<p><strong>Kilian Jornet </strong>vuelve a casa después de un entrenamiento intenso y en lugar de meterse en la ducha hace todo lo contrario: se mete en el infierno. En una habitación cerrada, enciende un calefactor, conecta el humidificador, se pone un par de chaquetas y empieza a pedalear en una bicicleta estática. A casi 40 grados, en un par de minutos está sudando la gota gorda. Pero aguanta. Y aguanta. Y aguanta. Y aguanta. Aguanta hasta que al cabo de una hora aproximadamente está deshidratado y, entonces sí, se baja, sale de la habitación, se desviste y bebe litros y litros de agua. Acaba de completar una sesión de entrenamiento en calor o ‘heat training’, la última tendencia en el alto rendimiento. </p>
Ciclistas, atletas e incluso luchadores hacen sesiones a 40 grados para estresar al cuerpo y generar más oxígeno en sangre. «Cuando rehidratas después de una deshidratación se libera EPO de manera natural», cuenta Carles Tur, del equipo Q36.5
<p><strong>Kilian Jornet </strong>vuelve a casa después de un entrenamiento intenso y en lugar de meterse en la ducha hace todo lo contrario: se mete en el infierno. En una habitación cerrada, enciende un calefactor, conecta el humidificador, se pone un par de chaquetas y empieza a pedalear en una bicicleta estática. A casi 40 grados, en un par de minutos está sudando la gota gorda. Pero aguanta. Y aguanta. Y aguanta. Y aguanta. Aguanta hasta que al cabo de una hora aproximadamente está deshidratado y, entonces sí, se baja, sale de la habitación, se desviste y bebe litros y litros de agua. Acaba de completar una sesión de entrenamiento en calor o ‘heat training’, la última tendencia en el alto rendimiento. </p>
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