Está Madrid calentita. Y no de pasión, ni de revolución, sino de combustión espontánea. A veces me da por pensar que el calor no es consecuencia, sino objetivo. Que alguien, en algún despacho con un aire acondicionado de muchas frigorías, ha decidido hacer fuego en medio del fuego para que Madrid termine por fin de arder.
La capital arde y no es por San Juan: en Madrid el calor no es un problema, sino la política pública
Está Madrid calentita. Y no de pasión, ni de revolución, sino de combustión espontánea. A veces me da por pensar que el calor no es consecuencia, sino objetivo. Que alguien, en algún despacho con un aire acondicionado de muchas frigorías, ha decidido hacer fuego en medio del fuego para que Madrid termine por fin de arder.
Feed MRSS-S Noticias