Jaén merece algo más que Jaén Merece Más, que se ha confirmado como el último ‘partido-subasta’ dispuesto a dar sus votos al mejor postor. ¿Quién da más? Rien no va plus… A la una, a las dos y a las tres ahí está María Jesús Montero con la chequera del Ministerio de Hacienda. Nada de lo que sorprenderse, porque no es la primera vez. Es exactamente la fórmula utilizada con Cataluña para asegurarse el poder: traspasar un buen pico de su deuda al resto de los españoles, nada menos que quince mil millones.También se ha dicho que puede repetirse en Cádiz. En fin, nadie pondrá ya la mano en el fuego por nadie, pero Juan Franco es desde luego un tipo serio, con una trayectoria alejada del carterista que trafica con votos bisagra, y que presume de que la clave de su éxito incuestionable es decir la verdad. Y decir la verdad parece mala tarjeta de visita para unir su suerte al sanchismo. Pero nunca se sabe. Lo que sí se sabe es que hace más de un año que María Jesús Montero le puso números a la quita de deuda en Cataluña, y las demás comunidades siguen esperando mientras el Gobierno maneja el asunto con tacticismo fullero hasta ver cómo y cuánto les conviene… por supuesto no a las comunidades, sino a ellos.Y este no es un asuntillo menor del politiqueo cotidiano. Es verdad que lo de Jaén después se ha desviado el tema al enredo interno del PSOE, para poner a Espadas en evidencia por su falta de control del partido, admitida por él mismo, y los manejos desde Ferraz donde parecen apostar ahora por un candidato alternativo precisamente de Jaén. Pero ésa es otra historia. Aquí la nuez está en el uso de presupuestos públicos para comprar votos, para comprar ayuntamientos o diputaciones. Esto es un escándalo mayúsculo, por más que haya hasta cierto cansancio de escándalos, y más en víspera de Navidad. Eso sí, hay algo seguro: Jaén merece más… y nosotros también. Jaén merece algo más que Jaén Merece Más, que se ha confirmado como el último ‘partido-subasta’ dispuesto a dar sus votos al mejor postor. ¿Quién da más? Rien no va plus… A la una, a las dos y a las tres ahí está María Jesús Montero con la chequera del Ministerio de Hacienda. Nada de lo que sorprenderse, porque no es la primera vez. Es exactamente la fórmula utilizada con Cataluña para asegurarse el poder: traspasar un buen pico de su deuda al resto de los españoles, nada menos que quince mil millones.También se ha dicho que puede repetirse en Cádiz. En fin, nadie pondrá ya la mano en el fuego por nadie, pero Juan Franco es desde luego un tipo serio, con una trayectoria alejada del carterista que trafica con votos bisagra, y que presume de que la clave de su éxito incuestionable es decir la verdad. Y decir la verdad parece mala tarjeta de visita para unir su suerte al sanchismo. Pero nunca se sabe. Lo que sí se sabe es que hace más de un año que María Jesús Montero le puso números a la quita de deuda en Cataluña, y las demás comunidades siguen esperando mientras el Gobierno maneja el asunto con tacticismo fullero hasta ver cómo y cuánto les conviene… por supuesto no a las comunidades, sino a ellos.Y este no es un asuntillo menor del politiqueo cotidiano. Es verdad que lo de Jaén después se ha desviado el tema al enredo interno del PSOE, para poner a Espadas en evidencia por su falta de control del partido, admitida por él mismo, y los manejos desde Ferraz donde parecen apostar ahora por un candidato alternativo precisamente de Jaén. Pero ésa es otra historia. Aquí la nuez está en el uso de presupuestos públicos para comprar votos, para comprar ayuntamientos o diputaciones. Esto es un escándalo mayúsculo, por más que haya hasta cierto cansancio de escándalos, y más en víspera de Navidad. Eso sí, hay algo seguro: Jaén merece más… y nosotros también. Jaén merece algo más que Jaén Merece Más, que se ha confirmado como el último ‘partido-subasta’ dispuesto a dar sus votos al mejor postor. ¿Quién da más? Rien no va plus… A la una, a las dos y a las tres ahí está María Jesús Montero con la chequera del Ministerio de Hacienda. Nada de lo que sorprenderse, porque no es la primera vez. Es exactamente la fórmula utilizada con Cataluña para asegurarse el poder: traspasar un buen pico de su deuda al resto de los españoles, nada menos que quince mil millones.También se ha dicho que puede repetirse en Cádiz. En fin, nadie pondrá ya la mano en el fuego por nadie, pero Juan Franco es desde luego un tipo serio, con una trayectoria alejada del carterista que trafica con votos bisagra, y que presume de que la clave de su éxito incuestionable es decir la verdad. Y decir la verdad parece mala tarjeta de visita para unir su suerte al sanchismo. Pero nunca se sabe. Lo que sí se sabe es que hace más de un año que María Jesús Montero le puso números a la quita de deuda en Cataluña, y las demás comunidades siguen esperando mientras el Gobierno maneja el asunto con tacticismo fullero hasta ver cómo y cuánto les conviene… por supuesto no a las comunidades, sino a ellos.Y este no es un asuntillo menor del politiqueo cotidiano. Es verdad que lo de Jaén después se ha desviado el tema al enredo interno del PSOE, para poner a Espadas en evidencia por su falta de control del partido, admitida por él mismo, y los manejos desde Ferraz donde parecen apostar ahora por un candidato alternativo precisamente de Jaén. Pero ésa es otra historia. Aquí la nuez está en el uso de presupuestos públicos para comprar votos, para comprar ayuntamientos o diputaciones. Esto es un escándalo mayúsculo, por más que haya hasta cierto cansancio de escándalos, y más en víspera de Navidad. Eso sí, hay algo seguro: Jaén merece más… y nosotros también. 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