<p>Los informes<strong> Letta</strong> y <strong>Draghi</strong> han identificado uno de los grandes problemas estructurales de la economía europea: la incapacidad de convertir su elevado ahorro en inversión productiva dentro de la propia Unión. En lugar de canalizar recursos hacia sectores estratégicos en Europa, buena parte del capital europeo fluye hacia el exterior, en busca de rentabilidades más atractivas. Europa no padece escasez de ahorro, sino falta de oportunidades e incentivos institucionales y regulatorios que permitan transformar ese ahorro en inversiones suficientemente rentables. La ausencia de un verdadero y único mercado interior es una de las razones que dan lugar a esta brecha.</p>
La desconexión limita la capacidad de España para aumentar su productividad y cerrar la brecha de renta per cápita.
<p>Los informes<strong> Letta</strong> y <strong>Draghi</strong> han identificado uno de los grandes problemas estructurales de la economía europea: la incapacidad de convertir su elevado ahorro en inversión productiva dentro de la propia Unión. En lugar de canalizar recursos hacia sectores estratégicos en Europa, buena parte del capital europeo fluye hacia el exterior, en busca de rentabilidades más atractivas. Europa no padece escasez de ahorro, sino falta de oportunidades e incentivos institucionales y regulatorios que permitan transformar ese ahorro en inversiones suficientemente rentables. La ausencia de un verdadero y único mercado interior es una de las razones que dan lugar a esta brecha.</p>
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