Carles Puigdemont , líder de Junts y socio de investidura de Pedro Sánchez, anunció este lunes que su apoyo a los socialistas podría dejar de tener continuidad si el jefe del Ejecutivo no se somete a una cuestión de confianza en el Congreso. «Un año después, las cosas no van bien», señaló Puigdemont, desde Bélgica, en una valoración del pacto de investidura firmado hace un año con el PSOE. El expresidente de la Generalitat y fugado de la Justicia española desde 2017 considera que Sánchez no ha cumplido ninguno de los acuerdos firmados y, por lo tanto, «no es de fiar».Poco más de un año después del acuerdo de noviembre del 2023, Junts registró este lunes en la Cámara Baja la petición de una cuestión de confianza –que, en cualquier caso, solo puede ser activada por el presidente del Gobierno– ante «la falta de voluntad política» por parte de Sánchez para cumplir lo pactado con la formación independentista «de manera completa y ágil». Según figura en el escrito, «esta dinámica no ha posibilitado generar la base de confianza que se pretendía y que es necesaria para encarrilar el resto de la legislatura».El partido independentista reclama en una proposición no de ley –iniciativa no vinculante que emite un mandato del Congreso al Gobierno si se aprueba– que la Cámara Baja inste al presidente a someterse a una cuestión de confianza . Si lo hace, obtendría esta con una mayoría simple a su favor, pero, de perderla, debería presentar su dimisión al Rey según recoge el artículo 114 de la Constitución. No obstante, según fuentes jurídicas consultadas por ABC, ese órdago podría tener los días contados y ser inadmitido a trámite en la reunión de la Mesa del martes de la próxima semana. «Es más, es lo que creo que pasará», sostienen.Noticia Relacionada estandar No Junqueras rechaza una cuestión de confianza: «No tenemos ningún interés» en un Gobierno PP-Vox ABC «Es el PSOE el que debe decidir si quiere cumplir o no quiere cumplir sus compromisos», apunta el aspirante a presidir ERCLa Mesa del Congreso, su órgano rector, califica las iniciativas que registran los grupos parlamentarios. Lo normal, salvo que entren en flagrante contradicción con la Constitución , es que se admitan sin problema . Pero las fuentes consultadas por ABC subrayan que en este caso, el PSOE y Sumar, con mayoría en la Mesa, tendrían fácil inadmitir la petición de Junts.A pesar de tratarse de un mero reclamo del Parlamento al Gobierno, fuentes jurídicas creen que al regirse la cuestión de confianza por un procedimiento especial recogido tanto en la Constitución como en el Reglamento del Congreso, la Mesa podría rechazar directamente esta proposición.El artículo 112 de la Carta Magna establece que es el jefe del Ejecutivo quien, previa deliberación del Consejo de Ministros , pide renovar la confianza de la Cámara Baja. Admitir a trámite la iniciativa de Junts, según estas fuentes, equivaldría a debatir de facto una cuestión de confianza, pero sin ningún efecto jurídico. «Sería como presentar una proposición no de ley para pedir que se presente una moción de censura en vez de presentarla por los cauces establecidos», sostienen.La proposición no de ley, al haberse registrado este lunes, no se verá en la cita de este martes de la Mesa del Congreso, sino en la de dentro de siete días. Según fuentes de Presidencia de la Cámara Baja , se seguirá la recomendación de los letrados. En cualquier caso, al ser la semana que viene la última del año con pleno, la iniciativa, de pasar este primer examen, no se debatiría hasta febrero, ya en el siguiente periodo de sesiones. Hasta ahora, el criterio de la presidenta Francina Armengol ha sido ser permisiva y dar cauce a la discusión de casi todos los asuntos que llegan al órgano, como pasó con la ley de amnistía –admitida porque el letrado mayor, Fernando Galindo, alegó que su presunta inconstitucionalidad no era palmaria– y con propuestas de Vox como parar la nacionalización de personas procedentes de culturas islámicas, algo en lo que PSOE y Sumar veían también visos de inconstitucionalidad.El Gobierno lo descartaPor el momento, el Gobierno rechazó este lunes cualquier posibilidad de que el presidente tenga que pasar, una vez más, por el visto bueno del Congreso. El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, aseguró que Sánchez cuenta con l a confianza de la mayoría de españoles: «Tenemos un presidente que tiene claramente la confianza de la mayoría de los españoles, con un Gobierno fruto del pacto de investidura y en poco más de un año ahí están los números». Desde el PSOE se deslizó que las palabras de Puigdemont hay que contextualizarlas en la negociación de Junts con el Ejecutivo para la aprobación de las cuentas públicas.Antes de esa reacción, tras reunirse con la cúpula del partido, el presidente de Junts desgranó algunos de los asuntos que figuran en el pacto de investidura y que, en su opinión, no se han cumplido. Por ejemplo, «el catalán no es lengua oficial en Europa», recordó, achacando esto a «la falta de implicación de Sánchez», al que le reprochó que «cuando le conviene» pacta con líderes como Viktor Orbán (Hungría) y Giorgia Meloni (Italia) para que Teresa Ribera (PSOE) pueda ser comisaria de la Unión Europa. «No ha dedicado los esfuerzos que le pedimos».Igualmente, dijo: «No hay amnistía porque una amnistía que no es completa no es amnistía». Cargó contra el Tribunal Supremo, primero, y el presidente del Gobierno, después: «El Supremo se ha rebelado y Sánchez ha sido incapaz de hacer una sola declaración ante esta ofensa a la democracia». Una «declaración» que, dijo, sí ha realizado cuando la protagonista es su esposa, Begoña Gómez, o su hermano, David, involucrados en procesos judiciales.Exigencias ‘indepes’ El catalán en la UE Socialistas e independentistas acordaron que el catalán sería lengua oficial, en igualdad de condiciones que el español, en la Unión Europea. El coste lo asumirá España. Pero necesita el visto bueno de todos los Estados miembros para su cambio de rol. Amnistía completa La ley de amnistía no le afecta a Puigdemont por el delito de malversación que está siendo perseguido por el Tribunal Supremo. El líder de Junts pide a Sánchez que, al menos, haga una declaración contra los magistrados y en defensa de su persona. Balanzas fiscales Junts quiere que el Gobierno asuma un supuesto déficit fiscal con Cataluña, paso previo para asumir que el Estado «expolia» a la comunidad y, después, configurar una nueva financiación que establezca un cupo como el vasco. Inmigración integral Según Puigdemont, el Gobierno está por la labor de traspasar a la Generalitat competencias en esta materia, pero no de manera «integral» sino solo burocrática.Puigdemont también hizo referencia a la negociación para que la Generalitat disfrute de un concierto económico, similar al vasco, que Junts desdeña. «Consolida el café para todo el mundo», señaló. Otro incumplimiento del Ejecutivo, añade, es el de la publicación de las balanzas fiscales. Preguntado por los periodistas por la negociación sobre la transferencia integral de la gestión de la inmigración, pactada con el Gobierno a principios de año, y la aprobación de los presupuestos generales del Estado para 2025, se mostró pesimista.Así, Puigdemont, que confirmó las reuniones, cada mes, en Suiza, con el mediador internacional, entre el PSOE y Junts, figura que también se recoge en el acuerdo firmado en Bruselas, no ve avances sustanciales tanto en la solución del «conflicto», es decir, en la posibilidad de celebrar un referéndum de independencia, como en el reconocimiento «nacional» de Cataluña. Por eso decidió dar un paso al frente y exigir una cuestión de confianza, para evitar perder el tiempo y seguir con encuentros que no dan frutos para los secesionistas.Sánchez tiene cada vez más caro el poder aprobar leyes en el Congreso. Puigdemont quiere cobrar por adelantado y la confianza con los socialistas, que no era mucha en noviembre del 2023, está en horas bajas. Sánchez «no es de fiar», concluyó. «Al PSOE lo conocemos muy bien, nuestra experiencia es que los socialistas no son de fiar», incidió. Carles Puigdemont , líder de Junts y socio de investidura de Pedro Sánchez, anunció este lunes que su apoyo a los socialistas podría dejar de tener continuidad si el jefe del Ejecutivo no se somete a una cuestión de confianza en el Congreso. «Un año después, las cosas no van bien», señaló Puigdemont, desde Bélgica, en una valoración del pacto de investidura firmado hace un año con el PSOE. El expresidente de la Generalitat y fugado de la Justicia española desde 2017 considera que Sánchez no ha cumplido ninguno de los acuerdos firmados y, por lo tanto, «no es de fiar».Poco más de un año después del acuerdo de noviembre del 2023, Junts registró este lunes en la Cámara Baja la petición de una cuestión de confianza –que, en cualquier caso, solo puede ser activada por el presidente del Gobierno– ante «la falta de voluntad política» por parte de Sánchez para cumplir lo pactado con la formación independentista «de manera completa y ágil». Según figura en el escrito, «esta dinámica no ha posibilitado generar la base de confianza que se pretendía y que es necesaria para encarrilar el resto de la legislatura».El partido independentista reclama en una proposición no de ley –iniciativa no vinculante que emite un mandato del Congreso al Gobierno si se aprueba– que la Cámara Baja inste al presidente a someterse a una cuestión de confianza . Si lo hace, obtendría esta con una mayoría simple a su favor, pero, de perderla, debería presentar su dimisión al Rey según recoge el artículo 114 de la Constitución. No obstante, según fuentes jurídicas consultadas por ABC, ese órdago podría tener los días contados y ser inadmitido a trámite en la reunión de la Mesa del martes de la próxima semana. «Es más, es lo que creo que pasará», sostienen.Noticia Relacionada estandar No Junqueras rechaza una cuestión de confianza: «No tenemos ningún interés» en un Gobierno PP-Vox ABC «Es el PSOE el que debe decidir si quiere cumplir o no quiere cumplir sus compromisos», apunta el aspirante a presidir ERCLa Mesa del Congreso, su órgano rector, califica las iniciativas que registran los grupos parlamentarios. Lo normal, salvo que entren en flagrante contradicción con la Constitución , es que se admitan sin problema . Pero las fuentes consultadas por ABC subrayan que en este caso, el PSOE y Sumar, con mayoría en la Mesa, tendrían fácil inadmitir la petición de Junts.A pesar de tratarse de un mero reclamo del Parlamento al Gobierno, fuentes jurídicas creen que al regirse la cuestión de confianza por un procedimiento especial recogido tanto en la Constitución como en el Reglamento del Congreso, la Mesa podría rechazar directamente esta proposición.El artículo 112 de la Carta Magna establece que es el jefe del Ejecutivo quien, previa deliberación del Consejo de Ministros , pide renovar la confianza de la Cámara Baja. Admitir a trámite la iniciativa de Junts, según estas fuentes, equivaldría a debatir de facto una cuestión de confianza, pero sin ningún efecto jurídico. «Sería como presentar una proposición no de ley para pedir que se presente una moción de censura en vez de presentarla por los cauces establecidos», sostienen.La proposición no de ley, al haberse registrado este lunes, no se verá en la cita de este martes de la Mesa del Congreso, sino en la de dentro de siete días. Según fuentes de Presidencia de la Cámara Baja , se seguirá la recomendación de los letrados. En cualquier caso, al ser la semana que viene la última del año con pleno, la iniciativa, de pasar este primer examen, no se debatiría hasta febrero, ya en el siguiente periodo de sesiones. Hasta ahora, el criterio de la presidenta Francina Armengol ha sido ser permisiva y dar cauce a la discusión de casi todos los asuntos que llegan al órgano, como pasó con la ley de amnistía –admitida porque el letrado mayor, Fernando Galindo, alegó que su presunta inconstitucionalidad no era palmaria– y con propuestas de Vox como parar la nacionalización de personas procedentes de culturas islámicas, algo en lo que PSOE y Sumar veían también visos de inconstitucionalidad.El Gobierno lo descartaPor el momento, el Gobierno rechazó este lunes cualquier posibilidad de que el presidente tenga que pasar, una vez más, por el visto bueno del Congreso. El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, aseguró que Sánchez cuenta con l a confianza de la mayoría de españoles: «Tenemos un presidente que tiene claramente la confianza de la mayoría de los españoles, con un Gobierno fruto del pacto de investidura y en poco más de un año ahí están los números». Desde el PSOE se deslizó que las palabras de Puigdemont hay que contextualizarlas en la negociación de Junts con el Ejecutivo para la aprobación de las cuentas públicas.Antes de esa reacción, tras reunirse con la cúpula del partido, el presidente de Junts desgranó algunos de los asuntos que figuran en el pacto de investidura y que, en su opinión, no se han cumplido. Por ejemplo, «el catalán no es lengua oficial en Europa», recordó, achacando esto a «la falta de implicación de Sánchez», al que le reprochó que «cuando le conviene» pacta con líderes como Viktor Orbán (Hungría) y Giorgia Meloni (Italia) para que Teresa Ribera (PSOE) pueda ser comisaria de la Unión Europa. «No ha dedicado los esfuerzos que le pedimos».Igualmente, dijo: «No hay amnistía porque una amnistía que no es completa no es amnistía». Cargó contra el Tribunal Supremo, primero, y el presidente del Gobierno, después: «El Supremo se ha rebelado y Sánchez ha sido incapaz de hacer una sola declaración ante esta ofensa a la democracia». Una «declaración» que, dijo, sí ha realizado cuando la protagonista es su esposa, Begoña Gómez, o su hermano, David, involucrados en procesos judiciales.Exigencias ‘indepes’ El catalán en la UE Socialistas e independentistas acordaron que el catalán sería lengua oficial, en igualdad de condiciones que el español, en la Unión Europea. El coste lo asumirá España. Pero necesita el visto bueno de todos los Estados miembros para su cambio de rol. Amnistía completa La ley de amnistía no le afecta a Puigdemont por el delito de malversación que está siendo perseguido por el Tribunal Supremo. El líder de Junts pide a Sánchez que, al menos, haga una declaración contra los magistrados y en defensa de su persona. Balanzas fiscales Junts quiere que el Gobierno asuma un supuesto déficit fiscal con Cataluña, paso previo para asumir que el Estado «expolia» a la comunidad y, después, configurar una nueva financiación que establezca un cupo como el vasco. Inmigración integral Según Puigdemont, el Gobierno está por la labor de traspasar a la Generalitat competencias en esta materia, pero no de manera «integral» sino solo burocrática.Puigdemont también hizo referencia a la negociación para que la Generalitat disfrute de un concierto económico, similar al vasco, que Junts desdeña. «Consolida el café para todo el mundo», señaló. Otro incumplimiento del Ejecutivo, añade, es el de la publicación de las balanzas fiscales. Preguntado por los periodistas por la negociación sobre la transferencia integral de la gestión de la inmigración, pactada con el Gobierno a principios de año, y la aprobación de los presupuestos generales del Estado para 2025, se mostró pesimista.Así, Puigdemont, que confirmó las reuniones, cada mes, en Suiza, con el mediador internacional, entre el PSOE y Junts, figura que también se recoge en el acuerdo firmado en Bruselas, no ve avances sustanciales tanto en la solución del «conflicto», es decir, en la posibilidad de celebrar un referéndum de independencia, como en el reconocimiento «nacional» de Cataluña. Por eso decidió dar un paso al frente y exigir una cuestión de confianza, para evitar perder el tiempo y seguir con encuentros que no dan frutos para los secesionistas.Sánchez tiene cada vez más caro el poder aprobar leyes en el Congreso. Puigdemont quiere cobrar por adelantado y la confianza con los socialistas, que no era mucha en noviembre del 2023, está en horas bajas. Sánchez «no es de fiar», concluyó. «Al PSOE lo conocemos muy bien, nuestra experiencia es que los socialistas no son de fiar», incidió. Carles Puigdemont , líder de Junts y socio de investidura de Pedro Sánchez, anunció este lunes que su apoyo a los socialistas podría dejar de tener continuidad si el jefe del Ejecutivo no se somete a una cuestión de confianza en el Congreso. «Un año después, las cosas no van bien», señaló Puigdemont, desde Bélgica, en una valoración del pacto de investidura firmado hace un año con el PSOE. El expresidente de la Generalitat y fugado de la Justicia española desde 2017 considera que Sánchez no ha cumplido ninguno de los acuerdos firmados y, por lo tanto, «no es de fiar».Poco más de un año después del acuerdo de noviembre del 2023, Junts registró este lunes en la Cámara Baja la petición de una cuestión de confianza –que, en cualquier caso, solo puede ser activada por el presidente del Gobierno– ante «la falta de voluntad política» por parte de Sánchez para cumplir lo pactado con la formación independentista «de manera completa y ágil». Según figura en el escrito, «esta dinámica no ha posibilitado generar la base de confianza que se pretendía y que es necesaria para encarrilar el resto de la legislatura».El partido independentista reclama en una proposición no de ley –iniciativa no vinculante que emite un mandato del Congreso al Gobierno si se aprueba– que la Cámara Baja inste al presidente a someterse a una cuestión de confianza . Si lo hace, obtendría esta con una mayoría simple a su favor, pero, de perderla, debería presentar su dimisión al Rey según recoge el artículo 114 de la Constitución. No obstante, según fuentes jurídicas consultadas por ABC, ese órdago podría tener los días contados y ser inadmitido a trámite en la reunión de la Mesa del martes de la próxima semana. «Es más, es lo que creo que pasará», sostienen.Noticia Relacionada estandar No Junqueras rechaza una cuestión de confianza: «No tenemos ningún interés» en un Gobierno PP-Vox ABC «Es el PSOE el que debe decidir si quiere cumplir o no quiere cumplir sus compromisos», apunta el aspirante a presidir ERCLa Mesa del Congreso, su órgano rector, califica las iniciativas que registran los grupos parlamentarios. Lo normal, salvo que entren en flagrante contradicción con la Constitución , es que se admitan sin problema . Pero las fuentes consultadas por ABC subrayan que en este caso, el PSOE y Sumar, con mayoría en la Mesa, tendrían fácil inadmitir la petición de Junts.A pesar de tratarse de un mero reclamo del Parlamento al Gobierno, fuentes jurídicas creen que al regirse la cuestión de confianza por un procedimiento especial recogido tanto en la Constitución como en el Reglamento del Congreso, la Mesa podría rechazar directamente esta proposición.El artículo 112 de la Carta Magna establece que es el jefe del Ejecutivo quien, previa deliberación del Consejo de Ministros , pide renovar la confianza de la Cámara Baja. Admitir a trámite la iniciativa de Junts, según estas fuentes, equivaldría a debatir de facto una cuestión de confianza, pero sin ningún efecto jurídico. «Sería como presentar una proposición no de ley para pedir que se presente una moción de censura en vez de presentarla por los cauces establecidos», sostienen.La proposición no de ley, al haberse registrado este lunes, no se verá en la cita de este martes de la Mesa del Congreso, sino en la de dentro de siete días. Según fuentes de Presidencia de la Cámara Baja , se seguirá la recomendación de los letrados. En cualquier caso, al ser la semana que viene la última del año con pleno, la iniciativa, de pasar este primer examen, no se debatiría hasta febrero, ya en el siguiente periodo de sesiones. Hasta ahora, el criterio de la presidenta Francina Armengol ha sido ser permisiva y dar cauce a la discusión de casi todos los asuntos que llegan al órgano, como pasó con la ley de amnistía –admitida porque el letrado mayor, Fernando Galindo, alegó que su presunta inconstitucionalidad no era palmaria– y con propuestas de Vox como parar la nacionalización de personas procedentes de culturas islámicas, algo en lo que PSOE y Sumar veían también visos de inconstitucionalidad.El Gobierno lo descartaPor el momento, el Gobierno rechazó este lunes cualquier posibilidad de que el presidente tenga que pasar, una vez más, por el visto bueno del Congreso. El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, aseguró que Sánchez cuenta con l a confianza de la mayoría de españoles: «Tenemos un presidente que tiene claramente la confianza de la mayoría de los españoles, con un Gobierno fruto del pacto de investidura y en poco más de un año ahí están los números». Desde el PSOE se deslizó que las palabras de Puigdemont hay que contextualizarlas en la negociación de Junts con el Ejecutivo para la aprobación de las cuentas públicas.Antes de esa reacción, tras reunirse con la cúpula del partido, el presidente de Junts desgranó algunos de los asuntos que figuran en el pacto de investidura y que, en su opinión, no se han cumplido. Por ejemplo, «el catalán no es lengua oficial en Europa», recordó, achacando esto a «la falta de implicación de Sánchez», al que le reprochó que «cuando le conviene» pacta con líderes como Viktor Orbán (Hungría) y Giorgia Meloni (Italia) para que Teresa Ribera (PSOE) pueda ser comisaria de la Unión Europa. «No ha dedicado los esfuerzos que le pedimos».Igualmente, dijo: «No hay amnistía porque una amnistía que no es completa no es amnistía». Cargó contra el Tribunal Supremo, primero, y el presidente del Gobierno, después: «El Supremo se ha rebelado y Sánchez ha sido incapaz de hacer una sola declaración ante esta ofensa a la democracia». Una «declaración» que, dijo, sí ha realizado cuando la protagonista es su esposa, Begoña Gómez, o su hermano, David, involucrados en procesos judiciales.Exigencias ‘indepes’ El catalán en la UE Socialistas e independentistas acordaron que el catalán sería lengua oficial, en igualdad de condiciones que el español, en la Unión Europea. El coste lo asumirá España. Pero necesita el visto bueno de todos los Estados miembros para su cambio de rol. Amnistía completa La ley de amnistía no le afecta a Puigdemont por el delito de malversación que está siendo perseguido por el Tribunal Supremo. El líder de Junts pide a Sánchez que, al menos, haga una declaración contra los magistrados y en defensa de su persona. Balanzas fiscales Junts quiere que el Gobierno asuma un supuesto déficit fiscal con Cataluña, paso previo para asumir que el Estado «expolia» a la comunidad y, después, configurar una nueva financiación que establezca un cupo como el vasco. Inmigración integral Según Puigdemont, el Gobierno está por la labor de traspasar a la Generalitat competencias en esta materia, pero no de manera «integral» sino solo burocrática.Puigdemont también hizo referencia a la negociación para que la Generalitat disfrute de un concierto económico, similar al vasco, que Junts desdeña. «Consolida el café para todo el mundo», señaló. Otro incumplimiento del Ejecutivo, añade, es el de la publicación de las balanzas fiscales. Preguntado por los periodistas por la negociación sobre la transferencia integral de la gestión de la inmigración, pactada con el Gobierno a principios de año, y la aprobación de los presupuestos generales del Estado para 2025, se mostró pesimista.Así, Puigdemont, que confirmó las reuniones, cada mes, en Suiza, con el mediador internacional, entre el PSOE y Junts, figura que también se recoge en el acuerdo firmado en Bruselas, no ve avances sustanciales tanto en la solución del «conflicto», es decir, en la posibilidad de celebrar un referéndum de independencia, como en el reconocimiento «nacional» de Cataluña. Por eso decidió dar un paso al frente y exigir una cuestión de confianza, para evitar perder el tiempo y seguir con encuentros que no dan frutos para los secesionistas.Sánchez tiene cada vez más caro el poder aprobar leyes en el Congreso. Puigdemont quiere cobrar por adelantado y la confianza con los socialistas, que no era mucha en noviembre del 2023, está en horas bajas. Sánchez «no es de fiar», concluyó. «Al PSOE lo conocemos muy bien, nuestra experiencia es que los socialistas no son de fiar», incidió. RSS de noticias de espana
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