Rompe a llorar otra vez Coco Gauff, emocionada de nuevo. Pero nada tienen que ver este desenlace y estas lágrimas con las de hace tres años en París, cuando fue devorada por Iga Swiatek y por la presión de afrontar su primera gran final, y se marchaba entonces reprochándose que no había estado a la altura de las circunstancias ni del escenario, presa entonces de la polaca y también del nerviosismo. Muy distinto este epílogo. Aryna Sabalenka, corriente a favor al principio, es la que cae esta vez en la sobreexcitación y la que se pega un tiro en el pie. Son dos miradas radicalmente distintas: el hielo frente a la cólera. Al final, levanta otro grande la estadounidense, el segundo de su carrera. El primero en el Bois de Boulogne: 6-7(5), 6-2 y 6-4, en 2h 38m.
La estadounidense, derrotada hace tres años por Swiatek, remonta a la número uno, perdida entre sobreexcitación y errores, hasta 70: 6-7(5), 6-2 y 6-4, en 2h 38m
Rompe a llorar otra vez Coco Gauff, emocionada de nuevo. Pero nada tienen que ver este desenlace y estas lágrimas con las de hace tres años en París, cuando fue devorada por Iga Swiatek y por la presión de afrontar su primera gran final, y se marchaba entonces reprochándose que no había estado a la altura de las circunstancias ni del escenario, presa entonces de la polaca y también del nerviosismo. Muy distinto este epílogo. Aryna Sabalenka, corriente a favor al principio, es la que cae esta vez en la sobreexcitación y la que se pega un tiro en el pie. Son dos miradas radicalmente distintas: el hielo frente a la cólera. Al final, levanta otro grande la estadounidense, el segundo de su carrera. El primero en el Bois de Boulogne: 6-7(5), 6-2 y 6-4, en 2h 38m.
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