La oposición ha condenado este jueves que el presidente del Gobierno gallego, Alfonso Rueda, «ocultase» la denuncia por agresión sexual interpuesta el pasado mes de diciembre contra su ya exconsejero de Mar, Alfonso Villares. Según ha explicado el regidor, tuvo conocimiento del caso en febrero, pero no trascendió a los medios hasta esta semana, tras el primer pronunciamiento judicial y la dimisión del político. Por ello, tanto nacionalistas como socialistas reclaman una «explicación» de la Xunta, condenado, a su vez, la respuesta institucional: «Es escandaloso que se despida a un consejero con tal acusación entre aplausos», ha criticado la responsable de Igualdad del BNG, Noa Presas. Para la portavoz parlamentaria del grupo socialista y responsable del área de Igualdad, Paloma Castro, el hecho de que el presidente tuviese constancia de la denuncia y decidiese «no hacer nada» no es solo «una irresponsabilidad», sino también una muestra de «cinismo» y «absoluta hipocresía», optando por el «cálculo político» en vez de por la «transparencia». «Si es capaz de ocultar un hecho de esta dimensión, sabiendo además que antes o después sería público, qué más nos estará ocultando Rueda«, se ha preguntado. Una visión con la que ha coincido el Bloque. »¿Lleva Rueda cuatro meses encubriendo a un presunto agresor sexual en su gobierno?«, cuestionó Presas, pidiendo, igual que el PSdeG, que el presidente dé »explicaciones« sobre esta decisión. Las dos políticas condenaron también «la postura que están tomando» los representantes del PP en Galicia. Según Castro, «las declaraciones de estos días van a pasar a los anales de la historia como ejemplo de lo que nunca se debe hacer « en una situación como esta, »ensalzando la figura« de Villares y tratando su dimisión »como un acto de heroísmo«. Una renuncia, ha añadido, que »no cierra nada«, a la espera de que se pronuncie la justicia. Para el Bloque, es » escandaloso « que lo despidiesen entre aplausos, con »muestras de solidaridad« de sus antiguos compañeros. »¿Qué mensaje envía esto a las mujeres víctimas de violencia de género que están pensando en imponer una denuncia?«, ha lamentado, criticando que »no se puede usar la posición del poder del Consello de la Xunta para edulcorar esta cuestión y lavar la imagen pública del denunciado«. Al hilo, la nacionalista ha tachado de «absolutamente impresentable» apelar a la «recuperación» de Villares para la vida pública: «¿Qué disparate es este? El acusado convertido en víctima. ¿Está acaso el presidente de la Xunta insinuando que esta es una denuncia falsa ?«. Finalmente, ambas políticas han querido mostrar su solidaridad con la denunciante, condenando que su identidad haya trascendido a la esfera pública. «Es una violación de su identidad y su dignidad», ha denunciado Presas, pidiendo al PP que «aclare» de dónde salió la filtración que «algunos medios atribuyen« al entorno del exconsejero y que, «casualmente», se produjo al mismo tiempo que la «demolición controlada de su responsabilidad pública». «Ser una persona mediática», ha expuesto la socialista en su intervención, «no da derecho a que su intimidad sea vulnerada», por lo que, igual que el BNG, su formación pide que se depuren las posibles responsabilidades políticas. La oposición ha condenado este jueves que el presidente del Gobierno gallego, Alfonso Rueda, «ocultase» la denuncia por agresión sexual interpuesta el pasado mes de diciembre contra su ya exconsejero de Mar, Alfonso Villares. Según ha explicado el regidor, tuvo conocimiento del caso en febrero, pero no trascendió a los medios hasta esta semana, tras el primer pronunciamiento judicial y la dimisión del político. Por ello, tanto nacionalistas como socialistas reclaman una «explicación» de la Xunta, condenado, a su vez, la respuesta institucional: «Es escandaloso que se despida a un consejero con tal acusación entre aplausos», ha criticado la responsable de Igualdad del BNG, Noa Presas. Para la portavoz parlamentaria del grupo socialista y responsable del área de Igualdad, Paloma Castro, el hecho de que el presidente tuviese constancia de la denuncia y decidiese «no hacer nada» no es solo «una irresponsabilidad», sino también una muestra de «cinismo» y «absoluta hipocresía», optando por el «cálculo político» en vez de por la «transparencia». «Si es capaz de ocultar un hecho de esta dimensión, sabiendo además que antes o después sería público, qué más nos estará ocultando Rueda«, se ha preguntado. Una visión con la que ha coincido el Bloque. »¿Lleva Rueda cuatro meses encubriendo a un presunto agresor sexual en su gobierno?«, cuestionó Presas, pidiendo, igual que el PSdeG, que el presidente dé »explicaciones« sobre esta decisión. Las dos políticas condenaron también «la postura que están tomando» los representantes del PP en Galicia. Según Castro, «las declaraciones de estos días van a pasar a los anales de la historia como ejemplo de lo que nunca se debe hacer « en una situación como esta, »ensalzando la figura« de Villares y tratando su dimisión »como un acto de heroísmo«. Una renuncia, ha añadido, que »no cierra nada«, a la espera de que se pronuncie la justicia. Para el Bloque, es » escandaloso « que lo despidiesen entre aplausos, con »muestras de solidaridad« de sus antiguos compañeros. »¿Qué mensaje envía esto a las mujeres víctimas de violencia de género que están pensando en imponer una denuncia?«, ha lamentado, criticando que »no se puede usar la posición del poder del Consello de la Xunta para edulcorar esta cuestión y lavar la imagen pública del denunciado«. Al hilo, la nacionalista ha tachado de «absolutamente impresentable» apelar a la «recuperación» de Villares para la vida pública: «¿Qué disparate es este? El acusado convertido en víctima. ¿Está acaso el presidente de la Xunta insinuando que esta es una denuncia falsa ?«. Finalmente, ambas políticas han querido mostrar su solidaridad con la denunciante, condenando que su identidad haya trascendido a la esfera pública. «Es una violación de su identidad y su dignidad», ha denunciado Presas, pidiendo al PP que «aclare» de dónde salió la filtración que «algunos medios atribuyen« al entorno del exconsejero y que, «casualmente», se produjo al mismo tiempo que la «demolición controlada de su responsabilidad pública». «Ser una persona mediática», ha expuesto la socialista en su intervención, «no da derecho a que su intimidad sea vulnerada», por lo que, igual que el BNG, su formación pide que se depuren las posibles responsabilidades políticas. La oposición ha condenado este jueves que el presidente del Gobierno gallego, Alfonso Rueda, «ocultase» la denuncia por agresión sexual interpuesta el pasado mes de diciembre contra su ya exconsejero de Mar, Alfonso Villares. Según ha explicado el regidor, tuvo conocimiento del caso en febrero, pero no trascendió a los medios hasta esta semana, tras el primer pronunciamiento judicial y la dimisión del político. Por ello, tanto nacionalistas como socialistas reclaman una «explicación» de la Xunta, condenado, a su vez, la respuesta institucional: «Es escandaloso que se despida a un consejero con tal acusación entre aplausos», ha criticado la responsable de Igualdad del BNG, Noa Presas. Para la portavoz parlamentaria del grupo socialista y responsable del área de Igualdad, Paloma Castro, el hecho de que el presidente tuviese constancia de la denuncia y decidiese «no hacer nada» no es solo «una irresponsabilidad», sino también una muestra de «cinismo» y «absoluta hipocresía», optando por el «cálculo político» en vez de por la «transparencia». «Si es capaz de ocultar un hecho de esta dimensión, sabiendo además que antes o después sería público, qué más nos estará ocultando Rueda«, se ha preguntado. Una visión con la que ha coincido el Bloque. »¿Lleva Rueda cuatro meses encubriendo a un presunto agresor sexual en su gobierno?«, cuestionó Presas, pidiendo, igual que el PSdeG, que el presidente dé »explicaciones« sobre esta decisión. Las dos políticas condenaron también «la postura que están tomando» los representantes del PP en Galicia. Según Castro, «las declaraciones de estos días van a pasar a los anales de la historia como ejemplo de lo que nunca se debe hacer « en una situación como esta, »ensalzando la figura« de Villares y tratando su dimisión »como un acto de heroísmo«. Una renuncia, ha añadido, que »no cierra nada«, a la espera de que se pronuncie la justicia. Para el Bloque, es » escandaloso « que lo despidiesen entre aplausos, con »muestras de solidaridad« de sus antiguos compañeros. »¿Qué mensaje envía esto a las mujeres víctimas de violencia de género que están pensando en imponer una denuncia?«, ha lamentado, criticando que »no se puede usar la posición del poder del Consello de la Xunta para edulcorar esta cuestión y lavar la imagen pública del denunciado«. Al hilo, la nacionalista ha tachado de «absolutamente impresentable» apelar a la «recuperación» de Villares para la vida pública: «¿Qué disparate es este? El acusado convertido en víctima. ¿Está acaso el presidente de la Xunta insinuando que esta es una denuncia falsa ?«. Finalmente, ambas políticas han querido mostrar su solidaridad con la denunciante, condenando que su identidad haya trascendido a la esfera pública. «Es una violación de su identidad y su dignidad», ha denunciado Presas, pidiendo al PP que «aclare» de dónde salió la filtración que «algunos medios atribuyen« al entorno del exconsejero y que, «casualmente», se produjo al mismo tiempo que la «demolición controlada de su responsabilidad pública». «Ser una persona mediática», ha expuesto la socialista en su intervención, «no da derecho a que su intimidad sea vulnerada», por lo que, igual que el BNG, su formación pide que se depuren las posibles responsabilidades políticas. RSS de noticias de espana
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