Los controles temporales que Polonia estableció en su frontera con Alemania y Lituania, previstos en principio hasta el 5 de agosto, serán prolongados al menos hasta el 4 de octubre. El reglamento emitido ha sido presentado a la Comisión Europea para su notificación por parte del ministro del Interior, Marcin Kierwinski , quien asegura que «nuestros socios europeos entienden completamente esto». Además, avanza que «en septiembre decidiremos los próximos pasos sobre la base de los datos de la Guardia Fronteriza, el Ejército y la Policía».En un informe provisional publicado recientemente en Varsovia, se calcula que, en el periodo comprendido entre el 7 y el 30 de julio, 243.683 personas y 110.212 vehículos fueron revisados en los cruces fronterizos con Alemania . A 105 personas se les negó la entrada a Polonia. Al mismo tiempo, la parte polaca acogió a 72 personas rechazadas por Alemania, y en otros dos casos se les negó la admisión. Polonia, por su parte, rechazó a seis inmigrantes que tuvieron que regresar a Alemania. «La densidad del 98% de las fronteras de Polonia, lograda con la introducción de controles en julio, ha llevado a los inmigrantes ilegales, así como a los servicios de Inteligencia bielorrusos y rusos, a trasladarse a otras fronteras», ha declarado Kierwinski.El Gobierno polaco reacciona así a las numerosas manifestaciones contra los inmigrantes de las últimas semana en decenas de ciudades de Polonia, organizadas por el partido de extrema derecha Confederación Libertad e Independencia (Konfederacja) y que sugieren incluso que se dispare a los inmigrantes en la frontera «si es necesario». También ha habido pequeñas contramanifestaciones del movimiento Unidos contra el Racismo (Zjednoczeni Przeciw Rasizmowi) en el centro de Varsovia. Aunque miembros y banderas de los partidos de izquierda polacos hacen acto de presencia, ningún diputado de esta ideología se atreve a participar. Noticia Relacionada Y nuevos controles fronterizos estandar Si Patrullas voluntarias para expulsar inmigrantes ilegales de Polonia Rosalía Sánchez Varsovia introduce desde este lunes controles fronterizos con Alemania y Lituania, mientras ciudadanos polacos se organizan en busca de supuestos inmigrantes sin papeles para expulsarlosLa inmigración se ha convertido en la segunda preocupación de los polacos, solo por detrás de la guerra. El descontento crece contra los «ingenieros», que es como se refieren irónicamente las campañas en redes a los inmigrantes en los que el Gobierno de Donald Tusk ha depositado ciertas esperanzas de recabar mano de obra cualificada para la economía polaca. La fundación Vale la pena creer (Warto Wierzyć) ha publicado un video en el que se ve cómo personas de piel oscura son aparentemente llevadas por la Policía alemana de vuelta, a través de la frontera, hacia Polonia. El comentario es: «Lubieszyn. Punto de control. La Gestapo y las SS llevan ingenieros a Polonia. Más somalíes están llegando». El vídeo ha sido también emitido en el principal programa de noticias de TV Republika, actualmente el canal más popular de Polonia, y ha causado graves perjuicios de imagen al Gobierno. La última encuesta de opinión realizada por United Surveys para el portal de noticias Wirtualna Polska señala que el 48,6% de los encuestados creen que Tusk debería renunciar y señalan su gestión de la inmigración como una de las principales causas. El 43,8%, por otro lado, piensan que debería permanecer en el cargo.La situación amenaza por momentos con salirse de control. El pasado 15 de julio, un inmigrante de Paraguay fue golpeado en Walbrzych, acusado de filmar a niños en un patio de recreo. Más tarde, una masa enardecida quiso incendiar un hotel de trabajadores donde se alojaban inmigrantes completamente legales. El domingo 27, un hombre de 30 años y su amigo de 17 intentaron echar a dos clientes negros de un bar en Czestochowa. Cuando estos se negaron a irse, uno de ellos recibió una puñalada en el pecho. El agresor fue arrestado por la Policía y tendrá que responder junto a su amigo por intento de asesinato por motivos raciales. «Se trata de una serie de ataques que recuerdan sorprendentemente a los pogromos polacos contra los judíos en su patrón», ha criticado la organización no gubernamental Foro Polaco de Migración (Polskie Forum Migracyjne) en un comunicado.Desde la extrema derecha, sin embargo, estos incidentes no se perciben como un problema. « La xenofobia es una parte importante del sistema inmunológico de la comunidad nacional, hay que cultivar la xenofobia, que es un requisito previo para una comunidad sana», ha zanjado Konrad Berkowicz, diputado de Konfederacja, en la cadena de radio Tok FM. Su partido está ganando terreno en las encuestas electorales y se sitúa en el 14%. A esto habría que sumar otro 5% que obtiene el partido del eurodiputado Grzegorz Braun , quien recientemente abandonó la Konfederacja y es aún más extremista.El Gobierno de Tusk necesita demostrar que está luchando resueltamente contra la inmigración, a pesar de que la economía polaca sigue demandando trabajadores y el problema de los ilegales devueltos desde Alemania o los que cruzan la frontera hacia Bielorrusia no es estadísticamente significativo. Tusk ha suspendido temporalmente el derecho de asilo y, ante la disidencia interna, ha establecido que cualquier ministro que vote en contra de la posición del Gobierno perderá su cargo. Según ha dejado claro Tusk, «el consejo de ministros no es un club de discusión». Los controles temporales que Polonia estableció en su frontera con Alemania y Lituania, previstos en principio hasta el 5 de agosto, serán prolongados al menos hasta el 4 de octubre. El reglamento emitido ha sido presentado a la Comisión Europea para su notificación por parte del ministro del Interior, Marcin Kierwinski , quien asegura que «nuestros socios europeos entienden completamente esto». Además, avanza que «en septiembre decidiremos los próximos pasos sobre la base de los datos de la Guardia Fronteriza, el Ejército y la Policía».En un informe provisional publicado recientemente en Varsovia, se calcula que, en el periodo comprendido entre el 7 y el 30 de julio, 243.683 personas y 110.212 vehículos fueron revisados en los cruces fronterizos con Alemania . A 105 personas se les negó la entrada a Polonia. Al mismo tiempo, la parte polaca acogió a 72 personas rechazadas por Alemania, y en otros dos casos se les negó la admisión. Polonia, por su parte, rechazó a seis inmigrantes que tuvieron que regresar a Alemania. «La densidad del 98% de las fronteras de Polonia, lograda con la introducción de controles en julio, ha llevado a los inmigrantes ilegales, así como a los servicios de Inteligencia bielorrusos y rusos, a trasladarse a otras fronteras», ha declarado Kierwinski.El Gobierno polaco reacciona así a las numerosas manifestaciones contra los inmigrantes de las últimas semana en decenas de ciudades de Polonia, organizadas por el partido de extrema derecha Confederación Libertad e Independencia (Konfederacja) y que sugieren incluso que se dispare a los inmigrantes en la frontera «si es necesario». También ha habido pequeñas contramanifestaciones del movimiento Unidos contra el Racismo (Zjednoczeni Przeciw Rasizmowi) en el centro de Varsovia. Aunque miembros y banderas de los partidos de izquierda polacos hacen acto de presencia, ningún diputado de esta ideología se atreve a participar. Noticia Relacionada Y nuevos controles fronterizos estandar Si Patrullas voluntarias para expulsar inmigrantes ilegales de Polonia Rosalía Sánchez Varsovia introduce desde este lunes controles fronterizos con Alemania y Lituania, mientras ciudadanos polacos se organizan en busca de supuestos inmigrantes sin papeles para expulsarlosLa inmigración se ha convertido en la segunda preocupación de los polacos, solo por detrás de la guerra. El descontento crece contra los «ingenieros», que es como se refieren irónicamente las campañas en redes a los inmigrantes en los que el Gobierno de Donald Tusk ha depositado ciertas esperanzas de recabar mano de obra cualificada para la economía polaca. La fundación Vale la pena creer (Warto Wierzyć) ha publicado un video en el que se ve cómo personas de piel oscura son aparentemente llevadas por la Policía alemana de vuelta, a través de la frontera, hacia Polonia. El comentario es: «Lubieszyn. Punto de control. La Gestapo y las SS llevan ingenieros a Polonia. Más somalíes están llegando». El vídeo ha sido también emitido en el principal programa de noticias de TV Republika, actualmente el canal más popular de Polonia, y ha causado graves perjuicios de imagen al Gobierno. La última encuesta de opinión realizada por United Surveys para el portal de noticias Wirtualna Polska señala que el 48,6% de los encuestados creen que Tusk debería renunciar y señalan su gestión de la inmigración como una de las principales causas. El 43,8%, por otro lado, piensan que debería permanecer en el cargo.La situación amenaza por momentos con salirse de control. El pasado 15 de julio, un inmigrante de Paraguay fue golpeado en Walbrzych, acusado de filmar a niños en un patio de recreo. Más tarde, una masa enardecida quiso incendiar un hotel de trabajadores donde se alojaban inmigrantes completamente legales. El domingo 27, un hombre de 30 años y su amigo de 17 intentaron echar a dos clientes negros de un bar en Czestochowa. Cuando estos se negaron a irse, uno de ellos recibió una puñalada en el pecho. El agresor fue arrestado por la Policía y tendrá que responder junto a su amigo por intento de asesinato por motivos raciales. «Se trata de una serie de ataques que recuerdan sorprendentemente a los pogromos polacos contra los judíos en su patrón», ha criticado la organización no gubernamental Foro Polaco de Migración (Polskie Forum Migracyjne) en un comunicado.Desde la extrema derecha, sin embargo, estos incidentes no se perciben como un problema. « La xenofobia es una parte importante del sistema inmunológico de la comunidad nacional, hay que cultivar la xenofobia, que es un requisito previo para una comunidad sana», ha zanjado Konrad Berkowicz, diputado de Konfederacja, en la cadena de radio Tok FM. Su partido está ganando terreno en las encuestas electorales y se sitúa en el 14%. A esto habría que sumar otro 5% que obtiene el partido del eurodiputado Grzegorz Braun , quien recientemente abandonó la Konfederacja y es aún más extremista.El Gobierno de Tusk necesita demostrar que está luchando resueltamente contra la inmigración, a pesar de que la economía polaca sigue demandando trabajadores y el problema de los ilegales devueltos desde Alemania o los que cruzan la frontera hacia Bielorrusia no es estadísticamente significativo. Tusk ha suspendido temporalmente el derecho de asilo y, ante la disidencia interna, ha establecido que cualquier ministro que vote en contra de la posición del Gobierno perderá su cargo. Según ha dejado claro Tusk, «el consejo de ministros no es un club de discusión». Los controles temporales que Polonia estableció en su frontera con Alemania y Lituania, previstos en principio hasta el 5 de agosto, serán prolongados al menos hasta el 4 de octubre. El reglamento emitido ha sido presentado a la Comisión Europea para su notificación por parte del ministro del Interior, Marcin Kierwinski , quien asegura que «nuestros socios europeos entienden completamente esto». Además, avanza que «en septiembre decidiremos los próximos pasos sobre la base de los datos de la Guardia Fronteriza, el Ejército y la Policía».En un informe provisional publicado recientemente en Varsovia, se calcula que, en el periodo comprendido entre el 7 y el 30 de julio, 243.683 personas y 110.212 vehículos fueron revisados en los cruces fronterizos con Alemania . A 105 personas se les negó la entrada a Polonia. Al mismo tiempo, la parte polaca acogió a 72 personas rechazadas por Alemania, y en otros dos casos se les negó la admisión. Polonia, por su parte, rechazó a seis inmigrantes que tuvieron que regresar a Alemania. «La densidad del 98% de las fronteras de Polonia, lograda con la introducción de controles en julio, ha llevado a los inmigrantes ilegales, así como a los servicios de Inteligencia bielorrusos y rusos, a trasladarse a otras fronteras», ha declarado Kierwinski.El Gobierno polaco reacciona así a las numerosas manifestaciones contra los inmigrantes de las últimas semana en decenas de ciudades de Polonia, organizadas por el partido de extrema derecha Confederación Libertad e Independencia (Konfederacja) y que sugieren incluso que se dispare a los inmigrantes en la frontera «si es necesario». También ha habido pequeñas contramanifestaciones del movimiento Unidos contra el Racismo (Zjednoczeni Przeciw Rasizmowi) en el centro de Varsovia. Aunque miembros y banderas de los partidos de izquierda polacos hacen acto de presencia, ningún diputado de esta ideología se atreve a participar. Noticia Relacionada Y nuevos controles fronterizos estandar Si Patrullas voluntarias para expulsar inmigrantes ilegales de Polonia Rosalía Sánchez Varsovia introduce desde este lunes controles fronterizos con Alemania y Lituania, mientras ciudadanos polacos se organizan en busca de supuestos inmigrantes sin papeles para expulsarlosLa inmigración se ha convertido en la segunda preocupación de los polacos, solo por detrás de la guerra. El descontento crece contra los «ingenieros», que es como se refieren irónicamente las campañas en redes a los inmigrantes en los que el Gobierno de Donald Tusk ha depositado ciertas esperanzas de recabar mano de obra cualificada para la economía polaca. La fundación Vale la pena creer (Warto Wierzyć) ha publicado un video en el que se ve cómo personas de piel oscura son aparentemente llevadas por la Policía alemana de vuelta, a través de la frontera, hacia Polonia. El comentario es: «Lubieszyn. Punto de control. La Gestapo y las SS llevan ingenieros a Polonia. Más somalíes están llegando». El vídeo ha sido también emitido en el principal programa de noticias de TV Republika, actualmente el canal más popular de Polonia, y ha causado graves perjuicios de imagen al Gobierno. La última encuesta de opinión realizada por United Surveys para el portal de noticias Wirtualna Polska señala que el 48,6% de los encuestados creen que Tusk debería renunciar y señalan su gestión de la inmigración como una de las principales causas. El 43,8%, por otro lado, piensan que debería permanecer en el cargo.La situación amenaza por momentos con salirse de control. El pasado 15 de julio, un inmigrante de Paraguay fue golpeado en Walbrzych, acusado de filmar a niños en un patio de recreo. Más tarde, una masa enardecida quiso incendiar un hotel de trabajadores donde se alojaban inmigrantes completamente legales. El domingo 27, un hombre de 30 años y su amigo de 17 intentaron echar a dos clientes negros de un bar en Czestochowa. Cuando estos se negaron a irse, uno de ellos recibió una puñalada en el pecho. El agresor fue arrestado por la Policía y tendrá que responder junto a su amigo por intento de asesinato por motivos raciales. «Se trata de una serie de ataques que recuerdan sorprendentemente a los pogromos polacos contra los judíos en su patrón», ha criticado la organización no gubernamental Foro Polaco de Migración (Polskie Forum Migracyjne) en un comunicado.Desde la extrema derecha, sin embargo, estos incidentes no se perciben como un problema. « La xenofobia es una parte importante del sistema inmunológico de la comunidad nacional, hay que cultivar la xenofobia, que es un requisito previo para una comunidad sana», ha zanjado Konrad Berkowicz, diputado de Konfederacja, en la cadena de radio Tok FM. Su partido está ganando terreno en las encuestas electorales y se sitúa en el 14%. A esto habría que sumar otro 5% que obtiene el partido del eurodiputado Grzegorz Braun , quien recientemente abandonó la Konfederacja y es aún más extremista.El Gobierno de Tusk necesita demostrar que está luchando resueltamente contra la inmigración, a pesar de que la economía polaca sigue demandando trabajadores y el problema de los ilegales devueltos desde Alemania o los que cruzan la frontera hacia Bielorrusia no es estadísticamente significativo. Tusk ha suspendido temporalmente el derecho de asilo y, ante la disidencia interna, ha establecido que cualquier ministro que vote en contra de la posición del Gobierno perderá su cargo. Según ha dejado claro Tusk, «el consejo de ministros no es un club de discusión». RSS de noticias de internacional
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