A los pocos días de confinamiento los corzos salieron de la espesura para lamer la sal de las carreteras, las hierbas vencieron a las aceras y el cielo recuperó su tono. Entre sirenas y dramas, este planeta agotado aprovechó nuestro encierro para relajarse. Y mientras aplaudíamos en los balcones, a Jorge Noguerales (Madrid, 1983) la pandemia lo pilló viajando. Dar la vuelta al mundo siempre es un buen plan; hacerlo cuando es solo para ti y unos pocos se convierte en un plan extraordinario y él lo vivió para contarlo. ‘La película de mi viaje’ (es una odisea de año y medio donde el turismo, que matiza todas las bellezas, deja sitio al relato, cesan los ‘stories’ y vuelven las historias. ENSAYO ‘La película de mi viaje’ Autor Jorge Noguerales Editorial Libros Indie Año 2025 Páginas 426 Precio 22 euros 4Con esos mimbres, las manos de Noguerales tejen una cesta que nos lleva y nos trae por espacios y tiempos, desde Tailandia, Camboya, Nepal, Maldivas o Dubái hasta sus amores, sus adicciones o su adolescencia en la Alameda de Osuna (Madrid) durante los felices años 90, cuando un mico llamado Leiva sacaba ‘riffs de Zeppelin con los muchachos’ o los Boa Mixtura pintaban muros y trenes en el barrio sin sospechar, ni uno ni otros, que serían gigantes. La mirada de Noguerales es atenta al detalle, exprime igual una complicidad, su memoria, un amanecer o un error. Cualquier ocasión le es propicia para abrir ventanas a sus paisajes interiores, marcados por la cultura urbana, el hip hop, el ‘skate’ o el cine (trabaja como localizador para la industria), la gastronomía o el surf, siempre con el barniz de una emoción desaforada. Sorteando restricciones, variantes y prejuicios, aprovechó para ajustar cuentas consigo mismo y con este mundo enloquecido. Surfeó mares de lágrimas , le puso música a cada instante y letra a cada sonido. Tembló ante la inmensidad. Denunció sus vicios para que juzgue el lector y pasó por alto sus virtudes. Por el Cañón del Colorado, Medellín, Machupichu o la Patagonia chilena, quiso escribir un libro y le salió una película de palabras. A los pocos días de confinamiento los corzos salieron de la espesura para lamer la sal de las carreteras, las hierbas vencieron a las aceras y el cielo recuperó su tono. Entre sirenas y dramas, este planeta agotado aprovechó nuestro encierro para relajarse. Y mientras aplaudíamos en los balcones, a Jorge Noguerales (Madrid, 1983) la pandemia lo pilló viajando. Dar la vuelta al mundo siempre es un buen plan; hacerlo cuando es solo para ti y unos pocos se convierte en un plan extraordinario y él lo vivió para contarlo. ‘La película de mi viaje’ (es una odisea de año y medio donde el turismo, que matiza todas las bellezas, deja sitio al relato, cesan los ‘stories’ y vuelven las historias. ENSAYO ‘La película de mi viaje’ Autor Jorge Noguerales Editorial Libros Indie Año 2025 Páginas 426 Precio 22 euros 4Con esos mimbres, las manos de Noguerales tejen una cesta que nos lleva y nos trae por espacios y tiempos, desde Tailandia, Camboya, Nepal, Maldivas o Dubái hasta sus amores, sus adicciones o su adolescencia en la Alameda de Osuna (Madrid) durante los felices años 90, cuando un mico llamado Leiva sacaba ‘riffs de Zeppelin con los muchachos’ o los Boa Mixtura pintaban muros y trenes en el barrio sin sospechar, ni uno ni otros, que serían gigantes. La mirada de Noguerales es atenta al detalle, exprime igual una complicidad, su memoria, un amanecer o un error. Cualquier ocasión le es propicia para abrir ventanas a sus paisajes interiores, marcados por la cultura urbana, el hip hop, el ‘skate’ o el cine (trabaja como localizador para la industria), la gastronomía o el surf, siempre con el barniz de una emoción desaforada. Sorteando restricciones, variantes y prejuicios, aprovechó para ajustar cuentas consigo mismo y con este mundo enloquecido. Surfeó mares de lágrimas , le puso música a cada instante y letra a cada sonido. Tembló ante la inmensidad. Denunció sus vicios para que juzgue el lector y pasó por alto sus virtudes. Por el Cañón del Colorado, Medellín, Machupichu o la Patagonia chilena, quiso escribir un libro y le salió una película de palabras. A los pocos días de confinamiento los corzos salieron de la espesura para lamer la sal de las carreteras, las hierbas vencieron a las aceras y el cielo recuperó su tono. Entre sirenas y dramas, este planeta agotado aprovechó nuestro encierro para relajarse. Y mientras aplaudíamos en los balcones, a Jorge Noguerales (Madrid, 1983) la pandemia lo pilló viajando. Dar la vuelta al mundo siempre es un buen plan; hacerlo cuando es solo para ti y unos pocos se convierte en un plan extraordinario y él lo vivió para contarlo. ‘La película de mi viaje’ (es una odisea de año y medio donde el turismo, que matiza todas las bellezas, deja sitio al relato, cesan los ‘stories’ y vuelven las historias. ENSAYO ‘La película de mi viaje’ Autor Jorge Noguerales Editorial Libros Indie Año 2025 Páginas 426 Precio 22 euros 4Con esos mimbres, las manos de Noguerales tejen una cesta que nos lleva y nos trae por espacios y tiempos, desde Tailandia, Camboya, Nepal, Maldivas o Dubái hasta sus amores, sus adicciones o su adolescencia en la Alameda de Osuna (Madrid) durante los felices años 90, cuando un mico llamado Leiva sacaba ‘riffs de Zeppelin con los muchachos’ o los Boa Mixtura pintaban muros y trenes en el barrio sin sospechar, ni uno ni otros, que serían gigantes. La mirada de Noguerales es atenta al detalle, exprime igual una complicidad, su memoria, un amanecer o un error. Cualquier ocasión le es propicia para abrir ventanas a sus paisajes interiores, marcados por la cultura urbana, el hip hop, el ‘skate’ o el cine (trabaja como localizador para la industria), la gastronomía o el surf, siempre con el barniz de una emoción desaforada. Sorteando restricciones, variantes y prejuicios, aprovechó para ajustar cuentas consigo mismo y con este mundo enloquecido. Surfeó mares de lágrimas , le puso música a cada instante y letra a cada sonido. Tembló ante la inmensidad. Denunció sus vicios para que juzgue el lector y pasó por alto sus virtudes. Por el Cañón del Colorado, Medellín, Machupichu o la Patagonia chilena, quiso escribir un libro y le salió una película de palabras. RSS de noticias de cultura
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