La aventura museística del empresario Tatxo Benet , fundador de Mediapro, llega a su fin. El Museo del Arte Prohibido , que exponía obras de la colección personal de Benet agrupadas por ser piezas polémicas, censuradas o prohibidas en su momento, cierra este viernes después de un año y medio de vida. El museo, ubicado en la céntrica Casa Garriga Nogués de Barcelona , se ha visto obligado a cerrar ante «las pérdidas económicas provocadas por el escrache instalado frente al museo», en el marco de una huelga de trabajadores que empezó el pasado 11 de febrero.Los problemas arrancaron en enero, cuando el Museo de Arte Prohibido decidió rescindir el contrato que le ataba a Magma Cultura, una empresa subcontratada que le cedía a siete trabajadores. Éstos consideraron que tenían que ser subrogados por el museo, mientras que el centro entendía que era MagmaCultura quien debía reubicarlos en otros de los emplazamientos adjuntados a la empresa. Eso hizo MagmaCultura, pero los trabajadores continuaron con sus reivindicaciones. Esto derivó en el inicio de la huelga y las protestas en la entrada del museo que llegaron a ser insufribles para los visitantes, que no dudaban en dar media vuelta y liberarse de la presión. Únicamente 39 personas llegaron a entrar durante los siete primeros dias de los piquetes, constantes, bien organizados y que no incluían muchas de las veces a los trabajadores afectados. Esto obligó a cerrar el museo temporalmente durante dos semanas. La reapertura a mediados de marzo no cambió en absoluto la situación¿Puede un escrache acabar con un proyecto cultural? Al parecer, sí. En estos meses, el museo ha registrado una caída del 75% de los ingresos respecto al año anterior y, en lo que se refiere a las previsiones previstas de crecimiento, ha habido una caída del 95%. «Se trata de un cierre doloroso y no deseado, pero inevitable», ha anunciado en un comunicado la organización del Museo de Arte Prohibido, que ha asegurado que el sindicato SUT ha impedido la normal entrada al museo de los visitantes.Según los trabajadores, que delegaron la estrategia a seguir al sindicato Solidaridad y Unidad de los Trabajadores (SUT) , los problemas venían de lejos. Desde el sindicato se apresuraron a censurar la situación y señalar que los trabajadores y trabajadoras subcontratados también son “de carne y hueso” y merecían las mismas protecciones que el resto de trabajadores. En su opinión, los subcontratados del museo estaban expuestos a corrientes de aire en invierno, sin climatización, sin ropa de abrigo adecuada, pero con americana en verano, además de tener que aguantar hasta nueve horas de pie. «Todo pone de manifiesto que, para el Museo de Arte Prohibido, los trabajadores son incluso menos que meros objetos» , aseguraron.El sindicato SUT es una organización de clase, asamblearia, autónoma, apolítica y que no acepta subvenciones de ningún tipo. Sus gastos están sufragados por sus propios socios. Presentes en Madrid y Barcelona, consiguieron notoriedad por la huelga indefinida en las tiendas del mirador de Torre Glòries. Sus piquetes en las inmediaciones del museo también incluyó constantes mensajes de desprestigio en Redes Sociales.En un comunicado, el sindicato lamentó la «mezcla de hipocresía y cinismo» del museo al rechazar su huelga y detalló que la mayoría de visitantes decidían no entrar en las instalaciones al conocer la situación de los huelguistas y no por sentirse violentados e intimidados por el escrache. Por su parte, Tatxo Benet aseguraba que el conflicto laboral sólo era la punta del iceberg que escondía una campaña interesada de ataques personales y lo que buscaban era «prohibir un museo de arte prohibido» .Ante este escenario, la institución ha decidido cerrar con «la voluntad de transformarse en una colección nómada con exposiciones itinerantes en todo el mundo». De momento, ya hay programadas exposiciones en Bolonia, Sicilia, Lyon y Montreal . «La colección se mantendrá viva para convertirse en un punto de encuentro de reflexión para hacer frente a la censura», ha explicado el equipo del museo.Entre las piezas que se encontraban en el centro había obras de Andy Warhol, Wei Wei, Banksy, incluso ‘caprichos’ de Goya. A principios de año, el museo también se encontró con que cancelaban una de sus exposiciones en Andorra. Rosa Gili, Cónsul Mayor, ordenó retirar la portada de la revista Charlie Hebdo con la caricatura de Mahoma que provocó los atentados de 2015. En su opinión, era mejor rehuir la polémica. El argumentario era por un tema de seguridad debido a la actual alerta terrorista. El Museo de Arte Prohibido decidió entonces cerrar la exposición en pleno por coherencia con su temática fundacional.De esta forma, Barcelona pierde un nuevo equipamiento cultural privado y confirma la maldición de la Casa Garriga Nogués como centro expositivo. Ya vio la implosión de la Fundación Godia, el traslado de la Fundación Mapfre y ahora el cierra del Museo de Arte Prohibido. Todo en apenas una década. A pesar de su céntrica ubicación y ser una joya en sí misma, obra modernista de Enric Sagnier, ningún proyecto cultural privado acaba de cuajar.Noticia Relacionada Arte estandar Si Tatxo Benet: «El Museo del Arte Prohibido nos confronta con una realidad que existe y existió, y que vuelve permanentemente a nosotros» Javier Díaz-Guardiola Abre sus puertas en la Ciudad Condal el Museo del Arte Prohibido, espacio que recoge algunas de las obras más destacadas de la colección de este empresario catalán que ilustran distintos ejercicios de censura en el arteEste cierre coincide con los problemas de Benet al frente de Mediapro después de que la empresa perdiera los derechos de fútbol. A falta de cuatro días de que caduque su actual contrato con La Liga para explotar los partidos de primera y segunda división, se ha anunciado que la empresa activará un plan de despidos temporales, un ERTE, que podría afectar a 160 trabajadores Los empleados decidieron acudir alpara protestar por los despidos y pedir mejores condiciones laborales para los que seguían en el museo. En un comunicado, el sindicato lamento la «mezcla de hipocresía y cinismo» del museo al rechazar su huelga y detalló que la mayoría de visitantes decidían no entrar en las instalaciones al conocer la situación de los huelguistas. La aventura museística del empresario Tatxo Benet , fundador de Mediapro, llega a su fin. El Museo del Arte Prohibido , que exponía obras de la colección personal de Benet agrupadas por ser piezas polémicas, censuradas o prohibidas en su momento, cierra este viernes después de un año y medio de vida. El museo, ubicado en la céntrica Casa Garriga Nogués de Barcelona , se ha visto obligado a cerrar ante «las pérdidas económicas provocadas por el escrache instalado frente al museo», en el marco de una huelga de trabajadores que empezó el pasado 11 de febrero.Los problemas arrancaron en enero, cuando el Museo de Arte Prohibido decidió rescindir el contrato que le ataba a Magma Cultura, una empresa subcontratada que le cedía a siete trabajadores. Éstos consideraron que tenían que ser subrogados por el museo, mientras que el centro entendía que era MagmaCultura quien debía reubicarlos en otros de los emplazamientos adjuntados a la empresa. Eso hizo MagmaCultura, pero los trabajadores continuaron con sus reivindicaciones. Esto derivó en el inicio de la huelga y las protestas en la entrada del museo que llegaron a ser insufribles para los visitantes, que no dudaban en dar media vuelta y liberarse de la presión. Únicamente 39 personas llegaron a entrar durante los siete primeros dias de los piquetes, constantes, bien organizados y que no incluían muchas de las veces a los trabajadores afectados. Esto obligó a cerrar el museo temporalmente durante dos semanas. La reapertura a mediados de marzo no cambió en absoluto la situación¿Puede un escrache acabar con un proyecto cultural? Al parecer, sí. En estos meses, el museo ha registrado una caída del 75% de los ingresos respecto al año anterior y, en lo que se refiere a las previsiones previstas de crecimiento, ha habido una caída del 95%. «Se trata de un cierre doloroso y no deseado, pero inevitable», ha anunciado en un comunicado la organización del Museo de Arte Prohibido, que ha asegurado que el sindicato SUT ha impedido la normal entrada al museo de los visitantes.Según los trabajadores, que delegaron la estrategia a seguir al sindicato Solidaridad y Unidad de los Trabajadores (SUT) , los problemas venían de lejos. Desde el sindicato se apresuraron a censurar la situación y señalar que los trabajadores y trabajadoras subcontratados también son “de carne y hueso” y merecían las mismas protecciones que el resto de trabajadores. En su opinión, los subcontratados del museo estaban expuestos a corrientes de aire en invierno, sin climatización, sin ropa de abrigo adecuada, pero con americana en verano, además de tener que aguantar hasta nueve horas de pie. «Todo pone de manifiesto que, para el Museo de Arte Prohibido, los trabajadores son incluso menos que meros objetos» , aseguraron.El sindicato SUT es una organización de clase, asamblearia, autónoma, apolítica y que no acepta subvenciones de ningún tipo. Sus gastos están sufragados por sus propios socios. Presentes en Madrid y Barcelona, consiguieron notoriedad por la huelga indefinida en las tiendas del mirador de Torre Glòries. Sus piquetes en las inmediaciones del museo también incluyó constantes mensajes de desprestigio en Redes Sociales.En un comunicado, el sindicato lamentó la «mezcla de hipocresía y cinismo» del museo al rechazar su huelga y detalló que la mayoría de visitantes decidían no entrar en las instalaciones al conocer la situación de los huelguistas y no por sentirse violentados e intimidados por el escrache. Por su parte, Tatxo Benet aseguraba que el conflicto laboral sólo era la punta del iceberg que escondía una campaña interesada de ataques personales y lo que buscaban era «prohibir un museo de arte prohibido» .Ante este escenario, la institución ha decidido cerrar con «la voluntad de transformarse en una colección nómada con exposiciones itinerantes en todo el mundo». De momento, ya hay programadas exposiciones en Bolonia, Sicilia, Lyon y Montreal . «La colección se mantendrá viva para convertirse en un punto de encuentro de reflexión para hacer frente a la censura», ha explicado el equipo del museo.Entre las piezas que se encontraban en el centro había obras de Andy Warhol, Wei Wei, Banksy, incluso ‘caprichos’ de Goya. A principios de año, el museo también se encontró con que cancelaban una de sus exposiciones en Andorra. Rosa Gili, Cónsul Mayor, ordenó retirar la portada de la revista Charlie Hebdo con la caricatura de Mahoma que provocó los atentados de 2015. En su opinión, era mejor rehuir la polémica. El argumentario era por un tema de seguridad debido a la actual alerta terrorista. El Museo de Arte Prohibido decidió entonces cerrar la exposición en pleno por coherencia con su temática fundacional.De esta forma, Barcelona pierde un nuevo equipamiento cultural privado y confirma la maldición de la Casa Garriga Nogués como centro expositivo. Ya vio la implosión de la Fundación Godia, el traslado de la Fundación Mapfre y ahora el cierra del Museo de Arte Prohibido. Todo en apenas una década. A pesar de su céntrica ubicación y ser una joya en sí misma, obra modernista de Enric Sagnier, ningún proyecto cultural privado acaba de cuajar.Noticia Relacionada Arte estandar Si Tatxo Benet: «El Museo del Arte Prohibido nos confronta con una realidad que existe y existió, y que vuelve permanentemente a nosotros» Javier Díaz-Guardiola Abre sus puertas en la Ciudad Condal el Museo del Arte Prohibido, espacio que recoge algunas de las obras más destacadas de la colección de este empresario catalán que ilustran distintos ejercicios de censura en el arteEste cierre coincide con los problemas de Benet al frente de Mediapro después de que la empresa perdiera los derechos de fútbol. A falta de cuatro días de que caduque su actual contrato con La Liga para explotar los partidos de primera y segunda división, se ha anunciado que la empresa activará un plan de despidos temporales, un ERTE, que podría afectar a 160 trabajadores Los empleados decidieron acudir alpara protestar por los despidos y pedir mejores condiciones laborales para los que seguían en el museo. En un comunicado, el sindicato lamento la «mezcla de hipocresía y cinismo» del museo al rechazar su huelga y detalló que la mayoría de visitantes decidían no entrar en las instalaciones al conocer la situación de los huelguistas. La aventura museística del empresario Tatxo Benet , fundador de Mediapro, llega a su fin. El Museo del Arte Prohibido , que exponía obras de la colección personal de Benet agrupadas por ser piezas polémicas, censuradas o prohibidas en su momento, cierra este viernes después de un año y medio de vida. El museo, ubicado en la céntrica Casa Garriga Nogués de Barcelona , se ha visto obligado a cerrar ante «las pérdidas económicas provocadas por el escrache instalado frente al museo», en el marco de una huelga de trabajadores que empezó el pasado 11 de febrero.Los problemas arrancaron en enero, cuando el Museo de Arte Prohibido decidió rescindir el contrato que le ataba a Magma Cultura, una empresa subcontratada que le cedía a siete trabajadores. Éstos consideraron que tenían que ser subrogados por el museo, mientras que el centro entendía que era MagmaCultura quien debía reubicarlos en otros de los emplazamientos adjuntados a la empresa. Eso hizo MagmaCultura, pero los trabajadores continuaron con sus reivindicaciones. Esto derivó en el inicio de la huelga y las protestas en la entrada del museo que llegaron a ser insufribles para los visitantes, que no dudaban en dar media vuelta y liberarse de la presión. Únicamente 39 personas llegaron a entrar durante los siete primeros dias de los piquetes, constantes, bien organizados y que no incluían muchas de las veces a los trabajadores afectados. Esto obligó a cerrar el museo temporalmente durante dos semanas. La reapertura a mediados de marzo no cambió en absoluto la situación¿Puede un escrache acabar con un proyecto cultural? Al parecer, sí. En estos meses, el museo ha registrado una caída del 75% de los ingresos respecto al año anterior y, en lo que se refiere a las previsiones previstas de crecimiento, ha habido una caída del 95%. «Se trata de un cierre doloroso y no deseado, pero inevitable», ha anunciado en un comunicado la organización del Museo de Arte Prohibido, que ha asegurado que el sindicato SUT ha impedido la normal entrada al museo de los visitantes.Según los trabajadores, que delegaron la estrategia a seguir al sindicato Solidaridad y Unidad de los Trabajadores (SUT) , los problemas venían de lejos. Desde el sindicato se apresuraron a censurar la situación y señalar que los trabajadores y trabajadoras subcontratados también son “de carne y hueso” y merecían las mismas protecciones que el resto de trabajadores. En su opinión, los subcontratados del museo estaban expuestos a corrientes de aire en invierno, sin climatización, sin ropa de abrigo adecuada, pero con americana en verano, además de tener que aguantar hasta nueve horas de pie. «Todo pone de manifiesto que, para el Museo de Arte Prohibido, los trabajadores son incluso menos que meros objetos» , aseguraron.El sindicato SUT es una organización de clase, asamblearia, autónoma, apolítica y que no acepta subvenciones de ningún tipo. Sus gastos están sufragados por sus propios socios. Presentes en Madrid y Barcelona, consiguieron notoriedad por la huelga indefinida en las tiendas del mirador de Torre Glòries. Sus piquetes en las inmediaciones del museo también incluyó constantes mensajes de desprestigio en Redes Sociales.En un comunicado, el sindicato lamentó la «mezcla de hipocresía y cinismo» del museo al rechazar su huelga y detalló que la mayoría de visitantes decidían no entrar en las instalaciones al conocer la situación de los huelguistas y no por sentirse violentados e intimidados por el escrache. Por su parte, Tatxo Benet aseguraba que el conflicto laboral sólo era la punta del iceberg que escondía una campaña interesada de ataques personales y lo que buscaban era «prohibir un museo de arte prohibido» .Ante este escenario, la institución ha decidido cerrar con «la voluntad de transformarse en una colección nómada con exposiciones itinerantes en todo el mundo». De momento, ya hay programadas exposiciones en Bolonia, Sicilia, Lyon y Montreal . «La colección se mantendrá viva para convertirse en un punto de encuentro de reflexión para hacer frente a la censura», ha explicado el equipo del museo.Entre las piezas que se encontraban en el centro había obras de Andy Warhol, Wei Wei, Banksy, incluso ‘caprichos’ de Goya. A principios de año, el museo también se encontró con que cancelaban una de sus exposiciones en Andorra. Rosa Gili, Cónsul Mayor, ordenó retirar la portada de la revista Charlie Hebdo con la caricatura de Mahoma que provocó los atentados de 2015. En su opinión, era mejor rehuir la polémica. El argumentario era por un tema de seguridad debido a la actual alerta terrorista. El Museo de Arte Prohibido decidió entonces cerrar la exposición en pleno por coherencia con su temática fundacional.De esta forma, Barcelona pierde un nuevo equipamiento cultural privado y confirma la maldición de la Casa Garriga Nogués como centro expositivo. Ya vio la implosión de la Fundación Godia, el traslado de la Fundación Mapfre y ahora el cierra del Museo de Arte Prohibido. Todo en apenas una década. A pesar de su céntrica ubicación y ser una joya en sí misma, obra modernista de Enric Sagnier, ningún proyecto cultural privado acaba de cuajar.Noticia Relacionada Arte estandar Si Tatxo Benet: «El Museo del Arte Prohibido nos confronta con una realidad que existe y existió, y que vuelve permanentemente a nosotros» Javier Díaz-Guardiola Abre sus puertas en la Ciudad Condal el Museo del Arte Prohibido, espacio que recoge algunas de las obras más destacadas de la colección de este empresario catalán que ilustran distintos ejercicios de censura en el arteEste cierre coincide con los problemas de Benet al frente de Mediapro después de que la empresa perdiera los derechos de fútbol. A falta de cuatro días de que caduque su actual contrato con La Liga para explotar los partidos de primera y segunda división, se ha anunciado que la empresa activará un plan de despidos temporales, un ERTE, que podría afectar a 160 trabajadores Los empleados decidieron acudir alpara protestar por los despidos y pedir mejores condiciones laborales para los que seguían en el museo. En un comunicado, el sindicato lamento la «mezcla de hipocresía y cinismo» del museo al rechazar su huelga y detalló que la mayoría de visitantes decidían no entrar en las instalaciones al conocer la situación de los huelguistas. RSS de noticias de cultura
Noticias Similares