<p>Cualquier búsqueda dificultosa siempre se la compara con la de una aguja en un pajar, pero la labor que hace la<strong> Guardia Civil</strong> para tratar de localizar los cuerpos de las tres víctimas mortales desaparecidas en la <strong>dana </strong>es de una dificultad aún más extrema. Han pasado casi ocho meses desde que la riada que arrastró a <strong>Francisco Ruiz</strong>, <strong>Elizabet Gil</strong> y <strong>José Javier Vicent</strong> y no hay ni una pista de dónde pueden haber ido a parar sus cuerpos.</p>
La Guardia Civil rastrea el río cada dos semanas tratando de dar con las víctimas desaparecidas ocho meses después de la riada
<p>Cualquier búsqueda dificultosa siempre se la compara con la de una aguja en un pajar, pero la labor que hace la<strong> Guardia Civil</strong> para tratar de localizar los cuerpos de las tres víctimas mortales desaparecidas en la <strong>dana </strong>es de una dificultad aún más extrema. Han pasado casi ocho meses desde que la riada que arrastró a <strong>Francisco Ruiz</strong>, <strong>Elizabet Gil</strong> y <strong>José Javier Vicent</strong> y no hay ni una pista de dónde pueden haber ido a parar sus cuerpos.</p>
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