<p class=»ue-c-article__paragraph»>El fútbol lleva décadas teniendo futuro en Estados Unidos sin que aún haya logrado lucir presente. Más o menos oficialmente se le considera el quinto deporte del país, tras el «football» (americano), el béisbol, el baloncesto y el hockey sobre hielo. Deportes de equipo, se entiende. A nadie que no sea un forofo ciego a todo cuanto se halle extramuros de su monóculo monocromático, se le ocurre situarlo por encima del atletismo, la natación, la gimnasia, el esquí, etc., que proveen sin interrupción al mundo de inagotables legiones de campeones «made in USA».</p>
El fútbol lleva décadas teniendo futuro en Estados Unidos sin que aún haya logrado lucir presente. Más o menos oficialmente se le considera el qu
<p class=»ue-c-article__paragraph»>El fútbol lleva décadas teniendo futuro en Estados Unidos sin que aún haya logrado lucir presente. Más o menos oficialmente se le considera el quinto deporte del país, tras el «football» (americano), el béisbol, el baloncesto y el hockey sobre hielo. Deportes de equipo, se entiende. A nadie que no sea un forofo ciego a todo cuanto se halle extramuros de su monóculo monocromático, se le ocurre situarlo por encima del atletismo, la natación, la gimnasia, el esquí, etc., que proveen sin interrupción al mundo de inagotables legiones de campeones «made in USA».</p>
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