Biontech se hizo mundialmente famosa por la primera vacuna Covid, pero desde el final de la pandemia había venido sufriendo un proceso de decadencia. Su CEO y cofundador, Uğur Şahin, acaba de anunciar la que será su estrategia de resurgimiento, basada en sumar fuerzas con otros inversores y en centrarse en un único objetivo: la lucha contra el cáncer . La compañía farmacéutica con sede en Maguncia ha cerrado un acuerdo con la empresa estadounidense Bristol Myers Squibb (BMS), que invertirá unos 1.500 millones de euros solamente en el próximo trimestre para el desarrollo y comercialización global conjuntos de uno de los candidatos a medicamentos más prometedores para el tratamiento del cáncer, el llamado BNT327.En un momento en el que la Administración estadounidense está cancelando los contratos de investigación sobre productos basados en ARN, BMS opta por invertir en Europa en este sector , con el objetivo de acceder a los descubrimientos y no quedarse fuera de los beneficios. A cambio de los derechos de codesarrollo y cocomercialización de BNT327, se ha comprometido además a invertir otros 10.000 millones de dólares adicionales en adelante, con el objetivo de agilizar el proceso de fabricación y distribución.Noticia Relacionada estandar Si El frenazo de BioNTech tras el ‘boom’ de la vacuna contra el Covid-19 Rosalía Sánchez | Corresponsal en BerlínEl anticuerpo BNT327, para el que ya se han planificado o iniciado más de 20 estudios en más de diez tipos de tumores , está basado en una proteína producida por el sistema inmunitario para identificar y neutralizar sustancias extrañas como virus, bacterias, toxinas o células tumorales. Reconoce una estructura específica, se une a ese antígeno como una llave a su cerradura, marca al invasor para que otras células inmunitarias lo destruyan y en ocasiones llega a neutralizar directamente el patógeno, impidiendo así que infecte otras células.Ataca simultáneamente PD-L1 y VEGF-A, dos moléculas clave en el crecimiento tumoral y la evasión inmunitaria , y se espera que tenga efectos sinérgicos, superando a los inhibidores de punto de control tradicionales. Biontech está aplicando en pruebas BN327 en cáncer de mama triple negativo (mTNBC), estudio en fase II combinado con quimioterapia; cáncer colorrectal metastásico (MCRC), estudio de fase I/II con BNT327 y BNT314 con quimioterapia estándar; cáncer de pulmón (NSCLC y SCLC) en ensayos globales de fase III; y otros tumores sólidos en desarrollo conjunto con Bristol Myers Squibb.La revisión exhaustiva de sus recursos para «optimizar la capacidad» y centrarse en nuevas terapias contra el cáncer, ha llevado a Biontech a clausurar su planta de terapia celular en EE. UU. y despedir allí a 63 empleados. BioNTech había despedido ya a 90 trabajadores en funciones corporativas y de I+D en Maryland y Massachusetts, como parte de una «alineación estratégica», a los que se suman estos nuevos despidos en las instalaciones de Gaithersburg.Además de la cooperación con BMS, BioNTech ha comprado a un antiguo competidor, Curevac, de Tübingen, por alrededor de 1.250 millones de dólares, lo que le permite fortalecer sus propias capacidades en tecnología de ARNm, según ha explicado Şahin en un comunicado. El acuerdo pone fin a décadas de rivalidad entre las dos compañías y suma fuerzas en la batalla contra el cáncer. CureVac se ha alejado en los últimos años del trabajo en enfermedades infecciosas para centrarse en inmunoterapias contra el cáncer, lo que multiplica las sinergias.Ventaja para AlemaniaEl acuerdo representa también una salida para el gobierno alemán, que posee el 13,3% de CureVac tras adquirir una participación durante la pandemia y recibirá aproximadamente 163 millones de dólares en acciones de BioNTech. Şahin espera tener compromisos contractuales para respaldar el acuerdo de un poco más de la mitad de los accionistas de CureVac, incluido su principal inversor, Dietmar Hopp, el multimillonario alemán que cofundó el gigante del software SAP SE.Los primeros logros de Biontech , en esta nueva etapa, comienzan a brotar. A principios de junio, la compañía licenció un fármaco oncológico de nueva generación a Bristol-Myers Squibb Co. por 11.100 millones de dólares. «Estamos invirtiendo significativamente en ciertas áreas esenciales y optimizando la capacidad en otras», dice Şahin, que no ha reaccionado al veto de EE.UU. a la investigación de vacunas de ARC y se limita a confiar en que «hemos hecho avances clave para convertir a BioNTech en una empresa con múltiples productos aprobados».En su opinión, los avances actuales les permiten ser optimistas sobre la posibilidad de lograr terapias eficaces contra el cáncer antes de que acabe la década. «Como científicos, siempre dudamos en decir que tendremos una cura para el cáncer», ha declarado, pero «la misma tecnología que permitió la vacuna contra la COVID-19 puede adaptarse para identificar y destruir células tumorales y BioNTech trabaja en vacunas personalizadas que enseñarán al sistema inmunitario a reconocer antígenos específicos del cáncer en cada caso». Biontech se hizo mundialmente famosa por la primera vacuna Covid, pero desde el final de la pandemia había venido sufriendo un proceso de decadencia. Su CEO y cofundador, Uğur Şahin, acaba de anunciar la que será su estrategia de resurgimiento, basada en sumar fuerzas con otros inversores y en centrarse en un único objetivo: la lucha contra el cáncer . La compañía farmacéutica con sede en Maguncia ha cerrado un acuerdo con la empresa estadounidense Bristol Myers Squibb (BMS), que invertirá unos 1.500 millones de euros solamente en el próximo trimestre para el desarrollo y comercialización global conjuntos de uno de los candidatos a medicamentos más prometedores para el tratamiento del cáncer, el llamado BNT327.En un momento en el que la Administración estadounidense está cancelando los contratos de investigación sobre productos basados en ARN, BMS opta por invertir en Europa en este sector , con el objetivo de acceder a los descubrimientos y no quedarse fuera de los beneficios. A cambio de los derechos de codesarrollo y cocomercialización de BNT327, se ha comprometido además a invertir otros 10.000 millones de dólares adicionales en adelante, con el objetivo de agilizar el proceso de fabricación y distribución.Noticia Relacionada estandar Si El frenazo de BioNTech tras el ‘boom’ de la vacuna contra el Covid-19 Rosalía Sánchez | Corresponsal en BerlínEl anticuerpo BNT327, para el que ya se han planificado o iniciado más de 20 estudios en más de diez tipos de tumores , está basado en una proteína producida por el sistema inmunitario para identificar y neutralizar sustancias extrañas como virus, bacterias, toxinas o células tumorales. Reconoce una estructura específica, se une a ese antígeno como una llave a su cerradura, marca al invasor para que otras células inmunitarias lo destruyan y en ocasiones llega a neutralizar directamente el patógeno, impidiendo así que infecte otras células.Ataca simultáneamente PD-L1 y VEGF-A, dos moléculas clave en el crecimiento tumoral y la evasión inmunitaria , y se espera que tenga efectos sinérgicos, superando a los inhibidores de punto de control tradicionales. Biontech está aplicando en pruebas BN327 en cáncer de mama triple negativo (mTNBC), estudio en fase II combinado con quimioterapia; cáncer colorrectal metastásico (MCRC), estudio de fase I/II con BNT327 y BNT314 con quimioterapia estándar; cáncer de pulmón (NSCLC y SCLC) en ensayos globales de fase III; y otros tumores sólidos en desarrollo conjunto con Bristol Myers Squibb.La revisión exhaustiva de sus recursos para «optimizar la capacidad» y centrarse en nuevas terapias contra el cáncer, ha llevado a Biontech a clausurar su planta de terapia celular en EE. UU. y despedir allí a 63 empleados. BioNTech había despedido ya a 90 trabajadores en funciones corporativas y de I+D en Maryland y Massachusetts, como parte de una «alineación estratégica», a los que se suman estos nuevos despidos en las instalaciones de Gaithersburg.Además de la cooperación con BMS, BioNTech ha comprado a un antiguo competidor, Curevac, de Tübingen, por alrededor de 1.250 millones de dólares, lo que le permite fortalecer sus propias capacidades en tecnología de ARNm, según ha explicado Şahin en un comunicado. El acuerdo pone fin a décadas de rivalidad entre las dos compañías y suma fuerzas en la batalla contra el cáncer. CureVac se ha alejado en los últimos años del trabajo en enfermedades infecciosas para centrarse en inmunoterapias contra el cáncer, lo que multiplica las sinergias.Ventaja para AlemaniaEl acuerdo representa también una salida para el gobierno alemán, que posee el 13,3% de CureVac tras adquirir una participación durante la pandemia y recibirá aproximadamente 163 millones de dólares en acciones de BioNTech. Şahin espera tener compromisos contractuales para respaldar el acuerdo de un poco más de la mitad de los accionistas de CureVac, incluido su principal inversor, Dietmar Hopp, el multimillonario alemán que cofundó el gigante del software SAP SE.Los primeros logros de Biontech , en esta nueva etapa, comienzan a brotar. A principios de junio, la compañía licenció un fármaco oncológico de nueva generación a Bristol-Myers Squibb Co. por 11.100 millones de dólares. «Estamos invirtiendo significativamente en ciertas áreas esenciales y optimizando la capacidad en otras», dice Şahin, que no ha reaccionado al veto de EE.UU. a la investigación de vacunas de ARC y se limita a confiar en que «hemos hecho avances clave para convertir a BioNTech en una empresa con múltiples productos aprobados».En su opinión, los avances actuales les permiten ser optimistas sobre la posibilidad de lograr terapias eficaces contra el cáncer antes de que acabe la década. «Como científicos, siempre dudamos en decir que tendremos una cura para el cáncer», ha declarado, pero «la misma tecnología que permitió la vacuna contra la COVID-19 puede adaptarse para identificar y destruir células tumorales y BioNTech trabaja en vacunas personalizadas que enseñarán al sistema inmunitario a reconocer antígenos específicos del cáncer en cada caso». Biontech se hizo mundialmente famosa por la primera vacuna Covid, pero desde el final de la pandemia había venido sufriendo un proceso de decadencia. Su CEO y cofundador, Uğur Şahin, acaba de anunciar la que será su estrategia de resurgimiento, basada en sumar fuerzas con otros inversores y en centrarse en un único objetivo: la lucha contra el cáncer . La compañía farmacéutica con sede en Maguncia ha cerrado un acuerdo con la empresa estadounidense Bristol Myers Squibb (BMS), que invertirá unos 1.500 millones de euros solamente en el próximo trimestre para el desarrollo y comercialización global conjuntos de uno de los candidatos a medicamentos más prometedores para el tratamiento del cáncer, el llamado BNT327.En un momento en el que la Administración estadounidense está cancelando los contratos de investigación sobre productos basados en ARN, BMS opta por invertir en Europa en este sector , con el objetivo de acceder a los descubrimientos y no quedarse fuera de los beneficios. A cambio de los derechos de codesarrollo y cocomercialización de BNT327, se ha comprometido además a invertir otros 10.000 millones de dólares adicionales en adelante, con el objetivo de agilizar el proceso de fabricación y distribución.Noticia Relacionada estandar Si El frenazo de BioNTech tras el ‘boom’ de la vacuna contra el Covid-19 Rosalía Sánchez | Corresponsal en BerlínEl anticuerpo BNT327, para el que ya se han planificado o iniciado más de 20 estudios en más de diez tipos de tumores , está basado en una proteína producida por el sistema inmunitario para identificar y neutralizar sustancias extrañas como virus, bacterias, toxinas o células tumorales. Reconoce una estructura específica, se une a ese antígeno como una llave a su cerradura, marca al invasor para que otras células inmunitarias lo destruyan y en ocasiones llega a neutralizar directamente el patógeno, impidiendo así que infecte otras células.Ataca simultáneamente PD-L1 y VEGF-A, dos moléculas clave en el crecimiento tumoral y la evasión inmunitaria , y se espera que tenga efectos sinérgicos, superando a los inhibidores de punto de control tradicionales. Biontech está aplicando en pruebas BN327 en cáncer de mama triple negativo (mTNBC), estudio en fase II combinado con quimioterapia; cáncer colorrectal metastásico (MCRC), estudio de fase I/II con BNT327 y BNT314 con quimioterapia estándar; cáncer de pulmón (NSCLC y SCLC) en ensayos globales de fase III; y otros tumores sólidos en desarrollo conjunto con Bristol Myers Squibb.La revisión exhaustiva de sus recursos para «optimizar la capacidad» y centrarse en nuevas terapias contra el cáncer, ha llevado a Biontech a clausurar su planta de terapia celular en EE. UU. y despedir allí a 63 empleados. BioNTech había despedido ya a 90 trabajadores en funciones corporativas y de I+D en Maryland y Massachusetts, como parte de una «alineación estratégica», a los que se suman estos nuevos despidos en las instalaciones de Gaithersburg.Además de la cooperación con BMS, BioNTech ha comprado a un antiguo competidor, Curevac, de Tübingen, por alrededor de 1.250 millones de dólares, lo que le permite fortalecer sus propias capacidades en tecnología de ARNm, según ha explicado Şahin en un comunicado. El acuerdo pone fin a décadas de rivalidad entre las dos compañías y suma fuerzas en la batalla contra el cáncer. CureVac se ha alejado en los últimos años del trabajo en enfermedades infecciosas para centrarse en inmunoterapias contra el cáncer, lo que multiplica las sinergias.Ventaja para AlemaniaEl acuerdo representa también una salida para el gobierno alemán, que posee el 13,3% de CureVac tras adquirir una participación durante la pandemia y recibirá aproximadamente 163 millones de dólares en acciones de BioNTech. Şahin espera tener compromisos contractuales para respaldar el acuerdo de un poco más de la mitad de los accionistas de CureVac, incluido su principal inversor, Dietmar Hopp, el multimillonario alemán que cofundó el gigante del software SAP SE.Los primeros logros de Biontech , en esta nueva etapa, comienzan a brotar. A principios de junio, la compañía licenció un fármaco oncológico de nueva generación a Bristol-Myers Squibb Co. por 11.100 millones de dólares. «Estamos invirtiendo significativamente en ciertas áreas esenciales y optimizando la capacidad en otras», dice Şahin, que no ha reaccionado al veto de EE.UU. a la investigación de vacunas de ARC y se limita a confiar en que «hemos hecho avances clave para convertir a BioNTech en una empresa con múltiples productos aprobados».En su opinión, los avances actuales les permiten ser optimistas sobre la posibilidad de lograr terapias eficaces contra el cáncer antes de que acabe la década. «Como científicos, siempre dudamos en decir que tendremos una cura para el cáncer», ha declarado, pero «la misma tecnología que permitió la vacuna contra la COVID-19 puede adaptarse para identificar y destruir células tumorales y BioNTech trabaja en vacunas personalizadas que enseñarán al sistema inmunitario a reconocer antígenos específicos del cáncer en cada caso». 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