<p>El suyo ha sido un salto silencioso a la estratosfera, el triunfo de un tipo de baloncesto distinto, casi en desuso, el de los movimientos calculados, el del equilibrio y la calma en sus aproximaciones a canasta. La suya es la historia de una leyenda cocinándose a fuego lento y un sueño cumplido antes de lo previsto. Siete temporadas ha necesitado <strong>Shai Gilgeous-Alexander</strong> para hacerse con un anillo de campeón de la NBA, elevándose, de paso, a la categoría de inmortal en una franquicia y una ciudad que ahora lo idolatra. </p>
A sus 26 años, el base canadiense ha logrado lo impensable: llevar a Oklahoma City Thunder hasta lo más alto de la NBA
<p>El suyo ha sido un salto silencioso a la estratosfera, el triunfo de un tipo de baloncesto distinto, casi en desuso, el de los movimientos calculados, el del equilibrio y la calma en sus aproximaciones a canasta. La suya es la historia de una leyenda cocinándose a fuego lento y un sueño cumplido antes de lo previsto. Siete temporadas ha necesitado <strong>Shai Gilgeous-Alexander</strong> para hacerse con un anillo de campeón de la NBA, elevándose, de paso, a la categoría de inmortal en una franquicia y una ciudad que ahora lo idolatra. </p>
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