como el galerista Pep Pinya o los diseñadores de moda Pablo Erroz y Charo Ruiz , entre otros. El Rey cumplió con el protocolo de la invitación y lució pantalón oscuro con guayabera. «Justo el verano que menos calor hace» , comentó. La Reina llevó un vestido blanco de corte ibicenco; mientras que la Infanta Sofía optó por un vestido en tonos fucsias. La Princesa Leonor recurrió al armario de su madre y llevó un vestido de Desigual en blanco y azul que Doña Letizia llevó en esta misma recepción hace dos años, en 2023. La Reina Sofía sorprendió al llevar tacones, un pantalón turquesa y una camisa estampada a juego.El catering lo sirvió Andreu Genestra , cuyo restaurante en el mallorquín camí de Sa Torre cuenta con una estrella Michelín y dos soles Repsol. Los camareros desfilaron con bandejas repletas de sofisticadas versiones de platos típicos de la isla. Bajo los pinos centenarios que Alfonso XIII mandó traer desde el Palacio de la Magdalena de Santander para que fueran plantados en Marivent, la Casa del Rey colocó mesas altas con manteles que caían hasta el suelo y unas lamparitas con baterías de led , que complementaron la iluminación de unos enormes focos que salían de los cipreses que rodean la explanada del edificio principal del complejo. Para evitar aglomeraciones, había también dos mesas alargadas desde donde los camareros servían vinos mallorquines y bebidas de todo tipo. Los lavabos portátiles, distribuidos por varios puntos del jardín, facilitaron también que no hubiera esperas por parte de los asistentes, que fueron convocados en Marivent una hora y media antes al inicio del besamanos. Durante la espera, se les ofreció vasos de agua y limonada, además de unos pequeños cucuruchos con frutos secos.Aplausos de despedida Mientras algunos invitados sucumbían a los encantos gastronómicos de Andreu Genestra, otros buscaban a los Reyes, a Doña Sofía y, sobre todo a la Princesa y la Infanta, que fueron las grandes protagonistas de la noche. Todos allí perdieron la cuenta de la cantidad de fotografías que la Familia Real al completo se hizo, junta y por separado, con todo aquel que les pidió inmortalizar la velada. El acto llegó a su fin cuando los cinco consiguieron atravesar la pinada y llegar a la escalera de piedra de Marivent. Se produjo entonces un estallido de aplausos que terminó con el sentido agradecimiento de los Reyes y sus hijas y de Doña Sofía, quienes en diferentes momentos se llevaron las manos al corazón y se despidieron de todos ellos con un saludo de despedida que proyectó un «hasta el año que viene» . RSS de noticias de espana
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