Hace casi 20 años que los tribunales paralizaron la construcción del hotel El Algarrobico en la costa de Carboneras dentro de los terrenos protegidos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar en Almería. La Justicia ha emitido un sinfín de sentencias que dejan de manifiesto la ilegalidad de la construcción. No ha habido juez que determine su demolición inmediata, ni tampoco dirigente de la Junta de Andalucía. Primero fue Manuel Chaves , después José Antonio Griñán , luego Susana Díaz y ahora Juanma Moreno . Cuatro presidentes del Gobierno andaluz que han manifestado públicamente su voluntad para derribar el hotel. Hasta ahora ninguno de ellos lo ha conseguido. Este es el gran reto que se propuso el ‘popular’ Moreno para este año 2024 que ahora concluye, e incluso lo recogió expresamente en su discurso del nuevo año. «La Junta hará todo lo posible para derribar el Algarrobico», dijo. El presidente andaluz tiende la mano al Gobierno de España para hacer frente a los gastos de la demolición, desescombrado y regeneración del entorno, pero en ningún momento ha hecho mención a la responsabilidad patrimonial .Antes de ordenar el derribo del macrohotel tiene que anularse a licencia de obras. Esto ha quedado más que claro en el largo proceso judicial. Ya lo dijo el Tribunal Supremo en enero de 2023, y así lo han instado la Junta de Andalucía, los grupos ecologistas y el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) . La derogación del permiso está en manos del Ayuntamiento de Carboneras, es el último paso antes de ordenar su destrucción. Si el Consistorio carbonero declara nulo el permiso municipal que se concedió en 2003, el siguiente paso natural es la incoación de un expediente de demolición sobre la edificación de una veintena de plantas y 411 habitaciones. La promotora del edificio y dueña de los terrenos Azata del Sol mantiene vivas las reclamaciones por responsabilidad patrimonial ante los tribunales. Anular el permiso de obras puede suponer una indemnización para Azata de casi 100 millones de euros, un montante al que Carboneras en solitario difícilmente puede hacer frente. Esta localidad con unos 8.400 habitantes viene teniendo un presupuesto anual de unos 15 millones de euros. Tanto la Junta como el Gobierno firmaron un acuerdo en 2011 para el derribo y regeneración del entorno. Estas tareas se calcularon en unos 30 millones de euros, una cantidad muy lejana de la responsabilidad patrimonial que le correspondería a la promotora del hotel. La construcción del hotel El Algarrobico en la costa de Carboneras en Almería protagoniza uno de los galimatías judiciales más farragosos del mundo inmobiliario español. A solo 50 metros de la línea de costa, Azata del Sol adquirió 16,2 hectáreas de suelo por 2,3 millones de euros . La promotora obtuvo la licencia municipal y consiguió los informes favorables para el desarrollo urbanístico conforme a la planificación.Cuando el hotel se encontraba al 95% de su construcción, en 2005 un juzgado de Almería resolvió paralizar las obras . La asociación ‘Salvemos Mojácar’ fue la primera en denunciar, se sumaron otras organizaciones ecologistas como Greenpeace. A partir de aquí se inicia un periplo judicial que por el momento no tiene fin después de dos décadas. La promotora no ha recibido ninguna sanción por su proyecto, pero tampoco una compensación económica por la paralización de la obra. La fecha del derribo del hotel sigue siendo una incógnita, hay quién cree que se caerá solo antes de que algún juez ordene derribarlo debido a las consecuencias económicas que podría tener. Nueva informaciónDurante el último año, el Alto Tribunal andaluz ha solicitado al Ayuntamiento de Carboneras nueva información sobre el grado de cumplimiento de las sentencias. Ha sido un idas y venidas de documentación que no tienen un final claro. El Consistorio carbonero sigue siendo un actor clave en el caso, ya que de su disposición para acatar de forma plena las sentencias es primordial para la demolición de la construcción. Los cambios políticos en Carboneras han jugado un papel controvertido. Durante décadas se han tomado decisiones que lejos de acometer plenamente los fallos sobre El Algarrobico han dilatado en el tiempo los mismos. Una inestabilidad de gestión que se suma al largo proceso judicial para eliminar del paisaje la mega construcción ilegal. En año y medio, desde las elecciones municipales de 2023, la localidad cuenta con su tercer equipo de Gobierno. Primero liderado por el PP con el apoyo de Ciudadanos, ocho meses después fueron expulsados y el único edil de la extinta formación naranja pactó con lo socialistas. Solo han pasado tres meses y en diciembre, el ‘hombre de la llave’ de Cs recupera a los concejales populares y rompe con los socialistas, eso sí, quitando de en medio al líder popular del municipio.Los plazosLa espiral legal entorno a El Algarrobico sigue girando y no parece que nadie pueda pararla. Desde la Junta de Andalucía, consejeros como el almeriense Ramón Fernández-Pacheco o Catalina García se han aventurado a poner plazo a la demolición. Seis meses se daban de tiempo a partir de octubre de 2024, sacan pecho del acuerdo con el Gobierno de España y confían en las decisiones judiciales del TSJA.Según sus cálculos en la primavera de 2025 deberían estar las piquetas haciendo su trabajo. Por el momento, habrá que seguir esperando para ver los próximos pasos en torno al derribo del hotel El Algarrobico, principalmente a nivel municipal. Un gran reto que quiere cumplir Moreno durante esta legislatura a sabiendas de las dificultades y el entramado judicial que arrastra esta construcción ilegal de la costa andaluza. Hace casi 20 años que los tribunales paralizaron la construcción del hotel El Algarrobico en la costa de Carboneras dentro de los terrenos protegidos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar en Almería. La Justicia ha emitido un sinfín de sentencias que dejan de manifiesto la ilegalidad de la construcción. No ha habido juez que determine su demolición inmediata, ni tampoco dirigente de la Junta de Andalucía. Primero fue Manuel Chaves , después José Antonio Griñán , luego Susana Díaz y ahora Juanma Moreno . Cuatro presidentes del Gobierno andaluz que han manifestado públicamente su voluntad para derribar el hotel. Hasta ahora ninguno de ellos lo ha conseguido. Este es el gran reto que se propuso el ‘popular’ Moreno para este año 2024 que ahora concluye, e incluso lo recogió expresamente en su discurso del nuevo año. «La Junta hará todo lo posible para derribar el Algarrobico», dijo. El presidente andaluz tiende la mano al Gobierno de España para hacer frente a los gastos de la demolición, desescombrado y regeneración del entorno, pero en ningún momento ha hecho mención a la responsabilidad patrimonial .Antes de ordenar el derribo del macrohotel tiene que anularse a licencia de obras. Esto ha quedado más que claro en el largo proceso judicial. Ya lo dijo el Tribunal Supremo en enero de 2023, y así lo han instado la Junta de Andalucía, los grupos ecologistas y el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) . La derogación del permiso está en manos del Ayuntamiento de Carboneras, es el último paso antes de ordenar su destrucción. Si el Consistorio carbonero declara nulo el permiso municipal que se concedió en 2003, el siguiente paso natural es la incoación de un expediente de demolición sobre la edificación de una veintena de plantas y 411 habitaciones. La promotora del edificio y dueña de los terrenos Azata del Sol mantiene vivas las reclamaciones por responsabilidad patrimonial ante los tribunales. Anular el permiso de obras puede suponer una indemnización para Azata de casi 100 millones de euros, un montante al que Carboneras en solitario difícilmente puede hacer frente. Esta localidad con unos 8.400 habitantes viene teniendo un presupuesto anual de unos 15 millones de euros. Tanto la Junta como el Gobierno firmaron un acuerdo en 2011 para el derribo y regeneración del entorno. Estas tareas se calcularon en unos 30 millones de euros, una cantidad muy lejana de la responsabilidad patrimonial que le correspondería a la promotora del hotel. La construcción del hotel El Algarrobico en la costa de Carboneras en Almería protagoniza uno de los galimatías judiciales más farragosos del mundo inmobiliario español. A solo 50 metros de la línea de costa, Azata del Sol adquirió 16,2 hectáreas de suelo por 2,3 millones de euros . La promotora obtuvo la licencia municipal y consiguió los informes favorables para el desarrollo urbanístico conforme a la planificación.Cuando el hotel se encontraba al 95% de su construcción, en 2005 un juzgado de Almería resolvió paralizar las obras . La asociación ‘Salvemos Mojácar’ fue la primera en denunciar, se sumaron otras organizaciones ecologistas como Greenpeace. A partir de aquí se inicia un periplo judicial que por el momento no tiene fin después de dos décadas. La promotora no ha recibido ninguna sanción por su proyecto, pero tampoco una compensación económica por la paralización de la obra. La fecha del derribo del hotel sigue siendo una incógnita, hay quién cree que se caerá solo antes de que algún juez ordene derribarlo debido a las consecuencias económicas que podría tener. Nueva informaciónDurante el último año, el Alto Tribunal andaluz ha solicitado al Ayuntamiento de Carboneras nueva información sobre el grado de cumplimiento de las sentencias. Ha sido un idas y venidas de documentación que no tienen un final claro. El Consistorio carbonero sigue siendo un actor clave en el caso, ya que de su disposición para acatar de forma plena las sentencias es primordial para la demolición de la construcción. Los cambios políticos en Carboneras han jugado un papel controvertido. Durante décadas se han tomado decisiones que lejos de acometer plenamente los fallos sobre El Algarrobico han dilatado en el tiempo los mismos. Una inestabilidad de gestión que se suma al largo proceso judicial para eliminar del paisaje la mega construcción ilegal. En año y medio, desde las elecciones municipales de 2023, la localidad cuenta con su tercer equipo de Gobierno. Primero liderado por el PP con el apoyo de Ciudadanos, ocho meses después fueron expulsados y el único edil de la extinta formación naranja pactó con lo socialistas. Solo han pasado tres meses y en diciembre, el ‘hombre de la llave’ de Cs recupera a los concejales populares y rompe con los socialistas, eso sí, quitando de en medio al líder popular del municipio.Los plazosLa espiral legal entorno a El Algarrobico sigue girando y no parece que nadie pueda pararla. Desde la Junta de Andalucía, consejeros como el almeriense Ramón Fernández-Pacheco o Catalina García se han aventurado a poner plazo a la demolición. Seis meses se daban de tiempo a partir de octubre de 2024, sacan pecho del acuerdo con el Gobierno de España y confían en las decisiones judiciales del TSJA.Según sus cálculos en la primavera de 2025 deberían estar las piquetas haciendo su trabajo. Por el momento, habrá que seguir esperando para ver los próximos pasos en torno al derribo del hotel El Algarrobico, principalmente a nivel municipal. Un gran reto que quiere cumplir Moreno durante esta legislatura a sabiendas de las dificultades y el entramado judicial que arrastra esta construcción ilegal de la costa andaluza. Hace casi 20 años que los tribunales paralizaron la construcción del hotel El Algarrobico en la costa de Carboneras dentro de los terrenos protegidos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar en Almería. La Justicia ha emitido un sinfín de sentencias que dejan de manifiesto la ilegalidad de la construcción. No ha habido juez que determine su demolición inmediata, ni tampoco dirigente de la Junta de Andalucía. Primero fue Manuel Chaves , después José Antonio Griñán , luego Susana Díaz y ahora Juanma Moreno . Cuatro presidentes del Gobierno andaluz que han manifestado públicamente su voluntad para derribar el hotel. Hasta ahora ninguno de ellos lo ha conseguido. Este es el gran reto que se propuso el ‘popular’ Moreno para este año 2024 que ahora concluye, e incluso lo recogió expresamente en su discurso del nuevo año. «La Junta hará todo lo posible para derribar el Algarrobico», dijo. El presidente andaluz tiende la mano al Gobierno de España para hacer frente a los gastos de la demolición, desescombrado y regeneración del entorno, pero en ningún momento ha hecho mención a la responsabilidad patrimonial .Antes de ordenar el derribo del macrohotel tiene que anularse a licencia de obras. Esto ha quedado más que claro en el largo proceso judicial. Ya lo dijo el Tribunal Supremo en enero de 2023, y así lo han instado la Junta de Andalucía, los grupos ecologistas y el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) . La derogación del permiso está en manos del Ayuntamiento de Carboneras, es el último paso antes de ordenar su destrucción. Si el Consistorio carbonero declara nulo el permiso municipal que se concedió en 2003, el siguiente paso natural es la incoación de un expediente de demolición sobre la edificación de una veintena de plantas y 411 habitaciones. La promotora del edificio y dueña de los terrenos Azata del Sol mantiene vivas las reclamaciones por responsabilidad patrimonial ante los tribunales. Anular el permiso de obras puede suponer una indemnización para Azata de casi 100 millones de euros, un montante al que Carboneras en solitario difícilmente puede hacer frente. Esta localidad con unos 8.400 habitantes viene teniendo un presupuesto anual de unos 15 millones de euros. Tanto la Junta como el Gobierno firmaron un acuerdo en 2011 para el derribo y regeneración del entorno. Estas tareas se calcularon en unos 30 millones de euros, una cantidad muy lejana de la responsabilidad patrimonial que le correspondería a la promotora del hotel. La construcción del hotel El Algarrobico en la costa de Carboneras en Almería protagoniza uno de los galimatías judiciales más farragosos del mundo inmobiliario español. A solo 50 metros de la línea de costa, Azata del Sol adquirió 16,2 hectáreas de suelo por 2,3 millones de euros . La promotora obtuvo la licencia municipal y consiguió los informes favorables para el desarrollo urbanístico conforme a la planificación.Cuando el hotel se encontraba al 95% de su construcción, en 2005 un juzgado de Almería resolvió paralizar las obras . La asociación ‘Salvemos Mojácar’ fue la primera en denunciar, se sumaron otras organizaciones ecologistas como Greenpeace. A partir de aquí se inicia un periplo judicial que por el momento no tiene fin después de dos décadas. La promotora no ha recibido ninguna sanción por su proyecto, pero tampoco una compensación económica por la paralización de la obra. La fecha del derribo del hotel sigue siendo una incógnita, hay quién cree que se caerá solo antes de que algún juez ordene derribarlo debido a las consecuencias económicas que podría tener. Nueva informaciónDurante el último año, el Alto Tribunal andaluz ha solicitado al Ayuntamiento de Carboneras nueva información sobre el grado de cumplimiento de las sentencias. Ha sido un idas y venidas de documentación que no tienen un final claro. El Consistorio carbonero sigue siendo un actor clave en el caso, ya que de su disposición para acatar de forma plena las sentencias es primordial para la demolición de la construcción. Los cambios políticos en Carboneras han jugado un papel controvertido. Durante décadas se han tomado decisiones que lejos de acometer plenamente los fallos sobre El Algarrobico han dilatado en el tiempo los mismos. Una inestabilidad de gestión que se suma al largo proceso judicial para eliminar del paisaje la mega construcción ilegal. En año y medio, desde las elecciones municipales de 2023, la localidad cuenta con su tercer equipo de Gobierno. Primero liderado por el PP con el apoyo de Ciudadanos, ocho meses después fueron expulsados y el único edil de la extinta formación naranja pactó con lo socialistas. Solo han pasado tres meses y en diciembre, el ‘hombre de la llave’ de Cs recupera a los concejales populares y rompe con los socialistas, eso sí, quitando de en medio al líder popular del municipio.Los plazosLa espiral legal entorno a El Algarrobico sigue girando y no parece que nadie pueda pararla. Desde la Junta de Andalucía, consejeros como el almeriense Ramón Fernández-Pacheco o Catalina García se han aventurado a poner plazo a la demolición. Seis meses se daban de tiempo a partir de octubre de 2024, sacan pecho del acuerdo con el Gobierno de España y confían en las decisiones judiciales del TSJA.Según sus cálculos en la primavera de 2025 deberían estar las piquetas haciendo su trabajo. Por el momento, habrá que seguir esperando para ver los próximos pasos en torno al derribo del hotel El Algarrobico, principalmente a nivel municipal. Un gran reto que quiere cumplir Moreno durante esta legislatura a sabiendas de las dificultades y el entramado judicial que arrastra esta construcción ilegal de la costa andaluza. RSS de noticias de espana/andalucia
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