«¿Quieres donar a tu caballo para que sea alimento?». Con este anuncio abre la web del Zoológico de Aalborg, en Dinamarca, publicitando un programa mediante el cual los ciudadanos pueden dar sus mascotas domésticas (conejos o cobayas) y otros animales vivos —incluyendo caballos— para alimentar a los grandes depredadores del centro, como tigres y leones. A cambio, los dueños obtienen una deducción fiscal basada en el peso del animal donado. La iniciativa busca «imitar la cadena alimenticia natural» de estos carnívoros, además de reducir los costes millonarios que supone alimentarlos.Sin embargo, esta práctica ha generado controversia tanto dentro como fuera de Dinamarca, enfrentando críticas por la crudeza del planteamiento y los dilemas éticos que suscita. Desde España, la Asociación Ibérica de Zoos y Acuarios (Aiza) –que funciona como altavoz de zoológicos y parques naturales de todo el país– ha manifestado su postura, señalando que este tipo de procedimiento no es viable ni aceptado cultural ni legalmente en nuestro país.Noticia Relacionada estandar No Roban varios ejemplares de monos Tití en el MundoPark de Guillena Mario Daza Los responsables del parque zoológico alertan de que detrás del hurto hay «una mafia» y recuerdan que cometen «un delito contra la salud pública»Su presidente, Javier Almunia, explica a ABC que en España la alimentación de animales carnívoros en zoológicos se basa en la utilización de trozos de carne de cadáveres procedentes de mataderos autorizados, normalmente de animales «viejos» o con un destino no apto para consumo humano, como vacas mayores. Este sistema permite garantizar una trazabilidad sanitaria estricta, que es la máxima prioridad para evitar contagios y mantener la salud de los animales.«Desde la crisis de las vacas locas , en nuestro país existen muchas limitaciones legales que impiden alimentar animales con órganos o cadáveres completos que no cumplan con los requisitos sanitarios», aclara Almunia. El proceso para obtener permisos y realizar controles es tan exigente y costoso que, por razones de tiempo y dinero, no es rentable alimentar a los grandes felinos con animales que no provienen de estas fuentes oficiales. Por ello, en los zoológicos españoles se recurre a piezas de carne seleccionadas y autorizadas, y a veces animales pequeños, como conejos, que sí pueden darse enteros y cumplen la normativa.«En la naturaleza los depredadores se alimenten sin restricciones, pero en un zoológico se debe conservar a los ejemplares sanos y evitar enfermedades» Javier Almunia Presidente de AizaEn Aiza insisten en que la prioridad en los zoológicos españoles es mantener a los animales carnívoros en el mejor estado sanitario posible. «En la naturaleza, la ley de la vida hace que los depredadores se alimenten sin restricciones, pero en un zoológico el objetivo es conservar a los ejemplares sanos y evitar enfermedades», explica Almunia. No obstante, y en cuanto al bienestar de los grandes felinos, también admite que alimentar a estos animales con piezas enteras y fomentar comportamientos naturales como la caza o el acecho es beneficioso para su salud mental y física . «Su forma de interactuar con el resto de especies, e incluso con el entorno cambia por completo. Son más enérgicos y astutos. Haace unos años vi a un tigre del zoológico de Copenhague (alimentado con cadáveres) y parecía de una especia completamente distinta a la de los zoos españoles», subraya. No obstante, dado que en España no se puede recurrir a cadáveres completos de animales no autorizados, los zoos intentan desarrollar estas conductas con otros métodos, como estímulos ambientales o actividades recreativasRiesgos sanitarios Utilizar cadáveres de mascotas podría suponer riesgos sanitarios importantes, ya que pueden portar enfermedades o agentes infecciosos que afectarían a los depredadores. Por ello, los controles y los análisis son rigurosos y deben garantizar la ausencia de riesgos para la fauna. De hecho, este es uno de los puntos más polémicos del movimiento que ha iniciado el zoo de Aalborg. La zoóloga Thea Loumand Faddersbøll explica que muchos animales donados provienen de la reproducción descontrolada en hogares o de animales «viejos y con heridas» que sus dueños ya no pueden cuidar. A pesar de la polémica, el director Henrik Vester Skov Johansen defiende que esta alternativa es un «servicio social para quienes no desean continuar con la responsabilidad de sus mascotas» y que los animales donados son sacrificados por personal capacitado de forma «suave» y tras contar con una documentación sanitaria rigurosa. Mientras tanto, en las redes las reacciones se dividen entre quienes lo consideran una práctica «atroz» y quienes piensan que es mejor que dejarlos en el bosque a su suerte.«No son presas»Además de las restricciones legales y sanitarias, el rechazo a esta práctica también tiene un fuerte componente cultural. Fuentes de Aiza subrayan que en España las mascotas tienen un vínculo afectivo muy especial con las familias, llegando a considerarse un miembro más del hogar. Por ello, «no se deben transformar a las mascotas en presas», explican, comparándolo con la idea de «no dar el cuerpo de un familiar enfermo para que sirva de comida». «Por el bien de ellas —las mascotas— y por los recuerdos que se han creado tras años de forjar lazos uno no debe darles ese fin», sostienen estas mismas fuentes. Este apego cultural hace que la idea de donar mascotas para alimento de otros animales sea vista como una práctica «inaceptable» y que «en un país como el nuestro no encaja». No ocurre lo mismo en otro lugares, como en Dinamarca en este caso o en algunas partes de Asia donde el perro es comida para los humanos, y donde los animales domésticos y su destino final pueden ser muy diferentes. Javier Almunia señala que cada país tiene sus tradiciones y culturas en este sentido, y que hay que entender estas diferencias sin «emitir juicios simplistas». «¿Quieres donar a tu caballo para que sea alimento?». Con este anuncio abre la web del Zoológico de Aalborg, en Dinamarca, publicitando un programa mediante el cual los ciudadanos pueden dar sus mascotas domésticas (conejos o cobayas) y otros animales vivos —incluyendo caballos— para alimentar a los grandes depredadores del centro, como tigres y leones. A cambio, los dueños obtienen una deducción fiscal basada en el peso del animal donado. La iniciativa busca «imitar la cadena alimenticia natural» de estos carnívoros, además de reducir los costes millonarios que supone alimentarlos.Sin embargo, esta práctica ha generado controversia tanto dentro como fuera de Dinamarca, enfrentando críticas por la crudeza del planteamiento y los dilemas éticos que suscita. Desde España, la Asociación Ibérica de Zoos y Acuarios (Aiza) –que funciona como altavoz de zoológicos y parques naturales de todo el país– ha manifestado su postura, señalando que este tipo de procedimiento no es viable ni aceptado cultural ni legalmente en nuestro país.Noticia Relacionada estandar No Roban varios ejemplares de monos Tití en el MundoPark de Guillena Mario Daza Los responsables del parque zoológico alertan de que detrás del hurto hay «una mafia» y recuerdan que cometen «un delito contra la salud pública»Su presidente, Javier Almunia, explica a ABC que en España la alimentación de animales carnívoros en zoológicos se basa en la utilización de trozos de carne de cadáveres procedentes de mataderos autorizados, normalmente de animales «viejos» o con un destino no apto para consumo humano, como vacas mayores. Este sistema permite garantizar una trazabilidad sanitaria estricta, que es la máxima prioridad para evitar contagios y mantener la salud de los animales.«Desde la crisis de las vacas locas , en nuestro país existen muchas limitaciones legales que impiden alimentar animales con órganos o cadáveres completos que no cumplan con los requisitos sanitarios», aclara Almunia. El proceso para obtener permisos y realizar controles es tan exigente y costoso que, por razones de tiempo y dinero, no es rentable alimentar a los grandes felinos con animales que no provienen de estas fuentes oficiales. Por ello, en los zoológicos españoles se recurre a piezas de carne seleccionadas y autorizadas, y a veces animales pequeños, como conejos, que sí pueden darse enteros y cumplen la normativa.«En la naturaleza los depredadores se alimenten sin restricciones, pero en un zoológico se debe conservar a los ejemplares sanos y evitar enfermedades» Javier Almunia Presidente de AizaEn Aiza insisten en que la prioridad en los zoológicos españoles es mantener a los animales carnívoros en el mejor estado sanitario posible. «En la naturaleza, la ley de la vida hace que los depredadores se alimenten sin restricciones, pero en un zoológico el objetivo es conservar a los ejemplares sanos y evitar enfermedades», explica Almunia. No obstante, y en cuanto al bienestar de los grandes felinos, también admite que alimentar a estos animales con piezas enteras y fomentar comportamientos naturales como la caza o el acecho es beneficioso para su salud mental y física . «Su forma de interactuar con el resto de especies, e incluso con el entorno cambia por completo. Son más enérgicos y astutos. Haace unos años vi a un tigre del zoológico de Copenhague (alimentado con cadáveres) y parecía de una especia completamente distinta a la de los zoos españoles», subraya. No obstante, dado que en España no se puede recurrir a cadáveres completos de animales no autorizados, los zoos intentan desarrollar estas conductas con otros métodos, como estímulos ambientales o actividades recreativasRiesgos sanitarios Utilizar cadáveres de mascotas podría suponer riesgos sanitarios importantes, ya que pueden portar enfermedades o agentes infecciosos que afectarían a los depredadores. Por ello, los controles y los análisis son rigurosos y deben garantizar la ausencia de riesgos para la fauna. De hecho, este es uno de los puntos más polémicos del movimiento que ha iniciado el zoo de Aalborg. La zoóloga Thea Loumand Faddersbøll explica que muchos animales donados provienen de la reproducción descontrolada en hogares o de animales «viejos y con heridas» que sus dueños ya no pueden cuidar. A pesar de la polémica, el director Henrik Vester Skov Johansen defiende que esta alternativa es un «servicio social para quienes no desean continuar con la responsabilidad de sus mascotas» y que los animales donados son sacrificados por personal capacitado de forma «suave» y tras contar con una documentación sanitaria rigurosa. Mientras tanto, en las redes las reacciones se dividen entre quienes lo consideran una práctica «atroz» y quienes piensan que es mejor que dejarlos en el bosque a su suerte.«No son presas»Además de las restricciones legales y sanitarias, el rechazo a esta práctica también tiene un fuerte componente cultural. Fuentes de Aiza subrayan que en España las mascotas tienen un vínculo afectivo muy especial con las familias, llegando a considerarse un miembro más del hogar. Por ello, «no se deben transformar a las mascotas en presas», explican, comparándolo con la idea de «no dar el cuerpo de un familiar enfermo para que sirva de comida». «Por el bien de ellas —las mascotas— y por los recuerdos que se han creado tras años de forjar lazos uno no debe darles ese fin», sostienen estas mismas fuentes. Este apego cultural hace que la idea de donar mascotas para alimento de otros animales sea vista como una práctica «inaceptable» y que «en un país como el nuestro no encaja». No ocurre lo mismo en otro lugares, como en Dinamarca en este caso o en algunas partes de Asia donde el perro es comida para los humanos, y donde los animales domésticos y su destino final pueden ser muy diferentes. Javier Almunia señala que cada país tiene sus tradiciones y culturas en este sentido, y que hay que entender estas diferencias sin «emitir juicios simplistas». «¿Quieres donar a tu caballo para que sea alimento?». Con este anuncio abre la web del Zoológico de Aalborg, en Dinamarca, publicitando un programa mediante el cual los ciudadanos pueden dar sus mascotas domésticas (conejos o cobayas) y otros animales vivos —incluyendo caballos— para alimentar a los grandes depredadores del centro, como tigres y leones. A cambio, los dueños obtienen una deducción fiscal basada en el peso del animal donado. La iniciativa busca «imitar la cadena alimenticia natural» de estos carnívoros, además de reducir los costes millonarios que supone alimentarlos.Sin embargo, esta práctica ha generado controversia tanto dentro como fuera de Dinamarca, enfrentando críticas por la crudeza del planteamiento y los dilemas éticos que suscita. Desde España, la Asociación Ibérica de Zoos y Acuarios (Aiza) –que funciona como altavoz de zoológicos y parques naturales de todo el país– ha manifestado su postura, señalando que este tipo de procedimiento no es viable ni aceptado cultural ni legalmente en nuestro país.Noticia Relacionada estandar No Roban varios ejemplares de monos Tití en el MundoPark de Guillena Mario Daza Los responsables del parque zoológico alertan de que detrás del hurto hay «una mafia» y recuerdan que cometen «un delito contra la salud pública»Su presidente, Javier Almunia, explica a ABC que en España la alimentación de animales carnívoros en zoológicos se basa en la utilización de trozos de carne de cadáveres procedentes de mataderos autorizados, normalmente de animales «viejos» o con un destino no apto para consumo humano, como vacas mayores. Este sistema permite garantizar una trazabilidad sanitaria estricta, que es la máxima prioridad para evitar contagios y mantener la salud de los animales.«Desde la crisis de las vacas locas , en nuestro país existen muchas limitaciones legales que impiden alimentar animales con órganos o cadáveres completos que no cumplan con los requisitos sanitarios», aclara Almunia. El proceso para obtener permisos y realizar controles es tan exigente y costoso que, por razones de tiempo y dinero, no es rentable alimentar a los grandes felinos con animales que no provienen de estas fuentes oficiales. Por ello, en los zoológicos españoles se recurre a piezas de carne seleccionadas y autorizadas, y a veces animales pequeños, como conejos, que sí pueden darse enteros y cumplen la normativa.«En la naturaleza los depredadores se alimenten sin restricciones, pero en un zoológico se debe conservar a los ejemplares sanos y evitar enfermedades» Javier Almunia Presidente de AizaEn Aiza insisten en que la prioridad en los zoológicos españoles es mantener a los animales carnívoros en el mejor estado sanitario posible. «En la naturaleza, la ley de la vida hace que los depredadores se alimenten sin restricciones, pero en un zoológico el objetivo es conservar a los ejemplares sanos y evitar enfermedades», explica Almunia. No obstante, y en cuanto al bienestar de los grandes felinos, también admite que alimentar a estos animales con piezas enteras y fomentar comportamientos naturales como la caza o el acecho es beneficioso para su salud mental y física . «Su forma de interactuar con el resto de especies, e incluso con el entorno cambia por completo. Son más enérgicos y astutos. Haace unos años vi a un tigre del zoológico de Copenhague (alimentado con cadáveres) y parecía de una especia completamente distinta a la de los zoos españoles», subraya. No obstante, dado que en España no se puede recurrir a cadáveres completos de animales no autorizados, los zoos intentan desarrollar estas conductas con otros métodos, como estímulos ambientales o actividades recreativasRiesgos sanitarios Utilizar cadáveres de mascotas podría suponer riesgos sanitarios importantes, ya que pueden portar enfermedades o agentes infecciosos que afectarían a los depredadores. Por ello, los controles y los análisis son rigurosos y deben garantizar la ausencia de riesgos para la fauna. De hecho, este es uno de los puntos más polémicos del movimiento que ha iniciado el zoo de Aalborg. La zoóloga Thea Loumand Faddersbøll explica que muchos animales donados provienen de la reproducción descontrolada en hogares o de animales «viejos y con heridas» que sus dueños ya no pueden cuidar. A pesar de la polémica, el director Henrik Vester Skov Johansen defiende que esta alternativa es un «servicio social para quienes no desean continuar con la responsabilidad de sus mascotas» y que los animales donados son sacrificados por personal capacitado de forma «suave» y tras contar con una documentación sanitaria rigurosa. Mientras tanto, en las redes las reacciones se dividen entre quienes lo consideran una práctica «atroz» y quienes piensan que es mejor que dejarlos en el bosque a su suerte.«No son presas»Además de las restricciones legales y sanitarias, el rechazo a esta práctica también tiene un fuerte componente cultural. Fuentes de Aiza subrayan que en España las mascotas tienen un vínculo afectivo muy especial con las familias, llegando a considerarse un miembro más del hogar. Por ello, «no se deben transformar a las mascotas en presas», explican, comparándolo con la idea de «no dar el cuerpo de un familiar enfermo para que sirva de comida». «Por el bien de ellas —las mascotas— y por los recuerdos que se han creado tras años de forjar lazos uno no debe darles ese fin», sostienen estas mismas fuentes. Este apego cultural hace que la idea de donar mascotas para alimento de otros animales sea vista como una práctica «inaceptable» y que «en un país como el nuestro no encaja». No ocurre lo mismo en otro lugares, como en Dinamarca en este caso o en algunas partes de Asia donde el perro es comida para los humanos, y donde los animales domésticos y su destino final pueden ser muy diferentes. Javier Almunia señala que cada país tiene sus tradiciones y culturas en este sentido, y que hay que entender estas diferencias sin «emitir juicios simplistas». RSS de noticias de sociedad
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