«Tengo muy claro que para ganar debo aislarme mentalmente de mis rivales. Intento imaginar que estoy solo y construyo en mi cabeza dos muros que separen mi calle de las de los otros nadadores. Hoy lo he conseguido. Me he enfocado en mi nado y me ha salido bien». David Popovici, el rumano que madura y mejora año a año, estaba feliz tras ganar el oro de los 100 libre. Es la prueba reina de la natación.Popovici tiene apenas 20 años pero es ya un veterano de los grandes campeonatos. Cada vez que nada da la sensación de que va a resolverlo todo en los metros finales, sea cual sea la diferencia que deba superar en el último largo. En la final sorprendió Kornev, el ruso que compite bajo la bandera del equipo neutral, con una salida espectacular. Popovici tocó la pared de los 50 metros en cuarta posición… pero su volteo fue asombroso. Se colocó en cabeza y protagonizó un final de gran potencia. Victoria con 46.51. Récord de Europa y de los campeonatos del mundo. Noticia Relacionada Mundial de natación estandar Si Léon Marchand sale de la cueva Ignacio Romo El triunfador de París 2024 baja en más de un segundo el récord del mundo de Lochte en 200 estilos que databa de 2011«Este año me he concentrado en trabajar dos cosas que son muy aburridas: el nado subacuático y el mantenimiento de la longitud de la brazada. Está funcionando. Más allá de títulos y cronos, estoy muy feliz de estar aquí de nuevo». Popovici, estudiante de Psicología en Bucarest, se quedó a sólo 0.11 del récord del mundo del chino Pan, que no alcanzó la final. Se podría incluso afirmar, humorísticamente, que fue una final sin Pan pero con mucha miga.McIntosh, decepcionada, se cuelga el tercer oroEn los 200 mariposa, McIntosh se tiró a la pileta con dos objetivos. Buscaba su tercer oro y el récord mundial, el mítico crono de 2:01.81 (de la china Zige Liu) que es el más viejo en el libro de récords femeninos. Se quedó a medias. Salió muy mentalizada, bañador negro con la hoja de arce en blanco, y tocó la primera pared a ritmo de récord del mundo. La pupila de Vergnoux (en su día preparador de nuestra Mireia Belmonte) iba dos décimas más rápida que el récord a los 150 metros pero flojeó algo al final y terminó la prueba en 2:01.99, rozando el récord. «Fuck!». La palabrota, pronunciada con rabia, evidenciaba su decepción por no lograr la plusmarca. Yu Zidi, la sensación de los campeonatos por su corta edad de 12 años, volvió a impactar a todos con una nueva cuarta posición. Es una nadadora sorprendente, rompedora. Nada le intimida.McIntosh estaba muy triste después de la final. «Me he preparado muy duro para lograr este récord y estoy decepcionada porque se me ha roto el estilo en los últimos 15 metros…, pero, bueno, he mejorado mi marca». La de Toronto lleva una racha inmaculada en estos Mundiales. Tres pruebas, tres oros. Los 800 libre, frente a la incombustible Ledecky, va a ser su reto más difícil.Léon Marchand acusó la resaca de su formidable récord de 200 estilos en las semifinales del día anterior. En la cámara de llamadas se mostraba muy concentrado, con los ojos cerrados y respirando profundamente, relajación máxima. Gorro blanco, gafas con montura de oro. Quizá soñaba con otro récord estratosférico. Pero sus músculos no eran los del miércoles.En la mariposa ya iba en cabeza el francés, que sí consigue pasar los 100 metros a ritmo de récord mundial. Las fuerzas le fallaron al final, Marchand ganó con facilidad pero no pudo con su récord del día anterior. Los 1:53.68, el segundo mejor crono de la historia, realzaban aún más el valor de la plusmarca que logró en semifinales. Aquí el gran triunfador fue el entrenador Bob Bowman. Los tres medallistas en los 200 estilos, el galo Marchand, el húngaro Kos y elestadounidense Casas, son compañeros de entrenamiento a las órdenes del sabio de Tejas. «Tengo muy claro que para ganar debo aislarme mentalmente de mis rivales. Intento imaginar que estoy solo y construyo en mi cabeza dos muros que separen mi calle de las de los otros nadadores. Hoy lo he conseguido. Me he enfocado en mi nado y me ha salido bien». David Popovici, el rumano que madura y mejora año a año, estaba feliz tras ganar el oro de los 100 libre. Es la prueba reina de la natación.Popovici tiene apenas 20 años pero es ya un veterano de los grandes campeonatos. Cada vez que nada da la sensación de que va a resolverlo todo en los metros finales, sea cual sea la diferencia que deba superar en el último largo. En la final sorprendió Kornev, el ruso que compite bajo la bandera del equipo neutral, con una salida espectacular. Popovici tocó la pared de los 50 metros en cuarta posición… pero su volteo fue asombroso. Se colocó en cabeza y protagonizó un final de gran potencia. Victoria con 46.51. Récord de Europa y de los campeonatos del mundo. Noticia Relacionada Mundial de natación estandar Si Léon Marchand sale de la cueva Ignacio Romo El triunfador de París 2024 baja en más de un segundo el récord del mundo de Lochte en 200 estilos que databa de 2011«Este año me he concentrado en trabajar dos cosas que son muy aburridas: el nado subacuático y el mantenimiento de la longitud de la brazada. Está funcionando. Más allá de títulos y cronos, estoy muy feliz de estar aquí de nuevo». Popovici, estudiante de Psicología en Bucarest, se quedó a sólo 0.11 del récord del mundo del chino Pan, que no alcanzó la final. Se podría incluso afirmar, humorísticamente, que fue una final sin Pan pero con mucha miga.McIntosh, decepcionada, se cuelga el tercer oroEn los 200 mariposa, McIntosh se tiró a la pileta con dos objetivos. Buscaba su tercer oro y el récord mundial, el mítico crono de 2:01.81 (de la china Zige Liu) que es el más viejo en el libro de récords femeninos. Se quedó a medias. Salió muy mentalizada, bañador negro con la hoja de arce en blanco, y tocó la primera pared a ritmo de récord del mundo. La pupila de Vergnoux (en su día preparador de nuestra Mireia Belmonte) iba dos décimas más rápida que el récord a los 150 metros pero flojeó algo al final y terminó la prueba en 2:01.99, rozando el récord. «Fuck!». La palabrota, pronunciada con rabia, evidenciaba su decepción por no lograr la plusmarca. Yu Zidi, la sensación de los campeonatos por su corta edad de 12 años, volvió a impactar a todos con una nueva cuarta posición. Es una nadadora sorprendente, rompedora. Nada le intimida.McIntosh estaba muy triste después de la final. «Me he preparado muy duro para lograr este récord y estoy decepcionada porque se me ha roto el estilo en los últimos 15 metros…, pero, bueno, he mejorado mi marca». La de Toronto lleva una racha inmaculada en estos Mundiales. Tres pruebas, tres oros. Los 800 libre, frente a la incombustible Ledecky, va a ser su reto más difícil.Léon Marchand acusó la resaca de su formidable récord de 200 estilos en las semifinales del día anterior. En la cámara de llamadas se mostraba muy concentrado, con los ojos cerrados y respirando profundamente, relajación máxima. Gorro blanco, gafas con montura de oro. Quizá soñaba con otro récord estratosférico. Pero sus músculos no eran los del miércoles.En la mariposa ya iba en cabeza el francés, que sí consigue pasar los 100 metros a ritmo de récord mundial. Las fuerzas le fallaron al final, Marchand ganó con facilidad pero no pudo con su récord del día anterior. Los 1:53.68, el segundo mejor crono de la historia, realzaban aún más el valor de la plusmarca que logró en semifinales. Aquí el gran triunfador fue el entrenador Bob Bowman. Los tres medallistas en los 200 estilos, el galo Marchand, el húngaro Kos y elestadounidense Casas, son compañeros de entrenamiento a las órdenes del sabio de Tejas. «Tengo muy claro que para ganar debo aislarme mentalmente de mis rivales. Intento imaginar que estoy solo y construyo en mi cabeza dos muros que separen mi calle de las de los otros nadadores. Hoy lo he conseguido. Me he enfocado en mi nado y me ha salido bien». David Popovici, el rumano que madura y mejora año a año, estaba feliz tras ganar el oro de los 100 libre. Es la prueba reina de la natación.Popovici tiene apenas 20 años pero es ya un veterano de los grandes campeonatos. Cada vez que nada da la sensación de que va a resolverlo todo en los metros finales, sea cual sea la diferencia que deba superar en el último largo. En la final sorprendió Kornev, el ruso que compite bajo la bandera del equipo neutral, con una salida espectacular. Popovici tocó la pared de los 50 metros en cuarta posición… pero su volteo fue asombroso. Se colocó en cabeza y protagonizó un final de gran potencia. Victoria con 46.51. Récord de Europa y de los campeonatos del mundo. Noticia Relacionada Mundial de natación estandar Si Léon Marchand sale de la cueva Ignacio Romo El triunfador de París 2024 baja en más de un segundo el récord del mundo de Lochte en 200 estilos que databa de 2011«Este año me he concentrado en trabajar dos cosas que son muy aburridas: el nado subacuático y el mantenimiento de la longitud de la brazada. Está funcionando. Más allá de títulos y cronos, estoy muy feliz de estar aquí de nuevo». Popovici, estudiante de Psicología en Bucarest, se quedó a sólo 0.11 del récord del mundo del chino Pan, que no alcanzó la final. Se podría incluso afirmar, humorísticamente, que fue una final sin Pan pero con mucha miga.McIntosh, decepcionada, se cuelga el tercer oroEn los 200 mariposa, McIntosh se tiró a la pileta con dos objetivos. Buscaba su tercer oro y el récord mundial, el mítico crono de 2:01.81 (de la china Zige Liu) que es el más viejo en el libro de récords femeninos. Se quedó a medias. Salió muy mentalizada, bañador negro con la hoja de arce en blanco, y tocó la primera pared a ritmo de récord del mundo. La pupila de Vergnoux (en su día preparador de nuestra Mireia Belmonte) iba dos décimas más rápida que el récord a los 150 metros pero flojeó algo al final y terminó la prueba en 2:01.99, rozando el récord. «Fuck!». La palabrota, pronunciada con rabia, evidenciaba su decepción por no lograr la plusmarca. Yu Zidi, la sensación de los campeonatos por su corta edad de 12 años, volvió a impactar a todos con una nueva cuarta posición. Es una nadadora sorprendente, rompedora. Nada le intimida.McIntosh estaba muy triste después de la final. «Me he preparado muy duro para lograr este récord y estoy decepcionada porque se me ha roto el estilo en los últimos 15 metros…, pero, bueno, he mejorado mi marca». La de Toronto lleva una racha inmaculada en estos Mundiales. Tres pruebas, tres oros. Los 800 libre, frente a la incombustible Ledecky, va a ser su reto más difícil.Léon Marchand acusó la resaca de su formidable récord de 200 estilos en las semifinales del día anterior. En la cámara de llamadas se mostraba muy concentrado, con los ojos cerrados y respirando profundamente, relajación máxima. Gorro blanco, gafas con montura de oro. Quizá soñaba con otro récord estratosférico. Pero sus músculos no eran los del miércoles.En la mariposa ya iba en cabeza el francés, que sí consigue pasar los 100 metros a ritmo de récord mundial. Las fuerzas le fallaron al final, Marchand ganó con facilidad pero no pudo con su récord del día anterior. Los 1:53.68, el segundo mejor crono de la historia, realzaban aún más el valor de la plusmarca que logró en semifinales. Aquí el gran triunfador fue el entrenador Bob Bowman. Los tres medallistas en los 200 estilos, el galo Marchand, el húngaro Kos y elestadounidense Casas, son compañeros de entrenamiento a las órdenes del sabio de Tejas. RSS de noticias de deportes
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