Después de una temporada magnífica culminada en Madrid con una memorable Final Four, el Real Betis Baloncesto ha vuelto deportivamente al lugar que por trayectoria le corresponde, la ACB. Lo ha conseguido dos años después de perder la categoría, bajo la gestión de l Grupo Hereda y con una plantilla de cualificados profesionales de alto rendimiento que se conjuró para cumplir con el objetivo fijado en septiembre de 2024. El Betis reclutó a un ramillete de jugadores procedentes en su mayoría de una categoría superior con el fin inexcusable de subir al equipo . No pudo ser a través del ascenso directo pero ha sido mediante un play off rematado en la capital de España con dos partidazos, ante el Movistar Estudiantes y el Flexicar Fuenlabrada , que pusieron el broche a una sobresaliente campaña marcada por una serie de nombres propios de mucho peso en este proyecto.Gonzalo García de Vitoria, el entrenador« El baloncesto me debe una », soltó el técnico vasco en la rueda de prensa previa a la Final Four. Tenía la espina clavada del ascenso logrado con el Club Ourense Baloncesto en 2015 que luego en los despachos no pudo materializarse. Diez años después, Gonzalo ha vuelto a ascender. Y lo ha hecho a los mandos del proyecto que, calibrado al peso del talento de sus jugadores, es el de mayor envergadura que ha tenido nunca entre sus manos este experto técnico, el de mayor número de encuentros en la LEB Oro , sobre cuya idoneidad no dudó el presidente, Pedro Fernández. Lo conocía de la etapa de ambos en Orense y tenía claro que era la persona adecuada. Y no se ha equivocado. Desde un perfil discreto y amable , su gran trabajo con este Betis Baloncesto ha tenido tres virtudes principales: aparcar los egos en pos del beneficio común, hacer que una gran plantilla se convirtiera en un gran equipo y, en tercer lugar, generar el ecosistema adecuado a nivel de juego para sacarle el máximo jugo a un plantel de mucho talento pero repleto de veteranos a quienes tocaba avisar primero de las dificultades de la competición, que desconocían, para convencerlos y aglutinar sus voluntades. Mérito de entrenador. «Este grupo ha sido increíble», decía de sus chicos García de Vitoria tras el ascenso. Este Betis se ha repuesto de muchas vicisitudes en forma de lesiones, común denominador de toda la temporada, y la pizarra del técnico ha sido clave para remontar la eliminatoria al Cartagena , tras sorprender primero Jordi Juste, y por supuesto, en la Final Four.Benite y Pedro Fernández, dándose la mutua enhorabuena tras la final en Madrid FEBPedro Fernández, el presidenteNo deja a nadie indiferente con su hiperbólico discurso. Al empresario burgalés, como se ha comprobado, no le van las medias tintas. Quiere ganar y apuesta fuerte. Lo hace de palabra y, con los resultados de esta temporada en la mano tras el broche en la Caja Mágica, hay que decir que también de obra. En septiembre, con la plantilla recién confeccionada, aseguró de forma taxativa que el equipo subiría y de ese carro no se ha bajado . La campaña ha sido muy buena, el equipo ha ofrecido un gran rendimiento y en los dos días claves, los de la Final Four, ha sido el mejor. De que Pedro Fernández se ha salido con la suya, no hay duda. Apretó a los jugadores desde el comienzo, también al cuerpo técnico, pero de algún modo ha sido también esa presión con la que ha convivido el vestuario la que ha hecho que nadie se relaje y que el equipo mordiera y mordiera hasta agarrar el ascenso. En este proceloso camino, Fernández ha colisionado con las instituciones municipales en un tira y afloja constante a cuenta de las ayudas económicas, las promesas no cumplidas y las deudas del club con el Consistorio. Una relación de amor-odio que, por el bien del baloncesto de la ciudad, debería tender más hacia lo primero que lo segundo. « Llegar a la ACB cuesta mucho », recordó García de Vitoria tras la final. Y esta plantilla y este cuerpo técnico se han ganado ese derecho en la pista. Este lunes, en declaraciones a Marca , el máximo dirigente verdiblanco se mostró tan osado como suele: « No tendremos problemas para inscribir al Real Betis Baloncesto en la ACB y espero no tener problemas para ganar la Liga Endesa, que es mi objetivo y lo fue desde el principio», dijo. Hoy, el club será recibido en el Ayuntamiento. Mark Hughes, el inesperado hombre franquiciaEl menos conocido de todos los perimetrales que se ficharon en verano se ha convertido en lo que antaño se denominaba ‘jugador franquicia’. En fútbol sería un cheque al portador para el Betis. Pocos sospechaban que el rendimiento de Mark Hughes , de 28 años, alcanzaría estas cotas de excelencia. Antes de fichar por el Betis sólo había jugado una temporada en la LEB Oro, con el Estudiantes, y aunque venía de una gran campaña en la Bundesliga y la Eurocup, con el Betis ha superado todas las expectativas cuajando una temporada espectacular , aunando mucho talento ofensivo con un físico realmente exuberante que le ha permitido ser también una pieza clave a nivel defensivo atrapando una media de 4 rebotes. Tiene instinto para esta faceta del juego, deseo y sentido táctico. De sus 287 intentos triples ha encestado 142, así que su efectividad se ha elevado al 49,5% . Ha promediado 17 puntos en 48 partidos (21,4 en el play off) y 18,4 créditos de valoración, yendo de menos a mucho más en la temporada y jugando muchos minutos, casi 29 de media por encuentro. Fue decisivo en muchos partidos, entre ellos en la semifinal contra el Movistar Estudiantes, liderando al Betis Baloncesto con 28 unidades y un 41 de nota global . Hughes va sobrado para competir en niveles superiores.Benite y Renfroe se abrazan festejando el ascenso FEBAlex Renfroe, el cerebro del equipoLlegó al Betis con 38 años y a mediados de mayo cumplió 39. Y visto el rendimiento ofrecido, hay que decir que está hecho un chaval . Con este estadounidense del estado de Georgia se cumple el tópico de que la edad es sólo un número. Qué ejemplo ha dado este base, amo y señor del juego en numerosos partidos, a sus compañeros. Y ha jugado hasta lesionado. Ha mandado, templado, liderado y elegido casi siempre la opción correcta . Si había que imprimirle más velocidad al juego, lo hacía; si había que ralentizar y jugar en el cinco para cinco, bajaba el tempo. Regular la velocidad según lo que demanda el partido es una de las cosas más difíciles del baloncesto. Y él tiene ese don. Con él en la pista manejando la pelota todo ha sido más fácil . Esta temporada de Renfroe en Sevilla ha recordado a las de otros bases que llegaron a la ciudad en la etapa final de sus carreras y dieron un rendimiento extraordinario (pongan aquí el nombre que gusten). Ha ganando más de un partido en los minutos finales, especialmente en San Pablo, y ha jugado todos los partidos, 48 en total: 34 de la temporada regular, 7 de la fase de ascenso y 7 de la Copa de España . Sus promedios, 9,3 puntos, 3,6 rebotes, 4,8 asistencias y un 41% en el tiro exterior jugando una media de 25 minutos por partido. Si alguien tenía dudas de su rendimiento o de si podría adaptarse a estas alturas a una competición como la Primera FEB, ya tiene la respuesta.Vitor Benite, el MVP de la Final FourCasi todo lo que se ha escrito de Renfroe vale para este brasileño de 35 años que ha formado parte del núcleo duro que ha tirado del carro y liderado al equipo en los buenos momentos, que han sido casi todos, y también en los malos, que alguno hubo, especialmente tras las dos derrotas seguidas a manos del Fuenlabrada (Liga) y el Obradoiro en la Copa de España. Ahí sí que se dudó de varias cosas, pero el Betis reaccionó pronto y zanjó el debate. Su imperecedero talento se ha erigido en la segunda vía predilecta de anotación del equipo (13 puntos de media con un 39% en el triple), por detrás de Hughes. Nunca tuvo un físico explosivo Benite , pero le pasa lo que a Renfroe: que tiene el baloncesto en la cabeza. Escanea el juego, lee las ventajas, sabe dónde tiene que poner la pelota y qué balones debe jugarse. Y los árbitros lo respetan porque se ha ganado ese derecho después de muchos años jugando al máximo nivel. Es líder y se nota . Sufrió una lesión en el tramo final de la temporada de la que se recuperó a tiempo para el play off. Y aunque le ha costado coger de nuevo su ritmo, en el día D y a la hora H, contra el Fuenlabrada, fue ese jugador determinante que el Betis había sufrido tantas veces en contra. Su exhibición del domingo en la Caja Mágica (24 puntos con triples demoledores) fue soberbia . Después de una temporada magnífica culminada en Madrid con una memorable Final Four, el Real Betis Baloncesto ha vuelto deportivamente al lugar que por trayectoria le corresponde, la ACB. Lo ha conseguido dos años después de perder la categoría, bajo la gestión de l Grupo Hereda y con una plantilla de cualificados profesionales de alto rendimiento que se conjuró para cumplir con el objetivo fijado en septiembre de 2024. El Betis reclutó a un ramillete de jugadores procedentes en su mayoría de una categoría superior con el fin inexcusable de subir al equipo . No pudo ser a través del ascenso directo pero ha sido mediante un play off rematado en la capital de España con dos partidazos, ante el Movistar Estudiantes y el Flexicar Fuenlabrada , que pusieron el broche a una sobresaliente campaña marcada por una serie de nombres propios de mucho peso en este proyecto.Gonzalo García de Vitoria, el entrenador« El baloncesto me debe una », soltó el técnico vasco en la rueda de prensa previa a la Final Four. Tenía la espina clavada del ascenso logrado con el Club Ourense Baloncesto en 2015 que luego en los despachos no pudo materializarse. Diez años después, Gonzalo ha vuelto a ascender. Y lo ha hecho a los mandos del proyecto que, calibrado al peso del talento de sus jugadores, es el de mayor envergadura que ha tenido nunca entre sus manos este experto técnico, el de mayor número de encuentros en la LEB Oro , sobre cuya idoneidad no dudó el presidente, Pedro Fernández. Lo conocía de la etapa de ambos en Orense y tenía claro que era la persona adecuada. Y no se ha equivocado. Desde un perfil discreto y amable , su gran trabajo con este Betis Baloncesto ha tenido tres virtudes principales: aparcar los egos en pos del beneficio común, hacer que una gran plantilla se convirtiera en un gran equipo y, en tercer lugar, generar el ecosistema adecuado a nivel de juego para sacarle el máximo jugo a un plantel de mucho talento pero repleto de veteranos a quienes tocaba avisar primero de las dificultades de la competición, que desconocían, para convencerlos y aglutinar sus voluntades. Mérito de entrenador. «Este grupo ha sido increíble», decía de sus chicos García de Vitoria tras el ascenso. Este Betis se ha repuesto de muchas vicisitudes en forma de lesiones, común denominador de toda la temporada, y la pizarra del técnico ha sido clave para remontar la eliminatoria al Cartagena , tras sorprender primero Jordi Juste, y por supuesto, en la Final Four.Benite y Pedro Fernández, dándose la mutua enhorabuena tras la final en Madrid FEBPedro Fernández, el presidenteNo deja a nadie indiferente con su hiperbólico discurso. Al empresario burgalés, como se ha comprobado, no le van las medias tintas. Quiere ganar y apuesta fuerte. Lo hace de palabra y, con los resultados de esta temporada en la mano tras el broche en la Caja Mágica, hay que decir que también de obra. En septiembre, con la plantilla recién confeccionada, aseguró de forma taxativa que el equipo subiría y de ese carro no se ha bajado . La campaña ha sido muy buena, el equipo ha ofrecido un gran rendimiento y en los dos días claves, los de la Final Four, ha sido el mejor. De que Pedro Fernández se ha salido con la suya, no hay duda. Apretó a los jugadores desde el comienzo, también al cuerpo técnico, pero de algún modo ha sido también esa presión con la que ha convivido el vestuario la que ha hecho que nadie se relaje y que el equipo mordiera y mordiera hasta agarrar el ascenso. En este proceloso camino, Fernández ha colisionado con las instituciones municipales en un tira y afloja constante a cuenta de las ayudas económicas, las promesas no cumplidas y las deudas del club con el Consistorio. Una relación de amor-odio que, por el bien del baloncesto de la ciudad, debería tender más hacia lo primero que lo segundo. « Llegar a la ACB cuesta mucho », recordó García de Vitoria tras la final. Y esta plantilla y este cuerpo técnico se han ganado ese derecho en la pista. Este lunes, en declaraciones a Marca , el máximo dirigente verdiblanco se mostró tan osado como suele: « No tendremos problemas para inscribir al Real Betis Baloncesto en la ACB y espero no tener problemas para ganar la Liga Endesa, que es mi objetivo y lo fue desde el principio», dijo. Hoy, el club será recibido en el Ayuntamiento. Mark Hughes, el inesperado hombre franquiciaEl menos conocido de todos los perimetrales que se ficharon en verano se ha convertido en lo que antaño se denominaba ‘jugador franquicia’. En fútbol sería un cheque al portador para el Betis. Pocos sospechaban que el rendimiento de Mark Hughes , de 28 años, alcanzaría estas cotas de excelencia. Antes de fichar por el Betis sólo había jugado una temporada en la LEB Oro, con el Estudiantes, y aunque venía de una gran campaña en la Bundesliga y la Eurocup, con el Betis ha superado todas las expectativas cuajando una temporada espectacular , aunando mucho talento ofensivo con un físico realmente exuberante que le ha permitido ser también una pieza clave a nivel defensivo atrapando una media de 4 rebotes. Tiene instinto para esta faceta del juego, deseo y sentido táctico. De sus 287 intentos triples ha encestado 142, así que su efectividad se ha elevado al 49,5% . Ha promediado 17 puntos en 48 partidos (21,4 en el play off) y 18,4 créditos de valoración, yendo de menos a mucho más en la temporada y jugando muchos minutos, casi 29 de media por encuentro. Fue decisivo en muchos partidos, entre ellos en la semifinal contra el Movistar Estudiantes, liderando al Betis Baloncesto con 28 unidades y un 41 de nota global . Hughes va sobrado para competir en niveles superiores.Benite y Renfroe se abrazan festejando el ascenso FEBAlex Renfroe, el cerebro del equipoLlegó al Betis con 38 años y a mediados de mayo cumplió 39. Y visto el rendimiento ofrecido, hay que decir que está hecho un chaval . Con este estadounidense del estado de Georgia se cumple el tópico de que la edad es sólo un número. Qué ejemplo ha dado este base, amo y señor del juego en numerosos partidos, a sus compañeros. Y ha jugado hasta lesionado. Ha mandado, templado, liderado y elegido casi siempre la opción correcta . Si había que imprimirle más velocidad al juego, lo hacía; si había que ralentizar y jugar en el cinco para cinco, bajaba el tempo. Regular la velocidad según lo que demanda el partido es una de las cosas más difíciles del baloncesto. Y él tiene ese don. Con él en la pista manejando la pelota todo ha sido más fácil . Esta temporada de Renfroe en Sevilla ha recordado a las de otros bases que llegaron a la ciudad en la etapa final de sus carreras y dieron un rendimiento extraordinario (pongan aquí el nombre que gusten). Ha ganando más de un partido en los minutos finales, especialmente en San Pablo, y ha jugado todos los partidos, 48 en total: 34 de la temporada regular, 7 de la fase de ascenso y 7 de la Copa de España . Sus promedios, 9,3 puntos, 3,6 rebotes, 4,8 asistencias y un 41% en el tiro exterior jugando una media de 25 minutos por partido. Si alguien tenía dudas de su rendimiento o de si podría adaptarse a estas alturas a una competición como la Primera FEB, ya tiene la respuesta.Vitor Benite, el MVP de la Final FourCasi todo lo que se ha escrito de Renfroe vale para este brasileño de 35 años que ha formado parte del núcleo duro que ha tirado del carro y liderado al equipo en los buenos momentos, que han sido casi todos, y también en los malos, que alguno hubo, especialmente tras las dos derrotas seguidas a manos del Fuenlabrada (Liga) y el Obradoiro en la Copa de España. Ahí sí que se dudó de varias cosas, pero el Betis reaccionó pronto y zanjó el debate. Su imperecedero talento se ha erigido en la segunda vía predilecta de anotación del equipo (13 puntos de media con un 39% en el triple), por detrás de Hughes. Nunca tuvo un físico explosivo Benite , pero le pasa lo que a Renfroe: que tiene el baloncesto en la cabeza. Escanea el juego, lee las ventajas, sabe dónde tiene que poner la pelota y qué balones debe jugarse. Y los árbitros lo respetan porque se ha ganado ese derecho después de muchos años jugando al máximo nivel. Es líder y se nota . Sufrió una lesión en el tramo final de la temporada de la que se recuperó a tiempo para el play off. Y aunque le ha costado coger de nuevo su ritmo, en el día D y a la hora H, contra el Fuenlabrada, fue ese jugador determinante que el Betis había sufrido tantas veces en contra. Su exhibición del domingo en la Caja Mágica (24 puntos con triples demoledores) fue soberbia . Después de una temporada magnífica culminada en Madrid con una memorable Final Four, el Real Betis Baloncesto ha vuelto deportivamente al lugar que por trayectoria le corresponde, la ACB. Lo ha conseguido dos años después de perder la categoría, bajo la gestión de l Grupo Hereda y con una plantilla de cualificados profesionales de alto rendimiento que se conjuró para cumplir con el objetivo fijado en septiembre de 2024. El Betis reclutó a un ramillete de jugadores procedentes en su mayoría de una categoría superior con el fin inexcusable de subir al equipo . No pudo ser a través del ascenso directo pero ha sido mediante un play off rematado en la capital de España con dos partidazos, ante el Movistar Estudiantes y el Flexicar Fuenlabrada , que pusieron el broche a una sobresaliente campaña marcada por una serie de nombres propios de mucho peso en este proyecto.Gonzalo García de Vitoria, el entrenador« El baloncesto me debe una », soltó el técnico vasco en la rueda de prensa previa a la Final Four. Tenía la espina clavada del ascenso logrado con el Club Ourense Baloncesto en 2015 que luego en los despachos no pudo materializarse. Diez años después, Gonzalo ha vuelto a ascender. Y lo ha hecho a los mandos del proyecto que, calibrado al peso del talento de sus jugadores, es el de mayor envergadura que ha tenido nunca entre sus manos este experto técnico, el de mayor número de encuentros en la LEB Oro , sobre cuya idoneidad no dudó el presidente, Pedro Fernández. Lo conocía de la etapa de ambos en Orense y tenía claro que era la persona adecuada. Y no se ha equivocado. Desde un perfil discreto y amable , su gran trabajo con este Betis Baloncesto ha tenido tres virtudes principales: aparcar los egos en pos del beneficio común, hacer que una gran plantilla se convirtiera en un gran equipo y, en tercer lugar, generar el ecosistema adecuado a nivel de juego para sacarle el máximo jugo a un plantel de mucho talento pero repleto de veteranos a quienes tocaba avisar primero de las dificultades de la competición, que desconocían, para convencerlos y aglutinar sus voluntades. Mérito de entrenador. «Este grupo ha sido increíble», decía de sus chicos García de Vitoria tras el ascenso. Este Betis se ha repuesto de muchas vicisitudes en forma de lesiones, común denominador de toda la temporada, y la pizarra del técnico ha sido clave para remontar la eliminatoria al Cartagena , tras sorprender primero Jordi Juste, y por supuesto, en la Final Four.Benite y Pedro Fernández, dándose la mutua enhorabuena tras la final en Madrid FEBPedro Fernández, el presidenteNo deja a nadie indiferente con su hiperbólico discurso. Al empresario burgalés, como se ha comprobado, no le van las medias tintas. Quiere ganar y apuesta fuerte. Lo hace de palabra y, con los resultados de esta temporada en la mano tras el broche en la Caja Mágica, hay que decir que también de obra. En septiembre, con la plantilla recién confeccionada, aseguró de forma taxativa que el equipo subiría y de ese carro no se ha bajado . La campaña ha sido muy buena, el equipo ha ofrecido un gran rendimiento y en los dos días claves, los de la Final Four, ha sido el mejor. De que Pedro Fernández se ha salido con la suya, no hay duda. Apretó a los jugadores desde el comienzo, también al cuerpo técnico, pero de algún modo ha sido también esa presión con la que ha convivido el vestuario la que ha hecho que nadie se relaje y que el equipo mordiera y mordiera hasta agarrar el ascenso. En este proceloso camino, Fernández ha colisionado con las instituciones municipales en un tira y afloja constante a cuenta de las ayudas económicas, las promesas no cumplidas y las deudas del club con el Consistorio. Una relación de amor-odio que, por el bien del baloncesto de la ciudad, debería tender más hacia lo primero que lo segundo. « Llegar a la ACB cuesta mucho », recordó García de Vitoria tras la final. Y esta plantilla y este cuerpo técnico se han ganado ese derecho en la pista. Este lunes, en declaraciones a Marca , el máximo dirigente verdiblanco se mostró tan osado como suele: « No tendremos problemas para inscribir al Real Betis Baloncesto en la ACB y espero no tener problemas para ganar la Liga Endesa, que es mi objetivo y lo fue desde el principio», dijo. Hoy, el club será recibido en el Ayuntamiento. Mark Hughes, el inesperado hombre franquiciaEl menos conocido de todos los perimetrales que se ficharon en verano se ha convertido en lo que antaño se denominaba ‘jugador franquicia’. En fútbol sería un cheque al portador para el Betis. Pocos sospechaban que el rendimiento de Mark Hughes , de 28 años, alcanzaría estas cotas de excelencia. Antes de fichar por el Betis sólo había jugado una temporada en la LEB Oro, con el Estudiantes, y aunque venía de una gran campaña en la Bundesliga y la Eurocup, con el Betis ha superado todas las expectativas cuajando una temporada espectacular , aunando mucho talento ofensivo con un físico realmente exuberante que le ha permitido ser también una pieza clave a nivel defensivo atrapando una media de 4 rebotes. Tiene instinto para esta faceta del juego, deseo y sentido táctico. De sus 287 intentos triples ha encestado 142, así que su efectividad se ha elevado al 49,5% . Ha promediado 17 puntos en 48 partidos (21,4 en el play off) y 18,4 créditos de valoración, yendo de menos a mucho más en la temporada y jugando muchos minutos, casi 29 de media por encuentro. Fue decisivo en muchos partidos, entre ellos en la semifinal contra el Movistar Estudiantes, liderando al Betis Baloncesto con 28 unidades y un 41 de nota global . Hughes va sobrado para competir en niveles superiores.Benite y Renfroe se abrazan festejando el ascenso FEBAlex Renfroe, el cerebro del equipoLlegó al Betis con 38 años y a mediados de mayo cumplió 39. Y visto el rendimiento ofrecido, hay que decir que está hecho un chaval . Con este estadounidense del estado de Georgia se cumple el tópico de que la edad es sólo un número. Qué ejemplo ha dado este base, amo y señor del juego en numerosos partidos, a sus compañeros. Y ha jugado hasta lesionado. Ha mandado, templado, liderado y elegido casi siempre la opción correcta . Si había que imprimirle más velocidad al juego, lo hacía; si había que ralentizar y jugar en el cinco para cinco, bajaba el tempo. Regular la velocidad según lo que demanda el partido es una de las cosas más difíciles del baloncesto. Y él tiene ese don. Con él en la pista manejando la pelota todo ha sido más fácil . Esta temporada de Renfroe en Sevilla ha recordado a las de otros bases que llegaron a la ciudad en la etapa final de sus carreras y dieron un rendimiento extraordinario (pongan aquí el nombre que gusten). Ha ganando más de un partido en los minutos finales, especialmente en San Pablo, y ha jugado todos los partidos, 48 en total: 34 de la temporada regular, 7 de la fase de ascenso y 7 de la Copa de España . Sus promedios, 9,3 puntos, 3,6 rebotes, 4,8 asistencias y un 41% en el tiro exterior jugando una media de 25 minutos por partido. Si alguien tenía dudas de su rendimiento o de si podría adaptarse a estas alturas a una competición como la Primera FEB, ya tiene la respuesta.Vitor Benite, el MVP de la Final FourCasi todo lo que se ha escrito de Renfroe vale para este brasileño de 35 años que ha formado parte del núcleo duro que ha tirado del carro y liderado al equipo en los buenos momentos, que han sido casi todos, y también en los malos, que alguno hubo, especialmente tras las dos derrotas seguidas a manos del Fuenlabrada (Liga) y el Obradoiro en la Copa de España. Ahí sí que se dudó de varias cosas, pero el Betis reaccionó pronto y zanjó el debate. Su imperecedero talento se ha erigido en la segunda vía predilecta de anotación del equipo (13 puntos de media con un 39% en el triple), por detrás de Hughes. Nunca tuvo un físico explosivo Benite , pero le pasa lo que a Renfroe: que tiene el baloncesto en la cabeza. Escanea el juego, lee las ventajas, sabe dónde tiene que poner la pelota y qué balones debe jugarse. Y los árbitros lo respetan porque se ha ganado ese derecho después de muchos años jugando al máximo nivel. Es líder y se nota . Sufrió una lesión en el tramo final de la temporada de la que se recuperó a tiempo para el play off. Y aunque le ha costado coger de nuevo su ritmo, en el día D y a la hora H, contra el Fuenlabrada, fue ese jugador determinante que el Betis había sufrido tantas veces en contra. Su exhibición del domingo en la Caja Mágica (24 puntos con triples demoledores) fue soberbia . RSS de noticias de deportes
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