<p><strong>Cuatro años</strong> después de la aprobación de la reforma laboral impulsada por la ministra <strong>Yolanda Díaz</strong> hay argumentos suficientes para afirmar que, desgraciadamente, ha sido <strong>un fracaso</strong> porque en la economía real no ha logrado ninguno de sus objetivos. Añadir más rigidez en el mercado laboral, imponer medidas por sorpresa fuera del diálogo social e incluso modificar unilateralmente los acuerdos y elevar los impuestos al empleo, <strong>han resultado negativos</strong> porque han generado más obstáculos para contratar, especialmente en las pymes, y las cifras así lo avalan. <strong>Ninguna de las medidas adoptadas por este Ministerio intervencionista y antiempresarial ha venido a incrementar la productividad de las empresas</strong>, que es el verdadero motor del empleo estable y mejores salarios.</p>
La reforma laboral no ha traído estabilidad ni productividad: urge un giro realista que apueste por la flexibilidad y el diálogo social
<p><strong>Cuatro años</strong> después de la aprobación de la reforma laboral impulsada por la ministra <strong>Yolanda Díaz</strong> hay argumentos suficientes para afirmar que, desgraciadamente, ha sido <strong>un fracaso</strong> porque en la economía real no ha logrado ninguno de sus objetivos. Añadir más rigidez en el mercado laboral, imponer medidas por sorpresa fuera del diálogo social e incluso modificar unilateralmente los acuerdos y elevar los impuestos al empleo, <strong>han resultado negativos</strong> porque han generado más obstáculos para contratar, especialmente en las pymes, y las cifras así lo avalan. <strong>Ninguna de las medidas adoptadas por este Ministerio intervencionista y antiempresarial ha venido a incrementar la productividad de las empresas</strong>, que es el verdadero motor del empleo estable y mejores salarios.</p>
Actualidad Económica