«¿Quiere entradas para la corrida?», preguntan los reventas a todo aquel que se acerca a la taquilla de la Plaza Real. No hace falta ni decir el día: se refieren a la de este sábado, el gran acontecimiento del verano taurino, que colgó el cartel de ‘No hay billetes’ en 48 horas . Morante de la Puebla y Roca Rey, cara a cara en lo que se presiente un duelo por el cetro del toreo después de la polémica surgida en Santander, donde nació el rumor del veto del peruano al cigarrero, algo que el Cóndor negó en estas mismas páginas.Javier, el taxista de Jerez que se declara roquista ABC Pero la división está servida: lo saben los aficionados, lo saben los partidarios de uno y otro, lo saben los sacerdotes y hasta los monaguillos. Lo saben los taxistas, como Javier Román, el jerezano que nada más ver el coso portuense recuerda lo vivido en la Feria del Caballo: «A mí el que me gusta es Roca Rey. Se lo dije a un grupo de chavales que parecían clones, todos vestidos igual, todos yendo al mismo peluquero, y no vea cómo se enfadaron: «Si es español, ¿cómo no le va a gustar más Morante?»». Está el ambiente festivo, pero también raro y febril. Fernando, Nico y Cristian, en La Abadía, tienen preparados dos barriles de cerveza de bodega, con mili litros ABCLo saben los camareros de esos bares que también han colgado el ‘No hay mesas’ y, como apunta un veterano, «que el más listo meta el codo en la barra». «Esto es una locura, el fin de semana pasado ya batimos el récord», explica Nico, el encargado de La Abadía. «El domingo se nos acabaron los refrescos antes de la corrida y agotamos un barril de 500 litros de cerveza de bodega. Tuvimos que decirle a la gente que no era normal lo que se estaba bebiendo». Para mañana: mil litros aguardan. «Y hemos encargado más palés con bebidas». A su lado, Cristian, camarero y acomodador, se declara morantista. «Morante y nada más. Además, como ahora andan peleados él y Roca, hay más morbo todavía. Es tremendo».Francisco Atalaya, morantista, picador y dueño de El arte de picarCruzando Los Moros, en la esquina, se encuentra El arte de picar, por donde ha pasado todo el toreo. «Esa rivalidad es más cosa de la gente y la prensa. Entre ellos son compañeros y se lo digo yo que soy del gremio», señala Francisco Atalaya, la quinta generación de una dinastía de picadores y dueño del mencionado bar, donde no hay wifi ni se admite el pago con tarjetas, «pero tenemos los botellines de Cruzcampo más fríos». En este rincón del sur, territorio morantista, Atalaya «prefiere el palo del arte, aunque el libro de los gustos está en blanco y hay muchos otros que van con Roca». Carmen, Manuel (currista), Amparo (roquista) y Carmen, una famillia sevillana que se ha quedado sin entradasEl ejemplo lo tiene en su terraza con Amparo, que se ha quedado sin entradas: «Para mí, sin duda, el mejor es Roca. Para ver a Morante bien hay que ir a muchas; le pasa como a Curro Romero». Con la iglesia hemos topado. Su padre, Manuel, se pone serio: «Hija, ¿cómo puedes comparar a Morante con el Faraón? ¡Eso es pecado! Están Curro y el resto», dice este aficionado sevillano, de veraneo por El Puerto y sin los boletos para el cartel del verano. «La reventa está muy cara. Los toros son caros por aquí abajo y por Sevilla. Para gastarme ciento y pico euros en cada entrada, me los gasto en rebujitos y me garantizo salir contento». Porque, claro, también merodea el dicho de ‘tarde de expectación, tarde de decepción’. Aunque vence la ilusión, tan disparada como la reventa. Los hay dispuestos a pagar el triple por una barrera, «pero no quedan». Tendrán que conformarse con verlo desde un palco alto o esperar «tomando unas croquetas de rabo de toro y el cubatita», comenta Manuel mientras pasa por la cafetería Prado, donde el chef José Andrés se sirve solo. «Esto va a estar petado antes de los toros. La temporada taurina nos da un buen achuchón, aunque antes era más larga», cuentan Milagros y Antonio.Cristina, Antonio y Milagros ABC Al lado, en el Depósito, Paco incide en los beneficios: «Más trabajo, más contratos, más economía. Ojalá durase todo agosto. Y más con corridas de esta rivalidad, que parecen un Betis-Sevilla», con Daniel Crespo cerrando la terna y dispuesto a no ser un convidado de piedra.Paco, en El depósito, donde abundarán las tapas de ensaladilla y tortilla de camarones ABCEn el epicentro de esta pasión está Carlos Zúñiga, artífice del cartel. El empresario no oculta su emoción ni la gran responsabilidad que siente ante este evento, envuelto en ese plus de morbo: «Morante es un maestro histórico y es normal que Roca Rey quiera defender su sitio. Son las dos grandes figuras del momento, las más taquilleras, las que más cobran y la mayor inversión para que una feria tenga éxito. Tienen una rivalidad personal que se va a reflejar en el ruedo. Son distintos, pero complementarios, muy necesarios. Esta tarde puede ser un punto de inflexión en la temporada». Todo ello en un marco incomparable: «Esta plaza da una motivación y una torería únicas». Rivalidad «Mi sueño es que los tres salgan a hombros y que Morante corte un rabo en El Puerto» Carlos ZúñigaDespués de un lustro de apuesta, Zúñiga ve las mieles, como se refleja en los saludables tendidos: «Este año se va a ganar dinero, sí, y creo que es muy positivo. La Fiesta está viva». Reconoce que el caché más alto lo tiene el peruano. Como tampoco oculta su fe en el morantismo, que este año arrastra masas y será el único que agote dos tardes las entradas en El Puerto: «Soy morantista, sí, y nuestras retinas tienen suerte de verlo. Empresarialmente, me siento especialmente arropado por Morante y por El Juli». Conocedor del campo como pocos, busca «lo mejor» acorde al escenario: «El factor del toro es vital». En el caso de Cuvillo –la divisa de hoy–, «está elegida con lujo». ¿Su sueño? «Que Morante corte un rabo y los tres salgan a hombros». «¿Quiere entradas para la corrida?», preguntan los reventas a todo aquel que se acerca a la taquilla de la Plaza Real. No hace falta ni decir el día: se refieren a la de este sábado, el gran acontecimiento del verano taurino, que colgó el cartel de ‘No hay billetes’ en 48 horas . Morante de la Puebla y Roca Rey, cara a cara en lo que se presiente un duelo por el cetro del toreo después de la polémica surgida en Santander, donde nació el rumor del veto del peruano al cigarrero, algo que el Cóndor negó en estas mismas páginas.Javier, el taxista de Jerez que se declara roquista ABC Pero la división está servida: lo saben los aficionados, lo saben los partidarios de uno y otro, lo saben los sacerdotes y hasta los monaguillos. Lo saben los taxistas, como Javier Román, el jerezano que nada más ver el coso portuense recuerda lo vivido en la Feria del Caballo: «A mí el que me gusta es Roca Rey. Se lo dije a un grupo de chavales que parecían clones, todos vestidos igual, todos yendo al mismo peluquero, y no vea cómo se enfadaron: «Si es español, ¿cómo no le va a gustar más Morante?»». Está el ambiente festivo, pero también raro y febril. Fernando, Nico y Cristian, en La Abadía, tienen preparados dos barriles de cerveza de bodega, con mili litros ABCLo saben los camareros de esos bares que también han colgado el ‘No hay mesas’ y, como apunta un veterano, «que el más listo meta el codo en la barra». «Esto es una locura, el fin de semana pasado ya batimos el récord», explica Nico, el encargado de La Abadía. «El domingo se nos acabaron los refrescos antes de la corrida y agotamos un barril de 500 litros de cerveza de bodega. Tuvimos que decirle a la gente que no era normal lo que se estaba bebiendo». Para mañana: mil litros aguardan. «Y hemos encargado más palés con bebidas». A su lado, Cristian, camarero y acomodador, se declara morantista. «Morante y nada más. Además, como ahora andan peleados él y Roca, hay más morbo todavía. Es tremendo».Francisco Atalaya, morantista, picador y dueño de El arte de picarCruzando Los Moros, en la esquina, se encuentra El arte de picar, por donde ha pasado todo el toreo. «Esa rivalidad es más cosa de la gente y la prensa. Entre ellos son compañeros y se lo digo yo que soy del gremio», señala Francisco Atalaya, la quinta generación de una dinastía de picadores y dueño del mencionado bar, donde no hay wifi ni se admite el pago con tarjetas, «pero tenemos los botellines de Cruzcampo más fríos». En este rincón del sur, territorio morantista, Atalaya «prefiere el palo del arte, aunque el libro de los gustos está en blanco y hay muchos otros que van con Roca». Carmen, Manuel (currista), Amparo (roquista) y Carmen, una famillia sevillana que se ha quedado sin entradasEl ejemplo lo tiene en su terraza con Amparo, que se ha quedado sin entradas: «Para mí, sin duda, el mejor es Roca. Para ver a Morante bien hay que ir a muchas; le pasa como a Curro Romero». Con la iglesia hemos topado. Su padre, Manuel, se pone serio: «Hija, ¿cómo puedes comparar a Morante con el Faraón? ¡Eso es pecado! Están Curro y el resto», dice este aficionado sevillano, de veraneo por El Puerto y sin los boletos para el cartel del verano. «La reventa está muy cara. Los toros son caros por aquí abajo y por Sevilla. Para gastarme ciento y pico euros en cada entrada, me los gasto en rebujitos y me garantizo salir contento». Porque, claro, también merodea el dicho de ‘tarde de expectación, tarde de decepción’. Aunque vence la ilusión, tan disparada como la reventa. Los hay dispuestos a pagar el triple por una barrera, «pero no quedan». Tendrán que conformarse con verlo desde un palco alto o esperar «tomando unas croquetas de rabo de toro y el cubatita», comenta Manuel mientras pasa por la cafetería Prado, donde el chef José Andrés se sirve solo. «Esto va a estar petado antes de los toros. La temporada taurina nos da un buen achuchón, aunque antes era más larga», cuentan Milagros y Antonio.Cristina, Antonio y Milagros ABC Al lado, en el Depósito, Paco incide en los beneficios: «Más trabajo, más contratos, más economía. Ojalá durase todo agosto. Y más con corridas de esta rivalidad, que parecen un Betis-Sevilla», con Daniel Crespo cerrando la terna y dispuesto a no ser un convidado de piedra.Paco, en El depósito, donde abundarán las tapas de ensaladilla y tortilla de camarones ABCEn el epicentro de esta pasión está Carlos Zúñiga, artífice del cartel. El empresario no oculta su emoción ni la gran responsabilidad que siente ante este evento, envuelto en ese plus de morbo: «Morante es un maestro histórico y es normal que Roca Rey quiera defender su sitio. Son las dos grandes figuras del momento, las más taquilleras, las que más cobran y la mayor inversión para que una feria tenga éxito. Tienen una rivalidad personal que se va a reflejar en el ruedo. Son distintos, pero complementarios, muy necesarios. Esta tarde puede ser un punto de inflexión en la temporada». Todo ello en un marco incomparable: «Esta plaza da una motivación y una torería únicas». Rivalidad «Mi sueño es que los tres salgan a hombros y que Morante corte un rabo en El Puerto» Carlos ZúñigaDespués de un lustro de apuesta, Zúñiga ve las mieles, como se refleja en los saludables tendidos: «Este año se va a ganar dinero, sí, y creo que es muy positivo. La Fiesta está viva». Reconoce que el caché más alto lo tiene el peruano. Como tampoco oculta su fe en el morantismo, que este año arrastra masas y será el único que agote dos tardes las entradas en El Puerto: «Soy morantista, sí, y nuestras retinas tienen suerte de verlo. Empresarialmente, me siento especialmente arropado por Morante y por El Juli». Conocedor del campo como pocos, busca «lo mejor» acorde al escenario: «El factor del toro es vital». En el caso de Cuvillo –la divisa de hoy–, «está elegida con lujo». ¿Su sueño? «Que Morante corte un rabo y los tres salgan a hombros». «¿Quiere entradas para la corrida?», preguntan los reventas a todo aquel que se acerca a la taquilla de la Plaza Real. No hace falta ni decir el día: se refieren a la de este sábado, el gran acontecimiento del verano taurino, que colgó el cartel de ‘No hay billetes’ en 48 horas . Morante de la Puebla y Roca Rey, cara a cara en lo que se presiente un duelo por el cetro del toreo después de la polémica surgida en Santander, donde nació el rumor del veto del peruano al cigarrero, algo que el Cóndor negó en estas mismas páginas.Javier, el taxista de Jerez que se declara roquista ABC Pero la división está servida: lo saben los aficionados, lo saben los partidarios de uno y otro, lo saben los sacerdotes y hasta los monaguillos. Lo saben los taxistas, como Javier Román, el jerezano que nada más ver el coso portuense recuerda lo vivido en la Feria del Caballo: «A mí el que me gusta es Roca Rey. Se lo dije a un grupo de chavales que parecían clones, todos vestidos igual, todos yendo al mismo peluquero, y no vea cómo se enfadaron: «Si es español, ¿cómo no le va a gustar más Morante?»». Está el ambiente festivo, pero también raro y febril. Fernando, Nico y Cristian, en La Abadía, tienen preparados dos barriles de cerveza de bodega, con mili litros ABCLo saben los camareros de esos bares que también han colgado el ‘No hay mesas’ y, como apunta un veterano, «que el más listo meta el codo en la barra». «Esto es una locura, el fin de semana pasado ya batimos el récord», explica Nico, el encargado de La Abadía. «El domingo se nos acabaron los refrescos antes de la corrida y agotamos un barril de 500 litros de cerveza de bodega. Tuvimos que decirle a la gente que no era normal lo que se estaba bebiendo». Para mañana: mil litros aguardan. «Y hemos encargado más palés con bebidas». A su lado, Cristian, camarero y acomodador, se declara morantista. «Morante y nada más. Además, como ahora andan peleados él y Roca, hay más morbo todavía. Es tremendo».Francisco Atalaya, morantista, picador y dueño de El arte de picarCruzando Los Moros, en la esquina, se encuentra El arte de picar, por donde ha pasado todo el toreo. «Esa rivalidad es más cosa de la gente y la prensa. Entre ellos son compañeros y se lo digo yo que soy del gremio», señala Francisco Atalaya, la quinta generación de una dinastía de picadores y dueño del mencionado bar, donde no hay wifi ni se admite el pago con tarjetas, «pero tenemos los botellines de Cruzcampo más fríos». En este rincón del sur, territorio morantista, Atalaya «prefiere el palo del arte, aunque el libro de los gustos está en blanco y hay muchos otros que van con Roca». Carmen, Manuel (currista), Amparo (roquista) y Carmen, una famillia sevillana que se ha quedado sin entradasEl ejemplo lo tiene en su terraza con Amparo, que se ha quedado sin entradas: «Para mí, sin duda, el mejor es Roca. Para ver a Morante bien hay que ir a muchas; le pasa como a Curro Romero». Con la iglesia hemos topado. Su padre, Manuel, se pone serio: «Hija, ¿cómo puedes comparar a Morante con el Faraón? ¡Eso es pecado! Están Curro y el resto», dice este aficionado sevillano, de veraneo por El Puerto y sin los boletos para el cartel del verano. «La reventa está muy cara. Los toros son caros por aquí abajo y por Sevilla. Para gastarme ciento y pico euros en cada entrada, me los gasto en rebujitos y me garantizo salir contento». Porque, claro, también merodea el dicho de ‘tarde de expectación, tarde de decepción’. Aunque vence la ilusión, tan disparada como la reventa. Los hay dispuestos a pagar el triple por una barrera, «pero no quedan». Tendrán que conformarse con verlo desde un palco alto o esperar «tomando unas croquetas de rabo de toro y el cubatita», comenta Manuel mientras pasa por la cafetería Prado, donde el chef José Andrés se sirve solo. «Esto va a estar petado antes de los toros. La temporada taurina nos da un buen achuchón, aunque antes era más larga», cuentan Milagros y Antonio.Cristina, Antonio y Milagros ABC Al lado, en el Depósito, Paco incide en los beneficios: «Más trabajo, más contratos, más economía. Ojalá durase todo agosto. Y más con corridas de esta rivalidad, que parecen un Betis-Sevilla», con Daniel Crespo cerrando la terna y dispuesto a no ser un convidado de piedra.Paco, en El depósito, donde abundarán las tapas de ensaladilla y tortilla de camarones ABCEn el epicentro de esta pasión está Carlos Zúñiga, artífice del cartel. El empresario no oculta su emoción ni la gran responsabilidad que siente ante este evento, envuelto en ese plus de morbo: «Morante es un maestro histórico y es normal que Roca Rey quiera defender su sitio. Son las dos grandes figuras del momento, las más taquilleras, las que más cobran y la mayor inversión para que una feria tenga éxito. Tienen una rivalidad personal que se va a reflejar en el ruedo. Son distintos, pero complementarios, muy necesarios. Esta tarde puede ser un punto de inflexión en la temporada». Todo ello en un marco incomparable: «Esta plaza da una motivación y una torería únicas». Rivalidad «Mi sueño es que los tres salgan a hombros y que Morante corte un rabo en El Puerto» Carlos ZúñigaDespués de un lustro de apuesta, Zúñiga ve las mieles, como se refleja en los saludables tendidos: «Este año se va a ganar dinero, sí, y creo que es muy positivo. La Fiesta está viva». Reconoce que el caché más alto lo tiene el peruano. Como tampoco oculta su fe en el morantismo, que este año arrastra masas y será el único que agote dos tardes las entradas en El Puerto: «Soy morantista, sí, y nuestras retinas tienen suerte de verlo. Empresarialmente, me siento especialmente arropado por Morante y por El Juli». Conocedor del campo como pocos, busca «lo mejor» acorde al escenario: «El factor del toro es vital». En el caso de Cuvillo –la divisa de hoy–, «está elegida con lujo». ¿Su sueño? «Que Morante corte un rabo y los tres salgan a hombros». RSS de noticias de cultura
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