En las muchas ocasiones en que he asistido a discusiones sobre el fenómeno del ‘bestseller’ me ha llamado siempre la atención que se hiciera hincapié para su éxito en la técnica literaria usual en este tipo de libros, heredada del realismo y del folletín decimonónico dando de lado lo evidente, que si uno escribiese de esa manera no por eso sus libros iban a vender más. Creo que detrás de estos hacedores de productos hay algo añadido e importante y es que, de un modo u otro, enlazan con el imaginario colectivo porque piensan y, sobre todo, son capaces de sentir del mismo modo que sus lectores.NOVELA ‘Por si un día volvemos’ Autora María Dueñas Editorial Planeta Año 2025 Páginas 680 Precio 23,90 euros 4Por ejemplo, esta última novela de María Dueñas , ‘Por si un día volvemos’, trata de la rehabilitación de una mujer que, después de una serie de desgracias, entre ellas un matrimonio espantoso, se rehace poco a poco en un largo recorrido de treinta años hasta lograr ser ella misma.Dicho así, tiene todos los ingredientes del folletín decimonónico, un dramatismo de primera línea que se atempera por mor del actual modo de escribir y también de sentir: ella ya no necesita de socorros exteriores al modo de ‘Los miserables’, por ejemplo, donde se hacía énfasis en la solidaridad, si no que actúa por ella misma cuando tiene ocasión. De paso, la autora nos regala una descripción de la Argelia que tan bien reflejó Albert Camus en ‘L´eté’ y ‘Noces’, pero esta vez soñada por Cecilia Belmonte, el nombre falso de un muerto del que ella se apropió en el Consulado español. La ciudad recreada y soñada por Cecilia es Orán, esa urbe de alma española y administración francesa, una ciudad llena de emigrantes donde al final Cecilia se abre paso a codazos, acompañada de una abuela, su hija y sus nietos por los frutales de los alrededores de Orán. El estilo es característico de esa prosa periodística muy ajustada y bien medida, que domina muy bien la autoraCecilia es mujer bragada : «Cuando nos comimos el pan y el queso, madre se acostó y yo me fui a la parte de atrás, a la marranera ya sin cochinos que ocupé con el Toñico antes de que muriese. Padre y el hombre se quedaron frente al fuego con la bota de vino que trajo el forastero: de una mano pasaba a otra mano, de una boca a otra boca; los chorros les caían a veces por los mentones mal afeitados».El hombre entra en la cochiquera y la viola. Entonces, la futura Cecilia le parte la cabeza con una hoz… El estilo es característico de esa prosa periodística muy ajustada y bien medida que desde Hemingway es parte ya de la literatura; ese estilo lo domina muy bien la autora y desde luego es lo que la distingue de la retórica del folletín decimonónico, eso y lo que lo acompaña indefectiblemente, la manera de sentir. Ante la violación ella se defiende con una hoz pero Dueñas en ningún momento dice si mató al hombre o no: ella huye y se encuentra con ella misma por vez primera, su espejo, un reflejo que la lleva a su realización como persona aunque tenga que esperar años y años. Ni que decir tiene que la parte del Orán de los ‘pieds noirs’, entre ellos la familia de Camus, está muy bien expresada en su ambientación, es la guinda que lleva a buen puerto la narración. En las muchas ocasiones en que he asistido a discusiones sobre el fenómeno del ‘bestseller’ me ha llamado siempre la atención que se hiciera hincapié para su éxito en la técnica literaria usual en este tipo de libros, heredada del realismo y del folletín decimonónico dando de lado lo evidente, que si uno escribiese de esa manera no por eso sus libros iban a vender más. Creo que detrás de estos hacedores de productos hay algo añadido e importante y es que, de un modo u otro, enlazan con el imaginario colectivo porque piensan y, sobre todo, son capaces de sentir del mismo modo que sus lectores.NOVELA ‘Por si un día volvemos’ Autora María Dueñas Editorial Planeta Año 2025 Páginas 680 Precio 23,90 euros 4Por ejemplo, esta última novela de María Dueñas , ‘Por si un día volvemos’, trata de la rehabilitación de una mujer que, después de una serie de desgracias, entre ellas un matrimonio espantoso, se rehace poco a poco en un largo recorrido de treinta años hasta lograr ser ella misma.Dicho así, tiene todos los ingredientes del folletín decimonónico, un dramatismo de primera línea que se atempera por mor del actual modo de escribir y también de sentir: ella ya no necesita de socorros exteriores al modo de ‘Los miserables’, por ejemplo, donde se hacía énfasis en la solidaridad, si no que actúa por ella misma cuando tiene ocasión. De paso, la autora nos regala una descripción de la Argelia que tan bien reflejó Albert Camus en ‘L´eté’ y ‘Noces’, pero esta vez soñada por Cecilia Belmonte, el nombre falso de un muerto del que ella se apropió en el Consulado español. La ciudad recreada y soñada por Cecilia es Orán, esa urbe de alma española y administración francesa, una ciudad llena de emigrantes donde al final Cecilia se abre paso a codazos, acompañada de una abuela, su hija y sus nietos por los frutales de los alrededores de Orán. El estilo es característico de esa prosa periodística muy ajustada y bien medida, que domina muy bien la autoraCecilia es mujer bragada : «Cuando nos comimos el pan y el queso, madre se acostó y yo me fui a la parte de atrás, a la marranera ya sin cochinos que ocupé con el Toñico antes de que muriese. Padre y el hombre se quedaron frente al fuego con la bota de vino que trajo el forastero: de una mano pasaba a otra mano, de una boca a otra boca; los chorros les caían a veces por los mentones mal afeitados».El hombre entra en la cochiquera y la viola. Entonces, la futura Cecilia le parte la cabeza con una hoz… El estilo es característico de esa prosa periodística muy ajustada y bien medida que desde Hemingway es parte ya de la literatura; ese estilo lo domina muy bien la autora y desde luego es lo que la distingue de la retórica del folletín decimonónico, eso y lo que lo acompaña indefectiblemente, la manera de sentir. Ante la violación ella se defiende con una hoz pero Dueñas en ningún momento dice si mató al hombre o no: ella huye y se encuentra con ella misma por vez primera, su espejo, un reflejo que la lleva a su realización como persona aunque tenga que esperar años y años. Ni que decir tiene que la parte del Orán de los ‘pieds noirs’, entre ellos la familia de Camus, está muy bien expresada en su ambientación, es la guinda que lleva a buen puerto la narración. En las muchas ocasiones en que he asistido a discusiones sobre el fenómeno del ‘bestseller’ me ha llamado siempre la atención que se hiciera hincapié para su éxito en la técnica literaria usual en este tipo de libros, heredada del realismo y del folletín decimonónico dando de lado lo evidente, que si uno escribiese de esa manera no por eso sus libros iban a vender más. Creo que detrás de estos hacedores de productos hay algo añadido e importante y es que, de un modo u otro, enlazan con el imaginario colectivo porque piensan y, sobre todo, son capaces de sentir del mismo modo que sus lectores.NOVELA ‘Por si un día volvemos’ Autora María Dueñas Editorial Planeta Año 2025 Páginas 680 Precio 23,90 euros 4Por ejemplo, esta última novela de María Dueñas , ‘Por si un día volvemos’, trata de la rehabilitación de una mujer que, después de una serie de desgracias, entre ellas un matrimonio espantoso, se rehace poco a poco en un largo recorrido de treinta años hasta lograr ser ella misma.Dicho así, tiene todos los ingredientes del folletín decimonónico, un dramatismo de primera línea que se atempera por mor del actual modo de escribir y también de sentir: ella ya no necesita de socorros exteriores al modo de ‘Los miserables’, por ejemplo, donde se hacía énfasis en la solidaridad, si no que actúa por ella misma cuando tiene ocasión. De paso, la autora nos regala una descripción de la Argelia que tan bien reflejó Albert Camus en ‘L´eté’ y ‘Noces’, pero esta vez soñada por Cecilia Belmonte, el nombre falso de un muerto del que ella se apropió en el Consulado español. La ciudad recreada y soñada por Cecilia es Orán, esa urbe de alma española y administración francesa, una ciudad llena de emigrantes donde al final Cecilia se abre paso a codazos, acompañada de una abuela, su hija y sus nietos por los frutales de los alrededores de Orán. El estilo es característico de esa prosa periodística muy ajustada y bien medida, que domina muy bien la autoraCecilia es mujer bragada : «Cuando nos comimos el pan y el queso, madre se acostó y yo me fui a la parte de atrás, a la marranera ya sin cochinos que ocupé con el Toñico antes de que muriese. Padre y el hombre se quedaron frente al fuego con la bota de vino que trajo el forastero: de una mano pasaba a otra mano, de una boca a otra boca; los chorros les caían a veces por los mentones mal afeitados».El hombre entra en la cochiquera y la viola. Entonces, la futura Cecilia le parte la cabeza con una hoz… El estilo es característico de esa prosa periodística muy ajustada y bien medida que desde Hemingway es parte ya de la literatura; ese estilo lo domina muy bien la autora y desde luego es lo que la distingue de la retórica del folletín decimonónico, eso y lo que lo acompaña indefectiblemente, la manera de sentir. Ante la violación ella se defiende con una hoz pero Dueñas en ningún momento dice si mató al hombre o no: ella huye y se encuentra con ella misma por vez primera, su espejo, un reflejo que la lleva a su realización como persona aunque tenga que esperar años y años. Ni que decir tiene que la parte del Orán de los ‘pieds noirs’, entre ellos la familia de Camus, está muy bien expresada en su ambientación, es la guinda que lleva a buen puerto la narración. RSS de noticias de cultura
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