El sindicato que representa a los accionistas minoritarios de Duro Felguera, cuyos títulos representan alrededor del 4% del capital de la compañía, ha amenazado este miércoles con poner sus participaciones en el mercado y abandonar la compañía si la actual mayoría de control que marca el rumbo de la empresa, compuesta por el hólding público del Estado, Sepi, y los grupos mexicanos Prodi y Mota-Engil , no enderezan el grupo de la compañía. Subrayan su preocupación por los malos resultados obtenidos en 2024 y por el papel desempeñado por el holding público, al que exige una solución de largo plazo para la empresa «sin parches temporales o conveniencias de corte político», según se recoge en un comunicado difundido este miércoles. «La Sepi es responsable de la gestión , puesto ha tenido dos consejeros y ha avalado el nombramiento de Jaime Argüelles como consejero delegado», asegura Eduardo Braña, presidente del sindicato que representa a los accionistas minoritarios de la empresa industrial asturiana, en referencia al directivo que abandonó la compañía el pasado mes de noviembre tras la toma de control de la misma por parte del conglomerado mexicano. «A diferencia de lo que ocurre en otras empresas rescatadas, aquí sí tiene responsabilidades sobre la gestión y con los accionistas».La compañía de ingeniería industrial asturiana perdió 98,31 millones de euros en 2024, pese a incrementar levemente su facturación en alrededor de un 2%, y profundizó en una situación patrimonial que la situaría en causa de disolución de no ser por las sucesivas prórrogas que el Gobierno ha operado para impedir que las compañías con pérdidas derivadas del covid entren en quiebra.La operación de rescate de la compañía apoyada en la entrada del grupo mexicano Prodi y sus socios de Mota-Engil con el 54,66% del capital, y engrasada con un préstamo de 120 millones de euros de la Sepi no parece estar dando los frutos esperados y ahora expone al hólding público a acabar como socio mayoritario de la empresa si se ve obligada a convertir su préstamos participativos en acciones, lo que se perfila como una opción no improbable.La situación de la compañía empeoró en las últimos meses por la solicitud de arbitraje interpuesta por la argelina Sonelgaz ante la Cámara de Comercio e Industria de ese país. Exactamente, la compañía argelina reclamó a la asturiana 413 millones de euros por la suspensión del contrato que tenían firmado para la construcción de la central térmica de ciclo combinado de Djelfa (Argelia), además de la reactivación de los trabajos. El conflicto parece haberse encauzado, no obstante, en los últimos días con la firma de un memorando de entendimiento con la compañía argelina para la resolución amistosa del conflicto, que incluye la cesión del proyecto a una compañía china.Los accionistas minoritarios de Duro Felguera, que aplaudieron esta solución, valoran la apertura de una vía judicial para defender sus derechos como accionistas y el valor de sus participaciones, que consideran que se ha visto afectado por la «gestión nefasta» que atribuyen a la Sepi y al conglomerado que controla la compañía. El sindicato que representa a los accionistas minoritarios de Duro Felguera, cuyos títulos representan alrededor del 4% del capital de la compañía, ha amenazado este miércoles con poner sus participaciones en el mercado y abandonar la compañía si la actual mayoría de control que marca el rumbo de la empresa, compuesta por el hólding público del Estado, Sepi, y los grupos mexicanos Prodi y Mota-Engil , no enderezan el grupo de la compañía. Subrayan su preocupación por los malos resultados obtenidos en 2024 y por el papel desempeñado por el holding público, al que exige una solución de largo plazo para la empresa «sin parches temporales o conveniencias de corte político», según se recoge en un comunicado difundido este miércoles. «La Sepi es responsable de la gestión , puesto ha tenido dos consejeros y ha avalado el nombramiento de Jaime Argüelles como consejero delegado», asegura Eduardo Braña, presidente del sindicato que representa a los accionistas minoritarios de la empresa industrial asturiana, en referencia al directivo que abandonó la compañía el pasado mes de noviembre tras la toma de control de la misma por parte del conglomerado mexicano. «A diferencia de lo que ocurre en otras empresas rescatadas, aquí sí tiene responsabilidades sobre la gestión y con los accionistas».La compañía de ingeniería industrial asturiana perdió 98,31 millones de euros en 2024, pese a incrementar levemente su facturación en alrededor de un 2%, y profundizó en una situación patrimonial que la situaría en causa de disolución de no ser por las sucesivas prórrogas que el Gobierno ha operado para impedir que las compañías con pérdidas derivadas del covid entren en quiebra.La operación de rescate de la compañía apoyada en la entrada del grupo mexicano Prodi y sus socios de Mota-Engil con el 54,66% del capital, y engrasada con un préstamo de 120 millones de euros de la Sepi no parece estar dando los frutos esperados y ahora expone al hólding público a acabar como socio mayoritario de la empresa si se ve obligada a convertir su préstamos participativos en acciones, lo que se perfila como una opción no improbable.La situación de la compañía empeoró en las últimos meses por la solicitud de arbitraje interpuesta por la argelina Sonelgaz ante la Cámara de Comercio e Industria de ese país. Exactamente, la compañía argelina reclamó a la asturiana 413 millones de euros por la suspensión del contrato que tenían firmado para la construcción de la central térmica de ciclo combinado de Djelfa (Argelia), además de la reactivación de los trabajos. El conflicto parece haberse encauzado, no obstante, en los últimos días con la firma de un memorando de entendimiento con la compañía argelina para la resolución amistosa del conflicto, que incluye la cesión del proyecto a una compañía china.Los accionistas minoritarios de Duro Felguera, que aplaudieron esta solución, valoran la apertura de una vía judicial para defender sus derechos como accionistas y el valor de sus participaciones, que consideran que se ha visto afectado por la «gestión nefasta» que atribuyen a la Sepi y al conglomerado que controla la compañía. El sindicato que representa a los accionistas minoritarios de Duro Felguera, cuyos títulos representan alrededor del 4% del capital de la compañía, ha amenazado este miércoles con poner sus participaciones en el mercado y abandonar la compañía si la actual mayoría de control que marca el rumbo de la empresa, compuesta por el hólding público del Estado, Sepi, y los grupos mexicanos Prodi y Mota-Engil , no enderezan el grupo de la compañía. Subrayan su preocupación por los malos resultados obtenidos en 2024 y por el papel desempeñado por el holding público, al que exige una solución de largo plazo para la empresa «sin parches temporales o conveniencias de corte político», según se recoge en un comunicado difundido este miércoles. «La Sepi es responsable de la gestión , puesto ha tenido dos consejeros y ha avalado el nombramiento de Jaime Argüelles como consejero delegado», asegura Eduardo Braña, presidente del sindicato que representa a los accionistas minoritarios de la empresa industrial asturiana, en referencia al directivo que abandonó la compañía el pasado mes de noviembre tras la toma de control de la misma por parte del conglomerado mexicano. «A diferencia de lo que ocurre en otras empresas rescatadas, aquí sí tiene responsabilidades sobre la gestión y con los accionistas».La compañía de ingeniería industrial asturiana perdió 98,31 millones de euros en 2024, pese a incrementar levemente su facturación en alrededor de un 2%, y profundizó en una situación patrimonial que la situaría en causa de disolución de no ser por las sucesivas prórrogas que el Gobierno ha operado para impedir que las compañías con pérdidas derivadas del covid entren en quiebra.La operación de rescate de la compañía apoyada en la entrada del grupo mexicano Prodi y sus socios de Mota-Engil con el 54,66% del capital, y engrasada con un préstamo de 120 millones de euros de la Sepi no parece estar dando los frutos esperados y ahora expone al hólding público a acabar como socio mayoritario de la empresa si se ve obligada a convertir su préstamos participativos en acciones, lo que se perfila como una opción no improbable.La situación de la compañía empeoró en las últimos meses por la solicitud de arbitraje interpuesta por la argelina Sonelgaz ante la Cámara de Comercio e Industria de ese país. Exactamente, la compañía argelina reclamó a la asturiana 413 millones de euros por la suspensión del contrato que tenían firmado para la construcción de la central térmica de ciclo combinado de Djelfa (Argelia), además de la reactivación de los trabajos. El conflicto parece haberse encauzado, no obstante, en los últimos días con la firma de un memorando de entendimiento con la compañía argelina para la resolución amistosa del conflicto, que incluye la cesión del proyecto a una compañía china.Los accionistas minoritarios de Duro Felguera, que aplaudieron esta solución, valoran la apertura de una vía judicial para defender sus derechos como accionistas y el valor de sus participaciones, que consideran que se ha visto afectado por la «gestión nefasta» que atribuyen a la Sepi y al conglomerado que controla la compañía. RSS de noticias de economia
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