La constructora OHLA lleva tiempo como el protagonista de Matrix: esquivando balas. Lo ha hecho con eficacia, aunque la última ha dado en carne. La agencia de calificación Moody’s ha rebajado su nota crediticia de B3 a Caa1, lo que significa que el emisor podría tener dificultades para cumplir con sus obligaciones financieras. La rebaja es una cuestión delicada sobre la que la compañía no hace comentarios. Los litigios en torno a grandes proyectos de construcción en Kuwait y Catar, en general resueltos con fortuna, pero con flecos pendientes, han agitado la compañía participada por los mexicanos Luis y Mauricio Amodio desde 2020 (21%).
El resultado favorable de algunos laudos da aire a una compañía bajo presión por las agencias de ‘rating’ y que aún sufre una guerra civil dentro de su accionariado
La constructora OHLA lleva tiempo como el protagonista de Matrix: esquivando balas. Lo ha hecho con eficacia, aunque la última ha dado en carne. La agencia de calificación Moody’s ha rebajado su nota crediticia de B3 a Caa1, lo que significa que el emisor podría tener dificultades para cumplir con sus obligaciones financieras. La rebaja es una cuestión delicada sobre la que la compañía no hace comentarios. Los litigios en torno a grandes proyectos de construcción en Kuwait y Catar, en general resueltos con fortuna, pero con flecos pendientes, han agitado la compañía participada por los mexicanos Luis y Mauricio Amodio desde 2020 (21%).
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