Los mercados financieros se asoman a un mundo en el que el dólar y la deuda estadounidense ver erosionarse su estatus, hasta ahora indiscutible, de referencias mundiales. La divisa americana no ha hecho más que depreciarse desde que Donald Trump oficializó la declaración de guerra comercial, desatando un huracán financiero que ahuyenta a los inversores. Unas políticas económicas extremas están redirigiendo los flujos financieros globales hacia otras geografías, y confirman a la deuda soberana europea, en especial a la alemana, como activo refugio alternativo en este momento de máxima incertidumbre. Así, mientras la deuda soberana estadounidense se tensa por la perspectiva de un menor crecimiento y por el ataque de Trump a la independencia de la Fed, el interés de los bonos soberanos europeos desciende y retrocede a los niveles previos al anuncio del bazuca de gasto público del canciller alemán Merz. Fruto de este cambio de agujas, la divisa europea se ha apreciado frente al dólar hasta máximos de los últimos tres años. También en el yen japonés, que este martes llegó a perforar la cota psicológica de las 140 unidades por dólar en su apreciación frente al billete verde, o el franco suizo aprovechan la salida de capitales.
La rentabilidad del bono alemán y del español regresa a los niveles previos al anuncio del bazuca de gasto de Merz
Los mercados financieros se asoman a un mundo en el que el dólar y la deuda estadounidense ver erosionarse su estatus, hasta ahora indiscutible, de referencias mundiales. La divisa americana no ha hecho más que depreciarse desde que Donald Trump oficializó la declaración de guerra comercial, desatando un huracán financiero que ahuyenta a los inversores. Unas políticas económicas extremas están redirigiendo los flujos financieros globales hacia otras geografías, y confirman a la deuda soberana europea, en especial a la alemana, como activo refugio alternativo en este momento de máxima incertidumbre. Así, mientras la deuda soberana estadounidense se tensa por la perspectiva de un menor crecimiento y por el ataque de Trump a la independencia de la Fed, el interés de los bonos soberanos europeos desciende y retrocede a los niveles previos al anuncio del bazuca de gasto público del canciller alemán Merz. Fruto de este cambio de agujas, la divisa europea se ha apreciado frente al dólar hasta máximos de los últimos tres años. También en el yen japonés, que este martes llegó a perforar la cota psicológica de las 140 unidades por dólar en su apreciación frente al billete verde, o el franco suizo aprovechan la salida de capitales.
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