<p class=»ue-c-article__paragraph»>Estuvieron acertados los convocantes de la manifestación de ayer al no imponer las siglas del partido y el contenido estuvo bien contado por los oradores: <strong>Martínez-Almeida</strong>, <strong>Isabel Díaz Ayuso</strong> y <strong>Alberto Núñez Feijóo</strong>. Se trataba de expresar una reivindicación rotunda de la democracia, de la decencia frente a las prácticas mafiosas y corruptas de <strong>Pedro Sánchez</strong> y los suyos. Por eso resultaba incomprensible la ausencia de Vox en la plaza de España y aledaños, al tiempo que su líder máximo fantaseaba con una mayoría de su partido, aunque sea comprensible el celo que <strong>Abascal </strong>y los suyos ponen en su combate contra el PP. Es la vieja estrategia maoísta: para afrontar la contradicción principal (Sánchez y el capitalismo, respectivamente) hay que despejar previamente la contradicción de primer plano (el revisionismo soviético y el PP).</p>
La manifestación, aparte del estéril juego de cifras entre los convocantes y la Delegación del Gobierno, fue una señal más de lo solo que se está quedando Pedro Sánchez
<p class=»ue-c-article__paragraph»>Estuvieron acertados los convocantes de la manifestación de ayer al no imponer las siglas del partido y el contenido estuvo bien contado por los oradores: <strong>Martínez-Almeida</strong>, <strong>Isabel Díaz Ayuso</strong> y <strong>Alberto Núñez Feijóo</strong>. Se trataba de expresar una reivindicación rotunda de la democracia, de la decencia frente a las prácticas mafiosas y corruptas de <strong>Pedro Sánchez</strong> y los suyos. Por eso resultaba incomprensible la ausencia de Vox en la plaza de España y aledaños, al tiempo que su líder máximo fantaseaba con una mayoría de su partido, aunque sea comprensible el celo que <strong>Abascal </strong>y los suyos ponen en su combate contra el PP. Es la vieja estrategia maoísta: para afrontar la contradicción principal (Sánchez y el capitalismo, respectivamente) hay que despejar previamente la contradicción de primer plano (el revisionismo soviético y el PP).</p>
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