El cambio climático no es ningún invento. Sus efectos cada vez son más visibles y si no se remedia tendrán importantes consecuencias en las costas andaluzas que no tardarán demasiado en hacerse patentes. De hecho, los informes que maneja la Junta de Andalucía reflejan que para el año 2100, es decir cuando pasen 75 años, el aumento del nivel del mar provocará la desaparición de un total de 33 playas a lo largo del litoral andaluz en los escenarios más pesimistas. Las zonas más afectadas de la comunidad autónoma por el cambio climático y sus devastadores efectos serán la Costa del Sol y el litoral gaditano occidental, precisamente dos de las joyas del litoral andaluz, ya que se trata de playas muy populares y muy visitadas cada año. Según los estudios con los que trabaja la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente, en el año horizonte 2050 el litoral andaluz pierde entre cinco y 25 metros de playa seca, siendo el territorio más deteriorado el de la Costa del Sol.Distintos patronesA finales de siglo, el patrón de afección a las diferentes zonas del litoral es similar, pero llegando a alcanzar los 40, 50 y 65 metros de retroceso en la línea de costa por el aumento del nivel medio del mar.Los expertos consideran que las playas abiertas y aquellas de sedimento más fino (de arena fina) y profundidad de cierre elevada sufrirán retrocesos permanentes superiores a las playas con mayor tamaño de sedimento, pudiendo alcanzar valores cercanos a las 65 metros de retroceso para el año horizonte 2100. Y eso supondrá que en ese escenario de dentro de setenta y cinco años el aumento del nivel del mar podría provocar la desaparición de 33 playas del litoral andaluz en el escenario más pesimista.¿Cuales son esas playas que son señaladas por los informes oficiales como en peligro de extinción en las previsiones más extremas? Algunas de ellas figuran entre las más solicitadas por los bañistas y las que más lleno registran cada verano. En esa lista se encuentran, dentro de la provincia de Cádiz, las de la Cruz del Mar y Camarón en Chipiona. En Rota se señala La Costilla y Galeones y en Cádiz capital, La Victoria y Cortadura . También están en peligro La Barrosa en Chiclana, Roche en Conil y las de Santa Catalina (también conocida como la de la Muralla), Valdelagrana y Levante en El Puerto. En cuanto a la zona de la Costa del Sol están las de Río Verde y El Faro en Marbella, Los Boliches-Gaviotas y Carvajal en Fuengirola, Santa Ana en Benalmádena, la Butibamba en Mijas, El Bajondillo y Los Álamos en Torremolinos, La Misericordia , La Caleta y El Candado en la capital malagueña. En Vélez-Málaga también corren peligro las de Valle Niza y la de Torre del Mar.Casos prácticosLos informes de la Junta ponen algunos ejemplos. En el caso de la playa del El Carvajal, en el término municipal de Fuengirola, algunos escenarios contemplan que en el año horizonte 2050, es decir dentro de veinticinco años, retroceda aproximadamente un 74 por ciento su ancho de playa actual, mientras que para el 20100, el ancho de playa seca será inexistente, llegando a alcanzar la infraestructura costera que conforma sobre la que discurre el paseo marítimo de la localidad, pudiendo provocar descalzamientos en la misma, esto es un desplazamiento de la arena. En cuanto la pérdida de la propia arena, las playas más afectadas por este fenómeno serán algunas de la provincia de Huelva. Así, en el horizonte del año 2025 se habla de que las que sufrirán mayores pérdidas serán la playa de Doñana , que perderá 12.500.000 metros cúbicos, la playa de Castilla (Almonte), con una merma de 7.800.000 metros cúbicos y la de Levante (El Puerto), que adelgazará en 6.400.000 metros cúbicos.Los más vulnerablesSegún los especialistas, los volúmenes de arena potencialmente perdidos son proporcionales a la longitud de playa y entre las más vulnerables a la pérdida de arena están las de Levante, La Victoria, La Anegada, Río Verde, Artola, Boliches, Carvajal, Campo de Golf, Gudalhorce y La Caleta, repartidas entre la provincia de Cádiz y Málaga.Las playas que perderán la totalidad de su superficie por el escenario extremo de cambio climático en el año horizonte 2100 serán mayoritariamente del litoral gaditano occidental, entre las que se encuentran la playas Micaela, Cruz del Mar, La Victoria, Sancti-Petri, Roche; y las de la Costa del Sol, como pueden ser las de Nueva Andalucía, Fuengirola, los Boliches, Benajarafe, Caleta de Vélez.Efectos en los estuariosAdemás, los informes oficiales también han realizado análisis morfodinámico de los estuarios del litoral andaluz, estudios sobre cómo cambian con el tiempo las zonas donde desembocan los ríos debido a factores como los sedimentos, las mareas o el nivel del mar. Uno de los ejemplos que se han estudiado en los documentos oficiales es el estuario del Tinto-Odiel en Huelva en el que se espera que tenga menos sedimentos de los que necesita para estar en situación de equilibrio natural. Para compensarlo, el fondo tenderá a elevarse por la acumulación de sedimentos un 4 por ciento hacia el año 2050 y un 15 por ciento en el horizonte del año 2100. También se prevé que la desembocadura se ensanche ligeramente o aumente su profundidad o volumen de paso. Será un cambio pequeño pero creciente e irá a más de forma paulatina. Un 0,3 por ciento en los próximos veinticinco años y un 1,2 por ciento en setenta y cinco. Todo esto son algunos de los efectos del cambio climático.Microplásticos en las almejas del Guadaiana y el Guadalquivir La mano del hombre está detrás de los efectos del cambio climático. Se ha detectado la presencia de microplásticos en la almeja Scrobicularia plana, conocida comúnmente como coquina de fango, en los estuarios de los ríos Guadiana y Guadalquivir. La mayoría de los microplásticos encontrados en ambos estuarios eran fibras oscuras, probablemente derivadas del lavado de ropa y de una deficiente filtración en las plantas de tratamiento de aguas residuales. Se trata de un hallazgo de investigadores de la Universidad de Sevilla, la Estación Biológica de Doñana y la universidad italiana de Roma Tre. El cambio climático no es ningún invento. Sus efectos cada vez son más visibles y si no se remedia tendrán importantes consecuencias en las costas andaluzas que no tardarán demasiado en hacerse patentes. De hecho, los informes que maneja la Junta de Andalucía reflejan que para el año 2100, es decir cuando pasen 75 años, el aumento del nivel del mar provocará la desaparición de un total de 33 playas a lo largo del litoral andaluz en los escenarios más pesimistas. Las zonas más afectadas de la comunidad autónoma por el cambio climático y sus devastadores efectos serán la Costa del Sol y el litoral gaditano occidental, precisamente dos de las joyas del litoral andaluz, ya que se trata de playas muy populares y muy visitadas cada año. Según los estudios con los que trabaja la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente, en el año horizonte 2050 el litoral andaluz pierde entre cinco y 25 metros de playa seca, siendo el territorio más deteriorado el de la Costa del Sol.Distintos patronesA finales de siglo, el patrón de afección a las diferentes zonas del litoral es similar, pero llegando a alcanzar los 40, 50 y 65 metros de retroceso en la línea de costa por el aumento del nivel medio del mar.Los expertos consideran que las playas abiertas y aquellas de sedimento más fino (de arena fina) y profundidad de cierre elevada sufrirán retrocesos permanentes superiores a las playas con mayor tamaño de sedimento, pudiendo alcanzar valores cercanos a las 65 metros de retroceso para el año horizonte 2100. Y eso supondrá que en ese escenario de dentro de setenta y cinco años el aumento del nivel del mar podría provocar la desaparición de 33 playas del litoral andaluz en el escenario más pesimista.¿Cuales son esas playas que son señaladas por los informes oficiales como en peligro de extinción en las previsiones más extremas? Algunas de ellas figuran entre las más solicitadas por los bañistas y las que más lleno registran cada verano. En esa lista se encuentran, dentro de la provincia de Cádiz, las de la Cruz del Mar y Camarón en Chipiona. En Rota se señala La Costilla y Galeones y en Cádiz capital, La Victoria y Cortadura . También están en peligro La Barrosa en Chiclana, Roche en Conil y las de Santa Catalina (también conocida como la de la Muralla), Valdelagrana y Levante en El Puerto. En cuanto a la zona de la Costa del Sol están las de Río Verde y El Faro en Marbella, Los Boliches-Gaviotas y Carvajal en Fuengirola, Santa Ana en Benalmádena, la Butibamba en Mijas, El Bajondillo y Los Álamos en Torremolinos, La Misericordia , La Caleta y El Candado en la capital malagueña. En Vélez-Málaga también corren peligro las de Valle Niza y la de Torre del Mar.Casos prácticosLos informes de la Junta ponen algunos ejemplos. En el caso de la playa del El Carvajal, en el término municipal de Fuengirola, algunos escenarios contemplan que en el año horizonte 2050, es decir dentro de veinticinco años, retroceda aproximadamente un 74 por ciento su ancho de playa actual, mientras que para el 20100, el ancho de playa seca será inexistente, llegando a alcanzar la infraestructura costera que conforma sobre la que discurre el paseo marítimo de la localidad, pudiendo provocar descalzamientos en la misma, esto es un desplazamiento de la arena. En cuanto la pérdida de la propia arena, las playas más afectadas por este fenómeno serán algunas de la provincia de Huelva. Así, en el horizonte del año 2025 se habla de que las que sufrirán mayores pérdidas serán la playa de Doñana , que perderá 12.500.000 metros cúbicos, la playa de Castilla (Almonte), con una merma de 7.800.000 metros cúbicos y la de Levante (El Puerto), que adelgazará en 6.400.000 metros cúbicos.Los más vulnerablesSegún los especialistas, los volúmenes de arena potencialmente perdidos son proporcionales a la longitud de playa y entre las más vulnerables a la pérdida de arena están las de Levante, La Victoria, La Anegada, Río Verde, Artola, Boliches, Carvajal, Campo de Golf, Gudalhorce y La Caleta, repartidas entre la provincia de Cádiz y Málaga.Las playas que perderán la totalidad de su superficie por el escenario extremo de cambio climático en el año horizonte 2100 serán mayoritariamente del litoral gaditano occidental, entre las que se encuentran la playas Micaela, Cruz del Mar, La Victoria, Sancti-Petri, Roche; y las de la Costa del Sol, como pueden ser las de Nueva Andalucía, Fuengirola, los Boliches, Benajarafe, Caleta de Vélez.Efectos en los estuariosAdemás, los informes oficiales también han realizado análisis morfodinámico de los estuarios del litoral andaluz, estudios sobre cómo cambian con el tiempo las zonas donde desembocan los ríos debido a factores como los sedimentos, las mareas o el nivel del mar. Uno de los ejemplos que se han estudiado en los documentos oficiales es el estuario del Tinto-Odiel en Huelva en el que se espera que tenga menos sedimentos de los que necesita para estar en situación de equilibrio natural. Para compensarlo, el fondo tenderá a elevarse por la acumulación de sedimentos un 4 por ciento hacia el año 2050 y un 15 por ciento en el horizonte del año 2100. También se prevé que la desembocadura se ensanche ligeramente o aumente su profundidad o volumen de paso. Será un cambio pequeño pero creciente e irá a más de forma paulatina. Un 0,3 por ciento en los próximos veinticinco años y un 1,2 por ciento en setenta y cinco. Todo esto son algunos de los efectos del cambio climático.Microplásticos en las almejas del Guadaiana y el Guadalquivir La mano del hombre está detrás de los efectos del cambio climático. Se ha detectado la presencia de microplásticos en la almeja Scrobicularia plana, conocida comúnmente como coquina de fango, en los estuarios de los ríos Guadiana y Guadalquivir. La mayoría de los microplásticos encontrados en ambos estuarios eran fibras oscuras, probablemente derivadas del lavado de ropa y de una deficiente filtración en las plantas de tratamiento de aguas residuales. Se trata de un hallazgo de investigadores de la Universidad de Sevilla, la Estación Biológica de Doñana y la universidad italiana de Roma Tre. El cambio climático no es ningún invento. Sus efectos cada vez son más visibles y si no se remedia tendrán importantes consecuencias en las costas andaluzas que no tardarán demasiado en hacerse patentes. De hecho, los informes que maneja la Junta de Andalucía reflejan que para el año 2100, es decir cuando pasen 75 años, el aumento del nivel del mar provocará la desaparición de un total de 33 playas a lo largo del litoral andaluz en los escenarios más pesimistas. Las zonas más afectadas de la comunidad autónoma por el cambio climático y sus devastadores efectos serán la Costa del Sol y el litoral gaditano occidental, precisamente dos de las joyas del litoral andaluz, ya que se trata de playas muy populares y muy visitadas cada año. Según los estudios con los que trabaja la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente, en el año horizonte 2050 el litoral andaluz pierde entre cinco y 25 metros de playa seca, siendo el territorio más deteriorado el de la Costa del Sol.Distintos patronesA finales de siglo, el patrón de afección a las diferentes zonas del litoral es similar, pero llegando a alcanzar los 40, 50 y 65 metros de retroceso en la línea de costa por el aumento del nivel medio del mar.Los expertos consideran que las playas abiertas y aquellas de sedimento más fino (de arena fina) y profundidad de cierre elevada sufrirán retrocesos permanentes superiores a las playas con mayor tamaño de sedimento, pudiendo alcanzar valores cercanos a las 65 metros de retroceso para el año horizonte 2100. Y eso supondrá que en ese escenario de dentro de setenta y cinco años el aumento del nivel del mar podría provocar la desaparición de 33 playas del litoral andaluz en el escenario más pesimista.¿Cuales son esas playas que son señaladas por los informes oficiales como en peligro de extinción en las previsiones más extremas? Algunas de ellas figuran entre las más solicitadas por los bañistas y las que más lleno registran cada verano. En esa lista se encuentran, dentro de la provincia de Cádiz, las de la Cruz del Mar y Camarón en Chipiona. En Rota se señala La Costilla y Galeones y en Cádiz capital, La Victoria y Cortadura . También están en peligro La Barrosa en Chiclana, Roche en Conil y las de Santa Catalina (también conocida como la de la Muralla), Valdelagrana y Levante en El Puerto. En cuanto a la zona de la Costa del Sol están las de Río Verde y El Faro en Marbella, Los Boliches-Gaviotas y Carvajal en Fuengirola, Santa Ana en Benalmádena, la Butibamba en Mijas, El Bajondillo y Los Álamos en Torremolinos, La Misericordia , La Caleta y El Candado en la capital malagueña. En Vélez-Málaga también corren peligro las de Valle Niza y la de Torre del Mar.Casos prácticosLos informes de la Junta ponen algunos ejemplos. En el caso de la playa del El Carvajal, en el término municipal de Fuengirola, algunos escenarios contemplan que en el año horizonte 2050, es decir dentro de veinticinco años, retroceda aproximadamente un 74 por ciento su ancho de playa actual, mientras que para el 20100, el ancho de playa seca será inexistente, llegando a alcanzar la infraestructura costera que conforma sobre la que discurre el paseo marítimo de la localidad, pudiendo provocar descalzamientos en la misma, esto es un desplazamiento de la arena. En cuanto la pérdida de la propia arena, las playas más afectadas por este fenómeno serán algunas de la provincia de Huelva. Así, en el horizonte del año 2025 se habla de que las que sufrirán mayores pérdidas serán la playa de Doñana , que perderá 12.500.000 metros cúbicos, la playa de Castilla (Almonte), con una merma de 7.800.000 metros cúbicos y la de Levante (El Puerto), que adelgazará en 6.400.000 metros cúbicos.Los más vulnerablesSegún los especialistas, los volúmenes de arena potencialmente perdidos son proporcionales a la longitud de playa y entre las más vulnerables a la pérdida de arena están las de Levante, La Victoria, La Anegada, Río Verde, Artola, Boliches, Carvajal, Campo de Golf, Gudalhorce y La Caleta, repartidas entre la provincia de Cádiz y Málaga.Las playas que perderán la totalidad de su superficie por el escenario extremo de cambio climático en el año horizonte 2100 serán mayoritariamente del litoral gaditano occidental, entre las que se encuentran la playas Micaela, Cruz del Mar, La Victoria, Sancti-Petri, Roche; y las de la Costa del Sol, como pueden ser las de Nueva Andalucía, Fuengirola, los Boliches, Benajarafe, Caleta de Vélez.Efectos en los estuariosAdemás, los informes oficiales también han realizado análisis morfodinámico de los estuarios del litoral andaluz, estudios sobre cómo cambian con el tiempo las zonas donde desembocan los ríos debido a factores como los sedimentos, las mareas o el nivel del mar. Uno de los ejemplos que se han estudiado en los documentos oficiales es el estuario del Tinto-Odiel en Huelva en el que se espera que tenga menos sedimentos de los que necesita para estar en situación de equilibrio natural. Para compensarlo, el fondo tenderá a elevarse por la acumulación de sedimentos un 4 por ciento hacia el año 2050 y un 15 por ciento en el horizonte del año 2100. También se prevé que la desembocadura se ensanche ligeramente o aumente su profundidad o volumen de paso. Será un cambio pequeño pero creciente e irá a más de forma paulatina. Un 0,3 por ciento en los próximos veinticinco años y un 1,2 por ciento en setenta y cinco. Todo esto son algunos de los efectos del cambio climático.Microplásticos en las almejas del Guadaiana y el Guadalquivir La mano del hombre está detrás de los efectos del cambio climático. Se ha detectado la presencia de microplásticos en la almeja Scrobicularia plana, conocida comúnmente como coquina de fango, en los estuarios de los ríos Guadiana y Guadalquivir. La mayoría de los microplásticos encontrados en ambos estuarios eran fibras oscuras, probablemente derivadas del lavado de ropa y de una deficiente filtración en las plantas de tratamiento de aguas residuales. Se trata de un hallazgo de investigadores de la Universidad de Sevilla, la Estación Biológica de Doñana y la universidad italiana de Roma Tre. RSS de noticias de espana/andalucia
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