<p>El el Real Monasterio de Sijena, fundado en 1188 por la reina Sancha de Castilla, fue el más importante de la Corona de Aragón y atesoró uno de los patrimonios artísticos más importantes de la Edad Media, con su Sala Capitular y su retablo mayor. De ahí la expresión de tesoro de Sijena. Pero a lo largo de los siglos, ese tesoro acabó disperso por guerras, saqueos y la desamortización del XIX. Aquí algunas claves para entender los avatares históricos de las pinturas:</p>
Las obras de la Sala Capitular del monasterio no son pinturas murales al uso: su exposición al fuego las deterioró, volviéndolas muy frágiles
<p>El el Real Monasterio de Sijena, fundado en 1188 por la reina Sancha de Castilla, fue el más importante de la Corona de Aragón y atesoró uno de los patrimonios artísticos más importantes de la Edad Media, con su Sala Capitular y su retablo mayor. De ahí la expresión de tesoro de Sijena. Pero a lo largo de los siglos, ese tesoro acabó disperso por guerras, saqueos y la desamortización del XIX. Aquí algunas claves para entender los avatares históricos de las pinturas:</p>
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