Ni la calavera de cristal ni el dial del destino. Si hablamos de Indiana Jones, no cabe duda de que la mayoría de cinéfilos se quedarán con alguna de las tres primeras cintas; y que para muchos de ellos, las dos más recientes tendrán más de borrón en historial que de maravilla. Y, probablemente, no les falte razón. Al arqueólogo más famoso que se ha visto en una gran pantalla se le atraganta el siglo XXI. O, más bien, se le atragantaba. Y la solución tuvo que venir en forma de videojuego, y tuvo que ser en Xbox . Desde hace escasos días los usuarios de de ordenador y de la consola más reciente de Microsoft, la Series, tienen a su alcance ‘ Indiana Jones y el Gran Círculo ‘, obra en la que el usuario se mete en la piel del profesor para pegarse un buen viaje por la Roma fascista de Mussolini, Guiza o Tailandia. Y hay sitio para la aventura, las persecuciones frenéticas y la acción, pero sobre todo para el sosiego, la investigación y el descubrimiento. Y todo huele mucho, pero mucho, a la trilogía original.Olvídate de Uncharted, Indi no es NathanEl videojuego arranca mostrando al usuario los primeros minutos de ‘El arca de la alianza’; ese arranque, ya icónico, en el que el arqueólogo entra en un templo sudamericano y trata de llevarse de su interior un ídolo de oro. La diferencia está en que, en este caso, será el jugador el que lo controle en casi todo momento. Si has andado distraído y has cogido el mando sin saber qué esperar, casi parece que te encuentras ante una versión jugable de la primera película, pero, sorpresa, qué va. Indiana está realmente en su despacho en la Universidad Marshall echando una cabezada. Ha pasado, exactamente, un año desde el empiece de la primera cinta y fuera, en Chicago, es de noche y caen chuzos de punta. Cuando se despereza, el arqueólogo se topa con un misterioso intruso que anda parloteando en latín y rebuscando entre las piezas arqueológicas del centro. Hay un enfrentamiento a puñetazo limpio y el desconocido, una mole, acaba saliéndose con la suya: roba algo y huye. Y arranca la aventura.Estas primeras fases, que duran una media hora a lo sumo, sirven para que el usuario aprenda a jugar mientras juega. Y lo hace bien, porque el inicio no se hace tedioso ni abrumador. También se deja claro, ya en ese momento, que quien se esperase que se iba a encontrar con una propuesta tipo Uncharted se equivocaba. Indiana Jones no es el cazatesoros Nathan Drake de la popular saga de PlayStation ; no se pone en plan pistolero a descerrajar a tiros a todos sus enemigos mientras se aprovecha de las coberturas. Tampoco lo vas a ver escalando templos imposibles a pulso. MÁS INFORMACIÓN noticia No Jugamos a ‘Neon Blood’: una aventura cyberpunk a la española entre lluvia y luces de neónEl arqueólogo puede trepar, pero lo justo porque es un humano corriente. También tiene una pistola, pero lo más probable es que pasen varias horas de juego antes de que tengas que emplearla por primera vez. En caso de extrema necesidad, siempre puedes recurrir a los puños (o al látigo), pero eso igual vale si tiene que enfrentarse a dos o, como mucho, tres enemigos a la vez. Porque como sean más, ya avisamos, el bueno del doctor va a acabar noqueado. Y esto también está muy bien, porque Indiana Jones no es un superhéroe. Nunca lo ha sido y nunca lo será. Por eso limitar tiroteos y el plataformeo era lo suyo.En el videojuego funciona mucho mejor apostar por el sigilo y evitar enfrentamientos; es más, el jugador está obligado a ello en varias fases si quiere seguir adelante. También, evidentemente, hay mucho sitio para la investigación y los puzles. Igual tienes que encontrar símbolos extraños mientras investigas el Vaticano disfrazado de sacerdote que andas buscando pistas en una Guiza infestada de soldados alemanes. Aquí, en la exploración y la resolución de enigmas, es en donde la obra más brilla. Todo huele mucho a la franquicia original, y es divertido. Atrapa. Cuando resuelves un misterio en forma de secundaria o de misión principal quieres ir a por el siguiente, y te apetece revisar cada punto del mapa para ver si ocurre algo inesperado.Lo que no está tan bien es la IA de los enemigos , que son bastante inútiles y tardan mucho en reaccionar cuando nos detectan. En este apartado, el videojuego peca de inocencia. No tiene nada que ver con lo que hemos visto en otras obras recientes, como ‘ Star Wars Outlaws ‘, donde usar el sigilo puede llegar a representar un desafío importante.Sosiego y arqueólogos nazisComo hemos dicho, la clave en este videojuego es el sosiego. El disfrutar de la aventura sin prisas e ir desvelando todos los misterios de cada uno de los escenarios que componen la obra. Porque aunque ‘El gran círculo’ no es un mundo abierto, sí que ofrece al usuario la posibilidad de moverse con libertad por cada una de las localizaciones que componen la propuesta.Lo que parece más difícil de justificar es que la desarrolladora, la sueca MachineGames, haya apostado porque el videojuego sea en primera persona, lo que implica que el usuario no ve a Indiana mientras lo controla. Como mucho, sus manos, lo que lleve en ellas y ya. Entendemos que esta forma de juego mejora la inmersión, y que es seña de la firma creadora, que es la misma que hay detrás de los populares Wolfenstein, pero seguimos pensando que, igual, la tercera persona le hubiera sentado mejor.La desarrolladora, sin duda, hace un buen trabajo en el diseño de los personajes con los que se cruza el aventurero. Aparecen nuevos viejos amigos -ya un clásico de las películas-, como el padre Antonio, o villanos carismáticos. Y aquí toca detenerse en el arqueólogo nazi Emmerich Voss, que pondrá a Indiana en más de un aprieto y que funciona muy bien en su rol de reverso oscuro del protagonista. En el aspecto técnico, no hay casi peros. El videojuego rinde muy bien a nivel gráfico y sonoro y no tiene fallos demasiado molestos. Igual hay alguna fase en la que el usuario se encuentra un libro levitando por arte de magia -como nos ha pasado en ABC- pero nada especialmente problemático.¿Merece la pena?Si tienes una Xbox o un ordenador competente, sin duda. Más todavía si pagas el Game Pass, porque lo podrás hacer desde ya sin tener que rascarte más el bolsillo. ‘El gran círculo’ tiene todo para encandilar al fan de la saga de películas: misterio, buena trama, la jugabilidad idónea y grandes personajes. Respeta enormemente el universo del arqueólogo y no lo traiciona ni por un momento. Dejando a un lado detalles de poco peso, ‘Indiana Jones y el gran círculo’ es, sin duda, de uno de los mejores exclusivos de la consola de Microsoft y también de uno de los grandes videojuegos que hemos recibido en 2024. Próximamente llegará también a PlayStation 5. Ni la calavera de cristal ni el dial del destino. Si hablamos de Indiana Jones, no cabe duda de que la mayoría de cinéfilos se quedarán con alguna de las tres primeras cintas; y que para muchos de ellos, las dos más recientes tendrán más de borrón en historial que de maravilla. Y, probablemente, no les falte razón. Al arqueólogo más famoso que se ha visto en una gran pantalla se le atraganta el siglo XXI. O, más bien, se le atragantaba. Y la solución tuvo que venir en forma de videojuego, y tuvo que ser en Xbox . Desde hace escasos días los usuarios de de ordenador y de la consola más reciente de Microsoft, la Series, tienen a su alcance ‘ Indiana Jones y el Gran Círculo ‘, obra en la que el usuario se mete en la piel del profesor para pegarse un buen viaje por la Roma fascista de Mussolini, Guiza o Tailandia. Y hay sitio para la aventura, las persecuciones frenéticas y la acción, pero sobre todo para el sosiego, la investigación y el descubrimiento. Y todo huele mucho, pero mucho, a la trilogía original.Olvídate de Uncharted, Indi no es NathanEl videojuego arranca mostrando al usuario los primeros minutos de ‘El arca de la alianza’; ese arranque, ya icónico, en el que el arqueólogo entra en un templo sudamericano y trata de llevarse de su interior un ídolo de oro. La diferencia está en que, en este caso, será el jugador el que lo controle en casi todo momento. Si has andado distraído y has cogido el mando sin saber qué esperar, casi parece que te encuentras ante una versión jugable de la primera película, pero, sorpresa, qué va. Indiana está realmente en su despacho en la Universidad Marshall echando una cabezada. Ha pasado, exactamente, un año desde el empiece de la primera cinta y fuera, en Chicago, es de noche y caen chuzos de punta. Cuando se despereza, el arqueólogo se topa con un misterioso intruso que anda parloteando en latín y rebuscando entre las piezas arqueológicas del centro. Hay un enfrentamiento a puñetazo limpio y el desconocido, una mole, acaba saliéndose con la suya: roba algo y huye. Y arranca la aventura.Estas primeras fases, que duran una media hora a lo sumo, sirven para que el usuario aprenda a jugar mientras juega. Y lo hace bien, porque el inicio no se hace tedioso ni abrumador. También se deja claro, ya en ese momento, que quien se esperase que se iba a encontrar con una propuesta tipo Uncharted se equivocaba. Indiana Jones no es el cazatesoros Nathan Drake de la popular saga de PlayStation ; no se pone en plan pistolero a descerrajar a tiros a todos sus enemigos mientras se aprovecha de las coberturas. Tampoco lo vas a ver escalando templos imposibles a pulso. MÁS INFORMACIÓN noticia No Jugamos a ‘Neon Blood’: una aventura cyberpunk a la española entre lluvia y luces de neónEl arqueólogo puede trepar, pero lo justo porque es un humano corriente. También tiene una pistola, pero lo más probable es que pasen varias horas de juego antes de que tengas que emplearla por primera vez. En caso de extrema necesidad, siempre puedes recurrir a los puños (o al látigo), pero eso igual vale si tiene que enfrentarse a dos o, como mucho, tres enemigos a la vez. Porque como sean más, ya avisamos, el bueno del doctor va a acabar noqueado. Y esto también está muy bien, porque Indiana Jones no es un superhéroe. Nunca lo ha sido y nunca lo será. Por eso limitar tiroteos y el plataformeo era lo suyo.En el videojuego funciona mucho mejor apostar por el sigilo y evitar enfrentamientos; es más, el jugador está obligado a ello en varias fases si quiere seguir adelante. También, evidentemente, hay mucho sitio para la investigación y los puzles. Igual tienes que encontrar símbolos extraños mientras investigas el Vaticano disfrazado de sacerdote que andas buscando pistas en una Guiza infestada de soldados alemanes. Aquí, en la exploración y la resolución de enigmas, es en donde la obra más brilla. Todo huele mucho a la franquicia original, y es divertido. Atrapa. Cuando resuelves un misterio en forma de secundaria o de misión principal quieres ir a por el siguiente, y te apetece revisar cada punto del mapa para ver si ocurre algo inesperado.Lo que no está tan bien es la IA de los enemigos , que son bastante inútiles y tardan mucho en reaccionar cuando nos detectan. En este apartado, el videojuego peca de inocencia. No tiene nada que ver con lo que hemos visto en otras obras recientes, como ‘ Star Wars Outlaws ‘, donde usar el sigilo puede llegar a representar un desafío importante.Sosiego y arqueólogos nazisComo hemos dicho, la clave en este videojuego es el sosiego. El disfrutar de la aventura sin prisas e ir desvelando todos los misterios de cada uno de los escenarios que componen la obra. Porque aunque ‘El gran círculo’ no es un mundo abierto, sí que ofrece al usuario la posibilidad de moverse con libertad por cada una de las localizaciones que componen la propuesta.Lo que parece más difícil de justificar es que la desarrolladora, la sueca MachineGames, haya apostado porque el videojuego sea en primera persona, lo que implica que el usuario no ve a Indiana mientras lo controla. Como mucho, sus manos, lo que lleve en ellas y ya. Entendemos que esta forma de juego mejora la inmersión, y que es seña de la firma creadora, que es la misma que hay detrás de los populares Wolfenstein, pero seguimos pensando que, igual, la tercera persona le hubiera sentado mejor.La desarrolladora, sin duda, hace un buen trabajo en el diseño de los personajes con los que se cruza el aventurero. Aparecen nuevos viejos amigos -ya un clásico de las películas-, como el padre Antonio, o villanos carismáticos. Y aquí toca detenerse en el arqueólogo nazi Emmerich Voss, que pondrá a Indiana en más de un aprieto y que funciona muy bien en su rol de reverso oscuro del protagonista. En el aspecto técnico, no hay casi peros. El videojuego rinde muy bien a nivel gráfico y sonoro y no tiene fallos demasiado molestos. Igual hay alguna fase en la que el usuario se encuentra un libro levitando por arte de magia -como nos ha pasado en ABC- pero nada especialmente problemático.¿Merece la pena?Si tienes una Xbox o un ordenador competente, sin duda. Más todavía si pagas el Game Pass, porque lo podrás hacer desde ya sin tener que rascarte más el bolsillo. ‘El gran círculo’ tiene todo para encandilar al fan de la saga de películas: misterio, buena trama, la jugabilidad idónea y grandes personajes. Respeta enormemente el universo del arqueólogo y no lo traiciona ni por un momento. Dejando a un lado detalles de poco peso, ‘Indiana Jones y el gran círculo’ es, sin duda, de uno de los mejores exclusivos de la consola de Microsoft y también de uno de los grandes videojuegos que hemos recibido en 2024. Próximamente llegará también a PlayStation 5. Ni la calavera de cristal ni el dial del destino. Si hablamos de Indiana Jones, no cabe duda de que la mayoría de cinéfilos se quedarán con alguna de las tres primeras cintas; y que para muchos de ellos, las dos más recientes tendrán más de borrón en historial que de maravilla. Y, probablemente, no les falte razón. Al arqueólogo más famoso que se ha visto en una gran pantalla se le atraganta el siglo XXI. O, más bien, se le atragantaba. Y la solución tuvo que venir en forma de videojuego, y tuvo que ser en Xbox . Desde hace escasos días los usuarios de de ordenador y de la consola más reciente de Microsoft, la Series, tienen a su alcance ‘ Indiana Jones y el Gran Círculo ‘, obra en la que el usuario se mete en la piel del profesor para pegarse un buen viaje por la Roma fascista de Mussolini, Guiza o Tailandia. Y hay sitio para la aventura, las persecuciones frenéticas y la acción, pero sobre todo para el sosiego, la investigación y el descubrimiento. Y todo huele mucho, pero mucho, a la trilogía original.Olvídate de Uncharted, Indi no es NathanEl videojuego arranca mostrando al usuario los primeros minutos de ‘El arca de la alianza’; ese arranque, ya icónico, en el que el arqueólogo entra en un templo sudamericano y trata de llevarse de su interior un ídolo de oro. La diferencia está en que, en este caso, será el jugador el que lo controle en casi todo momento. Si has andado distraído y has cogido el mando sin saber qué esperar, casi parece que te encuentras ante una versión jugable de la primera película, pero, sorpresa, qué va. Indiana está realmente en su despacho en la Universidad Marshall echando una cabezada. Ha pasado, exactamente, un año desde el empiece de la primera cinta y fuera, en Chicago, es de noche y caen chuzos de punta. Cuando se despereza, el arqueólogo se topa con un misterioso intruso que anda parloteando en latín y rebuscando entre las piezas arqueológicas del centro. Hay un enfrentamiento a puñetazo limpio y el desconocido, una mole, acaba saliéndose con la suya: roba algo y huye. Y arranca la aventura.Estas primeras fases, que duran una media hora a lo sumo, sirven para que el usuario aprenda a jugar mientras juega. Y lo hace bien, porque el inicio no se hace tedioso ni abrumador. También se deja claro, ya en ese momento, que quien se esperase que se iba a encontrar con una propuesta tipo Uncharted se equivocaba. Indiana Jones no es el cazatesoros Nathan Drake de la popular saga de PlayStation ; no se pone en plan pistolero a descerrajar a tiros a todos sus enemigos mientras se aprovecha de las coberturas. Tampoco lo vas a ver escalando templos imposibles a pulso. MÁS INFORMACIÓN noticia No Jugamos a ‘Neon Blood’: una aventura cyberpunk a la española entre lluvia y luces de neónEl arqueólogo puede trepar, pero lo justo porque es un humano corriente. También tiene una pistola, pero lo más probable es que pasen varias horas de juego antes de que tengas que emplearla por primera vez. En caso de extrema necesidad, siempre puedes recurrir a los puños (o al látigo), pero eso igual vale si tiene que enfrentarse a dos o, como mucho, tres enemigos a la vez. Porque como sean más, ya avisamos, el bueno del doctor va a acabar noqueado. Y esto también está muy bien, porque Indiana Jones no es un superhéroe. Nunca lo ha sido y nunca lo será. Por eso limitar tiroteos y el plataformeo era lo suyo.En el videojuego funciona mucho mejor apostar por el sigilo y evitar enfrentamientos; es más, el jugador está obligado a ello en varias fases si quiere seguir adelante. También, evidentemente, hay mucho sitio para la investigación y los puzles. Igual tienes que encontrar símbolos extraños mientras investigas el Vaticano disfrazado de sacerdote que andas buscando pistas en una Guiza infestada de soldados alemanes. Aquí, en la exploración y la resolución de enigmas, es en donde la obra más brilla. Todo huele mucho a la franquicia original, y es divertido. Atrapa. Cuando resuelves un misterio en forma de secundaria o de misión principal quieres ir a por el siguiente, y te apetece revisar cada punto del mapa para ver si ocurre algo inesperado.Lo que no está tan bien es la IA de los enemigos , que son bastante inútiles y tardan mucho en reaccionar cuando nos detectan. En este apartado, el videojuego peca de inocencia. No tiene nada que ver con lo que hemos visto en otras obras recientes, como ‘ Star Wars Outlaws ‘, donde usar el sigilo puede llegar a representar un desafío importante.Sosiego y arqueólogos nazisComo hemos dicho, la clave en este videojuego es el sosiego. El disfrutar de la aventura sin prisas e ir desvelando todos los misterios de cada uno de los escenarios que componen la obra. Porque aunque ‘El gran círculo’ no es un mundo abierto, sí que ofrece al usuario la posibilidad de moverse con libertad por cada una de las localizaciones que componen la propuesta.Lo que parece más difícil de justificar es que la desarrolladora, la sueca MachineGames, haya apostado porque el videojuego sea en primera persona, lo que implica que el usuario no ve a Indiana mientras lo controla. Como mucho, sus manos, lo que lleve en ellas y ya. Entendemos que esta forma de juego mejora la inmersión, y que es seña de la firma creadora, que es la misma que hay detrás de los populares Wolfenstein, pero seguimos pensando que, igual, la tercera persona le hubiera sentado mejor.La desarrolladora, sin duda, hace un buen trabajo en el diseño de los personajes con los que se cruza el aventurero. Aparecen nuevos viejos amigos -ya un clásico de las películas-, como el padre Antonio, o villanos carismáticos. Y aquí toca detenerse en el arqueólogo nazi Emmerich Voss, que pondrá a Indiana en más de un aprieto y que funciona muy bien en su rol de reverso oscuro del protagonista. En el aspecto técnico, no hay casi peros. El videojuego rinde muy bien a nivel gráfico y sonoro y no tiene fallos demasiado molestos. Igual hay alguna fase en la que el usuario se encuentra un libro levitando por arte de magia -como nos ha pasado en ABC- pero nada especialmente problemático.¿Merece la pena?Si tienes una Xbox o un ordenador competente, sin duda. Más todavía si pagas el Game Pass, porque lo podrás hacer desde ya sin tener que rascarte más el bolsillo. ‘El gran círculo’ tiene todo para encandilar al fan de la saga de películas: misterio, buena trama, la jugabilidad idónea y grandes personajes. Respeta enormemente el universo del arqueólogo y no lo traiciona ni por un momento. Dejando a un lado detalles de poco peso, ‘Indiana Jones y el gran círculo’ es, sin duda, de uno de los mejores exclusivos de la consola de Microsoft y también de uno de los grandes videojuegos que hemos recibido en 2024. Próximamente llegará también a PlayStation 5. RSS de noticias de tecnologia
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