No es ningún secreto que Antonio Cordón afronta este verano uno de los retos más ilusionantes pero también más peliagudos de su carrera. La situación financiera del Sevilla es la peor de los últimos veinticinco años, con el balance arrojando pérdidas por quinto curso consecutivo y un estricto control económico de LaLiga que aprieta de lo lindo y con las concesiones justas. Antes de la llegada del segundo fichaje del proyecto 2025-26, un Gabriel Suazo que fue presentado ayer en el Sánchez-Pizjuán , las obligaciones del club en materia salarial para esquivar problemas con las futuras inscripciones ya eran tremendas. Un hándicap que se ha multiplicado ahora, no ya por el mero hecho de sumar un nuevo efectivo a nómina, sino sobre todo por las lesiones que se conocieron el lunes de Tanguy Nianzou y Joan Jordán , dos de los sueldos ‘Champions’ de la plantilla, que suponen un verdadero torpedo a la línea de flotación de la planificación sevillista.El defensa galo ha vuelto a resentirse de su dolencia en el recto anterior de la pierna derecha, con lo que estará fuera de combate al menos unas ocho semanas. Por su parte, Jordán, que ya venía arrastrando molestias en la espalda desde el último tramo de la temporada pasada durante su cesión al Alavés, ha optado finalmente por pasar por el quirófano para tratarse de su hernia discal. El futbolista catalán permanecerá alejado de los terrenos de juego tres meses. Se esfuman, por tanto, las opciones que podría haber para intentar mover a estos jugadores en el mercado. Ningún club, como es lógico, llamará a las puertas del Sánchez-Pizjuán para llevarse a profesionales de baja. Es decir, Nianzou y Joan Jordán tendrán su sitio en la plantilla del Sevilla 2025-26. Si antes de este doble percance Cordón tenía que desarrollar fórmulas ciertamente imaginativas para conformarle a Matías Almeyda una plantilla de cierto nivel, ahora el extremeño se ve obligado a realizar la cuadratura del círculo. Ni se contempla, salvo la improbabilidad de que renunciaran a sus contratos, la opción de rescindir a los dos jugadores, con fichas muy elevadas y vinculación hasta 2027, lo que obligaría a un desembolso desmedido que el club no se puede plantear en estos momentos.Nianzou le cuesta al Sevilla FC la friolera de 13 millones de euros anuales entre sueldo y amortización, mientras que el contrato de Jordán también se sitúa entre los más onerosos de la actual plantilla, derivando en un coste total en su caso de unos siete millones por temporada. El gasto entre los dos alcanza los 20 millones de euros . El problemón para el Sevilla FC es de aúpa, ya que los responsables deportivos y de las cuentas en el Ramón Sánchez-Pizjuán saben que por ahí no podrán meter la tijera. En su plan de reestructuración, el Sevilla se comprometió a reducir este verano entre 30 y 40 millones su coste de plantilla (Víctor Orta lo dejó en 109 cuando salió). El club se ha encontrado ahora con que tendrá que asumir, sí o sí, los 20 ‘kilos’ de dos futbolistas que ni siquiera podrán ayudar sobre el campo en los primeros meses de competición. El complejo escenario comprime más si cabe el escaso margen de maniobra que ya de por sí tenía Cordón para moverse en el mercado dentro de un club que sobrevive con el límite salarial más bajo de todo el fútbol profesional en Primera y Segunda división. Tras la última revisión de LaLiga en enero, ese tope para los sevillistas no alcanzaba los 0,7 millones. O lo que es lo mismo, lo tiene rebasado en el coste total de la plantilla.El Sevilla tiene que hacer malabarismos para generar espacio salarial . No ya para hacer hueco a los que lleguen, sino para los que ya están. Se quiere transmitir tranquilidad en cuanto a las inscripciones pero la realidad de los números inquieta. Hay una herramienta que otorga algo de oxígeno. Se trata de la nueva regla sobre visados provisionales de LaLiga que permitirá a los clubes que tienen excedido el tope, como es el caso del Sevilla FC, incorporar hasta a tres nuevos fichajes mientras el club trabaja en ensanchar su límite salarial. Eso sí, la nueva norma especifica que sólo uno de esos futbolistas será por traspaso , mientras que los otros dos tienen que ser libres .A día de hoy, cuando queda un mes para el debut liguero en San Mamés, el Sevilla tiene pendiente de inscribir a los dos fichajes por los que abonó traspasos en el mercado de enero, Akor Adams y Rubén Vargas ; a los dos refuerzos que han aterrizado este verano como agentes libres, Alfon González y Gabriel Suazo , y al portero Álvaro Fernández , que ha renovado tras finalizar su contrato, con lo que también computaría como libre. Obviamente, para hacer hueco a todos y a los futuribles fichajes, no queda otra que ejecutar más de una venta de postín en este Sevilla. Juanlu, Lukebakio, Badé, Agoumé y Djibril Sow son las piezas con más mercado en Nervión. No es ningún secreto que Antonio Cordón afronta este verano uno de los retos más ilusionantes pero también más peliagudos de su carrera. La situación financiera del Sevilla es la peor de los últimos veinticinco años, con el balance arrojando pérdidas por quinto curso consecutivo y un estricto control económico de LaLiga que aprieta de lo lindo y con las concesiones justas. Antes de la llegada del segundo fichaje del proyecto 2025-26, un Gabriel Suazo que fue presentado ayer en el Sánchez-Pizjuán , las obligaciones del club en materia salarial para esquivar problemas con las futuras inscripciones ya eran tremendas. Un hándicap que se ha multiplicado ahora, no ya por el mero hecho de sumar un nuevo efectivo a nómina, sino sobre todo por las lesiones que se conocieron el lunes de Tanguy Nianzou y Joan Jordán , dos de los sueldos ‘Champions’ de la plantilla, que suponen un verdadero torpedo a la línea de flotación de la planificación sevillista.El defensa galo ha vuelto a resentirse de su dolencia en el recto anterior de la pierna derecha, con lo que estará fuera de combate al menos unas ocho semanas. Por su parte, Jordán, que ya venía arrastrando molestias en la espalda desde el último tramo de la temporada pasada durante su cesión al Alavés, ha optado finalmente por pasar por el quirófano para tratarse de su hernia discal. El futbolista catalán permanecerá alejado de los terrenos de juego tres meses. Se esfuman, por tanto, las opciones que podría haber para intentar mover a estos jugadores en el mercado. Ningún club, como es lógico, llamará a las puertas del Sánchez-Pizjuán para llevarse a profesionales de baja. Es decir, Nianzou y Joan Jordán tendrán su sitio en la plantilla del Sevilla 2025-26. Si antes de este doble percance Cordón tenía que desarrollar fórmulas ciertamente imaginativas para conformarle a Matías Almeyda una plantilla de cierto nivel, ahora el extremeño se ve obligado a realizar la cuadratura del círculo. Ni se contempla, salvo la improbabilidad de que renunciaran a sus contratos, la opción de rescindir a los dos jugadores, con fichas muy elevadas y vinculación hasta 2027, lo que obligaría a un desembolso desmedido que el club no se puede plantear en estos momentos.Nianzou le cuesta al Sevilla FC la friolera de 13 millones de euros anuales entre sueldo y amortización, mientras que el contrato de Jordán también se sitúa entre los más onerosos de la actual plantilla, derivando en un coste total en su caso de unos siete millones por temporada. El gasto entre los dos alcanza los 20 millones de euros . El problemón para el Sevilla FC es de aúpa, ya que los responsables deportivos y de las cuentas en el Ramón Sánchez-Pizjuán saben que por ahí no podrán meter la tijera. En su plan de reestructuración, el Sevilla se comprometió a reducir este verano entre 30 y 40 millones su coste de plantilla (Víctor Orta lo dejó en 109 cuando salió). El club se ha encontrado ahora con que tendrá que asumir, sí o sí, los 20 ‘kilos’ de dos futbolistas que ni siquiera podrán ayudar sobre el campo en los primeros meses de competición. El complejo escenario comprime más si cabe el escaso margen de maniobra que ya de por sí tenía Cordón para moverse en el mercado dentro de un club que sobrevive con el límite salarial más bajo de todo el fútbol profesional en Primera y Segunda división. Tras la última revisión de LaLiga en enero, ese tope para los sevillistas no alcanzaba los 0,7 millones. O lo que es lo mismo, lo tiene rebasado en el coste total de la plantilla.El Sevilla tiene que hacer malabarismos para generar espacio salarial . No ya para hacer hueco a los que lleguen, sino para los que ya están. Se quiere transmitir tranquilidad en cuanto a las inscripciones pero la realidad de los números inquieta. Hay una herramienta que otorga algo de oxígeno. Se trata de la nueva regla sobre visados provisionales de LaLiga que permitirá a los clubes que tienen excedido el tope, como es el caso del Sevilla FC, incorporar hasta a tres nuevos fichajes mientras el club trabaja en ensanchar su límite salarial. Eso sí, la nueva norma especifica que sólo uno de esos futbolistas será por traspaso , mientras que los otros dos tienen que ser libres .A día de hoy, cuando queda un mes para el debut liguero en San Mamés, el Sevilla tiene pendiente de inscribir a los dos fichajes por los que abonó traspasos en el mercado de enero, Akor Adams y Rubén Vargas ; a los dos refuerzos que han aterrizado este verano como agentes libres, Alfon González y Gabriel Suazo , y al portero Álvaro Fernández , que ha renovado tras finalizar su contrato, con lo que también computaría como libre. Obviamente, para hacer hueco a todos y a los futuribles fichajes, no queda otra que ejecutar más de una venta de postín en este Sevilla. Juanlu, Lukebakio, Badé, Agoumé y Djibril Sow son las piezas con más mercado en Nervión. No es ningún secreto que Antonio Cordón afronta este verano uno de los retos más ilusionantes pero también más peliagudos de su carrera. La situación financiera del Sevilla es la peor de los últimos veinticinco años, con el balance arrojando pérdidas por quinto curso consecutivo y un estricto control económico de LaLiga que aprieta de lo lindo y con las concesiones justas. Antes de la llegada del segundo fichaje del proyecto 2025-26, un Gabriel Suazo que fue presentado ayer en el Sánchez-Pizjuán , las obligaciones del club en materia salarial para esquivar problemas con las futuras inscripciones ya eran tremendas. Un hándicap que se ha multiplicado ahora, no ya por el mero hecho de sumar un nuevo efectivo a nómina, sino sobre todo por las lesiones que se conocieron el lunes de Tanguy Nianzou y Joan Jordán , dos de los sueldos ‘Champions’ de la plantilla, que suponen un verdadero torpedo a la línea de flotación de la planificación sevillista.El defensa galo ha vuelto a resentirse de su dolencia en el recto anterior de la pierna derecha, con lo que estará fuera de combate al menos unas ocho semanas. Por su parte, Jordán, que ya venía arrastrando molestias en la espalda desde el último tramo de la temporada pasada durante su cesión al Alavés, ha optado finalmente por pasar por el quirófano para tratarse de su hernia discal. El futbolista catalán permanecerá alejado de los terrenos de juego tres meses. Se esfuman, por tanto, las opciones que podría haber para intentar mover a estos jugadores en el mercado. Ningún club, como es lógico, llamará a las puertas del Sánchez-Pizjuán para llevarse a profesionales de baja. Es decir, Nianzou y Joan Jordán tendrán su sitio en la plantilla del Sevilla 2025-26. Si antes de este doble percance Cordón tenía que desarrollar fórmulas ciertamente imaginativas para conformarle a Matías Almeyda una plantilla de cierto nivel, ahora el extremeño se ve obligado a realizar la cuadratura del círculo. Ni se contempla, salvo la improbabilidad de que renunciaran a sus contratos, la opción de rescindir a los dos jugadores, con fichas muy elevadas y vinculación hasta 2027, lo que obligaría a un desembolso desmedido que el club no se puede plantear en estos momentos.Nianzou le cuesta al Sevilla FC la friolera de 13 millones de euros anuales entre sueldo y amortización, mientras que el contrato de Jordán también se sitúa entre los más onerosos de la actual plantilla, derivando en un coste total en su caso de unos siete millones por temporada. El gasto entre los dos alcanza los 20 millones de euros . El problemón para el Sevilla FC es de aúpa, ya que los responsables deportivos y de las cuentas en el Ramón Sánchez-Pizjuán saben que por ahí no podrán meter la tijera. En su plan de reestructuración, el Sevilla se comprometió a reducir este verano entre 30 y 40 millones su coste de plantilla (Víctor Orta lo dejó en 109 cuando salió). El club se ha encontrado ahora con que tendrá que asumir, sí o sí, los 20 ‘kilos’ de dos futbolistas que ni siquiera podrán ayudar sobre el campo en los primeros meses de competición. El complejo escenario comprime más si cabe el escaso margen de maniobra que ya de por sí tenía Cordón para moverse en el mercado dentro de un club que sobrevive con el límite salarial más bajo de todo el fútbol profesional en Primera y Segunda división. Tras la última revisión de LaLiga en enero, ese tope para los sevillistas no alcanzaba los 0,7 millones. O lo que es lo mismo, lo tiene rebasado en el coste total de la plantilla.El Sevilla tiene que hacer malabarismos para generar espacio salarial . No ya para hacer hueco a los que lleguen, sino para los que ya están. Se quiere transmitir tranquilidad en cuanto a las inscripciones pero la realidad de los números inquieta. Hay una herramienta que otorga algo de oxígeno. Se trata de la nueva regla sobre visados provisionales de LaLiga que permitirá a los clubes que tienen excedido el tope, como es el caso del Sevilla FC, incorporar hasta a tres nuevos fichajes mientras el club trabaja en ensanchar su límite salarial. Eso sí, la nueva norma especifica que sólo uno de esos futbolistas será por traspaso , mientras que los otros dos tienen que ser libres .A día de hoy, cuando queda un mes para el debut liguero en San Mamés, el Sevilla tiene pendiente de inscribir a los dos fichajes por los que abonó traspasos en el mercado de enero, Akor Adams y Rubén Vargas ; a los dos refuerzos que han aterrizado este verano como agentes libres, Alfon González y Gabriel Suazo , y al portero Álvaro Fernández , que ha renovado tras finalizar su contrato, con lo que también computaría como libre. Obviamente, para hacer hueco a todos y a los futuribles fichajes, no queda otra que ejecutar más de una venta de postín en este Sevilla. Juanlu, Lukebakio, Badé, Agoumé y Djibril Sow son las piezas con más mercado en Nervión. RSS de noticias de deportes
Noticias Similares