<p>Los lectores no demasiado jóvenes recordarán el día en que <strong>Raúl Gonzalez</strong> mandó callar al Camp Nou. Al delantero le salieron con los años numerosos imitadores, pero hasta ahora no habíamos visto un gesto así en el mundo del ajedrez. De <strong>Magnus Carlsen</strong>, número uno del mundo, conocíamos incluso algún puñetazo en la mesa, pero esa interacción con el público no se había producido nunca. Hasta que el noruego, madridista confeso, lo hizo en la eSports World Cup, la Copa del Mundo de deportes electrónicos celebrada en Riad (Arabia Saudita), un festival del videojuego profesional. Allí el ajedrez se codeó, para bien y para mal, con el League of Legends y el Call of Duty, entre otros.</p>
El noruego se exhibe en un campeonato organizado por Arabia Saudí y se lleva 250.000 euros. »Parece de mal gusto hacer cambios en el juego para satisfacer a un público cada vez más voluble», dicen los clásicos.
<p>Los lectores no demasiado jóvenes recordarán el día en que <strong>Raúl Gonzalez</strong> mandó callar al Camp Nou. Al delantero le salieron con los años numerosos imitadores, pero hasta ahora no habíamos visto un gesto así en el mundo del ajedrez. De <strong>Magnus Carlsen</strong>, número uno del mundo, conocíamos incluso algún puñetazo en la mesa, pero esa interacción con el público no se había producido nunca. Hasta que el noruego, madridista confeso, lo hizo en la eSports World Cup, la Copa del Mundo de deportes electrónicos celebrada en Riad (Arabia Saudita), un festival del videojuego profesional. Allí el ajedrez se codeó, para bien y para mal, con el League of Legends y el Call of Duty, entre otros.</p>
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