No vive la izquierda sus mejores días, eso está claro. Las presuntas tramas de corrupción que han envuelto al Partido Socialista este último mes han dado que hablar en la multitudinaria manifestación del Orgullo. A las cinco de la tarde, se aglomeraban en la plaza de Murillo los primeros espectadores y manifestantes. Se alzaban, poco a poco, las primeras banderas arcoíris que recorrerían, a partir de las siete, el paseo del Prado: desde la glorieta de Carlos V, frente a la estación de Atocha, hasta la plaza de Colón. Allí se reunieron activistas, políticos y personalidades del ámbito social y de la cultura. No tardaron Sumar y Más Madrid en ser preguntados por estos escándalos, sobre todo después del Comité Federal celebrado en Ferraz con la intención de ratificar los cambios en la cúpula socialista. «Hoy ha habido dos debates en nuestro país. Uno del Partido Popular y otro del Partido Socialista. El Partido Popular y el Partido Socialista no han transmitido ninguna medida para regenerar democráticamente nuestro país», expresó la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. Allí, ante los medios de comunicación, constató que «el PSOE sigue en shock» y «no comprende lo que está pasando». A su juicio, «la ciudadanía quiere que gobernemos, que peguemos un giro social y regeneremos democráticamente de corrupción las instituciones y los partidos políticos de nuestro país». «Tienen que tomar medidas, si no, el próximo 9 de julio, el presidente del Gobierno actuará e intervendrá en nombre del PSOE», señaló la miembro de Sumar.Noticia Relacionada vertical No Fotogalería: el Orgullo 2025 toma las calles de Madrid Alba García Cientos de personas se reúnen bajo el sol madrileño para celebrar el MADO’25 y conmemorar dos décadas de matrimonio igualitario en EspañaPor su parte, Mónica García, quien es a su vez portavoz de Más Madrid, también fue preguntada por las propuestas del PSOE, manifestó «respeto a lo que hagan todos los partidos» y prometió lealtad desde los partidos de izquierda: «Vamos a ser contundentes, pero también responsables». Asimismo, el coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, opinó respecto al mismo tema que «el Gobierno tiene que cambiar para que la legislatura avance». La portavoz socialista Reyes Maroto , desde la glorieta de Carlos V, expresó que el PSOE «hoy es más fuerte»: «El PSOE sigue siendo el mejor partido que refleja esa España diversa, feminista. La España de las libertades. Y si hoy el Partido Socialista está aquí con una voz más alta y clara es porque España lo necesita, como lo necesitan las personas LGTBI y lo necesitamos las feministas». Aun con todo, la izquierda encabezó esta primera pancarta «20 años avanzando en derechos: ni un paso atrás». El lema hacía referencia a las dos décadas desde que España se convirtió en el tercer país del mundo, tras Países Bajos y Bélgica, en permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, el 30 de junio de 2005.La Delegación del Gobierno cifró el número de asistentes al desfile en 250.000En el desfile participaron más de 100 grupos de manifestantes y un total de 47 carrozas, entre las cuales estuvo la primera carroza accesible –la número 32, cuya impulsora es la esgrimista paralímpica Gema Hassen-Bey– del Orgullo en Madrid. Antes del inicio del desfile, representantes de la Federación Estatal Lgtbi+ y el colectivo Lgtbi+ de Madrid, Cogam, defendieron los avances ya logrados en los derechos del colectivo. Ronny de la Cruz, de COGAM, recordó que este Orgullo 2025 se desarrollaba «en un contexto internacional complejo», refiriéndose, entre otras situaciones, a las amenazas legales del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, contra activistas por los derechos LGBTIQ+. Las entidades organizadoras esperaban que la gran manifestación reuniera a más de un millón de personas, aunque la Delegación del Gobierno redujo la cifra a 250.000. Entre estas decenas de miles de personas se encontraban Natalia, Elena y Paula, quienes en conversación con este periódico aseguraban que «por nada en el mundo se perderían esta celebración». «Son nuestros derechos, no podemos permitir que nos los quiten», expresaban. A su alrededor, en una de las fuentes de la plaza de Murillo, cada vez más personas se aglomeraban ansiosas para no perderse el popular evento. «Vamos a estar en primera fila, ¡qué ilusión!», anunciaba un grupo de cuatro jóvenes. Poco a poco, la música inundaba la gran avenida. Hasta las siete, que entonces allí no había cabida para nada más que las actuaciones en vivo y el baile. La extravagancia, la purpurina, los tacones y los plumajes de colores se entremezclaban con las altas temperaturas. Pero allí no parecía que aquello importara. También con los turistas y el traqueteo de sus pequeñas maletas y los visitantes al Real Jardín Botánico. Entre ellos se inmiscuían los lateros de cerveza y los pequeños puestos de bebida. «Mi mamá me enseñó a comer de todo», «El extremismo no es ser gay, es quitar derechos y matar», «No somos un virus. El amor no contagia, lo cura» o «Primero se ríen, luego nos borran, después nos prohíben y matan» eran algunas de las pancartas que podían leerse desde las alturas.Un gran refuerzoLa multitudinaria manifestación del Orgullo ha estado protegida por un amplio dispositivo de seguridad, sanitario y logístico. 200 profesionales del Samur-Protección Civil se encontraban en varios puestos sanitarios avanzados: la Red de San Luis, el cruce de Alcalá con Gran Vía, la Puerta del Sol, Plaza de España, Atocha, Cibeles y Colón. Ambulancias básicas y avanzadas, así como unidades a pie y operadores de comunicaciones estarán también activos. Además, el Ayuntamiento de Madrid ha previsto un despliegue policial de unos 800 agentes, que se sumaron a los 700 de la Policía Nacional. «El objetivo es garantizar el normal desarrollo de la fiesta y que, una vez más, el Orgullo sea un éxito en nuestra ciudad», destacó hace unos días la vicealcaldesa, Inmaculada Sanz. No vive la izquierda sus mejores días, eso está claro. Las presuntas tramas de corrupción que han envuelto al Partido Socialista este último mes han dado que hablar en la multitudinaria manifestación del Orgullo. A las cinco de la tarde, se aglomeraban en la plaza de Murillo los primeros espectadores y manifestantes. Se alzaban, poco a poco, las primeras banderas arcoíris que recorrerían, a partir de las siete, el paseo del Prado: desde la glorieta de Carlos V, frente a la estación de Atocha, hasta la plaza de Colón. Allí se reunieron activistas, políticos y personalidades del ámbito social y de la cultura. No tardaron Sumar y Más Madrid en ser preguntados por estos escándalos, sobre todo después del Comité Federal celebrado en Ferraz con la intención de ratificar los cambios en la cúpula socialista. «Hoy ha habido dos debates en nuestro país. Uno del Partido Popular y otro del Partido Socialista. El Partido Popular y el Partido Socialista no han transmitido ninguna medida para regenerar democráticamente nuestro país», expresó la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. Allí, ante los medios de comunicación, constató que «el PSOE sigue en shock» y «no comprende lo que está pasando». A su juicio, «la ciudadanía quiere que gobernemos, que peguemos un giro social y regeneremos democráticamente de corrupción las instituciones y los partidos políticos de nuestro país». «Tienen que tomar medidas, si no, el próximo 9 de julio, el presidente del Gobierno actuará e intervendrá en nombre del PSOE», señaló la miembro de Sumar.Noticia Relacionada vertical No Fotogalería: el Orgullo 2025 toma las calles de Madrid Alba García Cientos de personas se reúnen bajo el sol madrileño para celebrar el MADO’25 y conmemorar dos décadas de matrimonio igualitario en EspañaPor su parte, Mónica García, quien es a su vez portavoz de Más Madrid, también fue preguntada por las propuestas del PSOE, manifestó «respeto a lo que hagan todos los partidos» y prometió lealtad desde los partidos de izquierda: «Vamos a ser contundentes, pero también responsables». Asimismo, el coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, opinó respecto al mismo tema que «el Gobierno tiene que cambiar para que la legislatura avance». La portavoz socialista Reyes Maroto , desde la glorieta de Carlos V, expresó que el PSOE «hoy es más fuerte»: «El PSOE sigue siendo el mejor partido que refleja esa España diversa, feminista. La España de las libertades. Y si hoy el Partido Socialista está aquí con una voz más alta y clara es porque España lo necesita, como lo necesitan las personas LGTBI y lo necesitamos las feministas». Aun con todo, la izquierda encabezó esta primera pancarta «20 años avanzando en derechos: ni un paso atrás». El lema hacía referencia a las dos décadas desde que España se convirtió en el tercer país del mundo, tras Países Bajos y Bélgica, en permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, el 30 de junio de 2005.La Delegación del Gobierno cifró el número de asistentes al desfile en 250.000En el desfile participaron más de 100 grupos de manifestantes y un total de 47 carrozas, entre las cuales estuvo la primera carroza accesible –la número 32, cuya impulsora es la esgrimista paralímpica Gema Hassen-Bey– del Orgullo en Madrid. Antes del inicio del desfile, representantes de la Federación Estatal Lgtbi+ y el colectivo Lgtbi+ de Madrid, Cogam, defendieron los avances ya logrados en los derechos del colectivo. Ronny de la Cruz, de COGAM, recordó que este Orgullo 2025 se desarrollaba «en un contexto internacional complejo», refiriéndose, entre otras situaciones, a las amenazas legales del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, contra activistas por los derechos LGBTIQ+. Las entidades organizadoras esperaban que la gran manifestación reuniera a más de un millón de personas, aunque la Delegación del Gobierno redujo la cifra a 250.000. Entre estas decenas de miles de personas se encontraban Natalia, Elena y Paula, quienes en conversación con este periódico aseguraban que «por nada en el mundo se perderían esta celebración». «Son nuestros derechos, no podemos permitir que nos los quiten», expresaban. A su alrededor, en una de las fuentes de la plaza de Murillo, cada vez más personas se aglomeraban ansiosas para no perderse el popular evento. «Vamos a estar en primera fila, ¡qué ilusión!», anunciaba un grupo de cuatro jóvenes. Poco a poco, la música inundaba la gran avenida. Hasta las siete, que entonces allí no había cabida para nada más que las actuaciones en vivo y el baile. La extravagancia, la purpurina, los tacones y los plumajes de colores se entremezclaban con las altas temperaturas. Pero allí no parecía que aquello importara. También con los turistas y el traqueteo de sus pequeñas maletas y los visitantes al Real Jardín Botánico. Entre ellos se inmiscuían los lateros de cerveza y los pequeños puestos de bebida. «Mi mamá me enseñó a comer de todo», «El extremismo no es ser gay, es quitar derechos y matar», «No somos un virus. El amor no contagia, lo cura» o «Primero se ríen, luego nos borran, después nos prohíben y matan» eran algunas de las pancartas que podían leerse desde las alturas.Un gran refuerzoLa multitudinaria manifestación del Orgullo ha estado protegida por un amplio dispositivo de seguridad, sanitario y logístico. 200 profesionales del Samur-Protección Civil se encontraban en varios puestos sanitarios avanzados: la Red de San Luis, el cruce de Alcalá con Gran Vía, la Puerta del Sol, Plaza de España, Atocha, Cibeles y Colón. Ambulancias básicas y avanzadas, así como unidades a pie y operadores de comunicaciones estarán también activos. Además, el Ayuntamiento de Madrid ha previsto un despliegue policial de unos 800 agentes, que se sumaron a los 700 de la Policía Nacional. «El objetivo es garantizar el normal desarrollo de la fiesta y que, una vez más, el Orgullo sea un éxito en nuestra ciudad», destacó hace unos días la vicealcaldesa, Inmaculada Sanz. No vive la izquierda sus mejores días, eso está claro. Las presuntas tramas de corrupción que han envuelto al Partido Socialista este último mes han dado que hablar en la multitudinaria manifestación del Orgullo. A las cinco de la tarde, se aglomeraban en la plaza de Murillo los primeros espectadores y manifestantes. Se alzaban, poco a poco, las primeras banderas arcoíris que recorrerían, a partir de las siete, el paseo del Prado: desde la glorieta de Carlos V, frente a la estación de Atocha, hasta la plaza de Colón. Allí se reunieron activistas, políticos y personalidades del ámbito social y de la cultura. No tardaron Sumar y Más Madrid en ser preguntados por estos escándalos, sobre todo después del Comité Federal celebrado en Ferraz con la intención de ratificar los cambios en la cúpula socialista. «Hoy ha habido dos debates en nuestro país. Uno del Partido Popular y otro del Partido Socialista. El Partido Popular y el Partido Socialista no han transmitido ninguna medida para regenerar democráticamente nuestro país», expresó la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. Allí, ante los medios de comunicación, constató que «el PSOE sigue en shock» y «no comprende lo que está pasando». A su juicio, «la ciudadanía quiere que gobernemos, que peguemos un giro social y regeneremos democráticamente de corrupción las instituciones y los partidos políticos de nuestro país». «Tienen que tomar medidas, si no, el próximo 9 de julio, el presidente del Gobierno actuará e intervendrá en nombre del PSOE», señaló la miembro de Sumar.Noticia Relacionada vertical No Fotogalería: el Orgullo 2025 toma las calles de Madrid Alba García Cientos de personas se reúnen bajo el sol madrileño para celebrar el MADO’25 y conmemorar dos décadas de matrimonio igualitario en EspañaPor su parte, Mónica García, quien es a su vez portavoz de Más Madrid, también fue preguntada por las propuestas del PSOE, manifestó «respeto a lo que hagan todos los partidos» y prometió lealtad desde los partidos de izquierda: «Vamos a ser contundentes, pero también responsables». Asimismo, el coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, opinó respecto al mismo tema que «el Gobierno tiene que cambiar para que la legislatura avance». La portavoz socialista Reyes Maroto , desde la glorieta de Carlos V, expresó que el PSOE «hoy es más fuerte»: «El PSOE sigue siendo el mejor partido que refleja esa España diversa, feminista. La España de las libertades. Y si hoy el Partido Socialista está aquí con una voz más alta y clara es porque España lo necesita, como lo necesitan las personas LGTBI y lo necesitamos las feministas». Aun con todo, la izquierda encabezó esta primera pancarta «20 años avanzando en derechos: ni un paso atrás». El lema hacía referencia a las dos décadas desde que España se convirtió en el tercer país del mundo, tras Países Bajos y Bélgica, en permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, el 30 de junio de 2005.La Delegación del Gobierno cifró el número de asistentes al desfile en 250.000En el desfile participaron más de 100 grupos de manifestantes y un total de 47 carrozas, entre las cuales estuvo la primera carroza accesible –la número 32, cuya impulsora es la esgrimista paralímpica Gema Hassen-Bey– del Orgullo en Madrid. Antes del inicio del desfile, representantes de la Federación Estatal Lgtbi+ y el colectivo Lgtbi+ de Madrid, Cogam, defendieron los avances ya logrados en los derechos del colectivo. Ronny de la Cruz, de COGAM, recordó que este Orgullo 2025 se desarrollaba «en un contexto internacional complejo», refiriéndose, entre otras situaciones, a las amenazas legales del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, contra activistas por los derechos LGBTIQ+. Las entidades organizadoras esperaban que la gran manifestación reuniera a más de un millón de personas, aunque la Delegación del Gobierno redujo la cifra a 250.000. Entre estas decenas de miles de personas se encontraban Natalia, Elena y Paula, quienes en conversación con este periódico aseguraban que «por nada en el mundo se perderían esta celebración». «Son nuestros derechos, no podemos permitir que nos los quiten», expresaban. A su alrededor, en una de las fuentes de la plaza de Murillo, cada vez más personas se aglomeraban ansiosas para no perderse el popular evento. «Vamos a estar en primera fila, ¡qué ilusión!», anunciaba un grupo de cuatro jóvenes. Poco a poco, la música inundaba la gran avenida. Hasta las siete, que entonces allí no había cabida para nada más que las actuaciones en vivo y el baile. La extravagancia, la purpurina, los tacones y los plumajes de colores se entremezclaban con las altas temperaturas. Pero allí no parecía que aquello importara. También con los turistas y el traqueteo de sus pequeñas maletas y los visitantes al Real Jardín Botánico. Entre ellos se inmiscuían los lateros de cerveza y los pequeños puestos de bebida. «Mi mamá me enseñó a comer de todo», «El extremismo no es ser gay, es quitar derechos y matar», «No somos un virus. El amor no contagia, lo cura» o «Primero se ríen, luego nos borran, después nos prohíben y matan» eran algunas de las pancartas que podían leerse desde las alturas.Un gran refuerzoLa multitudinaria manifestación del Orgullo ha estado protegida por un amplio dispositivo de seguridad, sanitario y logístico. 200 profesionales del Samur-Protección Civil se encontraban en varios puestos sanitarios avanzados: la Red de San Luis, el cruce de Alcalá con Gran Vía, la Puerta del Sol, Plaza de España, Atocha, Cibeles y Colón. Ambulancias básicas y avanzadas, así como unidades a pie y operadores de comunicaciones estarán también activos. Además, el Ayuntamiento de Madrid ha previsto un despliegue policial de unos 800 agentes, que se sumaron a los 700 de la Policía Nacional. «El objetivo es garantizar el normal desarrollo de la fiesta y que, una vez más, el Orgullo sea un éxito en nuestra ciudad», destacó hace unos días la vicealcaldesa, Inmaculada Sanz. RSS de noticias de espana
Noticias Similares