<p>Después de cada partido de <strong>Rayados de Monterrey</strong> en el Mundial de clubes, <strong>Sergio Ramos</strong> cumple con su rutina. Se ausenta del entrenamiento del resto del grupo y hace un trabajo específico en el hotel o en el gimnasio. A sus 39 años, no hay otra manera de aguantar el ritmo de minutos que ha tenido en el torneo. Lo ha jugado todo, brazalete en el brazo, ha marcado un gol y ha liderado al conjunto mexicano a los octavos de final, donde esta próxima madrugada se mide con el <strong>Borussia Dortmund</strong>.</p>
El central, de 39 años, llega al partido frente al Dortmund como uno de los mejores del torneo.
<p>Después de cada partido de <strong>Rayados de Monterrey</strong> en el Mundial de clubes, <strong>Sergio Ramos</strong> cumple con su rutina. Se ausenta del entrenamiento del resto del grupo y hace un trabajo específico en el hotel o en el gimnasio. A sus 39 años, no hay otra manera de aguantar el ritmo de minutos que ha tenido en el torneo. Lo ha jugado todo, brazalete en el brazo, ha marcado un gol y ha liderado al conjunto mexicano a los octavos de final, donde esta próxima madrugada se mide con el <strong>Borussia Dortmund</strong>.</p>
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