El sistema de financiación singular de Cataluña pactado por el Gobierno con la Generalitat de Salvador Illa (PSC) para cederle la gestión, recaudación, liquidación e inspección de los tributos que se pagan en este territorio no sólo despierta recelos en las comunidades del régimen común gobernadas por el PP, como Andalucía , y por el PSOE, como Castilla-La Mancha y Asturias . También el expresidente del Parlamento Europeo y ex Alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrel l, ha mostrado su rechazo a que Cataluña tenga un cupo fiscal parecido a los territorios forales del País Vasco y Navarra. «Si el problema es que Cataluña está mal financiada, hay que decir que Andalucía está mucho peor financiada que Cataluña », al igual que Valencia y Madrid que «están peor financiadas que Cataluña», ha afirmado.«Es posible que todas estén mal financiadas, y entonces habría que aumentar la financiación», ha señalado el expresidente del Parlamento Europeo y el que fuera ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España en la primera legislatura del gobierno de Pedro Sánchez (PSOE), según recoge Europa Press. Así se ha pronunciado de esta forma a preguntas de los periodistas en Cuacos de Yuste (Cáceres), donde ha participado en el curso de verano ‘El nuevo orden mundial y el eje atlántico’, en el marco del programa Campus Yuste.Borrell ha aseverado que no está «a favor» de la financiación singular que se ha negociado para Cataluña, que supone un «modelo de concierto» que «favorece a las comunidades más ricas». A su juicio, la propuesta de la nueva financiación, que consiste en « transferir a Cataluña la gestión y la recaudación de los grandes impuestos estatales , renta, sociedades e IVA», a su juicio, «lo que hace en la práctica, si se llega a aplicar, es copiar el modelo del sistema vasco y navarro», por lo que «ahora se pretende el concierto con Cataluña», ha afirmado.Comunidades ricas«Le pueden llamar singular y lo que quieran, pero cuando uno mira en qué consiste, pues consiste en que Cataluña recibe la gestión y por lo tanto la caja que se obtiene de los impuestos estatales», de tal forma que si se llevara a cabo, «Cataluña recibiría de recaudación 30.000 millones de euros, que es la parte que hoy corresponde al Estado de los impuestos estatales en Cataluña».Según lo pactado, Cataluña « le pagaría al Estado, como hace el País Vasco y Navarra , una contribución a los gastos que el Estado hace por Cataluña, y la única diferencia es que, además, habría una aportación para la solidaridad» «Éste es un modelo de concierto».Los sistemas de concierto «favorecen, y por eso los piden, las comunidades más ricas, porque eso juega a su favor», ya que «cuando tienes la caja en casa, tu capacidad negociadora es mucho más grande», ha remarcado el expresidente del Parlamento europoeo.En concecuencia, Josep Borrell ha señalado que «no es un modelo bueno», y «pretender trasladarlo a todas las autonomías me parece un dislate, porque entonces desaparecería la Agencia Tributaria», que se fragmentaría en «trocitos, y el Estado se quedaría sin ingresos fiscales». «Un Estado sin ingresos fiscales, sería un Estado muy débil, y solo recibiría lo que las comunidades le dieran, porque habrían pasado a ser fiscalmente soberanas», ha proseguido para insistir en que «no es el modelo que funcionaría en España».El «error» de fragmentar la gestión tributariaBorrell cree que «está por ver» cuánto se va a quedar Cataluña de la recaudación, pero «extrapolar este modelo a todas las comunidades autónomas no es más que un intento de enmascarar la singularidad que, en el fondo , no se le llama lo que es, que es un régimen de concierto», tras lo que ha recordado que «la Constitución reserva este régimen para los países forales, nos guste o no, así está escrita la Constitución».La financiación singular de Cataluña «trata de enmascarar el carácter de concierto de este sistema, diciendo que todos los que quieran lo tendrán también». «A mí me parece que fragmentar la gestión tributaria es un grave error que no deberíamos cometer», ha zanjado. El sistema de financiación singular de Cataluña pactado por el Gobierno con la Generalitat de Salvador Illa (PSC) para cederle la gestión, recaudación, liquidación e inspección de los tributos que se pagan en este territorio no sólo despierta recelos en las comunidades del régimen común gobernadas por el PP, como Andalucía , y por el PSOE, como Castilla-La Mancha y Asturias . También el expresidente del Parlamento Europeo y ex Alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrel l, ha mostrado su rechazo a que Cataluña tenga un cupo fiscal parecido a los territorios forales del País Vasco y Navarra. «Si el problema es que Cataluña está mal financiada, hay que decir que Andalucía está mucho peor financiada que Cataluña », al igual que Valencia y Madrid que «están peor financiadas que Cataluña», ha afirmado.«Es posible que todas estén mal financiadas, y entonces habría que aumentar la financiación», ha señalado el expresidente del Parlamento Europeo y el que fuera ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España en la primera legislatura del gobierno de Pedro Sánchez (PSOE), según recoge Europa Press. Así se ha pronunciado de esta forma a preguntas de los periodistas en Cuacos de Yuste (Cáceres), donde ha participado en el curso de verano ‘El nuevo orden mundial y el eje atlántico’, en el marco del programa Campus Yuste.Borrell ha aseverado que no está «a favor» de la financiación singular que se ha negociado para Cataluña, que supone un «modelo de concierto» que «favorece a las comunidades más ricas». A su juicio, la propuesta de la nueva financiación, que consiste en « transferir a Cataluña la gestión y la recaudación de los grandes impuestos estatales , renta, sociedades e IVA», a su juicio, «lo que hace en la práctica, si se llega a aplicar, es copiar el modelo del sistema vasco y navarro», por lo que «ahora se pretende el concierto con Cataluña», ha afirmado.Comunidades ricas«Le pueden llamar singular y lo que quieran, pero cuando uno mira en qué consiste, pues consiste en que Cataluña recibe la gestión y por lo tanto la caja que se obtiene de los impuestos estatales», de tal forma que si se llevara a cabo, «Cataluña recibiría de recaudación 30.000 millones de euros, que es la parte que hoy corresponde al Estado de los impuestos estatales en Cataluña».Según lo pactado, Cataluña « le pagaría al Estado, como hace el País Vasco y Navarra , una contribución a los gastos que el Estado hace por Cataluña, y la única diferencia es que, además, habría una aportación para la solidaridad» «Éste es un modelo de concierto».Los sistemas de concierto «favorecen, y por eso los piden, las comunidades más ricas, porque eso juega a su favor», ya que «cuando tienes la caja en casa, tu capacidad negociadora es mucho más grande», ha remarcado el expresidente del Parlamento europoeo.En concecuencia, Josep Borrell ha señalado que «no es un modelo bueno», y «pretender trasladarlo a todas las autonomías me parece un dislate, porque entonces desaparecería la Agencia Tributaria», que se fragmentaría en «trocitos, y el Estado se quedaría sin ingresos fiscales». «Un Estado sin ingresos fiscales, sería un Estado muy débil, y solo recibiría lo que las comunidades le dieran, porque habrían pasado a ser fiscalmente soberanas», ha proseguido para insistir en que «no es el modelo que funcionaría en España».El «error» de fragmentar la gestión tributariaBorrell cree que «está por ver» cuánto se va a quedar Cataluña de la recaudación, pero «extrapolar este modelo a todas las comunidades autónomas no es más que un intento de enmascarar la singularidad que, en el fondo , no se le llama lo que es, que es un régimen de concierto», tras lo que ha recordado que «la Constitución reserva este régimen para los países forales, nos guste o no, así está escrita la Constitución».La financiación singular de Cataluña «trata de enmascarar el carácter de concierto de este sistema, diciendo que todos los que quieran lo tendrán también». «A mí me parece que fragmentar la gestión tributaria es un grave error que no deberíamos cometer», ha zanjado. El sistema de financiación singular de Cataluña pactado por el Gobierno con la Generalitat de Salvador Illa (PSC) para cederle la gestión, recaudación, liquidación e inspección de los tributos que se pagan en este territorio no sólo despierta recelos en las comunidades del régimen común gobernadas por el PP, como Andalucía , y por el PSOE, como Castilla-La Mancha y Asturias . También el expresidente del Parlamento Europeo y ex Alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrel l, ha mostrado su rechazo a que Cataluña tenga un cupo fiscal parecido a los territorios forales del País Vasco y Navarra. «Si el problema es que Cataluña está mal financiada, hay que decir que Andalucía está mucho peor financiada que Cataluña », al igual que Valencia y Madrid que «están peor financiadas que Cataluña», ha afirmado.«Es posible que todas estén mal financiadas, y entonces habría que aumentar la financiación», ha señalado el expresidente del Parlamento Europeo y el que fuera ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España en la primera legislatura del gobierno de Pedro Sánchez (PSOE), según recoge Europa Press. Así se ha pronunciado de esta forma a preguntas de los periodistas en Cuacos de Yuste (Cáceres), donde ha participado en el curso de verano ‘El nuevo orden mundial y el eje atlántico’, en el marco del programa Campus Yuste.Borrell ha aseverado que no está «a favor» de la financiación singular que se ha negociado para Cataluña, que supone un «modelo de concierto» que «favorece a las comunidades más ricas». A su juicio, la propuesta de la nueva financiación, que consiste en « transferir a Cataluña la gestión y la recaudación de los grandes impuestos estatales , renta, sociedades e IVA», a su juicio, «lo que hace en la práctica, si se llega a aplicar, es copiar el modelo del sistema vasco y navarro», por lo que «ahora se pretende el concierto con Cataluña», ha afirmado.Comunidades ricas«Le pueden llamar singular y lo que quieran, pero cuando uno mira en qué consiste, pues consiste en que Cataluña recibe la gestión y por lo tanto la caja que se obtiene de los impuestos estatales», de tal forma que si se llevara a cabo, «Cataluña recibiría de recaudación 30.000 millones de euros, que es la parte que hoy corresponde al Estado de los impuestos estatales en Cataluña».Según lo pactado, Cataluña « le pagaría al Estado, como hace el País Vasco y Navarra , una contribución a los gastos que el Estado hace por Cataluña, y la única diferencia es que, además, habría una aportación para la solidaridad» «Éste es un modelo de concierto».Los sistemas de concierto «favorecen, y por eso los piden, las comunidades más ricas, porque eso juega a su favor», ya que «cuando tienes la caja en casa, tu capacidad negociadora es mucho más grande», ha remarcado el expresidente del Parlamento europoeo.En concecuencia, Josep Borrell ha señalado que «no es un modelo bueno», y «pretender trasladarlo a todas las autonomías me parece un dislate, porque entonces desaparecería la Agencia Tributaria», que se fragmentaría en «trocitos, y el Estado se quedaría sin ingresos fiscales». «Un Estado sin ingresos fiscales, sería un Estado muy débil, y solo recibiría lo que las comunidades le dieran, porque habrían pasado a ser fiscalmente soberanas», ha proseguido para insistir en que «no es el modelo que funcionaría en España».El «error» de fragmentar la gestión tributariaBorrell cree que «está por ver» cuánto se va a quedar Cataluña de la recaudación, pero «extrapolar este modelo a todas las comunidades autónomas no es más que un intento de enmascarar la singularidad que, en el fondo , no se le llama lo que es, que es un régimen de concierto», tras lo que ha recordado que «la Constitución reserva este régimen para los países forales, nos guste o no, así está escrita la Constitución».La financiación singular de Cataluña «trata de enmascarar el carácter de concierto de este sistema, diciendo que todos los que quieran lo tendrán también». «A mí me parece que fragmentar la gestión tributaria es un grave error que no deberíamos cometer», ha zanjado. 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