Hasta aquí. Juanma Moreno acusa a María Jesús Montero de diseñar una «estrategia» para «reventar los plenos» del Parlamento andaluz. El presidente de la Junta se negaba a responder la última pregunta de la sesión, formulada por Toni Martín (del Grupo Popular), ante la algarada registrada en la cámara de representación de la soberanía popular. «Renuncio a mi respuesta ante el bochornoso espectáculo que está generando el Grupo Socialista», comunicaba a Jesús Aguirre justo antes de recoger sus pertenencias y marcharse aplaudido por su bancada y entre la indignación de los socialistas.Moreno está convencido y así lo ha verbalizado de que el pésimo espectáculo ofrecido ayer en el hospital de las Cinco Llagas no responde a un episodio aislado de confrontación. No es un calentón. Es en realidad una maniobra orquestada por el núcleo duro de la formación, encabezado por su secretaria general en Andalucía, que busca la inestabilidad del Gobierno andaluz con ataques agresivos y cuestiones que apenas registran un interés real para el ciudadano de la Comunidad. Por un lado, representa la archiconocida estrategia de ‘el ataque es la mejor defensa’, ahora que el PSOE está «con el agua al cuello por las corruptelas». Por el otro, es un cambio de posición en su oposición, habida cuenta de que el talante más sereno de Juan Espadas apenas ha producido desgaste en el dirigente popular.«Si tienen algo que decir, una propuesta para solucionar los problemas andaluzas, una crítica rigurosa… pero balbucear, chillar, sin dejar de hablar a nadie» no conduce a nada. Moreno lo comprueba al ver que a la portavoz socialista «le sobra tiempo. Es que no tiene nada que decir. Creo sinceramente que es un papel que usted no se merece, impropio de una formación seria, rigurosa y sensata», lamentó. Señala que tanto María Márquez como la propia Rocío Arrabal, principal ‘alborotadora’ en el pleno de ayer, no son más que títeres que ejecutan las órdenes de su superiora Montero. «Es indefendible lo que ha pasado en el Partido Socialista Obrero Español, lo que está pasando y lo que pasará».«Se preveía y el tiempo nos ha dado la razón. Hay una estrategia de reventar los plenos en el Parlamento, de embarrar, montar bronca y no dejar hablar a nadie», criticaba el presidente. El propio PSOE sacaba el espinoso tema de Paco Salazar, hombre fuerte en Andalucía y fiel escudero de Sánchez, para elogiar el comportamiento socialista. «Ante una denuncia, el PSOE actúa. Ese es nuestro rasero», subrayó Márquez, contraponiendo en la balanza la actitud del PP con respecto a una denuncia por acoso al alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce . Lo comparó con el caso Nevenka y le advirtió que le estallará pronto. ««No son creíbles en esta materia», insistía Moreno. «Han roto una de las líneas de flotación de su electorado». Precisamente, el respeto a la mujer frente a las correrías de Koldo, Ábalos o el Tito Berni llevaban al Parlamento a su punto de ebullición. Toni Martín (PP-A) arrojaba a los socialistas esos nombres que avergüenzan a todos los españoles con un enérgico discurso, y la indignación en el contrario convertía el Parlamento en una jaula de grillos. Y hasta aquí.Feminismo y migración, los asuntos más discutidosAntes, la sesión discurría de la manera esperada, con todos los grupos ya en precampaña electoral , replicando los argumentos que emanan desde sus centros nacionales. Inmaculada Nieto (Por Andalucía) criticaba la «privatización» tanto de la Sanidad como de la Educación, a lo que Moreno respondía con cifras que intentan desmentir ese eje ideológico tradicional de la izquierda . «El 93% de las titulaciones son de universidades públicas y el 7% de la privada» , contestaba el presidente. «¿Por qué no hicieron nada para cambiar los conciertos cuando gobernaban? En cuanto les dan un sillón, ya no hay ideología. Se ve ahora en Madrid. Asumen y acatan los casos de corrupción mientras estén en el poder. Así que discursos morales, ninguno».« Le cuesta tapar el silencio tan cómplice respecto a las actuaciones de su jefa Yolanda Díaz», argumentaba. «Ni siquiera levantan la voz para denunciar que en el Gobierno que ustedes soportan hubo ministros que han hecho uso y abuso de las mujeres en su más terrible expresión que es la prostitución».La relación con VOX ha adquirido una nueva dimensión totalmente ligada a la existente entre los líderes nacionales. «Tenemos claro que prefieren pactar con el diablo », atacaba el portavoz Manuel Gavira. «Su primera opción siempre es el partido socialista. Lo mismo que pasa en Bruselas».«Ya han entrado en campaña y tendrán el mismo mantra hasta final de legislatura: ‘El PP de Andalucía es el nuevo PSOE’», replicaba Moreno. Se enzarzaban en su gran discordancia, la inmigración . «Es necesaria», rebatía el presidente. «Si no, la economía se cae. ¿Qué pedimos? Inmigración organizada, regulada y planificada, no el descontrol que ha impuesto Sánchez. Es incapaz de proteger nuestras fronteras, pero no sólo de tráfico de personas, sino del tráfico de drogas. El narco está creciendo y ya llega a las costas de Almería».Gavira le lanzaba un guante que recibía una respuesta clara, rotunda y premonitoria. «¿Pactaría con Montero?», le interrogaba el gaditano.«¿Cómo voy a pactar con Montero si es Sánchez? Es imposible, no hay posibilidad de acuerdo. Además, la señora Montero se ha encargado. Teníamos un acuerdo con (Juan) Espadas por el Defensor del Pueblo y lo ha fulminado». Andalucía, todas las regiones, ya son una cámara de resonancia del griterío nacional. Hasta aquí. Juanma Moreno acusa a María Jesús Montero de diseñar una «estrategia» para «reventar los plenos» del Parlamento andaluz. El presidente de la Junta se negaba a responder la última pregunta de la sesión, formulada por Toni Martín (del Grupo Popular), ante la algarada registrada en la cámara de representación de la soberanía popular. «Renuncio a mi respuesta ante el bochornoso espectáculo que está generando el Grupo Socialista», comunicaba a Jesús Aguirre justo antes de recoger sus pertenencias y marcharse aplaudido por su bancada y entre la indignación de los socialistas.Moreno está convencido y así lo ha verbalizado de que el pésimo espectáculo ofrecido ayer en el hospital de las Cinco Llagas no responde a un episodio aislado de confrontación. No es un calentón. Es en realidad una maniobra orquestada por el núcleo duro de la formación, encabezado por su secretaria general en Andalucía, que busca la inestabilidad del Gobierno andaluz con ataques agresivos y cuestiones que apenas registran un interés real para el ciudadano de la Comunidad. Por un lado, representa la archiconocida estrategia de ‘el ataque es la mejor defensa’, ahora que el PSOE está «con el agua al cuello por las corruptelas». Por el otro, es un cambio de posición en su oposición, habida cuenta de que el talante más sereno de Juan Espadas apenas ha producido desgaste en el dirigente popular.«Si tienen algo que decir, una propuesta para solucionar los problemas andaluzas, una crítica rigurosa… pero balbucear, chillar, sin dejar de hablar a nadie» no conduce a nada. Moreno lo comprueba al ver que a la portavoz socialista «le sobra tiempo. Es que no tiene nada que decir. Creo sinceramente que es un papel que usted no se merece, impropio de una formación seria, rigurosa y sensata», lamentó. Señala que tanto María Márquez como la propia Rocío Arrabal, principal ‘alborotadora’ en el pleno de ayer, no son más que títeres que ejecutan las órdenes de su superiora Montero. «Es indefendible lo que ha pasado en el Partido Socialista Obrero Español, lo que está pasando y lo que pasará».«Se preveía y el tiempo nos ha dado la razón. Hay una estrategia de reventar los plenos en el Parlamento, de embarrar, montar bronca y no dejar hablar a nadie», criticaba el presidente. El propio PSOE sacaba el espinoso tema de Paco Salazar, hombre fuerte en Andalucía y fiel escudero de Sánchez, para elogiar el comportamiento socialista. «Ante una denuncia, el PSOE actúa. Ese es nuestro rasero», subrayó Márquez, contraponiendo en la balanza la actitud del PP con respecto a una denuncia por acoso al alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce . Lo comparó con el caso Nevenka y le advirtió que le estallará pronto. ««No son creíbles en esta materia», insistía Moreno. «Han roto una de las líneas de flotación de su electorado». Precisamente, el respeto a la mujer frente a las correrías de Koldo, Ábalos o el Tito Berni llevaban al Parlamento a su punto de ebullición. Toni Martín (PP-A) arrojaba a los socialistas esos nombres que avergüenzan a todos los españoles con un enérgico discurso, y la indignación en el contrario convertía el Parlamento en una jaula de grillos. Y hasta aquí.Feminismo y migración, los asuntos más discutidosAntes, la sesión discurría de la manera esperada, con todos los grupos ya en precampaña electoral , replicando los argumentos que emanan desde sus centros nacionales. Inmaculada Nieto (Por Andalucía) criticaba la «privatización» tanto de la Sanidad como de la Educación, a lo que Moreno respondía con cifras que intentan desmentir ese eje ideológico tradicional de la izquierda . «El 93% de las titulaciones son de universidades públicas y el 7% de la privada» , contestaba el presidente. «¿Por qué no hicieron nada para cambiar los conciertos cuando gobernaban? En cuanto les dan un sillón, ya no hay ideología. Se ve ahora en Madrid. Asumen y acatan los casos de corrupción mientras estén en el poder. Así que discursos morales, ninguno».« Le cuesta tapar el silencio tan cómplice respecto a las actuaciones de su jefa Yolanda Díaz», argumentaba. «Ni siquiera levantan la voz para denunciar que en el Gobierno que ustedes soportan hubo ministros que han hecho uso y abuso de las mujeres en su más terrible expresión que es la prostitución».La relación con VOX ha adquirido una nueva dimensión totalmente ligada a la existente entre los líderes nacionales. «Tenemos claro que prefieren pactar con el diablo », atacaba el portavoz Manuel Gavira. «Su primera opción siempre es el partido socialista. Lo mismo que pasa en Bruselas».«Ya han entrado en campaña y tendrán el mismo mantra hasta final de legislatura: ‘El PP de Andalucía es el nuevo PSOE’», replicaba Moreno. Se enzarzaban en su gran discordancia, la inmigración . «Es necesaria», rebatía el presidente. «Si no, la economía se cae. ¿Qué pedimos? Inmigración organizada, regulada y planificada, no el descontrol que ha impuesto Sánchez. Es incapaz de proteger nuestras fronteras, pero no sólo de tráfico de personas, sino del tráfico de drogas. El narco está creciendo y ya llega a las costas de Almería».Gavira le lanzaba un guante que recibía una respuesta clara, rotunda y premonitoria. «¿Pactaría con Montero?», le interrogaba el gaditano.«¿Cómo voy a pactar con Montero si es Sánchez? Es imposible, no hay posibilidad de acuerdo. Además, la señora Montero se ha encargado. Teníamos un acuerdo con (Juan) Espadas por el Defensor del Pueblo y lo ha fulminado». Andalucía, todas las regiones, ya son una cámara de resonancia del griterío nacional. Hasta aquí. Juanma Moreno acusa a María Jesús Montero de diseñar una «estrategia» para «reventar los plenos» del Parlamento andaluz. El presidente de la Junta se negaba a responder la última pregunta de la sesión, formulada por Toni Martín (del Grupo Popular), ante la algarada registrada en la cámara de representación de la soberanía popular. «Renuncio a mi respuesta ante el bochornoso espectáculo que está generando el Grupo Socialista», comunicaba a Jesús Aguirre justo antes de recoger sus pertenencias y marcharse aplaudido por su bancada y entre la indignación de los socialistas.Moreno está convencido y así lo ha verbalizado de que el pésimo espectáculo ofrecido ayer en el hospital de las Cinco Llagas no responde a un episodio aislado de confrontación. No es un calentón. Es en realidad una maniobra orquestada por el núcleo duro de la formación, encabezado por su secretaria general en Andalucía, que busca la inestabilidad del Gobierno andaluz con ataques agresivos y cuestiones que apenas registran un interés real para el ciudadano de la Comunidad. Por un lado, representa la archiconocida estrategia de ‘el ataque es la mejor defensa’, ahora que el PSOE está «con el agua al cuello por las corruptelas». Por el otro, es un cambio de posición en su oposición, habida cuenta de que el talante más sereno de Juan Espadas apenas ha producido desgaste en el dirigente popular.«Si tienen algo que decir, una propuesta para solucionar los problemas andaluzas, una crítica rigurosa… pero balbucear, chillar, sin dejar de hablar a nadie» no conduce a nada. Moreno lo comprueba al ver que a la portavoz socialista «le sobra tiempo. Es que no tiene nada que decir. Creo sinceramente que es un papel que usted no se merece, impropio de una formación seria, rigurosa y sensata», lamentó. Señala que tanto María Márquez como la propia Rocío Arrabal, principal ‘alborotadora’ en el pleno de ayer, no son más que títeres que ejecutan las órdenes de su superiora Montero. «Es indefendible lo que ha pasado en el Partido Socialista Obrero Español, lo que está pasando y lo que pasará».«Se preveía y el tiempo nos ha dado la razón. Hay una estrategia de reventar los plenos en el Parlamento, de embarrar, montar bronca y no dejar hablar a nadie», criticaba el presidente. El propio PSOE sacaba el espinoso tema de Paco Salazar, hombre fuerte en Andalucía y fiel escudero de Sánchez, para elogiar el comportamiento socialista. «Ante una denuncia, el PSOE actúa. Ese es nuestro rasero», subrayó Márquez, contraponiendo en la balanza la actitud del PP con respecto a una denuncia por acoso al alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce . Lo comparó con el caso Nevenka y le advirtió que le estallará pronto. ««No son creíbles en esta materia», insistía Moreno. «Han roto una de las líneas de flotación de su electorado». Precisamente, el respeto a la mujer frente a las correrías de Koldo, Ábalos o el Tito Berni llevaban al Parlamento a su punto de ebullición. Toni Martín (PP-A) arrojaba a los socialistas esos nombres que avergüenzan a todos los españoles con un enérgico discurso, y la indignación en el contrario convertía el Parlamento en una jaula de grillos. Y hasta aquí.Feminismo y migración, los asuntos más discutidosAntes, la sesión discurría de la manera esperada, con todos los grupos ya en precampaña electoral , replicando los argumentos que emanan desde sus centros nacionales. Inmaculada Nieto (Por Andalucía) criticaba la «privatización» tanto de la Sanidad como de la Educación, a lo que Moreno respondía con cifras que intentan desmentir ese eje ideológico tradicional de la izquierda . «El 93% de las titulaciones son de universidades públicas y el 7% de la privada» , contestaba el presidente. «¿Por qué no hicieron nada para cambiar los conciertos cuando gobernaban? En cuanto les dan un sillón, ya no hay ideología. Se ve ahora en Madrid. Asumen y acatan los casos de corrupción mientras estén en el poder. Así que discursos morales, ninguno».« Le cuesta tapar el silencio tan cómplice respecto a las actuaciones de su jefa Yolanda Díaz», argumentaba. «Ni siquiera levantan la voz para denunciar que en el Gobierno que ustedes soportan hubo ministros que han hecho uso y abuso de las mujeres en su más terrible expresión que es la prostitución».La relación con VOX ha adquirido una nueva dimensión totalmente ligada a la existente entre los líderes nacionales. «Tenemos claro que prefieren pactar con el diablo », atacaba el portavoz Manuel Gavira. «Su primera opción siempre es el partido socialista. Lo mismo que pasa en Bruselas».«Ya han entrado en campaña y tendrán el mismo mantra hasta final de legislatura: ‘El PP de Andalucía es el nuevo PSOE’», replicaba Moreno. Se enzarzaban en su gran discordancia, la inmigración . «Es necesaria», rebatía el presidente. «Si no, la economía se cae. ¿Qué pedimos? Inmigración organizada, regulada y planificada, no el descontrol que ha impuesto Sánchez. Es incapaz de proteger nuestras fronteras, pero no sólo de tráfico de personas, sino del tráfico de drogas. El narco está creciendo y ya llega a las costas de Almería».Gavira le lanzaba un guante que recibía una respuesta clara, rotunda y premonitoria. «¿Pactaría con Montero?», le interrogaba el gaditano.«¿Cómo voy a pactar con Montero si es Sánchez? Es imposible, no hay posibilidad de acuerdo. Además, la señora Montero se ha encargado. Teníamos un acuerdo con (Juan) Espadas por el Defensor del Pueblo y lo ha fulminado». Andalucía, todas las regiones, ya son una cámara de resonancia del griterío nacional. RSS de noticias de espana/andalucia
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