Los conciertos de Billie Eilish en el Palau Sant Jordi el pasado sábado y domingo hicieron vibrar al público con su naturalidad y emoción al dar un espectáculo de gran impacto visual y un ambiente eléctrico de principio a fin. Sin embargo, la organización del evento, sobre todo por lo que respecta a los accesos, causó mucha polémica entre las fans del artista, alguna de las cuales formaron cola desde una semana antes del día del concierto .Es tanto el furor por la artista de 23 años que ya el 7 de junio un grupo de chicas fueron al Palau con el propósito de guardar su lugar en la cola y asegurarse un lugar de privilegio ante el escenario. Ante la gran expectación creada, la cuenta oficial de las fans de Billie Eillish España comunicó a las fans que se iba a organizar un sistema por el cual se iban a otorgar números que darían derecho a guardar sitio en la cola, pero sin tener que acampar toda la semana frente al Palau. La decisión causó una fuerte discusión entre las fans a través de las redes sociales, donde muchas jóvenes se quejaron de lo injusto que era para las que no viven en Barcelona y tenían que viajar el mismo día del concierto no poder acceder al reparto de números y por tanto a un buen lugar durante el espectáculo.«Lo que más me molesta es que dejan que un grupo de chicas organice como se va a proceder con el tema de la fila y Live Nation ni el Palau digan nada al respecto», se quejaba una joven mediante Tiktok. «Yo ni siquiera estoy yendo y me parece completamente ilógico que organicen de esta manera», comentaba otra.El conflicto llegó hasta tal punto que el día 8, un grupo de fans contrario al sistema de turnos fue directamente al Palau a quejarse y dar voz a las damnificadas: la ‘guerra civil’ entre las fans se hacía visible. Como consecuencia de la polémica, la cuenta de Billie Eilish España sacó otro comunicado diciendo que se iba a seguir una fila tradicional el día del concierto, recordando que el Ayuntamiento tiene prohibido acampar en el recinto . «También nos podríamos haber callado y tonto el último. Lo que no vamos a tolerar son las faltas de respeto y amenazas constantes que hemos estado recibiendo. Os volvemos a decir que en todo momento nuestra intención ha sido informar e intentar hacer todo lo más organizado posible», exponían en su página de X Billie Eilish España. Al llegar el día del primer concierto, el sábado a las 10.00 de la mañana ya había una fila que daba toda la vuelta al Palau y a pesar de que estaba prohibido, mucha gente acampó, aunque sin que nadie les viniese a echar. A lo largo de la fila habían carritos de comida y bebida y se iban formando grupos grandes de fans que acogían a los que iban solos: a pesar del calor sofocante, la cola en si misma fue una fiesta.La confusión, sin embargo, no tardó en llegar. Cuando ya faltaban pocas horas para el concierto se creó una segunda fila que se iba nutriendo con los gente recién llegados, ante el estupor de los que ya llevaban horas formando la primera cola. Nadie acertaba a discernir cuál era la fila ‘oficial’ y el personal del Palau nunca hizo un esfuerzo por aclararlo. «La gente llegaba, se bajaba del bus y se ponían en la segunda fila sin ningún tipo de consideración», explica molesta una fan que vino de Terrassa unos días antes para instalarse en casa de una amiga que vive cerca. «La organización del Palau para grandes conciertos deja mucho que desear. Fue horrible», añade la misma fan, a la que suma su voz otra seguidora de Eilish, que denuncia la falta de organización una vez se accedía al Palau, donde no estaban claros los itinerarios para acceder a la primera fila, la ‘barricade’ , tal y como la llaman los fans.Noticia Relacionada estandar No Billie Eilish arrasa en un concierto que la corona como reina absoluta de la Generación Z Carlos SalaProblemas logísticos y de colas al margen, la vista de la estadounidense dejó un gran sabor de boca entre los seguidores, que agotaron las 18.000 entradas que se pusieron a la venta para los dos conciertos del el Palau Sant Jordi, los únicos dos ‘shows’ en España. Los conciertos de Billie Eilish en el Palau Sant Jordi el pasado sábado y domingo hicieron vibrar al público con su naturalidad y emoción al dar un espectáculo de gran impacto visual y un ambiente eléctrico de principio a fin. Sin embargo, la organización del evento, sobre todo por lo que respecta a los accesos, causó mucha polémica entre las fans del artista, alguna de las cuales formaron cola desde una semana antes del día del concierto .Es tanto el furor por la artista de 23 años que ya el 7 de junio un grupo de chicas fueron al Palau con el propósito de guardar su lugar en la cola y asegurarse un lugar de privilegio ante el escenario. Ante la gran expectación creada, la cuenta oficial de las fans de Billie Eillish España comunicó a las fans que se iba a organizar un sistema por el cual se iban a otorgar números que darían derecho a guardar sitio en la cola, pero sin tener que acampar toda la semana frente al Palau. La decisión causó una fuerte discusión entre las fans a través de las redes sociales, donde muchas jóvenes se quejaron de lo injusto que era para las que no viven en Barcelona y tenían que viajar el mismo día del concierto no poder acceder al reparto de números y por tanto a un buen lugar durante el espectáculo.«Lo que más me molesta es que dejan que un grupo de chicas organice como se va a proceder con el tema de la fila y Live Nation ni el Palau digan nada al respecto», se quejaba una joven mediante Tiktok. «Yo ni siquiera estoy yendo y me parece completamente ilógico que organicen de esta manera», comentaba otra.El conflicto llegó hasta tal punto que el día 8, un grupo de fans contrario al sistema de turnos fue directamente al Palau a quejarse y dar voz a las damnificadas: la ‘guerra civil’ entre las fans se hacía visible. Como consecuencia de la polémica, la cuenta de Billie Eilish España sacó otro comunicado diciendo que se iba a seguir una fila tradicional el día del concierto, recordando que el Ayuntamiento tiene prohibido acampar en el recinto . «También nos podríamos haber callado y tonto el último. Lo que no vamos a tolerar son las faltas de respeto y amenazas constantes que hemos estado recibiendo. Os volvemos a decir que en todo momento nuestra intención ha sido informar e intentar hacer todo lo más organizado posible», exponían en su página de X Billie Eilish España. Al llegar el día del primer concierto, el sábado a las 10.00 de la mañana ya había una fila que daba toda la vuelta al Palau y a pesar de que estaba prohibido, mucha gente acampó, aunque sin que nadie les viniese a echar. A lo largo de la fila habían carritos de comida y bebida y se iban formando grupos grandes de fans que acogían a los que iban solos: a pesar del calor sofocante, la cola en si misma fue una fiesta.La confusión, sin embargo, no tardó en llegar. Cuando ya faltaban pocas horas para el concierto se creó una segunda fila que se iba nutriendo con los gente recién llegados, ante el estupor de los que ya llevaban horas formando la primera cola. Nadie acertaba a discernir cuál era la fila ‘oficial’ y el personal del Palau nunca hizo un esfuerzo por aclararlo. «La gente llegaba, se bajaba del bus y se ponían en la segunda fila sin ningún tipo de consideración», explica molesta una fan que vino de Terrassa unos días antes para instalarse en casa de una amiga que vive cerca. «La organización del Palau para grandes conciertos deja mucho que desear. Fue horrible», añade la misma fan, a la que suma su voz otra seguidora de Eilish, que denuncia la falta de organización una vez se accedía al Palau, donde no estaban claros los itinerarios para acceder a la primera fila, la ‘barricade’ , tal y como la llaman los fans.Noticia Relacionada estandar No Billie Eilish arrasa en un concierto que la corona como reina absoluta de la Generación Z Carlos SalaProblemas logísticos y de colas al margen, la vista de la estadounidense dejó un gran sabor de boca entre los seguidores, que agotaron las 18.000 entradas que se pusieron a la venta para los dos conciertos del el Palau Sant Jordi, los únicos dos ‘shows’ en España. Los conciertos de Billie Eilish en el Palau Sant Jordi el pasado sábado y domingo hicieron vibrar al público con su naturalidad y emoción al dar un espectáculo de gran impacto visual y un ambiente eléctrico de principio a fin. Sin embargo, la organización del evento, sobre todo por lo que respecta a los accesos, causó mucha polémica entre las fans del artista, alguna de las cuales formaron cola desde una semana antes del día del concierto .Es tanto el furor por la artista de 23 años que ya el 7 de junio un grupo de chicas fueron al Palau con el propósito de guardar su lugar en la cola y asegurarse un lugar de privilegio ante el escenario. Ante la gran expectación creada, la cuenta oficial de las fans de Billie Eillish España comunicó a las fans que se iba a organizar un sistema por el cual se iban a otorgar números que darían derecho a guardar sitio en la cola, pero sin tener que acampar toda la semana frente al Palau. La decisión causó una fuerte discusión entre las fans a través de las redes sociales, donde muchas jóvenes se quejaron de lo injusto que era para las que no viven en Barcelona y tenían que viajar el mismo día del concierto no poder acceder al reparto de números y por tanto a un buen lugar durante el espectáculo.«Lo que más me molesta es que dejan que un grupo de chicas organice como se va a proceder con el tema de la fila y Live Nation ni el Palau digan nada al respecto», se quejaba una joven mediante Tiktok. «Yo ni siquiera estoy yendo y me parece completamente ilógico que organicen de esta manera», comentaba otra.El conflicto llegó hasta tal punto que el día 8, un grupo de fans contrario al sistema de turnos fue directamente al Palau a quejarse y dar voz a las damnificadas: la ‘guerra civil’ entre las fans se hacía visible. Como consecuencia de la polémica, la cuenta de Billie Eilish España sacó otro comunicado diciendo que se iba a seguir una fila tradicional el día del concierto, recordando que el Ayuntamiento tiene prohibido acampar en el recinto . «También nos podríamos haber callado y tonto el último. Lo que no vamos a tolerar son las faltas de respeto y amenazas constantes que hemos estado recibiendo. Os volvemos a decir que en todo momento nuestra intención ha sido informar e intentar hacer todo lo más organizado posible», exponían en su página de X Billie Eilish España. Al llegar el día del primer concierto, el sábado a las 10.00 de la mañana ya había una fila que daba toda la vuelta al Palau y a pesar de que estaba prohibido, mucha gente acampó, aunque sin que nadie les viniese a echar. A lo largo de la fila habían carritos de comida y bebida y se iban formando grupos grandes de fans que acogían a los que iban solos: a pesar del calor sofocante, la cola en si misma fue una fiesta.La confusión, sin embargo, no tardó en llegar. Cuando ya faltaban pocas horas para el concierto se creó una segunda fila que se iba nutriendo con los gente recién llegados, ante el estupor de los que ya llevaban horas formando la primera cola. Nadie acertaba a discernir cuál era la fila ‘oficial’ y el personal del Palau nunca hizo un esfuerzo por aclararlo. «La gente llegaba, se bajaba del bus y se ponían en la segunda fila sin ningún tipo de consideración», explica molesta una fan que vino de Terrassa unos días antes para instalarse en casa de una amiga que vive cerca. «La organización del Palau para grandes conciertos deja mucho que desear. Fue horrible», añade la misma fan, a la que suma su voz otra seguidora de Eilish, que denuncia la falta de organización una vez se accedía al Palau, donde no estaban claros los itinerarios para acceder a la primera fila, la ‘barricade’ , tal y como la llaman los fans.Noticia Relacionada estandar No Billie Eilish arrasa en un concierto que la corona como reina absoluta de la Generación Z Carlos SalaProblemas logísticos y de colas al margen, la vista de la estadounidense dejó un gran sabor de boca entre los seguidores, que agotaron las 18.000 entradas que se pusieron a la venta para los dos conciertos del el Palau Sant Jordi, los únicos dos ‘shows’ en España. RSS de noticias de espana
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