Luis Berges Roldán (Jaén, 1925) es mucho más que un arquitecto: es un símbolo del compromiso con el patrimonio y la identidad cultural de Jaén. A sus 100 años, ha recibido la Medalla de Oro de la Ciudad de Jaén y el título de Hijo Predilecto, un reconocimiento unánime del Ayuntamiento que culmina una vida dedicada a embellecer y preservar el alma arquitectónica de su tierra. Además de sus muchos méritos profesionales, Berges ha conseguido lo que tantos anhelan: poner de acuerdo a cuatro partidos políticos enfrentados en casi todo y a una sociedad divida hasta en lo más banal. Porque si algo ha sido Berges durante toda su vida es conciliador. Conciliador de épocas históricas que se han pisado unas a otras y que ha sabido desenterrar con paciencia de arqueólogo hasta recomponerlas y devolverlas al siglo XX. Por eso, en el acto que le imponía dicho honor y que lo ha elevado un poco más en la historia de esta ciudad, el ambiente respirado era de unanimidad y de unidad entorno a su figura, celebrando no solo su trayectoria profesional, sino el profundo impacto que su visión ha tenido en el urbanismo y la cultura de Jaén.Una carrera al servicio del patrimonio jiennenseFormado en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, donde se graduó en 1960 y obtuvo su doctorado en 1964, Berges regresó a su ciudad natal para asumir, en 1968, la plaza de arquitecto municipal jefe , responsabilidad que ejerció con rigor. Su paso por la administración pública dejó una huella duradera. No se limitó a ejercer una función técnica; su mirada fue la de un artista y un historiador, consciente del valor de sus construcciones.Una de sus obras más reconocidas, su joya, es la restauración de los Baños Árabes de Jaén , considerados los más grandes Europa. Descubiertos en el subsuelo del Palacio de Villardompardo, los baños permanecieron durante siglos ocultos bajo una carbonera. Berges se entregó durante más de 15 años a su recuperación, revelando en toda su magnitud un conjunto arquitectónico excepcional del siglo XI. Este esfuerzo le valió en 1984 la Medalla de Honor de Europa Nostra , uno de los premios más prestigiosos de Europa en conservación del patrimonio. El proyecto no solo recuperó un vestigio de valor histórico incalculable, sino que transformó el propio concepto de conservación en la ciudad.Otro hito de su carrera fue la rehabilitación del antiguo Hospital de San Juan de Dios , un edificio de cinco siglos de historia. Convertido en sede cultural, el hospital fue rescatado del abandono gracias a la iniciativa y la dirección técnica de Berges, quien supo equilibrar la funcionalidad moderna con la preservación de su carácter patrimonial.Además, este proyecto, inserto en el barrio de La Magdalen a que le vio nacer, fue pionero en su forma de abordar la recuperación patrimonial como una herramienta para revitalizar el centro histórico. Su metodología, basada en el respeto escrupuloso del bien y su contexto urbano, se convirtió en referencia para arquitectos y urbanistas de toda Andalucía.A lo largo de su carrera, Berges también participó en la restauración de otros edificios significativos de Jaén, como el convento de Santa Teresa , la iglesia de San Bartolomé o el entorno de la Catedral . Convencido de que el patrimonio no puede ser solo un decorado de postal, Berges ejecutó proyectos que priorizaban la calidad de vida, la convivencia con el entorno patrimonial y el respeto a la historia.Además de su obra arquitectónica, Luis Berges ha cultivado una sólida carrera como dibujante y artista . Sus libros, como «Dibujando en Jaén», «Caserías de Jaén. Arquitectura del Olivar», «Dibujando en Baeza», «Arquitectura Rural de la Sierra de las Cuatro Villas, Jaén» y «Dibujando en el Camino de Santiago y Vía de la Plata», recogen su visión del paisaje y de la arquitectura. Cada trazo revela no solo maestría técnica, sino una sensibilidad ilimitada por los detalles. Su capacidad para unir arte y arquitectura lo ha convertido en un referente en la interpretación estética del espacio urbano y rural. Estos libros no son simples catálogos gráficos: son documentos culturales que han contribuido a sensibilizar a la ciudadanía sobre el valor de su entorno y a reforzar el vínculo con el patrimonio. En muchos de ellos, la arquitectura rural de las antiguas caserías, muchas veces olvidada o despreciada, es reivindicada como parte esencial del alma andaluza.Los reconocimientos no han sido ajenos a su trayectoria. Además de la Medalla de Oro de la ciudad de Jaén y el galardón de Europa Nostra, ha sido distinguido como académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, recibió la Bandera de Andalucía a la Especial Trayectoria en 2022 y fue nombrado «Natural de Jaén» por la Universidad de Jaén en 2014. Sin embargo, más allá de los títulos, su mayor legado es la transformación elegante y respetuosa que su obra ha realizado en la fisonomía de Jaén.El 17 de junio este sabio del lápiz y de los planos, de mirada audaz, ha cumplido 100 años y para este centenario la ciudad ha querido reconocerlo como uno de sus hijos ilustres. Un reconocimiento ciertamente tardío, aunque llega a tiempo . Luis Berges Roldán (Jaén, 1925) es mucho más que un arquitecto: es un símbolo del compromiso con el patrimonio y la identidad cultural de Jaén. A sus 100 años, ha recibido la Medalla de Oro de la Ciudad de Jaén y el título de Hijo Predilecto, un reconocimiento unánime del Ayuntamiento que culmina una vida dedicada a embellecer y preservar el alma arquitectónica de su tierra. Además de sus muchos méritos profesionales, Berges ha conseguido lo que tantos anhelan: poner de acuerdo a cuatro partidos políticos enfrentados en casi todo y a una sociedad divida hasta en lo más banal. Porque si algo ha sido Berges durante toda su vida es conciliador. Conciliador de épocas históricas que se han pisado unas a otras y que ha sabido desenterrar con paciencia de arqueólogo hasta recomponerlas y devolverlas al siglo XX. Por eso, en el acto que le imponía dicho honor y que lo ha elevado un poco más en la historia de esta ciudad, el ambiente respirado era de unanimidad y de unidad entorno a su figura, celebrando no solo su trayectoria profesional, sino el profundo impacto que su visión ha tenido en el urbanismo y la cultura de Jaén.Una carrera al servicio del patrimonio jiennenseFormado en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, donde se graduó en 1960 y obtuvo su doctorado en 1964, Berges regresó a su ciudad natal para asumir, en 1968, la plaza de arquitecto municipal jefe , responsabilidad que ejerció con rigor. Su paso por la administración pública dejó una huella duradera. No se limitó a ejercer una función técnica; su mirada fue la de un artista y un historiador, consciente del valor de sus construcciones.Una de sus obras más reconocidas, su joya, es la restauración de los Baños Árabes de Jaén , considerados los más grandes Europa. Descubiertos en el subsuelo del Palacio de Villardompardo, los baños permanecieron durante siglos ocultos bajo una carbonera. Berges se entregó durante más de 15 años a su recuperación, revelando en toda su magnitud un conjunto arquitectónico excepcional del siglo XI. Este esfuerzo le valió en 1984 la Medalla de Honor de Europa Nostra , uno de los premios más prestigiosos de Europa en conservación del patrimonio. El proyecto no solo recuperó un vestigio de valor histórico incalculable, sino que transformó el propio concepto de conservación en la ciudad.Otro hito de su carrera fue la rehabilitación del antiguo Hospital de San Juan de Dios , un edificio de cinco siglos de historia. Convertido en sede cultural, el hospital fue rescatado del abandono gracias a la iniciativa y la dirección técnica de Berges, quien supo equilibrar la funcionalidad moderna con la preservación de su carácter patrimonial.Además, este proyecto, inserto en el barrio de La Magdalen a que le vio nacer, fue pionero en su forma de abordar la recuperación patrimonial como una herramienta para revitalizar el centro histórico. Su metodología, basada en el respeto escrupuloso del bien y su contexto urbano, se convirtió en referencia para arquitectos y urbanistas de toda Andalucía.A lo largo de su carrera, Berges también participó en la restauración de otros edificios significativos de Jaén, como el convento de Santa Teresa , la iglesia de San Bartolomé o el entorno de la Catedral . Convencido de que el patrimonio no puede ser solo un decorado de postal, Berges ejecutó proyectos que priorizaban la calidad de vida, la convivencia con el entorno patrimonial y el respeto a la historia.Además de su obra arquitectónica, Luis Berges ha cultivado una sólida carrera como dibujante y artista . Sus libros, como «Dibujando en Jaén», «Caserías de Jaén. Arquitectura del Olivar», «Dibujando en Baeza», «Arquitectura Rural de la Sierra de las Cuatro Villas, Jaén» y «Dibujando en el Camino de Santiago y Vía de la Plata», recogen su visión del paisaje y de la arquitectura. Cada trazo revela no solo maestría técnica, sino una sensibilidad ilimitada por los detalles. Su capacidad para unir arte y arquitectura lo ha convertido en un referente en la interpretación estética del espacio urbano y rural. Estos libros no son simples catálogos gráficos: son documentos culturales que han contribuido a sensibilizar a la ciudadanía sobre el valor de su entorno y a reforzar el vínculo con el patrimonio. En muchos de ellos, la arquitectura rural de las antiguas caserías, muchas veces olvidada o despreciada, es reivindicada como parte esencial del alma andaluza.Los reconocimientos no han sido ajenos a su trayectoria. Además de la Medalla de Oro de la ciudad de Jaén y el galardón de Europa Nostra, ha sido distinguido como académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, recibió la Bandera de Andalucía a la Especial Trayectoria en 2022 y fue nombrado «Natural de Jaén» por la Universidad de Jaén en 2014. Sin embargo, más allá de los títulos, su mayor legado es la transformación elegante y respetuosa que su obra ha realizado en la fisonomía de Jaén.El 17 de junio este sabio del lápiz y de los planos, de mirada audaz, ha cumplido 100 años y para este centenario la ciudad ha querido reconocerlo como uno de sus hijos ilustres. Un reconocimiento ciertamente tardío, aunque llega a tiempo . Luis Berges Roldán (Jaén, 1925) es mucho más que un arquitecto: es un símbolo del compromiso con el patrimonio y la identidad cultural de Jaén. A sus 100 años, ha recibido la Medalla de Oro de la Ciudad de Jaén y el título de Hijo Predilecto, un reconocimiento unánime del Ayuntamiento que culmina una vida dedicada a embellecer y preservar el alma arquitectónica de su tierra. Además de sus muchos méritos profesionales, Berges ha conseguido lo que tantos anhelan: poner de acuerdo a cuatro partidos políticos enfrentados en casi todo y a una sociedad divida hasta en lo más banal. Porque si algo ha sido Berges durante toda su vida es conciliador. Conciliador de épocas históricas que se han pisado unas a otras y que ha sabido desenterrar con paciencia de arqueólogo hasta recomponerlas y devolverlas al siglo XX. Por eso, en el acto que le imponía dicho honor y que lo ha elevado un poco más en la historia de esta ciudad, el ambiente respirado era de unanimidad y de unidad entorno a su figura, celebrando no solo su trayectoria profesional, sino el profundo impacto que su visión ha tenido en el urbanismo y la cultura de Jaén.Una carrera al servicio del patrimonio jiennenseFormado en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, donde se graduó en 1960 y obtuvo su doctorado en 1964, Berges regresó a su ciudad natal para asumir, en 1968, la plaza de arquitecto municipal jefe , responsabilidad que ejerció con rigor. Su paso por la administración pública dejó una huella duradera. No se limitó a ejercer una función técnica; su mirada fue la de un artista y un historiador, consciente del valor de sus construcciones.Una de sus obras más reconocidas, su joya, es la restauración de los Baños Árabes de Jaén , considerados los más grandes Europa. Descubiertos en el subsuelo del Palacio de Villardompardo, los baños permanecieron durante siglos ocultos bajo una carbonera. Berges se entregó durante más de 15 años a su recuperación, revelando en toda su magnitud un conjunto arquitectónico excepcional del siglo XI. Este esfuerzo le valió en 1984 la Medalla de Honor de Europa Nostra , uno de los premios más prestigiosos de Europa en conservación del patrimonio. El proyecto no solo recuperó un vestigio de valor histórico incalculable, sino que transformó el propio concepto de conservación en la ciudad.Otro hito de su carrera fue la rehabilitación del antiguo Hospital de San Juan de Dios , un edificio de cinco siglos de historia. Convertido en sede cultural, el hospital fue rescatado del abandono gracias a la iniciativa y la dirección técnica de Berges, quien supo equilibrar la funcionalidad moderna con la preservación de su carácter patrimonial.Además, este proyecto, inserto en el barrio de La Magdalen a que le vio nacer, fue pionero en su forma de abordar la recuperación patrimonial como una herramienta para revitalizar el centro histórico. Su metodología, basada en el respeto escrupuloso del bien y su contexto urbano, se convirtió en referencia para arquitectos y urbanistas de toda Andalucía.A lo largo de su carrera, Berges también participó en la restauración de otros edificios significativos de Jaén, como el convento de Santa Teresa , la iglesia de San Bartolomé o el entorno de la Catedral . Convencido de que el patrimonio no puede ser solo un decorado de postal, Berges ejecutó proyectos que priorizaban la calidad de vida, la convivencia con el entorno patrimonial y el respeto a la historia.Además de su obra arquitectónica, Luis Berges ha cultivado una sólida carrera como dibujante y artista . Sus libros, como «Dibujando en Jaén», «Caserías de Jaén. Arquitectura del Olivar», «Dibujando en Baeza», «Arquitectura Rural de la Sierra de las Cuatro Villas, Jaén» y «Dibujando en el Camino de Santiago y Vía de la Plata», recogen su visión del paisaje y de la arquitectura. Cada trazo revela no solo maestría técnica, sino una sensibilidad ilimitada por los detalles. Su capacidad para unir arte y arquitectura lo ha convertido en un referente en la interpretación estética del espacio urbano y rural. Estos libros no son simples catálogos gráficos: son documentos culturales que han contribuido a sensibilizar a la ciudadanía sobre el valor de su entorno y a reforzar el vínculo con el patrimonio. En muchos de ellos, la arquitectura rural de las antiguas caserías, muchas veces olvidada o despreciada, es reivindicada como parte esencial del alma andaluza.Los reconocimientos no han sido ajenos a su trayectoria. Además de la Medalla de Oro de la ciudad de Jaén y el galardón de Europa Nostra, ha sido distinguido como académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, recibió la Bandera de Andalucía a la Especial Trayectoria en 2022 y fue nombrado «Natural de Jaén» por la Universidad de Jaén en 2014. Sin embargo, más allá de los títulos, su mayor legado es la transformación elegante y respetuosa que su obra ha realizado en la fisonomía de Jaén.El 17 de junio este sabio del lápiz y de los planos, de mirada audaz, ha cumplido 100 años y para este centenario la ciudad ha querido reconocerlo como uno de sus hijos ilustres. Un reconocimiento ciertamente tardío, aunque llega a tiempo . RSS de noticias de espana/andalucia
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