Dos meses después de su ascenso, el 8 de junio en Madrid, el Baloncesto Sevilla conocerá si tiene o no futuro este próximo viernes en Barcelona. Su viabilidad como sociedad depende de la concesión de las medidas cautelares por parte de los Juzgados de Primera Instancia de la Ciudad Condal este 8 de agosto. Si se las denegasen, la liquidación sería prácticamente irremediable porque el club, al no inscribirse en la Primera FEB como vía alternativa ante una posible negativa de la justicia ordinaria, se encuentra en una especie de callejón de salida. Bueno, tiene una, pero necesita la llave para desbloquear esa puerta. Y está en los juzgados. Como un equilibrista que ha de cruzar de un extremo a otro del cable pero sin arneses ni colchón que amortigüe la caída. A esta situación tan inquietante y extrema para la sociedad se ha llegado tras la renuncia a apuntarse en la segunda categoría, sabiendo con certeza la entidad sevillana que no contaría con apoyos económicos para abordar un segundo año en Primera FEB y, sobre todo, tras el dictamen de la Asamblea General de la ACB , que le cerró las puertas de la admisión al no cumplimentar, de acuerdo con la escueta nota emitida por la patronal de clubes el 24 de julio, los requisitos «imprescindibles, tal como acredita el informe del auditor externo», ni haber acreditado «el pago en plazo del valor de participación». El club esgrime que la documentación está aportada en tiempo y forma y que le asiste el Derecho. En cuanto al canon o valor de participación , asegura que el pago se realizó dentro del plazo estipulado en los estatutos, esto es hasta las 23.59 horas del 15 de julio, aunque una de las transferencias (de 55.000 euros en concreto, según ha podido saber este periódico) se hiciera efectiva en las cuentas de la ACB el 16 de julio. No obstante, el Baloncesto Sevilla defiende que lo exigido por la ACB para ser admitido es «el resguardo acreditativo». Dicho de otro modo: la orden de pago. Así aparece, de hecho, en el punto 3.g del artículo 8, dentro del Título II (Asociados, Derechos y Obligaciones) de sus estatutos: «Resguardo acreditativo del abono de la aportación económica a la ACB para participar en las competiciones organizadas por la Asociación», se explicita. En cualquier caso, sin esos 55.000 euros de la última transferencia, el club sostiene que la cantidad de 548.000 euros que le reclama la ACB en concepto del primer plazo (son cuatro) del valor de participación estaba emitida en su totalidad a 15 de julio. Es más, el traspaso que se realizó fue mayor al montante total del canon más el IVA (663.000 euros) ante la duda generada por el devengo del impuesto. Según fuentes del club, hasta en tres ocasiones se le requirió la factura a la ACB, sin recibir respuesta, por lo que el Baloncesto Sevilla razona que, sin factura, el devengo del IVA no estaba justificado dado que esa cantidad se entrega a modo de depósito y podía ser rechazada. De hecho, la ACB acabó denegando la propuesta. Aun así, se procedió al traspaso de un total de 670.000 euros a través de nueve transferencias . Una de ellas dio error hasta en dos ocasiones antes de las doce de la noche hasta que, a la tercera, fue finalmente aceptada. Esa emisión, por lo acabado de señalar, sí que pudo realizarse con el plazo vencido, pero sólo con unos minutos de demora, según fuentes de la entidad, por razones ajenas al club. El motivo por el que se apuró el plazoTodo el mundo se pregunta por qué apuró tanto el Baloncesto Sevilla en abordar el abono del canon. Y en el club esgrimen dos razones: al margen de que nada sencillo resulta para un empresario que no tiene ayudas públicas ni de patrocinios privados, como es el caso de Pedro Fernández, reunir esa cantidad de dinero, el problema se generó en la mañana del 15 de julio, cuando quedó bloqueada la transferencia del importe que debía haberse efectuado mediante un préstamo a las 12.00 horas. A partir de ahí, el presidente tuvo que buscar soluciones contrarreloj y así se explica, como apuntaron algunos medios, que tuviera que recurrir a la ayuda de terceros, entre ellos el máximo dirigente de un club de la ACB. La última hora en particular, hasta el fin del plazo, fue frenética para los empleados de Hereda y el club que se encargaron de tramitar los últimos documentos y realizar las últimas transferencias (que también se acreditaron a través de correo electrónico) dado que la extranet habilitada se cayó e impidió trabajar hasta minutos antes del cierre, cuando se repuso. Y como las transferencias, nueve en total, se realizaron pasadas las once de la noche, a una hora del cierre del plazo por tanto, aún se entiende menos en el Baloncesto Sevilla que desde Granada y Madrid lo dieran por excluido de la ACB aproximadamente a las 22.15 horas de ese 15 julio . En ese momento, todavía no había empezado a mandar el dinero del canon. Evidentemente, hay que pensar que alguien pensó que no lo haría a tiempo y bajó el dedo anticipadamente. El 24 de julio, la ACB dijo oficialmente ‘no’ a su ingreso y, si ya se le había complicado mucho la vida al Baloncesto Sevilla, la renuncia a la Primera FEB sube la apuesta y eleva los niveles de pánico entre los aficionados. El empresario sigue convencido de que tiene la razón y de que el club, por ende, ha de ser inscrito. Porque subió en las canchas y porque, al contrario de lo que dicta la resolución ACB, asevera que cumplió a tiempo con todos los requisitos. En manos de la Justicia queda un asunto que se ha ido de las manos, se está alargando demasiado y ha puesto contra las cuerdas a un club señero del baloncesto español que se juega su futuro esta semana. Y no en las canchas precisamente, donde este año triunfó como Betis Baloncesto a los mandos de Gonzalo García de Vitoria . Dos meses después de su ascenso, el 8 de junio en Madrid, el Baloncesto Sevilla conocerá si tiene o no futuro este próximo viernes en Barcelona. Su viabilidad como sociedad depende de la concesión de las medidas cautelares por parte de los Juzgados de Primera Instancia de la Ciudad Condal este 8 de agosto. Si se las denegasen, la liquidación sería prácticamente irremediable porque el club, al no inscribirse en la Primera FEB como vía alternativa ante una posible negativa de la justicia ordinaria, se encuentra en una especie de callejón de salida. Bueno, tiene una, pero necesita la llave para desbloquear esa puerta. Y está en los juzgados. Como un equilibrista que ha de cruzar de un extremo a otro del cable pero sin arneses ni colchón que amortigüe la caída. A esta situación tan inquietante y extrema para la sociedad se ha llegado tras la renuncia a apuntarse en la segunda categoría, sabiendo con certeza la entidad sevillana que no contaría con apoyos económicos para abordar un segundo año en Primera FEB y, sobre todo, tras el dictamen de la Asamblea General de la ACB , que le cerró las puertas de la admisión al no cumplimentar, de acuerdo con la escueta nota emitida por la patronal de clubes el 24 de julio, los requisitos «imprescindibles, tal como acredita el informe del auditor externo», ni haber acreditado «el pago en plazo del valor de participación». El club esgrime que la documentación está aportada en tiempo y forma y que le asiste el Derecho. En cuanto al canon o valor de participación , asegura que el pago se realizó dentro del plazo estipulado en los estatutos, esto es hasta las 23.59 horas del 15 de julio, aunque una de las transferencias (de 55.000 euros en concreto, según ha podido saber este periódico) se hiciera efectiva en las cuentas de la ACB el 16 de julio. No obstante, el Baloncesto Sevilla defiende que lo exigido por la ACB para ser admitido es «el resguardo acreditativo». Dicho de otro modo: la orden de pago. Así aparece, de hecho, en el punto 3.g del artículo 8, dentro del Título II (Asociados, Derechos y Obligaciones) de sus estatutos: «Resguardo acreditativo del abono de la aportación económica a la ACB para participar en las competiciones organizadas por la Asociación», se explicita. En cualquier caso, sin esos 55.000 euros de la última transferencia, el club sostiene que la cantidad de 548.000 euros que le reclama la ACB en concepto del primer plazo (son cuatro) del valor de participación estaba emitida en su totalidad a 15 de julio. Es más, el traspaso que se realizó fue mayor al montante total del canon más el IVA (663.000 euros) ante la duda generada por el devengo del impuesto. Según fuentes del club, hasta en tres ocasiones se le requirió la factura a la ACB, sin recibir respuesta, por lo que el Baloncesto Sevilla razona que, sin factura, el devengo del IVA no estaba justificado dado que esa cantidad se entrega a modo de depósito y podía ser rechazada. De hecho, la ACB acabó denegando la propuesta. Aun así, se procedió al traspaso de un total de 670.000 euros a través de nueve transferencias . Una de ellas dio error hasta en dos ocasiones antes de las doce de la noche hasta que, a la tercera, fue finalmente aceptada. Esa emisión, por lo acabado de señalar, sí que pudo realizarse con el plazo vencido, pero sólo con unos minutos de demora, según fuentes de la entidad, por razones ajenas al club. El motivo por el que se apuró el plazoTodo el mundo se pregunta por qué apuró tanto el Baloncesto Sevilla en abordar el abono del canon. Y en el club esgrimen dos razones: al margen de que nada sencillo resulta para un empresario que no tiene ayudas públicas ni de patrocinios privados, como es el caso de Pedro Fernández, reunir esa cantidad de dinero, el problema se generó en la mañana del 15 de julio, cuando quedó bloqueada la transferencia del importe que debía haberse efectuado mediante un préstamo a las 12.00 horas. A partir de ahí, el presidente tuvo que buscar soluciones contrarreloj y así se explica, como apuntaron algunos medios, que tuviera que recurrir a la ayuda de terceros, entre ellos el máximo dirigente de un club de la ACB. La última hora en particular, hasta el fin del plazo, fue frenética para los empleados de Hereda y el club que se encargaron de tramitar los últimos documentos y realizar las últimas transferencias (que también se acreditaron a través de correo electrónico) dado que la extranet habilitada se cayó e impidió trabajar hasta minutos antes del cierre, cuando se repuso. Y como las transferencias, nueve en total, se realizaron pasadas las once de la noche, a una hora del cierre del plazo por tanto, aún se entiende menos en el Baloncesto Sevilla que desde Granada y Madrid lo dieran por excluido de la ACB aproximadamente a las 22.15 horas de ese 15 julio . En ese momento, todavía no había empezado a mandar el dinero del canon. Evidentemente, hay que pensar que alguien pensó que no lo haría a tiempo y bajó el dedo anticipadamente. El 24 de julio, la ACB dijo oficialmente ‘no’ a su ingreso y, si ya se le había complicado mucho la vida al Baloncesto Sevilla, la renuncia a la Primera FEB sube la apuesta y eleva los niveles de pánico entre los aficionados. El empresario sigue convencido de que tiene la razón y de que el club, por ende, ha de ser inscrito. Porque subió en las canchas y porque, al contrario de lo que dicta la resolución ACB, asevera que cumplió a tiempo con todos los requisitos. En manos de la Justicia queda un asunto que se ha ido de las manos, se está alargando demasiado y ha puesto contra las cuerdas a un club señero del baloncesto español que se juega su futuro esta semana. Y no en las canchas precisamente, donde este año triunfó como Betis Baloncesto a los mandos de Gonzalo García de Vitoria . Dos meses después de su ascenso, el 8 de junio en Madrid, el Baloncesto Sevilla conocerá si tiene o no futuro este próximo viernes en Barcelona. Su viabilidad como sociedad depende de la concesión de las medidas cautelares por parte de los Juzgados de Primera Instancia de la Ciudad Condal este 8 de agosto. Si se las denegasen, la liquidación sería prácticamente irremediable porque el club, al no inscribirse en la Primera FEB como vía alternativa ante una posible negativa de la justicia ordinaria, se encuentra en una especie de callejón de salida. Bueno, tiene una, pero necesita la llave para desbloquear esa puerta. Y está en los juzgados. Como un equilibrista que ha de cruzar de un extremo a otro del cable pero sin arneses ni colchón que amortigüe la caída. A esta situación tan inquietante y extrema para la sociedad se ha llegado tras la renuncia a apuntarse en la segunda categoría, sabiendo con certeza la entidad sevillana que no contaría con apoyos económicos para abordar un segundo año en Primera FEB y, sobre todo, tras el dictamen de la Asamblea General de la ACB , que le cerró las puertas de la admisión al no cumplimentar, de acuerdo con la escueta nota emitida por la patronal de clubes el 24 de julio, los requisitos «imprescindibles, tal como acredita el informe del auditor externo», ni haber acreditado «el pago en plazo del valor de participación». El club esgrime que la documentación está aportada en tiempo y forma y que le asiste el Derecho. En cuanto al canon o valor de participación , asegura que el pago se realizó dentro del plazo estipulado en los estatutos, esto es hasta las 23.59 horas del 15 de julio, aunque una de las transferencias (de 55.000 euros en concreto, según ha podido saber este periódico) se hiciera efectiva en las cuentas de la ACB el 16 de julio. No obstante, el Baloncesto Sevilla defiende que lo exigido por la ACB para ser admitido es «el resguardo acreditativo». Dicho de otro modo: la orden de pago. Así aparece, de hecho, en el punto 3.g del artículo 8, dentro del Título II (Asociados, Derechos y Obligaciones) de sus estatutos: «Resguardo acreditativo del abono de la aportación económica a la ACB para participar en las competiciones organizadas por la Asociación», se explicita. En cualquier caso, sin esos 55.000 euros de la última transferencia, el club sostiene que la cantidad de 548.000 euros que le reclama la ACB en concepto del primer plazo (son cuatro) del valor de participación estaba emitida en su totalidad a 15 de julio. Es más, el traspaso que se realizó fue mayor al montante total del canon más el IVA (663.000 euros) ante la duda generada por el devengo del impuesto. Según fuentes del club, hasta en tres ocasiones se le requirió la factura a la ACB, sin recibir respuesta, por lo que el Baloncesto Sevilla razona que, sin factura, el devengo del IVA no estaba justificado dado que esa cantidad se entrega a modo de depósito y podía ser rechazada. De hecho, la ACB acabó denegando la propuesta. Aun así, se procedió al traspaso de un total de 670.000 euros a través de nueve transferencias . Una de ellas dio error hasta en dos ocasiones antes de las doce de la noche hasta que, a la tercera, fue finalmente aceptada. Esa emisión, por lo acabado de señalar, sí que pudo realizarse con el plazo vencido, pero sólo con unos minutos de demora, según fuentes de la entidad, por razones ajenas al club. El motivo por el que se apuró el plazoTodo el mundo se pregunta por qué apuró tanto el Baloncesto Sevilla en abordar el abono del canon. Y en el club esgrimen dos razones: al margen de que nada sencillo resulta para un empresario que no tiene ayudas públicas ni de patrocinios privados, como es el caso de Pedro Fernández, reunir esa cantidad de dinero, el problema se generó en la mañana del 15 de julio, cuando quedó bloqueada la transferencia del importe que debía haberse efectuado mediante un préstamo a las 12.00 horas. A partir de ahí, el presidente tuvo que buscar soluciones contrarreloj y así se explica, como apuntaron algunos medios, que tuviera que recurrir a la ayuda de terceros, entre ellos el máximo dirigente de un club de la ACB. La última hora en particular, hasta el fin del plazo, fue frenética para los empleados de Hereda y el club que se encargaron de tramitar los últimos documentos y realizar las últimas transferencias (que también se acreditaron a través de correo electrónico) dado que la extranet habilitada se cayó e impidió trabajar hasta minutos antes del cierre, cuando se repuso. Y como las transferencias, nueve en total, se realizaron pasadas las once de la noche, a una hora del cierre del plazo por tanto, aún se entiende menos en el Baloncesto Sevilla que desde Granada y Madrid lo dieran por excluido de la ACB aproximadamente a las 22.15 horas de ese 15 julio . En ese momento, todavía no había empezado a mandar el dinero del canon. Evidentemente, hay que pensar que alguien pensó que no lo haría a tiempo y bajó el dedo anticipadamente. El 24 de julio, la ACB dijo oficialmente ‘no’ a su ingreso y, si ya se le había complicado mucho la vida al Baloncesto Sevilla, la renuncia a la Primera FEB sube la apuesta y eleva los niveles de pánico entre los aficionados. El empresario sigue convencido de que tiene la razón y de que el club, por ende, ha de ser inscrito. Porque subió en las canchas y porque, al contrario de lo que dicta la resolución ACB, asevera que cumplió a tiempo con todos los requisitos. En manos de la Justicia queda un asunto que se ha ido de las manos, se está alargando demasiado y ha puesto contra las cuerdas a un club señero del baloncesto español que se juega su futuro esta semana. Y no en las canchas precisamente, donde este año triunfó como Betis Baloncesto a los mandos de Gonzalo García de Vitoria . RSS de noticias de deportes
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