<p>El exceso de calor nos <i>envejece</i>. Y no solo porque la huella más visible del sol son los daños en una piel ajada, sino porque en interior del cuerpo <strong>el estrés térmico también deja secuelas</strong>. Sí, cuando nuestro organismo se ve forzado de forma sistemática a poner en marcha <a href=»https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/2024/07/18/6698b2b3e4d4d831358b4579.html» target=»_blank»>mecanismos contra la subida del mercurio,</a> las células se resienten. </p>
Los científicos buscan pistas en los cambios genéticos de procesos concretos del ADN que abren la brecha entre la edad biológica y la cronológica en poblaciones sometidas a periodos de estrés térmico
<p>El exceso de calor nos <i>envejece</i>. Y no solo porque la huella más visible del sol son los daños en una piel ajada, sino porque en interior del cuerpo <strong>el estrés térmico también deja secuelas</strong>. Sí, cuando nuestro organismo se ve forzado de forma sistemática a poner en marcha <a href=»https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/2024/07/18/6698b2b3e4d4d831358b4579.html» target=»_blank»>mecanismos contra la subida del mercurio,</a> las células se resienten. </p>
Salud