<p>La <strong>actividad física</strong> es una de las fórmulas más efectivas y baratas para promover la salud. Su práctica regular ha demostrado múltiples beneficios, desde complementar el tratamiento de enfermedades como el cáncer a minimizar los trastornos asociados al envejecimiento. No es de extrañar que los científicos persigan la manera de encapsular esos efectos saludables y preventivos, o al menos, que quieran entender cómo se consiguen para poder reproducirlos en diferentes contextos.</p>
La betaína, un compuesto que se encuentra en alimentos como la remolacha o el marisco y que produce de forma natural el organismo, podría tener el mismo efecto que el ejercicio físico como promotor de un envejecimiento saludable
<p>La <strong>actividad física</strong> es una de las fórmulas más efectivas y baratas para promover la salud. Su práctica regular ha demostrado múltiples beneficios, desde complementar el tratamiento de enfermedades como el cáncer a minimizar los trastornos asociados al envejecimiento. No es de extrañar que los científicos persigan la manera de encapsular esos efectos saludables y preventivos, o al menos, que quieran entender cómo se consiguen para poder reproducirlos en diferentes contextos.</p>
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